domingo, marzo 31, 2013

Sobre el disco "Absolutamente" de Quilapayún (Parada/Wang)


Casa Central


Sinceramente creo que el Quilapayún quedó allá muy lejos, el 2002, con la separación y el quiebre se terminó el sueño colectivo. Tal vez el fin venía desde mucho antes, desde los últimos años del exilio cuando el grupo venía en una profunda caída de actividades, experimentos con singles para entrar en las discos de Paris, para darle un giro musical a la alicaída actividad, pero en esos años la creatividad cundía por todos lados. Los que hemos seguido al Quilapayún escuchándolos desde sus primeros discos, es la época que mas agradecemos, a pesar de las duras y las maduras sacaron su creatividad por los poros, y los discos editados entre el 82 y el 89 son lo mejor de su carrera: Musical, poética y conceptualmente es la cumbre del conjunto; los que quieran hacer valer otras épocas como las mas encumbradas mas vale que se miren al espejo y se limpien las marcas de los partidos, o de la historia que les conviene contar.

Lo que ha venido después del año 2002, según mi humilde opinión que no es mas válida que la de cualquier hijo de vecino que se da el tiempo para plasmar en las letras las tonteras que piensa,  es la existencia de dos grupos que utilizan el mismo nombre, que plantean su personal propuesta sobre la existencia y la continuidad de un grupo; y para quienes añoramos la mejor época del conjunto no nos queda mas que oír un disco de un lado, ir a un concierto del otro, y esperar casi una década por si los de allá graban algo, o los de acá qué plantean hacer, tratando de armar un rompecabezas para ver si algo parece a lo que fue.

Pero a pesar de lo anterior, primero hay que respetar las canas de los que están sobre el escenario de uno u otro lado, esos años de experiencia no se ganan detrás de un escritorio escribiendo a desmadre,  sentado plácidamente en un teatro o escuchando los discos en la comodidad del hogar con un cerveza en la mano y en la otra cubriendo las áreas del amor que la música del Quilapayún nos tenía guardadas desde la infancia hasta que llegase la época precisa en que todo cuadra…

Y por eso los discos después del 2003 a la fecha hay que tomarlos con la debida distancia y con la debida objetividad que pueden dar los años de ver que las distancias judiciales son problemas de ellos, y que quieran lo que quieran no quedaran plasmados finalmente en lo que se reconozca como la historia del conjunto o de la cultura musical chilena (sino díganme quién se acuerda de los problemas legales entre Los Quincheros y los Huasos Quincheros de fines de los 50). Con la distancia de saber reconocer, sea la agrupación que sea, esa parte del grupo que alguna vez nos gustó, que está en el inconsciente colectivo, pero que aún no esta cerca del grupo que atesoramos en la memoria de nuestros oídos, y aún están como chutándola desde el borde, pero no de lleno; sorry, pero la verdad que entre los 2 Quilapayún prefiero a los Beach Boys….

Y aquí entramos a Absolutamente… primer disco editado por el Conjunto Quilapayún (dirigido artísticamente por Rodolfo Parada y musicalmente por Patricio Wang) después del quiebre de la agrupación el año 2002 ( si quiere saber mas antecedentes revise esta nota). Antes que nada es bueno escuchar un disco desde si, no es bueno las comparaciones entre uno y otro grupo, las comparaciones son odiosas, y si acaso existen ellas están basadas en que ambas agrupaciones tienen los mismos planteamientos artísticos… y eso no es así… solo basta darse una vuelta musicalmente por los discos desde el 2003 en la reagrupación , y en las entrevistas de Eduardo Carrasco para ver que la nueva propuesta de ese grupo viene por otro lado, es una refundación desde el concepto hasta la propuesta, y comparar dos agrupaciones del mismo nombre, pero con distintos objetivos artísticos es perdida de tiempo, es tratar de sacar un as bajo la manga cuando no hay nada que mostrar…

Entrando derechamente al CD Absolutamente en las primeras audiciones les soy sincero, me pareció una broma de mal gusto, un disco de 15 canciones con mas de 6 que están tomadas desde otros discos, reinterpretados, etc; me pareció que era el anuncio del fin, o de que grabaron lo que quisieron antes de cerrar el grupo…

Hasta casi una semana después… me di cuenta que si uno dejaba el disco hasta el track 12 “aquí estamos”, y dejaba afuera la segunda parte que podía entender como bonus track, el disco tomaba otro cariz… lo primero que me llamó la atención desde la primera audición es que en este disco esta plasmada la continuidad del sonido del conjunto que quedó registrada antes del quiebre en el disco al Horizonte, sonoramente por acá va la línea, y en este CD se quiso mantener esa continuidad sónica. Lo otro destacable, la inclusión de 4 composiciones creadas desde el formato de cantautor, casi interpretadas en forma solista, que le dan un timbre interesante a la propuesta; y el aporte de Patricio Wang de sus composiciones tomadas desde sus proyectos paralelos para incorporarlas al Quilapayún , algo que es continuo desde el 82 a la fecha, también le otorgan peso al disco. “Preludio y según el favor del viento”, tomadas de Suite para Violeta, es excelente, al igual “como la primavera” tomada del proyecto canciones salvajes, en el cual se la juega por una coda con un cambio armónico de los mas interesantes que he escuchado en el último tiempo en la música popular chilena y que es una modificación a la coda original, la versión de Transiente aporta sonoridad al disco, (perteneciente originalmente a música para un ballet antes de que la grabara el Quilapayun el año 84); y plasma su maestría en la interpretación de 7x8. La unión de esta canción con el tema “con la primavera” me parecen lo mas sublime del disco, y lo mas sublime en años que he escuchado; ese par de temas a uno pueden dejarlo con la guardia abajo… pero a no engañarse con Chilandó, que sinceramente me parece un plagio inconciente a repertorio folclórico tradicional, que alguna vez grabó el conjunto Los Curacas en el disco Norte con el nombre Coplas Folclóricas, Chilandó ciertamente viene a ser lo mas bajo dentro de la propuesta de este disco,  aun así a pesar de lo pobre de esta canción es destacable el preciosismo en el arreglo, en el cual se escucha (por primera vez?) un unísono entre una quena y una guitarra eléctrica, y la utilización de sonidos de platillos en reversa.

Otras secciones  destacables del disco son “Rosa de los vientos” y “La indiferencia” en el cual se produce un hermoso contraste entre el canto coral, las voces solistas y los arreglos minimalistas. Ramona Parra se queda en deuda frente a un texto demasiado simple, que cae casi en lo infantil…

Por ahí podríamos encontrar una profunda debilidad en este disco: En todo lo que cae bajo las manos del director artístico. No hay un concepto claro bajo la cual se desarrolla esta producción, ¿qué se intentó hacer?, ¿cuál era el concepto?, ¿bajo que fundamentos se puede decir que después de varios años había un montón de material nuevo sin grabar y de eso hay 9 temas de 15? ¿Dónde quedó el grupo que nos incluía un montón de canciones nuevas?, ¿dónde está la continuidad artística en una agrupación que graba un disco después de 13 años?,  y si vamos más allá ¿dónde está el poder de tomar decisiones estratégicas artísticas con visión de futuro si se han perdido casi todas las instancias judiciales y las actuaciones escasean hasta en el escenario mas cercano en donde se ubica la agrupación?.

Dentro de lo mas interesante en este disco, y lo he dicho en las líneas superiores, es el trabajo musical que hay en este disco, hay un grado, una calidad interpretativa que está generosamente en los límites superiores, lo mas destacable en el último tiempo para un grupo de la Nueva Canción Chilena, hay preciosos arreglos, una excelente calidad interpretativa en cada uno de las voces y de los instrumentos, los cuales cada uno se encuentra perfectamente afinados, hay recursos, arreglos que van dando un paso mas allá. Otro punto interesante es la participación en la composición de Patricio Castillo dentro de un disco de Quilapayún, algo que no sucedía desde hace mas de 40 años, y el aporte de los nuevos integrantes en la música de un par de temas.

Un último punto a destacar en las distintas ediciones, tanto la digital, como la física en las ediciones española,  argentina y chilena, es el pobre rango dinámico de este CD. Este disco es el mas ruidoso editado alguna vez por el Quilapayún (sea de la época que sea y de la agrupación que sea), un rango dinámico bajo es interesante para una audición en radioemisoras, en las reproducciones digitales en equipos portátiles cuando se puede tocar cualquier tema de cualquier disco, pero es contraproducente en la audición del disco completo en el hogar, en donde el oído se satura fácilmente al no existir una diferencia sustancial entre los sonidos mas bajos y los mas altos, y el auditor es tentado a no terminar de escuchar un disco que alcanza fácilmente los 60 minutos.

En resumen Absolutamente es un disco trabajado pobremente en el tiempo desde el punto de vista artístico, pero que es trabajado musicalmente de manera superior en cada uno de sus detalles. Sumando y restando el resultado final es que el disco hubiera sido totalmente distinto y mucho mejor con otra dirección artística dentro de la agrupación.

Esperamos que este disco tenga la difusión que se merezca, es musicalmente un aire fresco y de renovación a la música popular chilena, y que se encuentra al debe en el concepto artístico desarrollado dentro de una historia como la del grupo Quilapayún.

Víctor Tapia

viernes, marzo 29, 2013

Fundador del grupo La Noche presenta su proyecto solista con menos cumbia y más pop

El Mercurio


Alexis Morales, "Alexítico", estrena la canción "Un millón de estrellas" como parte de su carrera de cantautor. Además lanzará a mediados de año un nuevo disco junto a Leo Rey y compañía.

Diego Rammsy S.

Como es habitual en su rutina, anoche se quedó hasta las cinco de la mañana trabajando en su inmensa consola de sonido. En el segundo piso de una casa donde alguna vez funcionó una iglesia, Alexis Morales (37) tiene su estudio de grabación en una pieza forrada con alfombra negra donde no entra ni un rayo de luz natural y el aire acondicionado se mantiene encendido por siempre. "Desde que empecé a ganar dinero con la música, he invertido en equipos porque soy un loco apasionado del sonido", dice.

Se trata de la base de operaciones del grupo La Noche, en la comuna de La Florida. En la entrada cuelgan algunos premios de la banda que hace menos de una década saltó a la fama gracias a las contagiosas melodías que adornan sus cumbias de arreglos de acordeón y bronces, con letras sobre infidelidades y amores clandestinos.

Luego de dar el salto junto a Leo Rey en 2006 con el disco "Amor entre sábanas" y de tocar en el Festival de Viña en dos ocasiones (2009 y 2010); luego de romper con Leo y volver a reunirse en 2011; y ahora, con un nuevo disco en camino, Alexis decidió aventurarse en un trabajo paralelo, del que estrena la canción "Un millón de estrellas", que devela su admiración por Carlos Vives y Juan Luis Guerra arrimándose a ritmos como el vallenato, con menos rastros de cumbia y más pop.

