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viernes, octubre 16, 2020

Gepe: “Han sido los dos años más inolvidables de mi vida”

 El Mercurio


Tras dos décadas de carrera independiente, el cantante nacional firmó con Sony Music y acaba de lanzar su octavo disco, “Ulyse”, que incluye colaboraciones con Vicentico, Princesa Alba y Natalia Lafourcade. En él vuelve al pop que había dejado de lado en su álbum anterior, “Folclor imaginario”, aunque también incursiona en el bolero y la salsa urbana. Aquí habla sobre cómo ha vivido estos meses de encierro y de virtualidad; sobre su reciente matrimonio y las certezas que ha adquirido en la vida; y teoriza en torno a cómo será el regreso a los escenarios. “Probablemente todos lloremos”, dice.

 Por Michelle Martínez Collipal


El sonido de una notificación en su celular lo interrumpe.


—¿Ese fui yo? —pregunta.


Luego continúa hablando hasta que un segundo sonido lo interrumpe otra vez.


Entre risas, vuelve a preguntar:


—¿Qué onda? Todo suena.


Gepe, reconocido cantautor, diseñador y multiinstrumentista chileno de 39 años, autor de éxitos como “Hablar de ti” o “Fruta y té” y ganador varias veces de los premios Pulsar y Altazor, acaba de lanzar a través de Spotify su nuevo disco, “Ulyse”. Se trata del octavo álbum de su carrera, pero el primero en el que —debido a la pandemia— el proceso de promoción ha tenido que ser online. Y aunque compartió sus últimos singles a través de redes sociales, dice que aún no se acostumbra a esta nueva virtualidad.


—Ahora, por ejemplo, yo debería estar en México yendo a las radios a tocar, o deberíamos estar haciendo esta entrevista en un café —dice. —No sé si seré muy vieja escuela o qué, pero me parece que la cosa presencial es mucho más potente.


Este nuevo trabajo también consideraba un concierto en vivo para su lanzamiento oficial, que estaba fijado para fines de este año.


—A todo el mundo se le dieron vuelta los planes. Nosotros íbamos a tocar, probablemente, en un escenario importante de Santiago, pero claro, todo se fue al tacho por un rato —dice.


Esa mañana, después de esta entrevista por Zoom, Gepe iba a seguir promocionando a través del streaming su nuevo trabajo, uno que venía anunciando desde el año pasado, cuando dio un salto en su carrera al firmar con el sello multinacional Sony Music Chile.


—Nunca había trabajado con una multinacional, habían sido más de 15 años trabajando de forma independiente con Quemasucabeza, que es un sello gigante para mí, que ha crecido muchísimo, pero también quería probar qué onda con todo este otro rollo —explica. —Las decisiones que tomo, en ese sentido y en muchos otros, tienen que ver con probar.


Un diálogo horizontal


“Ulyse”, álbum de once canciones en el que trabajó con el productor argentino “Cachorro” López, ganador del Grammy Latino, y en una segunda etapa con el destacado productor chileno Cristián Heyne, en los Estudios Triana de Santiago, incluye elogiadas colaboraciones con la cantante mexicana Natalia Lafourcade, en el bolero “Timidez”; con la chilena Princesa Alba, en “tupenaesmipena”, y con Vicentico, en “Confía”.


—Lo de Vicentico fue algo fortuito. Estábamos grabando junto a “Cachorro” López el año pasado, en Buenos Aires, y esta canción me sonaba como a “Padre Nuestro”, de Los Fabulosos Cadillacs, y como Cachorro conoce a Vicentico y han trabajado muchas veces juntos, le pregunté si de pronto le escribía para preguntarle si le tincaba aparecer en la canción. Y llegó al estudio unos días después. Funcionó bien, a mi juicio. Yo creo que esa fue la única colaboración que hice presencial: los dos en el mismo estudio, y yo metiendo la cuchara de vez en cuando, sugiriendo cosas. Se dio así y fue muy lindo conocerlo, porque creo que es un gran personaje, una leyenda latinoamericana de la música —cuenta.


Canciones del disco como “Confía” y “tupenaesmipena” interpelan al público, pero también hay letras más lúdicas como las de “Calle Cima” y “Kamikazi”, una especie de salsa urbana.


—Me he fijado en los mensajes que me llegan, y en este disco todo el mundo tiene sus canciones favoritas, muy distintas las unas de las otras. No hay una sola favorita como me pasó con “Hablar de ti”, cuando lancé “Ciencia Exacta”. No sé si eso es bueno o malo, pero creo que tiene que ver con que este disco es una conversación con la gente, hay personas que enganchan con cierta conversación o ciertos temas, y se los apropian.


Daniel Riveros (el nombre real de Gepe), dice que Ulyse —en clara referencia al protagonista de “La Odisea” y también a la novela “Ulises”, del escritor James Joyce— es un personaje que nació en su cabeza cuando escuchó grabadas todas las canciones que serían parte de este nuevo trabajo, y que intentó ilustrar el rostro de esa persona en la colorida portada del disco.


—Había una especie de personaje que no era yo, pero que partía desde mí —dice. —Lo veo como alguien que se sienta en la cuneta contigo, en la orilla del camino, a hablar de una manera horizontal. No es alguien que solo te aconseja porque tiene una autoridad moral o emocional; hay un diálogo horizontal con el público, en este caso. Todas estas canciones las escribí con un afán de conversación.


El disco marca su regreso al pop y a los sonidos que han caracterizado su carrera musical desde los discos “Hungría” (2007) y “Audiovisión” (2010) hasta “Estilo Libre” (2015) y “Ciencia exacta” (2017), luego de la pausa que significó el álbum “Folclor imaginario”, de 2018, en el que repasaba el repertorio de la folclorista nacional Margot Loyola, y reversionaba varias de sus canciones junto a los músicos Miguel Molina, Claudio Constanzo y Claudia Mena.


—Lo que hice ahí fue un paréntesis; no menos importante de lo que ya venía escribiendo, pero sí un paréntesis. Dije: hablemos de Margot Loyola, pero que no sea un comentario solamente mío, sino que hablemos a través de este grupo de personas, que a mí me parecían tan interesantes como Margot Loyola, que tienen que ver con ese nicho de folclore urbano que descubrí en 2017. Me quise meter ahí, investigar y mostrárselo al público que no tenía tanto conocimiento de eso. Fue algo súper musical: “Yo que amo la música y soy melómano antes que artista, quiero mostrarles esto que descubrí”. Básicamente eso fue. No tiene por qué haber una continuidad en eso. Probablemente en un futuro no tan lejano voy a hacer un “Folclor imaginario 2”, respecto de otro artista, pero no he pensado nada todavía —explica Gepe.


El mismo año de ese disco, en 2018, fue contactado por Sony Music para ser parte de su lista de artistas, la que hoy incluye a músicos internacionales como Ricky Martin y Rosalía, además de exponentes nacionales como Javiera Mena y Paloma Mami.


—Desde el primer momento ellos tomaron en cuenta que yo llevaba mucho tiempo trabajando, y que tenía cierta editorial —dice y cuenta que, antes de firmar, sostuvo conversaciones durante un año con el sello. —Más allá de que yo necesite tanta libertad, me interesaba poder seguir siendo el mismo, sin que nadie imponga nada.


Su incorporación al sello también le ha permitido tener relación con Sony Music México, con ellos también ha estado trabajando durante estos meses de manera online.


—La verdad no ha sido tan difícil pasar a través de esta situación presentando un disco, perfectamente podríamos no haberlo hecho, pero lo quisimos hacer, y ha sido bacán.