"He querido parar un poquito la máquina para darme un espacio personal, un gusto, de hacer un tema por mis propios medios, conceptualmente, en estudio, con mi voz", explica Alexis.

El dueño de la fórmula

Antes de adentrarse en su propia historia musical, el músico de cabellera oscura originario de Catemu, el acordeonista y cerebro de La Noche advierte: "¿Tienes tiempo?".

Sorbiendo de una botella plástica de Pepsi que quedó de la noche anterior sobre su escritorio, comienza: "Mi familia, mis tíos, mis primos, son todos músicos", aclara de entrada. A los 10 años, Alexis tomó clases de teclado con un profesor del barrio, luego se metió a estudiar violín en la Universidad Católica con el músico Rubén Sierra por tres años, y siguió con unos talleres de piano en la Universidad de Chile. "Mi intención siempre fue estudiar piano, pero a esa edad uno ya está viejo para empezar, por eso opté por el violín", explica.

Tras salir del colegio, ingresó a un liceo Industrial en Renca y luego pasó a cursar Ingeniería en Sonido. Tres años de estudios y abandonó. "El 94, empecé la banda Maestra, donde hacíamos música bailable para fiestas. Muchos años estuvimos así hasta que me di cuenta de que quería hacer cosas nuevas. Me imaginé que podía algún día llegar a Viña del Mar, salir al extranjero", recuerda Morales.

Luego conoció a Diego Rodríguez del grupo argentino Garras de Amor y se unió a ellos como tecladista, donde se mantuvo por cinco años y gracias a los que descubrió la exitosa fórmula que replicaría luego en La Noche.

"Antes de venirme de Buenos Aires escuché en la radio una canción que me quedó dando vueltas en la cabeza". Alexis tomó una cinta, grabó y se vino a Santiago. "Pechos calientes", la canción en cuestión, fue el primer sencillo exitoso del entonces nuevo grupo de cumbia, La Noche.

 La revancha de Leo Rey
A mediados de año, la banda de cumbia pretende lanzar su octavo disco de estudio, aún sin título. Contiene diez canciones; entre ellas figura la primera aventura del cantante Leo Rey como autor en el tema "Pena y dolor". También destaca "Desnudo", canción que Alexítico compuso experimentando con el coro de la famosa canción de La Noche "Que nadie se entere", al escucharlo al revés.

Nicole: "Mi nuevo disco tiene que ver con la vida y con la muerte"

El Mercurio


Está dedicado a su hija Celeste y a la memoria de su madre, fallecida en 2012. "Baila", el primer single de su álbum "Panal", comenzará a sonar a partir de abril.

Carlos Aguilera R.

Nicole cuenta que Celeste -su hija con Sergio Lagos, nacida el 31 de enero-, cada vez que llora o tiene hambre, se tranquiliza escuchando alguna canción de "Panal". Canciones que la guagua debe tener internalizadas, ya que mientras su madre grababa su sexto álbum de estudio, Celeste estaba en su vientre: "Cuando uno graba, escucha muchas veces las canciones. Entonces, vibración que ella sintió dentro de la guatita, hoy la percibe y la calma. Son canciones que de alguna forma reconoce", dice la cantante.

La intérprete de "Sin gamulán" y "Dame luz" relata que "Panal" es un álbum muy conectado con las emociones. "Cada disco ha tenido su tiempo y su proceso, y éste tiene mucho que ver con la vida y con la muerte. También con el hecho de juntar a tu grupo familiar, a los amigos, a los afectos. Por eso se llama "Panal", como un panal de abejas que se alimentan, se protegen, se acompañan".

La conexión con la muerte se expresa en "Partir", que la cantante dedicó a su madre, Luz María Soza, quien murió en 2012 de cáncer al páncreas, cuando Nicole tenía cuatro meses de embarazo. "Es una canción que todavía me cuesta escuchar. Fue la última que grabé, y la compuse cuando ella todavía estaba viva. Habla de dejarla ir, a pesar de todo lo doloroso que significa dejar ir a una madre. Es el proceso que uno tiene que vivir cuando ella está sufriendo. Es una canción muy especial y emotiva para mí, porque es mi madre y porque es un proceso que aún estoy viviendo", dice, emocionada.

El nuevo álbum de Nicole fue producido por Cristián Heyne, y mezclado por Barry Sage, quien también ha trabajado en sus discos anteriores. Actualmente, la artista trabaja en el concepto que ilustrará la carátula, cuyo lanzamiento está programado para fines de junio. Durante el mes de abril ya se podrá escuchar en las radios "Baila", el primer single promocional de "Panal". "Esta canción habla de vencer los miedos a través de la música y el baile", adelanta la cantante, quien además cuenta que este disco trae colaboraciones con el cantautor nacional Fernando Milagros, con quien interpreta "Columna Vertebral", y "Color", que compuso con Ángela Acuña.

-¿Qué piensa de las coincidencias de nombre que tiene su disco con el de Camila Moreno, que también se llama "Panal"?
"La canción 'Panal' fue compuesta hace tres años. En enero de 2011 subimos una versión acústica a Youtube. Desde ese momento supe que este disco se iba a llamar 'Panal' ".

Myriam Hernández lidera ranking de ganancias por derechos autorales

La Tercera


Herida es la canción que más dinero ha dejado a su autora en la última década en el país.
por Claudio Vergara


Suena como una suerte de contradicción. Se trata de temas cantados por generaciones completas, pero que guardan un dato que sus involucrados protegen con estricto celo: los derechos autorales que obtiene el compositor de un hit de alto alcance. De hecho, la imagen ha configurado una leyenda que imagina a los mentores de grandes éxitos asegurándose su vida gracias a uno o varios aciertos radiales, pese a que, por décadas, ha sido una misión casi imposible establecer cuáles son las canciones que han funcionado como inagotables minas de oro.

Hasta ahora. A fines del año pasado, la BBC estrenó el notable documental The richest songs in the world, registro que presentó las 10 creaciones musicales que más ganancias han tenido en la historia por el concepto de ejecución pública, vale decir, por emisiones en radio, TV, conciertos, locales comerciales e internet. El primer lugar quedó para Happy birthday to you, escrito por las hermanas estadounidenses Patty y Mildred Hill en 1893 (ver recuadro).

En el caso chileno, la Sociedad del Derecho de Autor (SCD) cuenta con registros digitalizados y ordenados desde 2002, por lo que sólo es posible acotar el listado a los últimos 10 años. Eso sí, desde la entidad agregan que gran parte de las piezas cuentan con una vida de, al menos, 20 años, por lo que varias de ellas se posicionan con facilidad entre las que más royalties han reportado en la historia de la música local.

Según un listado entregado a La Tercera por la SCD, la canción chilena que más derechos autorales ha ganado en el país durante la última década es Herida (1990), de Myriam Hernández, quien también figura como autora. En segundo lugar aparece otro suceso de la artista, El hombre que yo amo (1989), aunque escrita por José Saavedra Muñoz, argentino radicado en Chile desde los 70, conocido como Gogo Muñoz, y que encarna una de las historias más sobresalientes de créditos en las sombras.

“Esto demuestra que hay canciones que son clásicos y que suenan todo el tiempo, por lo que generan derechos incluso años después de su creación. Hay otras que gozan de peaks temporales. Y siempre que hacemos estos análisis, por lejos lo más rentable en Chile es la balada”, profundiza Juan Antonio Durán, director de la SCD. Según documentos también entregados por la entidad, tanto Herida como El hombre... son las dos obras chilenas que más derechos han acumulado fuera de Chile desde 2007 hasta hoy.

Aunque es difícil determinar cuánto dinero reciben los compositores, el funcionamiento del sistema de recolección permite concluir algunas estimaciones. Por ejemplo, durante el primer semestre de 2012, el monto que las radios cancelaron por derechos autorales llevó a que la SCD estableciera que cada pasada de un tema se pagara en $ 125. Un track histórico, o que esté gozando de su mejor temporada, puede llegar a tener 500 pasadas diarias.

Eso sí, la asociación toma una muestra que sólo representa el 10% de un semestre y realiza el pago cada seis meses. En tal caso, los dueños de los hits que ocupan los primeros lugares en este ranking han recibido un piso de cerca de $ 1 millón 125 mil por semestre, aunque sólo por el ítem radial, sin contar los ingresos que vienen desde TV o conciertos, los que son mayores y que podrían llegar a duplicar esa cifra.

Más abajo de Hernández hay otros autores que gozan de alta rotación: entre los 20 primeros asoman por partida doble Alberto Plaza, Gustavo Pinochet (Kudai) y Hugo Manzi (Natalino). Todos coinciden en que, pese a los buenos dividendos que entrega un hit, en Chile los derechos autorales representan sólo un ingreso medio en sus carreras.

“Mucha gente cree que me arreglé la vida con Kudai. Para nada, fue sólo algo bueno que me permitió cierto patrimonio”, recalca Pinochet. Manzi agrega: “Una canción así te cambia la vida e, independiente de lo que te haga ganar, te convence de que se puede vivir de la música”. Finalmente, Alberto Plaza matiza: “Los derechos autorales en Chile permiten que un autor que produce, que trabaja y que es difundido, tenga un ingreso digno por el fruto de su creación. Yo estimo que lo que recibo por ese concepto es coherente con la difusión que tienen mis canciones”.

Las autoras de Cumpleaños Feliz

Es una de las canciones más reconocibles en cualquier latitud del planeta, condición que se refleja en su inmortalidad millonaria: según el análisis impulsado por la BBC, Happy birthday to you es la composición que más derechos autorales ha ganado en la historia, con un aproximado de $ 2 mil 150 millones sólo por ejecución en radio, cine, TV o plataformas públicas.

Un número de alto alcance para un origen precario: el tema fue creado por dos hermanas estadounidenses, Patty y Mildred Hill, en 1893. Ambas eran parvularias y decidieron escribir un tema para que sus alumnos cultivaran los buenos modales y se saludaran con respeto cada mañana. De hecho, su título original era Good morning to all y poseía la misma melodía conocida hasta hoy. Con los años, las mismas profesoras derivaron su letra hacia el tradicional cumpleaños feliz, pero ante la nula industria musical de esos años, sus derechos no fueron inscritos hasta 1935.

A partir de ese año, las ganancias empezaron a llegar a Patty Hill, ya que su hermana había fallecido en 1916. Además, bajo un patrón establecido: en EE.UU. los derechos se extienden por 95 años desde la inscripción del tema, por lo que sus herederos recibirán las ganancias hasta 2030 (en Chile es 70 años después de la muerte del autor). Además, en 1990 Warner Chappel compró el tema en US$ 25 millones y hoy cobra US$ 25 mil por sus uso en medios.

Bajas tarifas en Chile

Al mirar los bajos derechos que se pagan en Chile -en comparación a EE.UU.-, Gogo Muñoz es más categórico. Con una trayectoria que incluye creaciones para Luis Jara y Los Nocheros, el argentino subraya que sólo las ganancias por royalties en el extranjero le han permitido rentabilizar su carrera y solventar su vida. Gracias a eso, hoy cuenta un total de siete propiedades y es dueño de la fábrica Supermercado del helado. “Con los derechos, en Chile sólo vives con un sueldo mínimo. No te permite hacer otros negocios o que tus hijos sean profesionales. Empecé a componer acá, pero me tuve que mover fuera para ganar un sustento mayor”.

TVN desplaza a Chilevisión y se adjudica próxima edición del Festival del Huaso de Olmué

La Tercera

El canal estatal será el encargado de transmitir el evento del 2014 al 2017, ganando la licitación que Chilevisión poseía hasta el 2013.


Tras la votación unánime del Consejo Municipal de Olmué, TVN fue el canal que se adjudicó la transmisión del tradicional Festival del Huaso de dicha ciudad.

La primera información fue entregada por la propia alcaldesa, Macarena Santelices, quien publicó la noticia a través de su cuenta de twitter.


De esta forma, TVN desplazó a Chilevisión en la transmisión del evento, que en su última versión, celebrada entre los días 18 y 20 de enero, marcó 16,1 puntos de rating promedio en los 3 días de festival.

Hace algunos días, TVN había expresado su interés en el certamen del Patagual, lo que por primera vez hacía que dos canales compitieran por el evento.

Según informó el municipio, la concesión comprende la transmisión televisiva por señal abierta, sistema de cable e Internet, tanto en el territorio nacional (como eventualmente en el extranjero), además del uso de la marca "Festival del Huaso de Olmue" y la producción artística del respectivo festival (el show que diariamente acompaña a la competencia).

"Papeles de Jazz": Lanzan revista de jazz local

El Mercurio


La publicación será gratuita y bimensual.

IÑIGO DÍAZ

Un retrato del baterista Pancho Molina invitando a hacer silencio, realizado en Nueva York por la fotógrafa italiana Monia Lippi, ilustra el primer número de la revista "Papeles de Jazz". De distribución gratuita, tendrá un tiraje bimensual de 10 mil ejemplares, disponibles en centros y corporaciones culturales, escuelas de música y librerías.

Dirigida por Consuelo Rodríguez, quien ha trabajado con la editorial Ventana Abierta, la revista es editada por la compositora y pianista Carmen Paz González. "Aunque el jazz en Chile ha crecido muchísimo, sigue siendo una música elitista. Es bueno que se registre ese crecimiento, que el público sepa lo que hacen nuestros músicos", dice González.

La revista incluye reportes desde Valdivia, Concepción y Arica. Entrega entrevistas al contrabajista inglés Dave Holland y a la saxofonista chilena Melissa Aldana. También, testimonios de Pepe Hosiasson, quien acaba de donar 1.400 títulos a BiblioGam, y de Roberto Barahona, quien hace 15 años presenta el programa "Puro jazz" en radio Beethoven.

"Papeles de Jazz" aparece tras la experiencia de "Jazz Urbano", revista que nació en 2004 y solo alcanzó a publicar pocos números durante 2005.

Puede ojearla acá

jueves, marzo 28, 2013

Quedaron libres cuatro procesados por el asesinato de Víctor Jara

Telam

La Justicia chilena decidió dejar en libertad provisional a cuatro de los siete exmilitares que estaban en prisión preventiva, procesados por el asesinato del cantautor Víctor Jara, ocurrido a pocos días del golpe militar de Augusto Pinochet, en 1973.


Fuentes judiciales dijeron que la Corte de Apelaciones de Santiago respaldó hoy la decisión tomada este miércoles por el juez Miguel Vásquez, que fue quien dictó el procesamiento y posterior detención de los exuniformados a fines del pasado septiembre.

Para dejarlos en libertad, precisaron las fuentes, citadas por EFE, se tuvo en cuenta la fecha en que ocurrieron los hechos que se investigan -septiembre de 1973- y la "irreprochable conducta anterior de los procesados".

Los beneficiados son Edwin Dimter Bianchi (conocido como "El Príncipe"), Nelson Hasse Mazzei, Raúl Jofré González y Luis Bethke Wulf, todos ellos procesados como cómplices del homicidio de Víctor Jara.

La Corte les impuso una fianza de un millón de pesos (unos 2.100 dólares) para cada uno, con lo cual los cuatro podrían abandonar hoy mismo el Penal Cordillera, una prisión militar situada en el sector santiaguino de Peñalolén.

Allí se encuentran también otros dos procesados, Jorge Smith Gumucio y Hugo Sánchez, mientras que Roberto Souper Onfray, que al parecer sufre problemas mentales, permanece en un hogar de ancianos en calidad de detenido.

El excoronel Sánchez está procesado como presunto autor material del asesinato de Víctor Jara junto al exoficial Pedro Barrientos, quien vive en Estados Unidos y cuya extradición ha sido solicitada a ese país.

La muerte del autor de "Te recuerdo Amanda", ocurrida el 16 de septiembre de 1973, es uno de los casos más emblemáticos de las violaciones a los derechos humanos cometidas en Chile por la dictadura (1973-1990).

El cantautor murió de 44 balazos después de ser torturado durante varios días en el estadio Chile de Santiago, que actualmente lleva el nombre del artista.

Isabel Parra: “Los militares han sido patéticamente orgullosos”

The Clinic

La cantautora, hija de Violeta Parra, re edita su libro Ni toda la tierra entera, que lleva el mismo nombre de la canción compuesta en Cuba e inspirada en el exilio al que tuvo que partir luego de que su nombre apareciera en las listas de detenidos luego del Golpe de Estado. Después de 10 años, este libro vuelve a imprimirse con imágenes, cartas y poemas inéditos.


Desde su casa en Providencia Isabel Parra dice que nunca ha tocado una cueca en su comuna “teniendo al lado el Parque Inés de Suárez”. Con cierta melancolía dice que a los Parra, de los cuales muchos han vivido siempre en la comuna, se los desairó durante los periódos del Coronel. Por eso ahora destaca que “le torcimos la mano democráticamente”. La misma palabra usa casi toda vez que se refiera a Salvador Allende, o “el proceso democrático de la Unidad Popular”. A pesar de eso, de los militares y las fuerzas armadas no habla con rabia, porque dice que lo que a ella le pasó, esos 14 años de exilio “lo pude transformar no en resentimiento ni odio, sino que yo lo transformé en canto. En música, en poesía popular sencilla. En palabras femeninas que se cantan y acompañan a todo el mundo”.

Y es eso lo que Isabel quiere transmitir con este libro, re editado y re lanzado ayer en el GAM. Ni toda la tierra entera abre con un relato de su hija Tita y sigue con el relato de Isabel sobre el exilio al que tuvo que partir luego del Golpe de Estado. Ese día ella estaba invitada a la misma actividad con Víctor Jara en la Universidad Técnica del Estado, donde el cantautor fue detenido y luego acribillado. Sin embargo, Isabel partió a las oficinas de la Jota, donde militaba a enterarse de lo que estaba pasando. Al final tuvo que asilarse en la embajada Venezolana y partir al extranjero en el avión que Cuba envió para sacar del país a los exiliados. Allá fue donde se enteró de que su hermano Ángel, después de dos meses, por fin estaba libre. Eso sí, con la prohibición de cantar.

Hoy, en el año en que se cumplen cuarenta años del Golpe, Isabel dice que este es un libro necesario porque “es importante que los jóvenes sepan que esta libertad de acción que tenemos ahora se debe a dolores muy profundos que sufrió el país, a enfrentamientos muy profundos que vivimos nosotros”.

A sus 73 años, Isabel dice que continúa identificándose con la “izquierda utópica, la de Salvador Allende” y que dejó de militar en el Partido Comunista hace años. Sin embargo, igual se alegra de la llegada de Michelle Bachelet, y dice tener “muchas esperanzas de lo que no se hizo en 20 años pasados se haga ahora”.

¿Por qué es necesario re editar este libro hoy?
La intención es, muy simplemente, pensar un poco. Sobre todo la gente nueva, que escucha esto a la pasada, que no vivió directamente este drama del Golpe de Estado con todas sus consecuencias, que no se detuvo un segundito a pensar que hoy día puede salir a la calle, carretear, estar con su familia. Estamos hoy en día en un país con muchos conflictos y muchas divisiones, pero nadie nos viene a buscar a la casa para matarnos. Eso es lo que yo no quiero que se olvide. Porque yo era simplemente una militante de la Jota junto con Víctor y otros artistas que cantábamos y hacíamos música y participábamos profundamente de este proceso que era la utopía perfecta, un socialismo en que nos respetáramos, en que nadie matara a nadie. En que pudiéramos usar el cobre para las causas nobles, en que no hubiera gente que se queda con la plata y los otros se mueren de hambre, en que no hubieran persecusiones. Naturalmente que no fue bueno para la oligarquía chilena.


¿Qué te pasa cuando escuchas a la gente decir que ya es un tema del pasado?
Cuando nosotros volvemos al tema, que es un tema que no se va y vive con nosotros, no estamos tratando de cagarle la vida a nadie ni que se depriman. Estamos diciendo “esto me pasó y a lo mejor le paso a tu abuelo, tu vecino y fue un hecho real y concreto”. Lo peor que le puede pasar a un país es estar partido en dos. No hay nada mas inútil y más dramático. Nos estamos perdiendo los unos a los otros y no nos estamos conociendo. No sé si vamos a tener la capacidad de aprender y mejorarnos y de presentarnos frente al contrincante ideológico de una manera menos tenebrosa. Eso nos haría mejores personas, pero yo no sé si es posible. Han habido ejemplos de perdones, pero los militares han sido patéticamente orgullosos, y dicen que lo volverían a hacer.


Tú eras muy cercana a Víctor Jara ¿Cómo has visto este proceso del esclarecimiento de su muerte?
En primer lugar, tengo que decirte que yo creo que Víctor fue el héroe de todos nosotros. Sin proponérselo. Sin pensar. El Víctor era muy cercano a nosotros, a la Peña, a la Violeta. Éramos muy compinches, muy solidarios. Entonces siempre me estaba invitando a grabar, a mostrarme una canción nueva y era una amistad preciosa, maravillosa. Que naturalmente cuando yo me doy cuenta que la Joan Jara y su Fundación han persistido como tantas personas en buscar los asesinos de Víctor, yo lo encuentro tremendo. Tan necesario y es admirable que ella no se haya agotado, que no haya tirado la esponja. Entonces esta situación de Víctor asesinado, del Presidente muerto en La Moneda, de toda la plana de la Unidad Popular relegada a la isla Dawson, es una cuestión que, por favor, nosotros no podemos hacernos los lesos y decir, “no sigamos para adelante no más porque son cosas del pasado”. Imagínate que de un día para otro te quedas sin tu amigo del alma, sin tu ciudad, sin tu casa. Todo acribillado por los militares.