UNA EXPLOSIÓN DE EMOCIÓN


A fines de septiembre, Gepe celebró sus 39 años a través de las redes sociales, y meses antes anunció su matrimonio con una foto en Instagram, en la que aparece vestido de terno junto a su pareja, María Cecilia Huerta.


—Creo que estos dos últimos años han sido complejos para todos, han pasado un montón de cosas: buenas, malas, intensas. Para mí han sido los dos años más inolvidables de mi vida, y los mejores en términos de aprendizajes, de la situación que nos acontece a todos, del casorio, de haber conocido a una persona tan bacán, con la que se ha generado una sinergia muy linda —dice. —Siempre sigue habiendo ese vértigo por lo nuevo, por el qué va a pasar ahora, qué canción voy a sacar, si le va a gustar a la gente o no; ese tipo de cosas se han mantenido, por eso puedo decir que estos últimos dos años han sido los mejores para mí. No estoy hablando en términos superficiales, porque podría sonar súper contradictorio, sino en términos de aprendizaje. Lo han sido, sin duda.


Dice que el paso del tiempo le ha ayudado a disfrutar más su trabajo. Y que cuando partió en 2000 con Taller Dejao —su primer proyecto musical junto al bajista Javier Cruz— “había mucha incertidumbre”.


—Me preguntaba harto qué hay que hacer, a dónde ir, quién soy, ese tipo de cosas que ahora ya están un poco más firmes. Hoy tienen una raíz mucho más profunda, lo que me permite disfrutar mucho más lo que hago, tanto en lo personal como lo profesional —dice.


Durante la pandemia, Gepe fue el único artista chileno que participó en “Codo a codo”, una campaña impulsada por Mercado Libre, que incluyó un ciclo de conciertos íntimos para homenajear a los trabajadores de la “primera línea” contra el coronavirus, alrededor del mundo. También creó una alianza con el artista digital Esteban Bustos, quien dirigió el experimental videoclip que acompaña a “Confía”, su colaboración con Vicentico.


Hoy tiene confirmada su participación en el festival Liberadxs, una instancia fijada para 2021, que ha sido presentada como “el primer festival del mundo pospandemia”, y que se realizará 30 días después de que se levanten todas las restricciones sanitarias.


—Hay una energía que se está acumulando, tanto en los artistas como en el público. No me puedo ni imaginar ese primer concierto porque va a ser un reventón. Me lo imagino como una explosión de emoción, probablemente todos lloremos.

miércoles, julio 29, 2020

Gepe estrenará un nuevo tema junto a Vicentico

El Mercurio

El cantautor nacional lanzará este jueves “Confía”, en el que colaboró el vocalista de Los Fabulosos Cadillacs. El tema será parte de su nuevo álbum, del que ya ha adelantado otras cinco canciones.

domingo, enero 13, 2019

Gepe: Un Canto Nuevo


Página 12
ENTREVISTA | Siempre se ha pensado su música en parte desde el pop, pero también desde lo experimental y lo folklórico. A los 37 años, el chileno Gepe insiste en reinventarse disco a disco, y después del que tal vez haya sido su disco más descaradamente mainstream, Estilo libre (2015), su contrapeso es el exquisito Folclor imaginario, dedicado al trabajo de Margot Loyola Palacios, para muchos la investigadora, música y recopiladora más importante del folklore chileno después de Violeta Parra. En esta entrevista, Gepe explica el porqué de estas canciones, comparte su visión de la música de raíz de su país y celebra la condena por los responsables del asesinato de Víctor Jara.

Por Juan Ignacio Babino

En La Picá de la Yasna. O en El Caballo de Palo. De un tiempo a esta parte es común que por allí ande Gepe, en alguna de estas emblemáticas fondas “cuequeras” de Santiago de Chile: rayando la noche, percutiendo a pura cuchara de palo, embelesado y como perdido por esa música a la que se prendió hace no tanto.

Daniel Riveros Sandoval es su nombre completo: nació en Santiago de Chile hace treinta y siete años. Fue baterista antes que guitarrista, se le dio por el hockey antes que por el fútbol y es uno de los músicos más arriesgados e importantes de su país. Y nada –nada– hacía pensar que por estos días él anduviera por ahí: en el nudo de la madera de la canción folclórica chilena. Porque a su música siempre se la ha pensado en parte desde el pop, en parte desde lo experimental, desde la canción. Siempre hubo, también, ritmos, aromas, maneras folclóricas y andinas en sus canciones. A veces más huidizas, otras más a la vista. Pero ahora está a pleno allí con el recientemente editado Folclor Imaginario, título que tiene traducción originaria: “Folkló imajiné, ayekawün rakiduamal”. Y también un largo subtítulo: “Canciones recopiladas por Margot Loyola Palacios y algunas otras que parten desde ahí”.

“Una idea, un concepto, una sensación, unas ganas que comenzaron por el 2013 cuando tuve la suerte de conocerla en persona”, cuenta. Y agrega: “Conocí, vi una artista de verdad. Una artista chilena. Una artista que no tiene nada que ver con el chauvinismo, que no tiene nada que ver con una cosa nacionalista: ¡para nada! Puro amor a la tierra, al pueblo chileno y latinoamericano. Ese fue un primer acercamiento”.

HASTA HOY
Gran parte del derrotero musical de Gepe se descubre, como se dijo, en las encrucijadas, en los bordes: del pop, de lo experimental, de la canción, de lo telúrico. Y así –después de los celebrados Gepinto (2005) y Hungría (2007)– algo de su esencia creativa puede encontrarse en dos trabajos tan disímiles como preciosos, casi un manifiesto sonoro: Audiovisión (2010) y GP (2012). “Cada disco, para mí, es como si hiciera el mismo en diferentes momentos. Para eso hago un disco: para enmendar los errores del anterior. Y tengo la sensación de que siempre hago el mismo y que siempre trato de reparar lo que no me resultó antes. Y digo: ¡ya, ahora sí! Pero eso es medio inconsciente. Un disco no se refiere al otro, no son una continuación”. A ello le siguió, en 2015, Estilo libre: “Creo que es el que ha sonado mejor y que tiene el lanzamiento absoluto de hacer lo que nos plazca. Es un disco muy extremo en ese sentido. Va de lleno a muchos estilos. Se logra eso”.

Vale pensar que, si Estilo libre fue como llevar su canción al terreno más descaradamente pop y mainstream posible (ritmos de bachata, reguetón, hip hop, una canción junto a Wendy Sulca), Folclor imaginario es como una vuelta a su terruño, a alguna casa. A músicas y folclores que no los había mamado de chico ni de adolescente pero que siempre estuvieron. Entre uno y otro editó Ciencia exacta: un trabajo puramente cancionero, breve, casi un EP de mediana duración. “Es como esos discos cortos del sesenta. Me recuerda a Transa de Caetano. No sé si me inspiré en eso pero tiene ese aire de cosa rápida, simple y sencilla”.

Queda la sensación de que disco a disco mutás, cambiás mucho. Como si encararas cada uno con cierto libertinaje…

–Es la total libertad. Y no pienso tanto las cosas. Bueno, obvio que las pienso pero el motor creativo es bastante inconsciente: no tengo tan en cuenta las fechas o lo que hay o no que hacer. Lo hago porque hasta el día de hoy tengo una total libertad de hacer lo que quiera y eso me encanta y es parte de mi trabajo. Libertad y desprejuicio que a veces resultan y a veces no.