Este mismo día que se lanza tu libro, llegó Bachelet. ¿Cómo ves un nuevo gobierno de ella?
Yo la vi esta mañana y me dio harto gusto verla porque este silencio nos tenía medios loquitos a todos, no sé, un poquito cargante. Yo tengo confianza en ella. Ella sabe que no estamos cinco años atrás, en estos años han pasado muchas cosas en Chile. Tenemos muchas esperanzas de que lo que no se hizo en 20 años pasados se haga ahora. Eso no es nada nuevo, es lo que están pidiendo los estudiantes. Y yo creo que ella va a tomar cartas en el asunto y se va a hacer cargo, porque sino la gente no va a votar por ella. Pero me alegré que estuviera de vuelta, la considero cercana y ella fue la mujer que se sensibilizó por la Violeta casi saliendo de su mandato y entregó un cheque para construir el museo que aún no se termina.


¿Cómo has visto al Gobierno en los temas artísticos y culturales?
En lo que respecta a la Violeta Parra, cero, cero, cero. ¿A ti te parece justo que la Violeta Parra que vivía entregada a Chile que el museo de la Violeta no exista? Es eso, en circunstancias que nosotros vamos a donar toda la obra de la Violeta al Estado chileno. Entonces yo he tenido pedir poco menos que puerta a puerta. Pero no ahora, desde que se instauró la democracia. Yo no puedo decir que este gobierno no tomó en cuenta a la Violeta Parra. Todos los gobiernos de la Concertación no hicieron nada por ella, teniendo nosotros muchos amigos dentro de la Concertación, mucha gente de poder, no movieron ni el dedo chico. La única que movió el dedo fue la Michelle cuando ya se estaba yendo a Valparaíso a entregar el mando al nuevo presidente y nos dio el cheque para la construcción. Entonces yo quisiera que el museo se inaugurara pronto, me da lo mismo quién lo inaugure.



martes, marzo 26, 2013

Los rumbos de Pascuala

El Mercurio

Los viajes han marcado su vida. Chile entero, Sudamérica, India, Nepal, el sudeste asiático y México son parte de la biografía de Pascuala Ilabaca. Y esos lugares han teñido su música. Ahora viene de una gira por Berlín y Barcelona, se presentará en abril en Lollapalooza y su nuevo disco fue nominado al premio Independent Music Award en la categoría World Beat. También está a punto de estrenar un programa de televisión donde entrevista a 24 artistas regionales que funden su geografía con el arte. Un símil de su propia vida.    

Por Juan Luis Salinas T. Fotografías: Sergio López i. Producción: Carolina Piña. Maquillaje y pelo: Claudia Brunetti. 

Los dedos de Pascuala Ilabaca se pasean largos, relajados y libres sobre el teclado del piano. Dice que va a tocar una cueca triste, una cueca romántica. Y la canta.

-Quisiera ser mariposa para pasear por tu cuerpo, ay, para pasear, para pasear por tu cuerpo.

Su voz se debate entre lo cristalino y lo autóctono. La cueca no parece cueca; tiene una lentitud misteriosa que inquieta. Habla sobre mariposas, sobre una pasión, pero tiene una entonación que la hace sombría.

-Las mariposas si viven un día, ay, si viven un día, todito el día estaría en ti volando mi moreno.

Cuado termina de cantarla se queda en silencio y dice:

-Yo creo que es una cueca como sacada de una película de Tim Burton. Me imagino la historia de un insecto caminando sobre un cadáver.

La canción es una de sus últimas creaciones. La compuso un mes atrás, la madrugada del 24 febrero. Entonces estaba en Berlín donde la habían invitado para participar con su banda "La Fauna", en el festival "Musik und Politik" que organiza la Fundación Rosa de Luxemburgo. Un evento que une las artes musicales con el discurso político y que en esta edición estaba dedicado a Chile y a Víctor Jara.

-La escribí a las seis de la mañana. Me había acostado preocupada porque al día siguiente era el cumpleaños de Jaime, mi marido, y no le tenía un regalo. Cuando me dormí, tuve un sueño que me inspiró la melodía y la letra. Desperté con la idea clara y compuse la cueca en una hora. Luego la escribí en un papel que dejé a Jaime como regalo en el velador.

Pascuala cuenta la historia con los ojos cerrados. Está inclinada sobre el piano que sus padres -el pintor Gonzalo Ilabaca y la vitralista Pilar Argandoña- le compraron cuando tenía seis años, el mismo en el que aprendió a tocar. Sobre el instrumento hay recuerdos de los lugares que ha visitado, fotos de infancia, pequeños instrumentos musicales, adornos étnicos. También hay un cuaderno con apuntes y partituras. A sus espaldas hay una reproducción de "El beso" de Gustav Klimt, que pintó su abuela paterna y que le regaló hace dos años, cuando se casó con el músico Jaime Frez.

-Este es el lugar donde compongo, ensayo y canto mis canciones. Aquí puedo pasar todo el día. Algunas veces ni siquiera salgo de la casa. No lo necesito.

Pascuala Ilabaca Argandoña tiene 27 años, un largo pelo negro hecho trenza, ojos café delineados con una rayita oscura y una de las voces femeninas más potentes de la nueva escena musical chilena. Lleva cuatro discos: su debut en solitario, otras dos producciones con la banda La Fauna y un proyecto que grabó en la India bajo el nombre de Samadi, el dúo que formó con Jaime, su marido. Este disco lo grabaron en Varanasi, una ciudad ubicada en las orillas del río Ganges, donde la pareja estuvo un año perfeccionándose en canto y composición en la universidad local, la segunda más grande de Asia.

Hace dos años Pascuala y La Fauna iniciaron su proyección internacional. Entonces firmaron un acuerdo con "Petit Indie", un pequeño sello español que editó sus producciones. Realizaron la primera de las cuatro giras europeas que los han llevado a tocar en países como España, Francia, Alemania y Bélgica. Ahí han tocado en los más diversos escenarios: en festivales multitudinarios como en pequeños bares. En eventos de música folk o global, o en sótanos de centros culturales.

Su cuarta producción, "Busco paraíso", lanzada en Chile a fines del año pasado, primero fue publicada en Europa.

-Formamos parte de una generación que también está buscando reconocimiento afuera. Creo que no hemos hecho menos carrera que Javiera Mena fuera de Chile, simplemente creo que hay gente que tiene más apoyo mediático que otra. Hay grupos que hacen giras y tocan en grandes festivales y nadie publica una noticia sobre eso.


La producción de su primer disco comenzó en 2005. Tenía 19 años, cursaba su segundo año de la carrera de composición en la Universidad Católica de Valparaíso y decidió grabar "Pascuala canta a Violeta", un homenaje a la cantautora que siempre había admirado. El disco fue editado dos años después.

-Cuando decidí hacerlo mucha gente me decía: no te da miedo ser tan joven y tratar de abarcar la obra de alguien tan importante. Pero yo sentía un fervor casi religioso por sus canciones y necesitaba hacerlo. Había empezado a escucharla desde niña y cuando en la universidad empecé a analizar "El Gavilán", que es una de sus obras cumbres, descubrí que era una compositora poderosa.

Pascuala conversa y toma una taza de té. Pasa el mediodía y el sol se cuela por las ventanas de la cocina de su casa en el Cerro Cárcel de Valparaíso, donde vive con su marido desde hace cuatro años. Por la puerta que comunica con el living se ven unas maletas aún sin deshacer. En el suelo hay unos discos de unas bandas alemanas y francesas que se trajo de la gira.

-Cuando viajo siempre traigo discos de bandas extranjeras para darlos a conocer acá y también hago lo mismo con cantantes y bandas chilenas. A Camila Moreno y Fernando Milagros los contacté con el sello que me edita en España.

Hace cuatro días llegó de su reciente periplo por Alemania y Barcelona. En abril actuará en el festival Lollapalooza, y luego preparará las maletas para realizar un ciclo de actuaciones en Argentina.



Los viajes han marcado su vida. También han teñido su música.

Pascuala nació en Barcelona mientras sus padres se formaban como artistas en forma autodidacta en Cataluña. Ya de vuelta en Chile, cuando tenía cinco años, acompañó a sus padres en una travesía por carreteras y caminos de tierra, en una camioneta suburbana roja comprada a unos gitanos y con una carpa en la que se instalaban durante las celebraciones de las principales fiestas religiosas del país. Mientras su padre pintaba la chilenidad de los devotos y sus santos, su madre dictaba clases de arte en las escuelas de los lugares que visitaban.

-¿Qué recuerdos tiene de ese viaje?
-Muchos y los guardo con mucho cariño. Es cierto que era una aventura itinerante porque todo iba cambiando, pero mi mamá siempre se preocupó de ordenar nuestra vida, de programar todo. Cada vez que llegábamos a un lugar lo primero que armaba era un columpio para que yo me entretuviera mientras jugaba.
Durante ese primer viaje largo Pascuala se acostumbró al sonido de las bandas de bronce que animaban las fiestas religiosas y ella bailaba con las comparsas. Ese ritmo autóctono y crudo, asegura, fue el germen de su futura vocación musical.

Después de ese recorrido por el Chile profundo vinieron otros dos viajes que marcaron su infancia y adolescencia.

En 1996 sus padres volvieron a preparar las maletas, arreglar la carpa y organizaron un itinerario para recorrer La India, Nepal y algunas regiones del sudeste asiático. Pascuala tenía doce años y su hermana Danila, cuatro. El viaje duró un año. Allá se hizo amiga de niñas que pintaban las manos de los turistas; realizó largos recorridos en tren bajo el calor sofocante, se maravilló con las canciones en hindi -el idioma local- y tuvo lecciones básicas de armonio, un organillo de piso típico de la música de devoción empleada en Asia. Para entonces, Pascuala ya había estudiado piano en Valparaíso. También había hecho sus primeras composiciones.

-A los 6 años escribí una canción muy simple para mi perro, pero la verdadera composición la hice a los 16 años cuando me enfermé de neumonía. Se llamaba "Casi me voy". Era para un pololo que tenía entonces y que no me fue visitar y me sentí como abandonada. Era bien dramática. Bien adolescente.

El tercer viaje de Pascuala y su familia fue a México. Ahí aprendió a tocar guitarra y tuvo su primer acordeón. Como no iba al colegio tenía que seguir los programas de educación con su madre, a ella la acompañaba a pueblos habitados casi exclusivamente por mujeres cuyos esposos habían cruzado la frontera a Estados Unidos.

Al final de la travesía mexicana Pascuala -por primera vez- discrepó con el espíritu nómada de sus padres. Había empezado a pololear por primera vez y sentía que no podía separarse de su amor adolescente.

-¿No quería volver a Chile?
-No, y reaccioné mal. Por primera vez en estos viajes había hecho un grupo de amigos importante y no quería volver a empezar de nuevo. Entonces les dije: yo siempre los he seguido en todo, nunca he tenido una mascota, nunca he podido jugar con los mismos amigos por más de un año, nunca he generado lazos con la gente. Y de verdad sentía todo eso y estaba complicada.

Cuando volvieron a Chile las cosas cambiaron: la familia se instaló definitivamente en Valparaíso, retomó sus clases de piano y en cuarto medio comenzó a estudiar composición. El anclaje en el puerto no significó que los viajes de Pascuala no terminaran.

-Empezó otra etapa. Empecé a viajar sola o con amigos. Primero me fui a mochilear con unas amigas a Chiloé durante un mes con 30 mil pesos cuando todavía no terminaba el colegio. Y después en la universidad me iba todas las vacaciones por tres meses a recorrer Sudamérica. Y no fue ningún problema para mis padres. Me crié en un ambiente de libertad y desde niña me enseñaron a ser responsable, a tener paciencia, a saber que uno no es el centro del mundo y a saber que en todos los lugares hay cosas que absorber, aprender y disfrutar.

Después de eso siguieron viajes a Bolivia, la vuelta a la India y las giras europeas con su grupo.



El lugar se llama "Estudio Azul". Es un estudio de grabación que está en el subterráneo de un edificio de calle Yungay, cerca de la Plaza Victoria. Pascuala está aquí junto a parte del equipo de realizadores del programa televisivo "Territorios imaginados", un espacio cultural que será transmitido a mediados de año por UCVTV y donde Pascuala oficia de conductora. El programa -financiado por el Consejo Nacional de Televisión- fue filmado durante la segunda mitad del año pasado y recoge las experiencias de 24 artistas radicados en distintas regiones de Chile -desde Iquique hasta Castro en Chiloé-, quienes hablan de su relación con las ciudades y los espacios geográficos que habitan.

Pascuala viajó a todos esos lugares, entrevistó y compartió sus actividades. Ahora está en el estudio para grabar las voces en off del último programa de la serie. Justamente el que trata de Valparaíso y en el que entrevistó a Gonzalo Ilabaca, su padre.

-Fue complicado. No sabía si abordarlo como mi papá, a como cualquiera de los otros artistas con los que conversé. Lo que hizo mi padre fue un acto de arte en torno a la ciudad. Tomó una suerte de mapa del cuerpo humano y ubicó los chacras, los centro de energía que definen los tibetanos en las personas. Sobre el mapa de Valparaíso pintó ese dibujo con los chacras dependiendo de la zona de la ciudad y su energía. Luego fuimos a esos lugares. Fue muy bonito.

-Su madre es vitralista; su padre, pintor. ¿Nunca se cuestionó seguir su mismo camino?
-Nada de eso. Todo lo contrario. Para mis padres nunca fue un problema que me dedicara a la música. Lo tomaron como algo natural. Sin alardes, sin que me dijeran: no vas a poder vivir del arte, la música no puede ser tu trabajo principal. Tampoco me trataron como un ser especial. Como esas familias que tienen un hijo pianista y lo cubren con una frazada para que no le pase nada. La sobreprotección no va con el estilo de mis padres.

Son las cuatro de la tarde. Pascuala camina por calle Esmeralda. Vuelve del estudio de grabación y tiene planeado ir al terminal de buses y conversar con el conductor de una empresa que vaya a Buenos Aires para enviar la maqueta de su disco "Busco paraíso. El productor Musical argentino Andrés Mayo, quien lo masterizó, se lo encargó para postular su trabajo al Grammy Latino.

-Él ya se lo ha ganado dos veces y ha masterizado el sonido de las películas "Evita" y "Siete años en el Tíbet". Para nosotros fue increíble trabajar con él.

Pascuala se resiste a catalogar su música como folclórica. Prefiere evitar los rótulos. Dice que en su estilo se mezcla de todo: sonidos que ha escuchado durante sus viajes, artistas contemporáneos y especialmente del trabajo de cantantes femeninas rotundas, apasionadas y expresivas. También mucha de su historia personal, de las cosas que ha visto y vivido.



-¿Qué tanto hay de eso en su trabajo?
-En mis decisiones estéticas a la hora de componer siempre hay fantasmas que bailan, cosas que acarreo desde la infancia. En mi nuevo disco, "Busco paraíso", hay canciones como "Carnaval de San Lorenzo de Tarapacá", que es una de de las fiestas religiosas del primer viaje con mis padres y a la que he vuelto con ellos. También hay otra canción que se llama "En tren a Kanyakumari", que es el último pueblo de la India y que compuse cuando estaba allá con Jaime en mi segundo viaje.

 Aunque desde niña la pasión de Pascuala era la música, antes de terminar el colegio pensó estudiar Arqueología.

-¿Por qué?
-Lo que ocurría era que estaba en un colegio muy de izquierda donde la idea del compromiso social era muy fuerte, por eso quería hacer algo que fuera más serio. Pero al final descubrí que era sólo un prejuicio mirar a los artistas, a los músicos, los pintores como seres individuales, egocéntricos, preocupados sólo de la creación. Con la música también se puede tener un compromiso social, se puede investigar, rescatar o enriquecer el patrimonio.

Poco antes de llegar al estudio se encuentra con otro músico porteño, el cantante Ángelo Escobar. Hablan de su viaje. Ella le comenta que mañana recibirá en su casa a Guacolda Chicahua, la vocera de los familiares de los presos mapuches. Lo invita a la reunión.

-En sus discos aparecen canciones en mapudungún...
-Creo en el respeto a los pueblos originarios y los apoyo. Canto en mapudungún porque es parte del rescate de nuestras raíces y siento que es necesario demostrar el respeto que siento por ellos. Me gusta incorporar su lengua y promoverla, porque es hermosa. Pero no grabaría un disco completo en su lengua, porque no la conozco como debería, no la domino. Además, ya existen grandes cantantes mapuches que yo respeto mucho como Luisa Calcumil y Sofía Painequeo.

-¿Lucha por sus reivindicaciones?
-Las apoyo, pero no es mi bandera de lucha. Me he reunido con algunos de sus líderes para conocer sobre su cultura y escribí una canción sobre Temucuicui, pero nunca he estado ahí.

-Ahora en Berlín participó en un festival con un claro sello político, ¿qué tan importante es esto en su música?
-No soy una persona política, no voto y tampoco tengo cercanía con algún partido, pero me interesan los problemas que afectan a la sociedad en general, a la cultura, al medio ambiente, a los derechos básicos de personas, a los pueblos originarios, temas que deberían ser primordiales, pero que para los políticos no existen. En eso fui clara con los alemanes, cuando me presentaron como la representante la nueva música de izquierda de Chile, les dije que no tenía posición política, que mi parada era poética. Yo soy una librepensadora.




"Pollo" Fuentes y Los Huasos Quincheros reciben el Premio a la Música Nacional

Emol

El cantante de la "Nueva Ola" se quedó con el reconocimiento en la categoría "Música Popular", mientras el longevo cuarteto lo consiguió en "Música Folclórica". Eduardo Cáceres fue acreedor del galardón en música docta.


SANTIAGO.- El Presidente Sebastián Piñera y el ministro de Cultura, Luciano Cruz Coke, encabezaron la ceremonia en la que se entregó el Premio Nacional a la Música Nacional Presidente de la República del año 2012 a destacados exponentes nacionales.

En la actividad , que se llevó a cabo en el Palacio de La Moneda, el destacado cantante de la "Nueva Ola" y animador de televisión José Alfredo Fuentes  fue premiado en la categoría "Música Popular".

Por su parte, el longevo cuarteto "Los Huasos Quincheros" se quedó con el premio en "Música Folclórica", mientras que el ecléctico artista Eduardo Cáceres fue condecorado en la categoría "Música Docta".

Los tres artistas reconocidos del premio fueron anunciados por el Consejo de Cultura a fines de noviembre pasado, pero la ceremonia de premiación se realizó hoy en la Casa de Gobierno.

El Premio a la Música Nacional Presidente de la República lo entrega dicho organismo gubernamental desde el año 1999, y busca homenajear y reconocer el aporte que han realizado al repertorio de música nacional intérpretes, cantautores y compositores.

Así, en sus trece años de historia el reconocimiento le ha sido otorgado a artistas y agrupaciones como Congreso, Los Jaivas, Manuel García, Inti Illimani, Patricio Manns o Valentín Trujillo, entre otros.

U. Alberto Hurtado montará ópera de Britten

El Mercurio


Paula Torres dirigirá en junio "La violación de Lucrecia " del compositor inglés, en el GAM. También se rendirá homenaje a Poulenc y a la música del Goyescas.

Romina de la Sotta Donoso

Mañana parte la temporada 2013 de la Universidad Alberto Hurtado (UAH). El Ensamble Terra Australis y el Coro de Cámara UAH harán un paralelo entre obras para Cuaresma europeas de fines del siglo XVII y piezas americanas del XIX (iglesia San Ignacio, 19:30 horas, gratis).

Durante el año, serán diez programas, uno al mes. En el GAM, presentarán dos montajes. Por el centenario de Benjamin Britten montarán en junio "La Violación de Lucrecia", con apoyo del British Council. "Será el estreno en Chile de esta ópera inspirada en Shakespeare", dice Juan Pablo González, director del Instituto de Música UAH. La dirección será de Paula Torres y la régie de Miguel Ángel Jiménez.

En noviembre, la Compañía del Salón al Cabaret estrenará "Noche del Goyescas", nueva versión de su exitoso trabajo de 2007. "Tendrá un enfoque más musical que dramatúrgico. Recrearemos, en vivo, el sonido de la Orquesta Huambaly, de Sonia y Myriam y de las hermanas Loyola, y también la sociabilidad de la noche del centro de Santiago", adelanta González.

El Coro de Cámara UAH conmemorará en diciembre los 50 años de la muerte de Poulenc, con sus Motetes para el tiempo de Navidad, en la iglesia San Ignacio. "Su lenguaje, entre dulce y ácido, es muy atractivo. Llega a ser casi profano en su música religiosa, con momentos demasiado apasionados, decadentes o irónicos, pero siempre reaparece su profunda piedad", comenta el musicólogo.