Por ello a su música se la puede pensar en relación con músicos como Nano Stern, Pascuala Ilabaca y Camila Moreno, y tambiérn, entre otros, Javiera Mena, Fernando Milagros y especialmente Alex Anwandter, con el que editaron juntos Alex & Daniel (2013).

MÁS GRANDE QUE LA CORDILLERA
Nadie lo esperaba pero ahí está: un nuevo disco suyo. Uno que es una gema, una exquisitez. Delicado. Hondo e imperfecto. A Folclor imaginario el músico lo fue aprontando de a poco, a través de canciones que iba subiendo a las distintas plataformas. No un disco homenaje, que en parte lo es. Más sí un trabajo celebratorio y fundante que recupera algunas tonadas recuperadas por Margot Loyola Palacios. Para muchos, la investigadora –junto a Gabriela Pizarro–, música y recopiladora más importante de Chile después de Violeta Parra. “Resulta que las tres folcloristas más importantes de Chile son mujeres. Margot tuvo la suerte de vivir un poco más, hasta sus noventa y cinco. Hizo un trabajo tanto de musicología y antropología como de intérprete. Las tres congenian eso: lo sonoro, lo interpretativo, lo antropológico. Y esa es la importancia que tienen”.

¿El disco tiene un espíritu reivindicativo?

–Hay una reivindicación pero creo que eso es posterior. Yo quería hablar de alguien importante. Me da lo mismo que la conozcan o no. Quiero hablar de alguien quien yo creo que deberían escuchar que se llama Margot Loyola Palacios, y ya. El corazón de la cosa es un acercamiento intuitivo. Más bien, más que con intuición, con cariño y amor.

Es sorprendente, y hermoso pensar que, en seis años, un músico puede editar cinco discos tan disímiles, tan ricos y diversos, tan plantados en el mundo sonoro y estético que crean y proponen. Gepe se mueve comodísimo en cada uno de esos registros. Se mueve libre. Goza y juega también allí. Entre otras, algunas de las canciones de Folclor imaginario: “Que sacarán con quererme”, “El Volcán”, “Hasta cuándo vida mía”, “Las hojas de los naranjos” y esa tríada bellísima que lleva la fuerza y la frescura del agua de deshielo bajando por la Cordillera: “Cacharpaya”, “Canción de Amanecida/Cuculí” y “La Vertiente.”

Cueca, tonadas, aires y trotes andinos. Todo huele y suena a madera: guitarras criollas, cuerdas, charangos, arpa, tiples, percusiones, panderos, contrabajos, aerófonos, caja. Esa es la búsqueda, ese es el logro: la naturaleza de lo que suena. Sí, claro: en línea recta con los dos volúmenes de Musas de Natalia Lafourcade. Pura canción que se sabe chilena hasta el tuétano. Y latinoamericana. Y folclórica. Y así y todo Gepe le imprimió, le cuajó su forma. Folclor imaginario y algunas otras composiciones que parten desde allí: vaya nombre. Esas otras canciones se refiere a dos improvisaciones –una junto a Javiera Mena; otra con Gianluca, uno de los traperos más importantes del país– y una composición propia, “Joane”, en homenaje a una inmigrante haitiana que falleció en una confusa situación y despertó en Chile una picante discusión pública: “Las incluí porque sentía que dialogaban con el resto, con la obra, con el soplo del disco. La de Joane tiene que ver con un racismo bastante fuerte. Nosotros los chilenos siempre hemos estado un poco extraviados en cuanto a identidad y después de la dictadura, siquiera hubo una gran búsqueda. Seguimos en la misma”.

¿Cierto conservadurismo chileno?

–Totalmente. En España, cuando se fue Franco, hubo una explosión. La movida madrileña y qué se yo. Acá en Chile quedó igual. Igual o peor incluso. Una cosa bien dormida. Debería haber explotado y no. Ha habido otro censor más allá de la dictadura que ejerce tanta o más fuerza que la misma dictadura. Probablemente la Iglesia, probablemente algo relativo a la moral. No termino de entenderlo.

Hacia mediados de 2018, tras cuarenta y cinco años de espera, se condenó a ocho militares retirados por el asesinato de Víctor Jara durante la dictadura de Pinochet. Gepe comenta: “Que se encuentren los responsables, tanto para él como para todo la gente que fue torturada y asesinada, por supuesto que es un alivio, entre comillas: por lo menos uno puede seguir confiando, aunque sea en alguna medida. Pero Víctor Jara es eterno, cosas como su muerte, trágica sin duda, lo hacen eterno, lo hacen más potente. El hablar de su asesinato siempre hace que se haga más fuerte toda esa idea de lo eterno. No creo que haya tenido alguna incidencia directa en el disco pero sí siento que este tipo de artistas se van sumando entre ellos y hacen a una misma fuerza”.

EL FOLKLORE TE ESPERA
Llegó a conocer a Margot aunque no alcanzó a mostrarle en lo que estaba trabajando. “Fue muy importante haber conocido a su viudo, a las personas que tocaron y grabaron con ella. Y el efecto que esas personas tuvieron sobre mí. Sobre la idea que yo tenía del folclore: una cosa más superficial, caminaba por la orilla de todo eso, sin tener mucha capacidad de entrar realmente y ahora, de alguna manera, di un paso hacia este centro. Y por eso estamos aquí. Por eso sucedió esto”.

En todo el disco pero puntualmente en “La Vertiente” queda expuesto un nuevo canto, una nueva manera de Gepe. Cierta tersura y aplomo que se sugería en casi todos sus trabajos aquí crece y gana el aire. “Me encanta este sonido. Me obligó a pensar la música, a interpretarla de otra manera. Hace mucho que no ocupaba el silencio como ahora. El dejar espacios vacíos donde todo se sostenga en algo muy mínimo. Eso es muy bello. Porque hay un silencio, un espacio que es muy distinto a lo que había hecho antes. ¡Hay otro todo! Otro todo armónico y rítmico, otro vacío, otro momento, otra manera de grabar. Eso te exige un canto nuevo”.

¿Y cómo te sentís  en el lugar de puro intérprete?

–¡Me encanta! Me gusta ponerme al servicio de otra cosa. Ponerse en función de otra cosa: de otra estética y corazón, otra cabeza, otro mundo.

Entonces, ¿de qué está hecho tu folclor imaginario?

–El folclor imaginario es esa manera intuitiva de acercarse a ese tipo de música que para mí es la primaria, la que viene antes de cualquier estilo musical. Es así. El folclore te rescata o te ve a ti. Es una estupidez cuando dicen eso de ‘tu rescataste esa música, eso tan antiguo’. Pues no loco, al revés. El folclore te ve a ti y te espera.

Así, una vez más, Gepe le canta a la tierra. A esa que, a su manera, es siempre suya

sábado, diciembre 29, 2018

"The best of": Los mejores discos del 2018

El Mercurio

En Vidactual de "El Mercurio" elegimos los 15 discos más destacados reseñados durante la actual temporada que está a punto de terminar. Doce meses protagonizados por el ritmo urbano y el trap, los nuevos clásicos del pop chileno y los estandartes del rock independiente. 

Por Bastián García Santander

 1. Mon Laferte - "Norma"
A un año de "La trenza", el disco que la consagró en el mercado hispanohablante, Mon Laferte lanzó "Norma", un trabajo que saca a relucir su lado completamente salvaje. Porque fue grabado en vivo en una sola toma -en los Capitol Studios de Los Angeles, Estados Unidos- como una maniobra que ayuda a dictar dos máximas: que la canción cebolla trasciende a cualquier intento clasista por derribarla y que la artista puede desenvolverse tan bien en la cumbia, el bolero, el tango o la música urbana.