En la Sala América de la Biblioteca Nacional se programó, entre otras cosas, un recital de piano a cuatro manos, con Mirtha Rojas y Mario Lobos (15 de abril) y una antología de la chanson francesa (julio).
"Este año, estrenamos dos nuevas locaciones. Terra Australis abordará en mayo la música de la Compañía de Jesús durante el Imperio Español en el Salón del Colegio San Ignacio, de Alonso de Ovalle, un espacio versallesco que fue completamente restaurado. Y en el Salón Blanco del Museo de Bellas Artes, el Coro de Cámara UAH dará en octubre el concierto familiar 'Érase una vez...'", cuenta. Allí, se combinarán canciones emblemáticas de María Elena Walsh -fallecida en 2012- y de los Swingle Singers.

Además, la Camerata UAH, que dirige Felipe Hidalgo, ofrecerá conciertos educativos sobre Britten en el GAM (www.temporadadeconciertos.uahurtado.cl), y el montaje "Cabaret Alemán" (2012) se repondrá en el Teatro Municipal de Temuco.

La delgada línea que separa a la política de la música

El Mercurio


Senadores que editan discos e intérpretes dedicados al servicio público. La tendencia tiene emblemáticos casos, como Silvio Berlusconi y la banda The Singing Senators.

Andrés Panes y Daniel Navarrete

Norman Baker, parlamentario liberal demócrata inglés, sorprendió a su país la semana pasada al lanzar con su banda The Reform Club el single "Piccadilly Circus", que llegó a las 4 mil visitas en YouTube en pocas horas. Aunque lo usual es que sean los músicos reconocidos quienes se pasen a la política, también hay casos a la inversa, que van desde un cuarteto vocal de senadores hasta un ícono de la Casa Blanca que toca el piano.

Silvio Berlusconi: Ni el mejor publicista imaginaría una táctica promocional tan llamativa: un controversial Primer Ministro que renuncia al cargo y a la semana siguiente lanza un disco. Así sucedió con Berlusconi y la salida de "It's true love", el cuarto de una serie de álbumes sobre amor que publicó durante sus mandatos. Ni siquiera en su carrera musical, el polémico multimillonario pudo evadir los escándalos. Mientras enfrentaba acusaciones por solicitar sexo a una menor de edad, la letra de una de sus canciones despertaba sospechas en la prensa: "Dime que no termina aquí, dime que no quieres echar por la borda nuestro extraño amor así".
Condoleezza Rice: A los 15 años de edad, la secretaria de Estado del segundo período de George W. Bush interpretaba conciertos para piano de Mozart junto a una orquesta sinfónica. Al salir del colegio, ingresó a la Universidad de Denver, donde trabajaba su padre, a seguir profundizando en el imponente instrumento. En el camino se dio cuenta de que lo suyo era la política y no la música. Pero nunca dejó el piano. Ha tenido apariciones tocando para la reina Isabel II, e incluso compartiendo escenario con Aretha Franklin en un acto de beneficencia.

The Singing Senators: Es uno de los experimentos musicales más raros de la historia. Formado en 1995 por cuatro senadores republicanos estadounidenses (John Ashford, James Jeffords, Larry Craig y Trent Lott), este grupo vocal se inició para distender la fracturada relación que había entre los congresistas. Estuvieron en televisión, actos oficiales y convenciones de su partido. "Let freedom sing", su único disco, es el solitario testimonio de una historia que tuvo un fin digno de leyenda rockera. El culpable: Larry Craig y su arresto por conducta sexual inapropiada, el año 2007.

Second Amendments: Solo miembros de la Cámara de Representantes formaban este quinteto de country rock , compuesto por demócratas y republicanos. "No hacemos política, solo rocanrol", declaraban en 2005, a propósito de una gira al Medio Oriente en la que tocaron para alentar a las tropas militares estadounidenses. Una iniciativa acorde a su nombre, que hace referencia a la enmienda constitucional que asegura el derecho a poseer armas. El repertorio del grupo consistía de covers de The Beatles, Eagles y The Rolling Stones.

 Otros ejemplos en Chile y el mundo

Fue Presidente de Ecuador entre 1996 y 1997, y sus seguidores lo recuerdan también por sus canciones. Jaime Abdalá Bucaram pasó a la historia por el disco "Un loco que ama" del grupo Abdala y Los Iracundos. Entre 2008 y 2012, Carla Bruni dejó los escenarios: se casó con el ex Presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, y fue Primera Dama con tres discos y 2 millones de copias vendidas. A Rubén Blades también le fue bien. El autor de "Pedro Navaja" fue ministro de Turismo de Panamá entre 2004 y 2009.

Y en Chile, los casos abundan. El ex baterista de la banda de rock Pentagram, Eduardo Topelberg, fue elegido concejal de Ñuñoa. Luego de trabajar como actor y antes de saltar a la arena política como alcalde de San Joaquín y diputado por el distrito N° 30, Ramón Farías lanzó el disco "Cuerpo y alma" (1985), que popularizó con el single "Tímida". Entre 1975 y 1980, mucho antes de convertirse en ministro de Hacienda en el gobierno de Ricardo Lagos, Nicolás Eyzaguirre tocó en la banda Aquelarre.

En la década del 90, el actual ministro de Cultura, Luciano Cruz-Coke, también tuvo un affaire con la música rock. Fue guitarrista de Bohemia, que tuvo entre sus filas al animador de televisión Felipe Viel como vocalista. Y al igual que su par chileno, el Cantante brasileño Gilberto Gil fue ministro de Cultura entre 2003 y 2008.

Inti Illimani (Coulón): “La vigencia de una banda es seguir produciendo música”

Radio U de Chile


Rodrigo Alarcón L.

La banda liderada por los hermanos Jorge y Marcelo Coulon presenta dos conciertos íntimos en Radio Universidad de Chile, en los que recibirán a invitados como Nano Stern. Sin embargo, ya comienzan a preparar nuevas canciones: "Si no, se empieza a estar detrás del mostrador viviendo de lo que se fue", dicen.


El asesino siempre vuelve al lugar del crimen. Del mismo modo, Inti Illimani regresó a la Sala Master de Radio Universidad de Chile para actuar en el mismo lugar en el cual se encerraron durante dos días en 2012 a registrar La máquina del tiempo, su disco más reciente.

Fue justo después de dos conciertos ofrecidos en agosto del año pasado en que celebraron sus 45 años de trayectoria con invitados como Illapu, Isabel Parra, Joe Vasconcellos, Manuel García, Nano Stern, Fernando Ubiergo y Luis Le Bert, entre otros.

“Como siempre nos pasa, dijimos: pucha, esto debimos registrarlo”, relata Jorge Coulon, quien junto a su hermano Marcelo lidera esta facción de la banda, integrada además por Efrén Viera, Daniel Cantillana, Manuel Meriño, Christian González, Juan Flores y César Jara. Así, llegaron a la sala de Miguel Claro 509 para registrar las canciones que habían sido aplaudidas durante dos noches en el Teatro Caupolicán. “Es un disco en vivo, pero sin público”, dice el cantante y guitarrista.

Así, por ejemplo, se unen a un nacido en 1985 como Nano Stern para tocar un repertorio de canciones que, en muchos casos, superan las cuatro décadas. Incluso el joven músico protagoniza “La siembra”, una de las canciones que se oyen en La máquina del tiempo.

Según Jorge Coulon, la unión se da con “naturalidad” gracias a las distintas generaciones que conviven en Inti Illimani y porque “siempre hemos sido bien curiosos de la gente que está apareciendo.

Con Nano Stern hay una sintonía bien especial, nos sentimos cercanos a él, a la Evelyn Cornejo y a otros que están haciendo música y volviendo a una búsqueda bien basada en la música latinoamericana”.


¿Qué valor tiene en 2013 cantar canciones que se hicieron tanto tiempo atrás?

Hay dos cosas. Una es que la industria de la música va muy rápido, hay una producción en serie y un bombardeo permanente de canciones y hay poco tiempo para la síntesis y la destilación de eso, cada tanto hay que hacerlo. Hay canciones de Carlos Gardel que cantas hoy y las ves desde otro punto de vista, es como tener un alambique e ir destilando algunas gotas del elixir que ha sido la historia de la música popular. Hay canciones que uno dice “pucha que era buena, cómo nadie la canta”, o que se han ido perdiendo en el tiempo.

Ahora, eso tiene sentido solo si miras desde hoy, si no miras con una especie de nostalgia. En la música chilena el tiempo presente siempre ha sido mejor. La nostalgia es un sentimiento muy respetable, pero no tiene mucho sentido social, lo que tiene sentido es la memoria. Tiene sentido revisitar estas canciones porque los músicos que hoy tenemos son extraordinarios. Muchas de esas canciones, a lo mejor, se adelantaron a su época y merecían a los músicos que hoy tenemos en Chile. Cuando se hace esto no es por la idea absurda de que todo tiempo pasado fue mejor, sino que para decir “mira qué interesante lo que se hizo hace 40 años”, por ejemplo. Muchas veces se piensa en el pasado como cosa superada.

¿Y hay planes de un nuevo disco?

Tenemos un montón de planes. Estamos preparando un concierto sinfónico desde hace harto tiempo, especialmente por el circuito que hacemos en EE.UU., donde hay bastante demanda de ese concierto. También estamos trabajando en el montaje del Canto para una semilla de Luis Advis, con Isabel Parra y Tamara Acosta. Además, en los dos últimos años hemos hecho montajes de la Misa criolla de Ariel Ramírez y vamos a ver algo con eso, pero también estamos comenzando a grabar un disco nuevo con propuestas musicales diferentes.

Hay grupos de su generación que siguen interpretando su repertorio pero sin grabar. ¿Es importante para Inti Illimani mantenerse publicando nuevas canciones?

No juzgo ni doy opiniones respecto de los demás, hay razones para hacer cualquier cosa, pero pensamos que la vigencia real de una banda está en continuar produciendo música. Si no, se empieza a atender el negocio no más, se empieza a estar detrás del mostrador viviendo de lo que se fue. El mundo cambia rápidamente, las generaciones se suceden con mucha velocidad y grupos como los nuestros -sin ser pretenciosos- son como un cable a tierra. La memoria es importante, pero tienes que hablar el lenguaje que habla la gente. Si no, tienes mucha memoria pero hablas un idioma que nadie entiende.


Inti Illimani ha estado relacionado a las últimas manifestaciones, ¿eso también será parte del nuevo disco?