2. Alex Anwandter - "Latinoamericana"
Alex Anwandter canta por primera vez en portugués en tiempos en que Brasil vive una oleada derechista tras la llegada de Jair Bolsonaro al poder, y también la enfrenta desde su propia historia, haciéndose cargo de temas como el racismo y la homofobia desde la poesía y la interpretación, el pop sintético de los años 70 y 80, las influencias latinas y su historia manchada con sangre.

3. Arctic Monkeys - "Tranquility Base Hotel & Casino"
A Alex Turner, líder de Arctic Monkeys, un regalo de cumpleaños le hizo cambiar la guitarra por el piano como un medio para retratar su presente. Si al comienzo le cantaba a salir de fiesta, a conquistar chicas y a bailar, a beber y fumar sin miedo, ahora el tiempo se le vino encima y huele a tabaco, humo y whisky , como un rockstar caído en desgracia que de joven "solo quería ser uno de los Strokes", según revela de entrada. Un trabajo denso y sin un solo hit , que en sus detalles le planta cara a una industria en la que la redundancia se paga tan cara como el desinterés.

4. Niños del Cerro - "Lance"
Niños del Cerro es una bomba de tiempo que amenaza con explotar en cualquier momento, así como la temática adolescente de amor, drogas y desencuentros de la que hablan sus canciones. Pulso latinoamericano cercano a Los Jaivas, carnavalesco en su folclor, murallones de ruido y temas que superan los seis minutos de duración son parte de un trabajo tan extraordinario como recordar la etapa escolar, para bien o para mal.

5. J Balvin - "Vibras" 40604613
J Balvin corre por un carril exclusivo dentro del ritmo urbano. Una especie de "postreggaetón" que experimenta con los cimientos del género y la vieja escuela, como puliendo un diamante que sintoniza con la música electrónica y el legado latinoamericano en un balance ideal entre ambas corrientes. Hits instantáneos, éxitos globales y hallazgos impensados como "Brillo", de Rosalía, y la introducción a cargo de Carla Morrison ponen el nombre del colombiano y del movimiento en el sitial que merece.

6. Gepe "Folclor imaginario"
Gepe congregó a quienes conocieron o trabajaron con Margot Loyola para mantener viva su memoria con una obra en la que desarmó y rearmó parte del catálogo recopilado por la artista. El disco fue grabado en vivo y sin correcciones, crudo e íntimo, y sobre todo experimental. Colabora Gianluca, que le añade Auto-Tune y trap al folclor, e incluye un homenaje a Joane Florvil -la mujer haitiana fallecida en Chile transformada en símbolo de la orfandad de los inmigrantes en nuestra tierra-, porque la música no deja a nadie afuera.

7. Kendrick Lamar y varios artistas - "Black Panther: The aAlbum"
El mejor rapero de su generación se hizo cargo de la curatoría musical detrás del filme de Marvel, esculpiendo una obra pocas veces vista en un soundtrack oficial. Es el encuentro de la música negra en todo su esplendor, porque se siente África en cada rima, en cada percusión, en cada referencia musical que traspasa el hip-hop , que suma jazz , reggae , soul , trap y hasta electrónica sin que parezca fuera de lugar. Kendrick Lamar gobierna Wakanda y, a la vez, crea comunión gracias a la música.

8. Rosalía "El mal querer"
La última estrella planetaria de la música en español cuenta una historia de amor tormentoso en 11 capítulos que parte con augurios y celebraciones pero que termina de la peor forma. Hay celos, caprichos, también lamentos, sentimientos relatados en el vaivén del flamenco -las palmas, la guitarra española, la pasión- y su encuentro con el trap y el ritmo urbano. Un movimiento que se revitaliza y que contradice el riesgo que podría significar mezclar la tradición andaluza con la última ola musical juvenil que encandila a la industria.

9. The 1975 "A bBrief iInquiry into Online rRelationships"
La banda liderada por MattHealy recrea un relato certero de la vida moderna. Uno donde el asistente de voz de Apple, Siri, puede enamorarte por culpa de la alienación tecnológica de las redes sociales y la enferma relevancia de los "likes" y los filtros de Instagram. Se siente la rabia, el hedonismo, el miedo y el desamor, y se escucha desde el neo jazz, el autotune y el soft rock. "La modernidad nos falló", es la frase que mejor define lo expresado por The 1975.

10. IDLES - "Joy as an Act of Resistance"
IDLES hace estallar una guerra sin cuartel contra la xenofobia en tiempos de Brexit, contra la homofobia y los retrasados roles de género tradicionales ante el avance de la extrema derecha. Y lo hace desde una colosal impronta instrumental que rememora el punk nacido en las tabernas subterráneas de hálito alcohólico, llenas de hooligans que luego repiten las canciones viendo el fútbol. Una contra-barrida refrescante y necesaria con base en Bristol, Reino Unido.

11. Deafheaven - "Ordinary Corrupt Human Love"
Deafheaven es el mestizaje arriesgado y perfecto de corrientes tan disímiles como el dream pop y el black metal, y en su último disco ensambla los sonidos en sepia y la sensación de calma y añoranza con los gritos sofocantes de su vocalista George Clarke. Es la música del fin del mundo, cuando el negro se mezcla con el rosa. Cuando todo importa, y ya nada importa.

12. CAMI - "Rosa"
Camila Gallardo enlaza un álbum debut lo suficientemente personal como para no haber nublado la vista ante los requerimientos de la industria que uno supone para una artista de su edad. La ex participante de "The Voice Chile" exhibe su íntima relación con el folclor, pero también abarca ritmos que coquetean con lo urbano, las baladas adolescentes endulzadas en exceso y el pop electrónico de acento juvenil. Un menú en 10 tiempos para degustar el inicio de un presente y futuro voluminoso.

13. Cardi B - "Invasion of pPrivacy"
Cardi B es la Cenicienta que nunca necesitó un príncipe azul, que fue stripper en un club que quedaba a cuadras de su escuela, que fue parte de una pandilla, que sufrió violencia doméstica y que, aún así, alcanzó la fama. Porque su música tiene alma y versatilidad. Es más que trap: es pop, es R&B y es Caribe por sus raíces dominicanas y trinitenses. Desfilan Chance TheRapper, Migos y SZA, y se sale un éxito kilométrico como "I likeit" con J Balvin y Bad Bunny.


14. Travis Scott - "Astroworld"
La obra cumbre de Travis Scott juega con la magnificencia de la producción digital e instrumental y con la metáfora de que su vida es la montaña rusa de un parque de diversiones. Y sí, el disco es vertiginoso y contiene tantos matices como colaboradores: StevieWonder, John Mayer, Frank Ocean; Kevin Parker, de Tame Impala, James Blake, y Pharrell se reúnen en distintas labores para reconfigurar el hip hop de métrica old school con armónicas, guitarras acústicas, soul y R&B.

15. Interpol - "Marauder"
El último disco de Interpol es la búsqueda de la relevancia de un rock que pareciera que emprendió la retirada dentro de la música popular. Son los recuerdos del Nueva York de los 2000; la obsesión por las guitarras sucias, la trascendencia de la batería y la profundidad de los espacios instrumentales; el respeto por sus composiciones clásicas. Un reinicio sin mayor pretensión que hacer buenas canciones.


jueves, diciembre 13, 2018

Gepe y Nano Stern se bajan del Festival Migrantes

El Mercurio

Los cantantes, que eran los principales números de la cita organizada para este sábado por el Ministerio de las Culturas, la Municipalidad de Santiago y el Departamento de Extranjería del Ministerio del Interior, explicaron que su acción es una forma de rechazo a la decisión del Gobierno de no firmar el Pacto Mundial sobre Migración de la ONU.

viernes, julio 20, 2018

Los Auténticos Decadentes estrenan una canción junto a Mon Laferte para su nuevo disco en vivo

El Mercurio

La banda argentina también invitó a Gepe para el registro de su "MTV Unplugged", que verá la luz en octubre y que repasa sus grandes éxitos. 

Raimundo Flores S.
Hace 14 años se grabó por última vez un "MTV Unplugged" en Argentina. En esa ocasión, el protagonista de estos registros en vivo -que la cadena televisiva ha realizado con más de 100 artistas desde 1989- fue Diego Torres. En mayo de este año, Buenos Aires volvió a ser sede de uno de estos eventos, con la grabación del concierto que estrenarán en octubre próximo Los Auténticos Decadentes y que contó con una importante participación de cantantes chilenos.

Se trata de la presencia de Mon Laferte y Gepe entre la lista de invitados con los que la banda reversionó éxitos de sus más de 30 años de carrera en formato acústico. Precisamente, de la colaboración con Mon Laferte surgió el primer adelanto del disco, que llega hoy a las plataformas digitales. La chilena prestó su voz en "Amor", canción que el grupo grabó para el álbum "Hoy trasnoche" (2000). Aunque la versión original muestra la faceta más rockera de la banda argentina, este nuevo registro con la autora de "Amárrame" presenta una propuesta más tropical del tema.

En el caso de Gepe, fue invitado para poner su voz a "Sigue tu camino", del disco homónimo que el grupo trasandino publicó en 2003.

Los chilenos se unieron a otros invitados como Rubén Albarrán, líder de Café Tacvba, y a los argentinos Ulises Bueno, El Chaqueño Palavecino y La Bomba de Tiempo.

El disco será lanzado los primeros días de octubre en plataformas digitales y en formato CD y DVD, además de una edición limitada en vinilo. El álbum contará con 21 canciones, que incluyen varios clásicos de la banda como "El murguero", "Vení Raquel", "Los piratas" y "La guitarra".

Los Auténticos Decadentes ya habían colaborado con chilenos en la canción "Chica del barrio" de 2015, en la que se unió al grupo de música urbana Shamanes Crew.

21 canciones
Tendrá el "MTV Unplugged" de Los Auténticos Decadentes, que incluirá versiones acústicas de canciones como "El murguero", "Vení Raquel", "Los piratas" y "La guitarra". El disco será lanzado en octubre en formato digital y físico.



miércoles, julio 18, 2018

Gepe viaja a su juventud y revive a su primera banda

La Tercera

Taller Dejao, el recordado dúo que integró hasta 2004, encabeza el Festival Neutral de octubre.

Por Andrés del Real

El dúo que Daniel Riveros y Javier Cruz formaron en 2002 tuvo una corta vida (el proyecto se disolvió en 2004) pero lo suficientemente llamativa para que su nombre siga siendo mencionado entre los capítulos más originales e influyentes del rock chileno de este siglo. A catorce años de su final y de la publicación de su único disco, Taller Dejao, el proyecto con el que Gepe dio sus primeros pasos en la música, volverá a las pistas este 2018 con un concierto programado para octubre y cargado de historia y simbolismo.

El encuentro será uno de los hitos más destacados de la octava edición del Festival Neutral, el evento que organiza cada año el sello Quemasucabeza y en el que se reúnen diversos exponentes de la escena local independiente. Nuevamente con Matucana 100 como sede, la cita del próximo 6 de octubre presenta uno de sus carteles más variados y atractivos hasta ahora, con nombres como Niños del Cerro, Gianluca, Fármacos, Diego Lorenzini, Bronko Yotte, Yaney y Niña Tormenta.

Fueron algunos de estos mismos artistas, seguidores de Taller Dejao, los que motivaron a Gepe a revivir el proyecto, que en 2004 editó su único disco, El brillo que tiene es lo humano que le queda. “Mucha gente, sobre todo cabros del rock de ahora, me han hablado del grupo y me hicieron darme cuenta que había algo ahí, un recuerdo con cierto peso”, explica el solista, quien dio sus primeras tocatas junto a Cruz en el Liceo Miguel León Prado de San Miguel. Tras algunos años afinando su sonido, la propuesta del dúo comenzó a dar que hablar en el under capitalino, debido a su intensa puesta en escena, su mezcla de rock inteligente y folclor, y su singular formato, con Cruz en el bajo y Riveros en batería y voz.

Luego que ambos tomaran caminos separados en 2004 -al año siguiente Riveros publicaría Gepinto- y de un par de actuaciones dos años después, en 2017 Gepe contactó a Cruz, quien vive hace algunos años en Brasil. Le propuso juntarse a tocar y lo que resultó entusiasmó a ambos. “Ensayamos varias veces en el verano y salió igual que siempre: ni peor ni más viejo, sino ese sonido precario de Taller Dejao que logramos revivir muy bien”, cuenta.

Veinte años
Además de la reunión del dúo, el otro gran hito que cruzará la edición 2018 de Neutral serán las dos décadas de vida que celebra Quemasucabeza, uno de los sellos independientes más importantes de la escena local, cuyo primer disco editado fue el debut homónimo del grupo Congelador, en 1998.

“Neutral ha sido históricamente una especie de showcase, el festival curado por Quemasucabeza, así que para los 20 años, más que una celebración nostálgica, quisimos seguir la tónica del festival y mostrar las propuestas que a nosotros nos parecen interesantes, proyectos que están súper presentes”, explica Rodrigo Santis, director del sello y fundador de Congelador, con quienes también se presentará en la cita de octubre.

lunes, abril 09, 2018

"La carta": Violeta Parra vuelve a inspirar al teatro en un nuevo musical

Gepe y Denise Rosenthal (al centro) con los hermanos Gopal y Visnu Ibarra.

El Mercurio

La pieza, dirigida por los hermanos Gopal y Visnu Ibarra Roa, tendrá músicos invitados: Gepe, Denise Rosenthal y Ana Tijoux, entre otros. 

Por Eduardo Miranda

Los directores tenían una idea para su nueva obra. "Queríamos que todo fuera musical, que fuera cantado de principio a fin y que no hubiera palabra hablada", dice el realizador Gopal Ibarra. Su hermano Visnu complementa: "En 2014 comenzamos trabajando con los coros ciudadanos, luego indagamos en el mundo de Violeta Parra y así nació nuestra 'Violeta ciudadana'. Esta es la continuación de esa investigación".

Los hermanos Ibarra Roa, quienes vuelven a trabajar juntos en la dirección de una puesta en escena, se refieren a su nueva obra "La carta", una obra multitudinaria que convoca a un coro de 100 personas, además de músicos, una bailarina y tres actores. "El año pasado se le rindieron varios homenajes a Violeta, a propósito de sus centenario. Pero quisimos hablar desde otro lugar, desde la simpleza. Tomamos la canción 'La carta' y como hermanos nos inspiramos frente a una circunstancia que narra esta creación", relata Gopal Ibarra.

La pieza estará en cartelera desde el 20 de abril al 12 de mayo y culminará un proceso de creación que nació cuando los hermanos visitaron a Ángel Parra en París, meses antes de su muerte: "Él nos motivó a hablar de una Violeta más política, la revolucionaria, y cómo transmitía esto que tiene que ver con las injusticias del mundo", dice Visnu. Gopal agrega: "Nos inspiramos en los problemas que hay en Chile, las causas de derechos sociales. Todo eso lo tratamos de plasmar en una obra con sensaciones que a nosotros nos provocan".