El plan no es grabar un disco que tengamos hecho, sino que se va a ir haciendo. En este disco (La máquina del tiempo) ya tenemos “La siembra” con Nano Stern, que nació en medio de toda la pelotera del 2011 y las manifestaciones, pero esas cosas no hay que forzarlas. Surgió con Nano de manera natural, pero hay una línea sutil que tratamos de no atravesar, que es la de creer que las canciones cambian el mundo. Yo creo que en la medida que el mundo cambia y uno participa de esos cambios, salen las canciones. Salen o no salen. Si no, las usas para fines que no son la misma canción y eso se nota al tiro. Ahora, si encuentras la canción precisa, fantástico, pero nadie tiene ese secreto.

En 2013 se cumplen 40 años del golpe militar, ¿habrá actividades especiales por esa fecha?

Tenemos invitaciones interesantes de Italia y Alemania, pero estamos viendo. Personalmente, las fechas redondas como esta son un poco complicadas. Por ejemplo, cuando fueron los centenarios de Neruda (2004) y Allende (2008), estas cifras redondas aplastaron el significado de la fecha. Hay mucho lavado de conciencia detrás de esas celebraciones, toda la parafernalia que se hizo para los 100 años de Neruda fue una manera de ponerle una lápida al mismo Neruda. No hay una política cultural ni educacional que haga que los muchachos de hoy lean a Neruda, estudien a Salvador Allende, ni se hace en las escuelas un análisis profundo de lo que significó el golpe militar para Chile. Entonces se lava la conciencia con grandes celebraciones y grandes actos.

Inti Illimani Íntimo. Miércoles 27, 20:30 horas. $15.000 general, cupos limitados. Venta en Radio Universidad de Chile, Miguel Claro 509, Providencia.

domingo, marzo 24, 2013

Camila Moreno en el Teatro Municipal de Las Condes



Tras su exitoso paso por México, la cantante Camila Moreno realizará tres exclusivos conciertos en el teatro municipal de las condes, con su banda en vivo de 7 músicos.

Los días 4, 5 y 6 de abril la cantante y compositora chilena Camila Moreno realizará en el Teatro Municipal de Las Condes, un completo repaso por su exitosa discografía.

Durante el mes de marzo, la artista participó en el Festival Vive Latino en la capital Azteca, demostrando con fuerza por qué es considerada como una de las principales exponentes del Folk Rock alternativo en Chile. Poseedora de una voz única, Camila Moreno explora constantemente nuevos lugares e influencias culturales dando vida a una música llena de creatividad y sinceridad en sus textos y en sus sonoridades.

Estos tres conciertos serán entonces una excelente oportunidad para conocer mejor su potente trabajo y disfrutar de la creación de una artista nacional que ha dado muchísimo que hablar los últimos años.

ENTRADA:
Platea Preferencial $5.000
  General $3.000
  Palco alto y bajo primera fila $3.000*
  Palco alto y bajo segunda fila $2.500*
  Palco persona con movilidad reducida: $3.000
  (* LOCALIDADES CON VISTA PARCIAL AL ESCENARIO)  

FECHA -HORARIO:
jueves 04 de abril
21:30 hrs

viernes 05 de abril
21:30 hrs

sábado 06 de abril
21:30 hrs


 DURACIÓN:
60 minutos aproximadamente sin intermedio

DESCUENTO:
25% de descuento, pagando con tarjeta American Express de El Mercurio. 
Beneficio aplica solo en boleteria de Teatro.

Tesoro helado


El Mercurio

Hace 66 años Chile envió su primera expedición a la Antártica, un desafío colosal para un pequeño país que -en plena posguerra- buscaba marcar presencia en un continente de creciente interés global. Este extraordinario viaje, y los dos que lo sucedieron, en 1948 y 1949, fueron documentados en películas de 8 y 16 milímetros que permanecieron almacenadas durante décadas. Una verdadera cápsula del tiempo que sale a la luz pública gracias a un documental disponible en YouTube.

Iván Martinic

Fue casualidad. O el destino. Tal vez ambos. En sus primeros 40 años de existencia (1963-2003), el Instituto Antártico Chileno (Inach) funcionó en Santiago, lejos de su gélido y austral objeto de estudio. Solo entonces vino el anhelado traslado a Punta Arenas y su instalación en la céntrica casa Blanchard. Desde allí, un siglo antes, una de las más prósperas familias magallánicas había dirigido un negocio de pesca ballenera... en la Antártica.

En 2005, el periodista Elías Bartícevic asumió como jefe de Comunicaciones y Educación del Inach. Interesado en acercar al instituto a la comunidad, bajó al subterráneo del centenario edificio para revisar la biblioteca en busca de material. Y en vez de libros, encontró algo que superó sus mejores expectativas.
Apilados en medio de una colección de cinco mil volúmenes, aparecieron tres rollos de películas de 8 y 16 milímetros. Una rareza en una era digital en la que incluso los VHS ya enfilan hacia los museos. Bartícevic no tenía cómo ver los rollos, porque en Punta Arenas no había equipos para reproducirlos. Pero como estaban rotulados, el misterio no duró demasiado: "Primeras expediciones chilenas a la Antártica, 1947-1949".
"¡Esto es maravilloso, es un tesoro!", pensó el periodista. En sus manos tenía una verdadera cápsula del tiempo que atesoraba las tres primeras campañas nacionales en la región más inhóspita del planeta. Se impresionó aún más al comprobar que las imágenes de 8 mm fueron grabadas por el abogado, embajador, escritor e historiador Óscar Pinochet de la Barra, ex director del Inach y uno de los chilenos que más ha contribuido al conocimiento antártico.

Pero aún faltaba ver qué había exactamente en los tres rollos. A 58 años de haber sido grabados, y tras décadas de almacenamiento convencional en Santiago y Punta Arenas, bien podrían estar alterados. Bartícevic informó del hallazgo al director del Inach, José Retamales, y llamó al director de la Cineteca Nacional, Ignacio Aliaga, un antiguo conocido. A él le pidió que rescatara las cintas y, en lo posible, las digitalizara para su difusión.

Aliaga recuerda que debieron montar un equipo especial para digitalizar los rollos de 8 mm. Es que no había nada parecido en Chile. Otro laboratorio procesó el material de 16 mm, grabado por el destacado fotógrafo Roberto Gerstmann. Todos querían que la cápsula del tiempo revelara sus secretos.

Aliaga recuerda que la primera novedad con la que se encontraron fue la abundancia de escenas en color.
-Nos sorprendió la calidad de las imágenes y el buen ojo de Pinochet de la Barra al ir registrando tanto personajes como acontecimientos. Uno puede percibir a través de sus imágenes a una persona sorprendida con un territorio nuevo que se abre al conocimiento humano.

¿Qué grabó el diplomático? La llegada de la expedición a bordo de la fragata "Iquique" y el transporte "Angamos" de la Armada, la construcción de Soberanía, la primera base chilena, que sería rebautizada después como Arturo Prat, y de O'Higgins, la segunda. Ambas obras fueron dirigidas por el arquitecto Julio Ripamonti, a quien Pinochet de la Barra define en su libro "Base Soberanía y otros recuerdos antárticos" como "un iluminado por la fe antártica".

Por el lente de su cámara también pasaron las primeras exploraciones terrestres en suelo antártico, el primer vuelo de un avión chileno en la zona y visitas a las bases de otros países.

El material de Gerstmann es aún más amplio. Muestra el zarpe de la segunda expedición desde Valparaíso y la navegación por los canales. A bordo no solo iban diplomáticos y militares. También, escritores y cronistas que perpetuarían el viaje con sus relatos: el propio Pinochet de la Barra y autores como Francisco Coloane y Miguel Serrano.

Pero el tesoro helado aún tenía cosas que mostrar. En una escala en Puerto Edén, los expedicionarios se encuentran con nativos kawesqar. La mayoría ya viste a la usanza urbana, pero aún viven en chozas cubiertas con pieles de lobo y navegan en ligeras canoas. Ya en la Antártica, Gerstmann registra la inauguración de la Base O'Higgins por el Presidente Gabriel González Videla y hasta el partido entre las dotaciones de Chile e Inglaterra con que el continente blanco fue anexado al "planeta fútbol".

Aunque el material fue descubierto hace casi ocho años, recién ahora sale a la luz pública. En YouTube se puede ver el documental "El continente de la luz", que resume las tres expediciones en 50 minutos. Su realizador es el periodista Rafael Cheuquelaf, quien junto a Héctor Aguilar integra el dúo magallánico de música electrónica "Lluvia ácida". Ambos llevan años creando obras musicales y audiovisuales con la Antártica como principal inspiración. Hasta se han presentado en la Base Eduardo Frei.

"El continente de la luz" ha sido exhibido en talleres del Inach, en el canal de cable de la U. de Magallanes y en festivales de cine en Punta Arenas. Y con apoyo del sello Pueblo Nuevo Netlabel, fue presentado en el Museo de Arte Contemporáneo y en la Feria Internacional del Libro 2012, en Santiago.

-Para nosotros, esta película retrata lo más parecido a un viaje a la luna que hayan realizado los chilenos.
Cheuquelaf resume así el carácter épico que tienen las imágenes perpetuadas en esos tres rollos. Dice que cuando vio las imágenes por primera vez sintió que "nuestra música se conectaba a nivel rítmico y atmosférico". "Lluvia ácida" volverá el lunes a la Antártica. Grabarán sonidos para su proyecto "Insula in albis" ("Isla en blanco", en latín), que retratará la vida humana y natural en la isla Rey Jorge.

Una vida que ya en 1947 seducía a visitantes como el teniente Boris Kopaitic, primer comandante de la Base Soberanía y jefe de los seis pioneros chilenos que vivieron en la Antártica. Quien, cuando la expedición se aprestaba a dejarlos, a las puertas de un invierno frío y desconocido, se despidió de sus superiores con un "si no vienen a buscarme en el verano de 1948, me quedaré encantado dos años".

Esa misma vida que Pinochet de la Barra describió en un poema: "Antártica no es un continente como los demás. Es agua blanca, sólida y suave. Instalada en un trozo de roca. Es un continente de lujo, una joya que brilla. Como fanal de nuestro planeta en la noche del universo".