Claro que, además del elenco multitudinario, "La carta" tendrá músicos invitados cada semana. Gepe, Denise Rosenthal, Ana Tijoux y Max Vivar, de Villa Cariño, se sumarán. "Me siento afortunada de experimentar algo así en mi carrera: el ejercicio de unir un coro y de empatizar con una causa común. Es hermoso compartir el escenario con personas que están motivadas desde otros lugares", dice Rosenthal. "Hablar del legado de Violeta me parece increíble. Estar en un espacio teatral es también un desafío interesante", añade Gepe.

Los directores trabajaron en conjunto con el compositor Cristóbal Montes y la dirección vocal de Ema Pinto y Felipe Lagos. El director Visnu Ibarra finaliza: "Los intérpretes pasaron por muchos procesos de investigación. Nos parecía coherente hacer este cruce de actores y músicos profesionales con artistas emergentes".

Gepe realiza su primer show en Movistar Arena

El cantante ofreció ayer su primera presentación en solitario en Movistar Arena. Durante su show, subieron los músicos Pedropiedra, Javiera Mena, Roberto Márquez y Camila Moreno. "Hambre", "Hablar de ti", "Punto final" e "Invierno", entre otras, fueron parte del repertorio.

sábado, febrero 10, 2018

Los números primos de Gepe

El Mercurio

Después de 12 años de carrera y cinco discos de estudio, admite que no sabe ningún acorde, que le teme a la muerte y que le obsesionan los números primos. Aquí, el cantautor habla de su vida antes de Gepe, de la sobreexposición que lo hizo colapsar y del gran salto que lo consolidará en la música.

Por Carla Mandiola

En 2016, Gepe se subió dos veces al escenario del Festival de Viña del Mar: una con la cantante Ana Torroja y otra con Javiera Mena. Ese año su canción "TKM" fue la segunda más escuchada en radios, según el monitoreo de la SCD. Fue parte de una campaña de ONU Mujeres. Se presentó en España, Estados Unidos, México, Perú, Colombia, Argentina. Llenó el teatro Caupolicán y fue el artista chileno que cerró el primer día de Lollapalooza. Pero para Gepe, ese fue uno de sus peores años.

-En 2016, tuve un colapso, donde no sé si quería dejar de hacer música, pero quería hacer música aislado. Estuve todo el año sintiendo eso. Que todo era mucho, daba entrevistas y no sabía qué decir. Eso me angustió bastante. Me sentí muy expuesto, me di cuenta de que lo más probable es que mi personalidad no soportaba ese tipo de cosas.

En paralelo, Daniel Riveros Sepúlveda -el nombre que aparece en el carné de Gepe- había comenzado una relación con la actriz Antonia Zegers.

-Era una exposición a un mundo que no tenía idea, ni tampoco sé, ni me importa, pero creo que no fue eso. Se me trastocó la realidad y el qué decir era para mí una urgencia. Justo en ese momento tenía tribuna y pensaba que decía cosas pésimas. No lo estaba pasando muy bien y me quise ir a Idahue (en la VI Región, a 130 kilómetros de Santiago) a estar solo por cinco meses, porque no quería ver a nadie. Quería guitarrear y escuchar música, que se supone que es lo que me gusta.

Gepe nunca viajó a Idahue. Un año después, el 17 de mayo de 2017, lanzó el video de su canción "Hablar de ti", en el que aparece Antonia Zegers. Charango en mano, Gepe mira a la actriz y canta: "Me gustan tus ojos azules / me encanta tu pelo que es como una nube".

Dice que al principio le incomodaba llegar a una tocata y ver que el equipo de un programa de farándula lo esperaba para hablar de su vida amorosa, pero que Antonia Zegers se manejaba más con el tema y le decía que se relajara, que no importaba. El problema se solucionó cuando Gepe confirmó en televisión que estaban pololeando. Entonces, dejaron de buscarlo.

-Pero ya no estamos juntos con la Antonia. Terminamos hace un tiempo y nos queremos y admiramos. Es una transformación más que un término. Otras veces en que termino con alguien la dejo de ver, y chao. Ahora hablamos bastante y compartimos cosas. Ella es una mujer increíble, la admiro muchísimo, es seca en lo que hace.

Esa no fue la primera vez que alguien de la vida personal de Gepe aparecía en uno de sus videos. Valeria Jara fue por años su polola, parte de su banda y la protagonista del video "Victoria Roma", un relato triste en el que los dos están separados geográficamente y se comunican por Skype. Gepe cuidó por años a la hija de Valeria, como si él fuera su padre.

-Tengo que aclarar que ella es hija de Valeria y de otro hombre, su papá biológico, pero yo crié a esa niña al principio. Tenemos buena relación los tres. Evolucionada. No tengo rollo con eso. Ha sido y seguirá siendo una fuente de inspiración.

Soledad Sepúlveda, la madre de Gepe, recuerda ese tiempo:

-Tengo la seguridad, la certeza, de que ese fue el momento más crítico de su vida. De un momento a otro, su hija no era su hija y eso es muy terrible. Él nos dijo que la niña tenía el derecho de saber quién es su padre y eso no se puede negar. Él no nos hablaba del tema, porque siempre pensó que su vida la tenía que arreglar él.

Tres

Afuera hay 33 grados y caminar por Providencia se siente como un horno. Pero Gepe no se entera: está en su departamento frente a la avenida Andrés Bello, en un antiguo e imponente edificio sin conserje. El flaco cantante de 36 años, de short negro, polera gris, sin zapatos y con la barba milimétrica, abre la puerta del departamento donde vive solo.

Adentro, el piso de parqué reluce, la cocina es americana, su refrigerador le llega a las rodillas y la mesa central es de madera, sin sillas, pero con dos largas bancas que podrían estar en un camping. Al lado, un par de guitarras, un escritorio con libros y carpetas, y frente a él, un sillón de cuero que usa como estudio de música. Hace seis años está ahí, después de compartir casa en Ñuñoa con amigos como el músico Pedropiedra.

-Vivir con él fue sobre todo muy entretenido y fácil -recuerda Pedropiedra-. Compartimos sentido del humor, horarios, hábitos de limpieza. Lo recuerdo como una época increíble de mi vida y feliz de haberlo compartido con él. Él trabajaba mucho, lo escuchaba haciendo canciones en el día, en la mañana, en la noche.

Gepe dejó esa casa en Ñuñoa y ahora está solo en su departamento en Providencia. Sentado en su living, a veces no es fácil distinguir su estado de ánimo. Su mirada se pierde con facilidad, como si estuviera pensando en otra cosa. Lo mismo pasa cuando está en el escenario: en el Festival de Viña en 2016 cantaba una canción con exceso de energía, y la siguiente, miraba un punto perdido de la galería. Y la siguiente cerraba los ojos, casi sin moverse. Con la mente lejos de todo.

-En el colegio era medio pavo. Como que estaba, pero no estaba, ¿se entiende? Tenía la cabeza en otro lado. Era desordenado, inquieto. Medio torpe también, pero en general en las notas me iba bien.

-¿Déficit atencional?

-Déficit atencional no he tenido, que yo sepa. Era inquieto físicamente, siempre estaba moviéndome. En un minuto mis papás pensaron que me iban a echar del colegio y postularon a otros.

Al final, terminó en el mismo colegio al que entró en San Miguel. Apenas recuerda esto, se levanta de un salto de la banca de madera y mete la cabeza en el estante donde guarda una veintena de libros. Busca como si ahí tuviera un tesoro. Hasta que lo encuentra: un cuaderno de 1989, verde, chico, forrado con plástico amarillento. Todas las páginas del cuaderno tienen un dibujo hecho por él, con un 7 marcado con lápiz pasta rojo y la firma DRS: Daniel Riveros Sepúlveda.

-Efectivamente, el Dani era medio pavo, quería tener su espacio y pasaba mucho tiempo en su pieza, escuchando música, dibujando -recuerda Constanza, su hermana dos años menor. Con ella, su madre, pintora, y su papá, ingeniero comercial, vivieron en San Miguel.

-Los compañeros no lo comprendían mucho. Lo leí en su anuario: decían que él hablaba raro, que no le entendían. El Dani estaba en otra sintonía yo creo -cuenta Soledad.

Ella recuerda que en su licenciatura de cuarto medio lo llamaron al escenario y sus papás no sabían el porqué.
-Nunca fue un excelente alumno, malo no, pero no tenía excelente notas. Lo destacaron por tener un punto de vista y eso nos dejó muy contentos.

Cinco

Entró a bachillerato de humanidades en ciencias sociales en la Universidad Católica, porque, dice, no sabía qué estudiar. Tomó cursos de derecho, pero desistió cuando supo de qué se trataba ser abogado. Un amigo le recomendó estudiar diseño, una carrera menos demandante y que podía compatibilizar con la música.

-Yo le decía que no perdiera ningún semestre, porque nos costaba pagar la universidad -relata su madre-. En ese tiempo, como papás, antiguos, pensábamos que la música no era como para vivir. Tenía que tener una profesión.

Cuando terminó diseño, Gepe hizo su tesis sobre cómo ocupar los sonidos como herramientas del diseño; como el ruido de un auto puede ser parte de un sampler. Terminó su carrera, comenzó a tocar más en serio y formó la banda Taller Dejao, compuesta por él en la batería y Javier Cruz en el bajo.

En ese tiempo, los papás de Gepe se separaron. Él y su hermana Constanza se fueron a vivir con su mamá, quien en ese momento no tenía trabajo. Soledad empezó a hacer clases de pintura en un improvisado taller en su casa, a alumnas que iban en la mañana y la tarde.

-Nunca me voy a olvidar que el Dani me dijo que no me preocupara, porque "estaba ganando su platita". Con qué, le pregunté. Me dijo que con la música, que cuando tocaba, le pagaban. Yo no tenía idea. Sin darme cuenta, cuando él salió de diseño ya era músico. Ya le decían Gepe.

Él supone que la primera vez que le pagaron como músico fue en el lanzamiento de su disco Gepinto, en la Sala Master. El afiche de esa tocata, el 4 de noviembre de 2005, lo tiene enmarcado en su departamento.

-Me encanta adaptarme. Yo y Javiera Mena fuimos los primeros en Chile que cuando nos ofrecían tocar sin banda, decíamos OK, no hay problema. En ese tiempo, cuando nosotros partimos, era común que los de Lucybell, por ejemplo, no fueran si era solo guitarra. Yo preguntaba si había un enchufe, nomás. Solo entendí y aprendí la música por el work in progress. Nunca la he estudiado.

-¿Te complicaba no saber la teoría de lo que estabas haciendo?

-De hecho, un tiempo eso me hizo sentir más que el resto. Pero me bajé de ahí. Igual, cada cierto tiempo me pongo a pensar en eso: ¿debería estudiar música teórica? Pero después digo que de todos los músicos que me gustan, nadie es músico de profesión. Ni Bob Marley, ni Bob Dylan, ni Sonic Youth, ni Animal Collective. Yo agarré la guitarra porque quería hacer canciones, no porque quería ser músico

-¿Has sentido el prejuicio de los músicos tradicionales por tu falta de conocimientos?

-No, y si lo han hecho no me he dado cuenta. Hasta el momento, siempre he tenido a alguien para echar mano de ese tipo de cosas. Cristián Heyne, Vicente Sanfuentes. Javiera Mena conoce bien estas cosas, y en algún momento le pregunté cómo se hacía un acorde, qué pasaba si agregaba un bajo en tal lado.

Javiera Mena recuerda ese tiempo

-Me imagino que le di algún consejo en torno al manejo de las secuencias. Hemos hablado un montón de componer y del arte de la música en general. Por un par de años Gepe fue baterista de mi banda y ahí compartimos un montón de ideas. Creo que esas conversaciones espontáneas envueltas en pasión por la música, pueden haberle tocado el alma.

-Yo estudio música cuando escucho música -dice Gepe-. Ahí tengo mis métodos, pero me da orgullo llegar a tocar en el Festival de Viña del Mar sin saber tocar una nota.

-¿Sabes algún acorde?

-Ninguno. No sé ningún acorde de guitarra, cero. No tengo idea cómo se hace un Sol, Do, nada. Solo lo busco por el oído. He practicado con el oído toda la vida.

Cristian Heyne, uno de los productores de música más importantes de Chile y quien ha estado detrás de más de cien discos, es una de las personas que vio el talento en Gepe y lo potenció.

-Yo tampoco tengo idea de música, soy periodista -dice Heyne-. No es muy común que pasen casos como Gepe, pero se dan. Lo raro es llegar a tener éxito sin cachar, sin saber algún tipo de teoría musical.

Siete

Gepe está obsesionado con los números primos. Una de sus canciones se llama "3, 5, 7" y en la mano tiene tatuados esos números "porque son fascinantes, únicos. Además, así siento que nunca voy a hacer nada que no sea ser músico. Con la mano rayada no puedes ser cajero de banco". También le fascinan las cifras: cuando lo invitan a las oficinas de iTunes o de Spotify en Estados Unidos, siempre pregunta cuánto tiene que durar un disco.

-Cuarenta minutos, 38 minutos como máximo, porque la gente no escucha más que eso. Me encanta saber esas cosas... ¿Cuánto tienen que durar las canciones? -se autopregunta Gepe-. 3:15 minutos -se responde-. Y hace 10 años, eran 3:45 minutos. Está bajando por la falta de atención. Ahora sé que da lo mismo lo que hables en una canción, la gente no pasa del octavo tema del disco.

Ideó sus propias técnicas para crear canciones. En 2008, mientras preparó su exitoso disco Audiovisión, agarró el Nuevo Testamento, abrió cualquier página y usó la frase que encontraba. El comienzo de su canción "Victoria Roma" dice: "Si te volvieras, vuélvete a mí".

-Y encuentro que es una frase muy linda. Seguro que Jesús se la estaba diciendo a alguien.

Su música también cambió. Pasó de las bases más lentas y guitarreadas al charango y las raíces latinoamericanas. Chaquetas apretadas, vistosas y brillantes, pantalones de pitillo. Bailarinas en sus presentaciones y él moviéndose por todo el escenario. Gepe cambió su dieta y bajó de peso. Dejó las frituras y la carne. Despertador a las nueve de la mañana, componer y tocar canciones hasta las tres de la tarde, y de cuatro a ocho correr en el gimnasio. Todos los días.

-Bajé de peso, porque tenía un rollo con la sanidad profunda, necesitaba sanarme. Me enfermaba rápidamente. Y tengo una sensación de vulnerabilidad eterna. Tengo el instinto de sobrevivir, porque todo pende de un hilo, todo se puede acabar. No soy súper inteligente, no soy súper sano, me arreglo con lo que tengo

-¿Crees que verte mejor te ayudó en tu carrera?