Las figuras de Lollapalooza 2013 adelantan sus shows en el festival

La Tercera


[6 y 7 de abril] Durante ambos días, la réplica chilena del festival vivirá su tercera versión en el Parque O'Higgins y tendrá a 61 nombres de los más diversos estilos. Aquí, cuatro invitados estelares de su cartel hablan de su participación en el mayor evento musical del año en el país.

por Claudio Vergara, Marcos Moraga y Daniela Lagos -


Mike Patton, Vocalista de Tomahawk: "Esta nueva visita a Santiago va a tener mucho caos y sudor"

En el próximo Lollapalooza chileno, compartirán el mismo día (domingo 7) y el mismo escenario principal (Claro Stage). Pero hay un vínculo más profundo entre Tomahawk y The Black Keys: el retorno de uno de los proyectos más alabados del cantante Mike Patton (45) se fraguó en el estudio Easy Eye Sound, propiedad en Nashville del líder y cerebro del dúo rockero, Dan Auerbach. "Eso fue bueno, todo salió muy bien", subraya Patton, desde California y en torno a la experiencia que vio nacer a Oddfellows, primer álbum de Tomahawk en seis años -tras el experimental Anonymous (2007)- y que también timbra su retorno a los shows luego de casi una década. Aparte del festival en el Parque O’Higgins, el conjunto, que completan Duane Denison, John Stanier y el recién integrado Trevor Dunn (Mr. Bungle, Fantômas), ofrecerá un recital en solitario el 4 de abril, en el Teatro La Cúpula.

¿Qué lo impulsó a volver a trabajar con Tomahawk?

Fue idea de Duane, todo partió gracias a él. En su estudio, él empezó a trabajar material para este año y luego nos envió los esultados a todos nosotros. Y ahí nos puso muy contentos sentir que todas esas canciones debían convertirse en un disco. Porque sólo tiene sentido hacer un álbum cuando piensas que tienes un gran contenido, ¿no? Luego fuimos a grabarlo a los estudios de The Black Keys -una gran experiencia-, por lo que cualquier cosa que haya salido de eso tenía que ser así de interesante. Antes de eso, nos habíamos tomado un descanso para buscar ideas más frescas. Nos gusta movernos a la caza de cosas nuevas.

Al mirar sus proyectos (Zu, Mondo Cane, Mr. Bungle, etc.), ¿lo ve como fragmentos diferentes o como una sola unidad creativa?

No los podría ver iguales porque, precisamente, la idea siempre ha sido que cada uno represente algo distinto. De hecho, creo que lo hemos logrado. Para mí, todo es una fuente de inspiración, se nota en el camino en que ha ido avanzando mi trabajo, pero también trato de darle un espacio distinto a esa base.

Su último show con Faith No More fue en julio de 2012. ¿Piensa retomar la actividad con la banda?

Nunca voy a decir "nunca", pero, para mí, no es la prioridad en estos momentos.

Tomando en cuenta que se trata de su duodécimo show en Chile, ¿qué espera de esta nueva visita?

Como siempre, creo que va a ser muy divertido para todos. Además, como novedad, tenemos un nuevo álbum y está muy bien.

Así que estos nuevos recitales van a tener mucho caos y sudor.

Caos, sudor y también ternura: Patton sabe que es uno de los artistas fetiche del público local y que la sola mención de su nombre genera una inmediata reverencia masiva. Una comunión que, incluso, aguanta un show de Faith No More en el festival Maquinaria de 2011, justo cuando, un año antes, la agrupación había aterrizado con la promesa de “el espectáculo del adiós” en el Estadio Bicentenario de La Florida.

"Siempre es muy emotivo volver. Además, se trata de nuestra primera vez con Tomahawk, lo que convierte esta visita en algo aún más grandioso. Todos vamos a quedar felices”, promete.

Dan Auerbach, líder y cantante de The Black Keys: "Es un halago ser conocidos, pero no es la razón por la que hacemos música"

Dan Auerbach (33), voz de The Black Keys, recalca que, en ese momento, había con suerte ocho personas. “Fueron años difíciles y no creo que sea algo que pueda hacer ahora. No son tiempos que extrañe mucho”, zanja el músico, al teléfono desde Nashville, y en alusión al primer show en la historia del dúo, en julio de 2002, en una taberna de Cleveland. En todo caso, 11 años después, todo ha crecido: fueron los mayores ganadores de los recientes Grammy -cuatro premios-; son los encargados del cierre de Lollapalooza -domingo 7, a las 21.30 horas-, y han escalado como la nueva salvación del rock gracias al formato de guitarra y batería, extendido en siete álbumes y en hits como Lonely boy.

¿Qué importancia le da a tal cosecha de premios Grammy?

No lo esperaba, porque, de verdad, es algo que no puedes pronosticar. Fue muy loco, fue un momento surrealista. Es un halago ser reconocidos, pero no es la razón por la que hacemos música. Es bueno llamar la atención, pero somos tipos que tocamos música porque la amamos.

Igual, perdieron en la categoría mayor, Disco del Año, a manos de Mumford & Sons...

Y estaba feliz por ellos. O sea, vendieron más discos que nosotros, así que creo que si le iban a dar premio a alguien, mejor que se lo dieran a ellos (se ríe). Además, me gusta mucho que un grupo que cante armonías y toque instrumentos reales pueda ganar un premio así, es bueno para todos. Da lo mismo si a mí me gustan o no. Y son muy buenos tipos, es refrescante que la gente que gane no sea una superestrella tarada. Qué bueno que no triunfó alguien así.

En el caso de The Black Keys, ¿cómo explica su éxito?

Creo que en el último tiempo hicimos canciones más amigables, nos empezaron a tocar en las radios, y eso incrementó en 10 veces nuestra base de fans. Además, nos hizo pensar de otro modo en la música. Nos desafiamos para componer en un nivel más grande, con mayor alcance. Cuando empezamos, era algo puramente egoísta, sólo trabajábamos para Pat (Carney, el baterista) y para mí. Si a la gente le gustaba, ok, pero no estábamos pensando en ellos. Eramos dos tipos jugando en un subterráneo.

En la carátula de su último álbum, El camino, sale la camioneta con la que giraban en sus inicios. ¿Cómo ven hoy esos años?

No los extraño. Tengo buenos recuerdos, pero no puedes vivir del pasado. Fueron años emocionantes y difíciles, de trabajo duro. De verdad no teníamos nada: ni ayuda, ni un estudio, ni un gran productor, ni nociones de composición. Teníamos la sensación de que, si salíamos de gira, algo nos podía pasar. O de que no íbamos a ganar plata. O de que teníamos que dormir en esa misma van día por medio. Igual estábamos decididos a hacerlo. Tengo cariño por nuestros inicios, era entretenido, pero también muy complejo.

¿Qué influencia tuvo en su éxito el revival rockero inaugurado por The Strokes o The White Stripes?

Fue tanto una bendición como una maldición, porque no fuimos parte de eso, ya que se originó en Nueva York y en Detroit. Fue una escena real, sin ninguna relación con los sellos, pero no fuimos parte de eso ni fuimos amigos. Fue pura coincidencia que nos metieran en ese movimiento. Somos diferentes y nos ayudó integrar la misma etiqueta, aunque, no sé, también nos causó daño, porque nos relacionaron con una escena de la que no fuimos parte.

¿Cómo será su debut en Chile?

Estamos emocionados de tocar allá, porque en 12 años nunca hemos ido. México es lo más al sur que hemos llegado. Va a ser el mismo recital que hemos mostrado en Europa y EE.UU. Somos The Black Keys y eso es lo que hacemos, ¿entiendes?

Gary Clark Jr.: "Es tan irónico que el blues se haya vuelto música cool"

Sobre su espalda pesan todas las etiquetas. El salvador del blues. El nuevo Hendrix. Ya con su primer disco publicado en una multinacional, Blak & blu, el tejano Gary Clark Jr. (29 años) esquiva las categorías y toca el domingo, a las 14.00 horas.

¿Hay presión por defender esos rótulos con su show?

La gente compara y no me preocupa. Además, me están comparando con Hendrix, cuando podría ser con alguien malo. La impresión que tengo es que la gente en Chile está muy enganchada con la música y espero sintonizar con esa vibra. Me encantaría captar la esencia del lugar. He escuchado que es hermoso.

Coincide con The Black Keys. ¿Se siente cercano a lo que ellos hacen?

Tenemos al blues como influencia común y es asombroso que coincidamos. Cuando estaba en el colegio, tenía este grupo de amigos. Yo tocaba acordes de blues y me decían que no les gustaba, que era triste y aburrido. Hace poco, uno de ellos llegó a presentarme a The Black Keys. “¿Has escuchado esta banda?”, me decía, súper emocionado. ¿En serio? ¿Después de todo lo que decías sobre el blues, de repente es divertido y verdadero? Es tan irónico que el blues se haya vuelto cool. Todo sea por que se entienda lo grandiosa que es esta música.

¿Qué significó tocar con The Rolling Stones (en sus conciertos de 2012 en EE.UU.)?

Me sentí como un niño. Desde que tengo una guitarra en las manos, soñaba con estar tocando con ellos, aparecer en la televisión, publicar un disco. Un sueño que se hace realidad.

Su álbum incluye una versión de Third stone from the sun, de Hendrix. ¿No le juega en contra en este objetivo por salir de las etiquetas?

Los primeros discos que tuve fueron los de Hendrix, de Stevie Ray Vaughan y de Albert Collins. Los incluyo en mis grabaciones, como una señal de respeto.

Billy Howerdel: "Estamos más viejos, más sabios y esperamos que se note"

Billy Howerdel (42 años), el guitarrista y compositor de A Perfect Circle, le echa la culpa a"la agenda" para explicar por qué su grupo no pisó Sudamérica durante su primera etapa, entre 1999 y 2004. Luego de eso vino una pausa y, seis años después, la reunión que los tendrá tocando por primera vez en Santiago, a las 18.45 horas del sábado 6.

¿Van a tocar canciones de sus discos anteriores o habrá alguna nueva?

Por ahora, la idea es hacer un repaso por nuestros tres discos y una canción nueva. De todas maneras, siempre existe la posibilidad de agregar alguna otra.

¿Cuál fue la motivación para su reunión de 2010?

Maynard (James Keenan, su compañero estable en el grupo y cantante de Tool) es un tipo ocupado, con muchos proyectos y que tiene que estar avanzando en direcciones distintas al mismo tiempo. Entonces se trataba de cuándo era el tiempo correcto. En 2010 calzó todo, así que volvimos a juntarnos.

¿Están trabajando en un nuevo disco?

No realmente. La verdad, estamos pensando en sacar algo en un par de años más y nos vamos a tomar un tiempo para trabajar en eso. Por ahora estamos enfocados en los conciertos.

Usted y Keenan han estado desde el principio, pero el resto de la banda ha cambiado. ¿Cómo se mantiene la esencia?

Lo más importante es la composición; yo escribo la música y Maynard escribe las letras. Hay una base que se mantiene consistente, que hace que yo pueda escuchar un show en vivo del 2000 y uno de ahora y sólo sentir que hemos ido creciendo. Estamos más viejos, más sabios y esperamos que eso se note.

Tool es una banda con muchos fans en Chile esperando un concierto. ¿Puede suceder en el futuro?

No lo sé, la verdad es que no sé cuáles son sus planes.