-Yo diría que se me abrieron algunas puertas. Pero eso también fue porque la música se abrió. Si hubiera seguido haciendo canciones como los primeros discos, no hubieran pasado las cosas. La facha se potencia con canciones buenas. Pero yo lo hice porque quería sentirme más sano. Yo no cacho nada de chakras ni signos del Zodiaco, solo confío en que para cantar hay que estar bien concentrado y con la energía alineada.

-¿Tuviste alguna enfermedad importante?

-Una, más rara que la cresta, que se llama uveítis. Era un tipo de fotofobia y no podía soportar la luz. Fui al doctor, me vio y se quedó callado por mucho rato. Hasta que me dijo que tenía uveítis, que se genera porque tenía tuberculosis o por algo inmunológico. Me podía tomar un corticoide y se me pasaba en tres días o lo iba a tener siempre. Por eso empecé a desconfiar de mi cuerpo, y necesitaba estar sano. El cambio de estilo de vida fue algo más que querer verme mino.

Once

La última gran fecha de Gepe fue el domingo 28 de enero en el Festival del Huaso de Olmué. Sin darse cuenta, llevaba tiempo preparándose para esa presentación. Desde antes de la invitación trabaja con personas del folclor puro y duro, como María Ester Zamora y Pepe Fuentes, eminencias de la cultura cuequera de Chile.

-Creo que lo mejor de 2017 fue conocerlos a todos ellos, cómo funcionan, la sinergia que tienen. Cantar cuecas, tonadas, bailar con ellos, comer juntos. Son gente muy linda. Cantan y sobreviven, y desde el comienzo se abrieron y ahora me consideran familia.

Gepe se vuelve a parar de un salto de la larga banca de su living y saca las únicas dos fotos Polaroid que tiene pegadas en el minirrefrigerador. Aparece con María Ester Zamora, Pepe Fuentes y los músicos cuequeros más jóvenes que los acompañan. Ahí, su mirada no está perdida.

Después de 12 años de carrera y cinco discos de estudio, el 8 de abril dará un gran salto: se presentará solo en el Movistar Arena, la más clara señal de consolidación de un artista chileno.

-De chico nunca consideré el futuro. Para mí solo existe de aquí a abril, cuando toque en el Movistar.

-¿Hay algo que te da miedo?

-Le tengo miedo a la muerte. Creo que nos podemos enfermar en tres segundos o nos puede arrollar un auto. Es tan fácil desaparecer y me aferro a personas, situaciones, discos. Yo me aferro a lo que he hecho, siento que estoy un poco más vivo porque he hecho discos.


jueves, febrero 20, 2014

Gepe: "En mi show no habrá momentos para que la gente se aburra"

El Mercurio

Antes de llegar a la Quinta Vergara sorteó con éxito la actuación más masiva de su carrera hasta el minuto: en Talca frente a 70 mil personas. Sabe que en el festival la repercusión no tendrá fronteras y se siente listo.

José Vásquez T.

Sabía que llegaría muchísima gente. Gepe, antes de realizar la prueba de sonido de su último show previo al tagadá mediático que le significará ser miembro del jurado del Festival de Viña del Mar, recorrió el borde del Río Claro, donde se celebró La Semana de la Independencia en Talca, que terminó anoche. Un evento musical que en la Séptima Región celebran orgullosos como el espectáculo gratuito -peleando codo a codo con la Pampilla- más masivo de Chile y que en cinco jornadas congregó a cerca de 400 mil personas.

El miércoles en la tarde Gepe recién comprendía las dimensiones del lugar al que había llegado a tocar en una jornada que completarían Los Jaivas y Noche de Brujas. La voz de "Por la ventana" sonreía pensando en que nunca antes se había presentando para tanta gente. Esa noche, según los organizadores, se congregaron 70 mil personas y esa fue la antesala de un desafío mayor, cuando desde el próximo 23 de febrero diga presente en las seis jornadas del Festival de Viña del Mar.

Ahí, aunque en la Quinta Vergara el aforo es varias veces menor de lo que tuvo en Talca, la repercusión y la transmisión a todo Chile y el extranjero de su actuación del 26 de febrero amplificarán una resonancia mediática para la que dice estar preparado.

Daniel Riveros -su nombre tras el pseudónimo Gepe- sabe que su carrera va en ascenso, "tal vez no a la velocidad del rayo, pero de a poco me he ido haciendo más conocido", dice. Es por eso que no se hace problemas cuando por ejemplo en los comerciales de CHV se lo presenta como "la nueva revelación chilena". "Es que no me considero un artista nuevo", vuelve a reír Gepe.

Porque es difícil que se califique como artista nuevo a alguien con más de 10 años en la música y 4 álbumes -aparte ha editado discos con Taller Dejao, Caravana y Alex Anwandter, en la dupla Alex y Daniel-.
"De verdad no siento nerviosismo pensando en Viña, sino que ansiedad y las ganas de tocar pronto. Haré el mismo show que vengo presentando el último año, pero aumentado, eso me da tranquilidad", dice el cantante.

A las dos bailarinas que lo acompañan en vivo, se sumará el cuerpo de baile del Festival de Viña del Mar, totalizando una coreografía con más de veinte personas sobre el escenario. Además, estará apoyado por visuales que preparó CHV y que fueron aprobadas por él, y se acompañará de tres músicos invitados que prefiere mantener en reserva, aunque revela al primero.

Uno será Pedropiedra -quien se subirá por tercera vez a la Quinta Vergara, luego de tocar con 31 Minutos y Jorge González-, los otros dos, "sorpresa", insiste. "Son de generaciones distintas. Uno es de la mía y el otro de una algo más antigua", dice. En Talca lo acompañó en vivo en dos canciones Juanita Parra, aunque él lo adjudica a la casualidad de coincidir con Los Jaivas en el mismo evento.

Se tiene confianza Gepe, tanta como para mostrar una canción nueva que apenas ha tocado en vivo en tres ocasiones. "La haré porque a todos en el grupo nos gusta y cuando la tocamos en vivo, la gente ha reaccionado súper bien. Es la canción más Sandy & Papo que tengo", intenta graficar sobre su nuevo sonido que podría derivar en su siguiente álbum. "Estoy trabajando en nuevas canciones, a lo mejor en los próximos meses comienzo a grabar un disco", comenta, aunque dentro de su entorno proyectan que recién habría nuevo material en 2015. Sus próximos pasos luego de Viña del Mar son giras por España ("GP" se edita allá el próximo 17 de marzo) y México.

"A Viña siempre lo he mirado por la tele, incluso en mis años más underground y alternativos, me ha parecido un buen show. El año pasado quería ir a ver a Romeo Santos, pero pude ir solo a Miguel Bosé, que estuvo increíble", cuenta sobre su experiencia de público.

- Tendrá 40 minutos de show. ¿Qué sería para usted un triunfo: poder tocar más canciones o recibir los premios del público?
"Que me invitaran ya lo recibo como un triunfo. En el tiempo que me dieron alcanzo a tocar 10 canciones, lo que me parece suficiente. Pero estoy preparado para tocar más. Si me aplauden y a la gente le gusta, yo podría tocar más de una hora. En mi show de Viña del Mar no habrá momentos para que la gente se aburra. Está planificado para que el que no me conoce se quede viéndome y no haga zapping ".

- Manuel García, Francisca Valenzuela y usted han tocado en Olmué antes de Viña. ¿Siente que así debe ser el camino a este escenario?
"Son pasos lógicos, aunque todos somos de mundos algo distintos. Esos festivales están tan conectados como Lollapalooza y el Vive Latino, por ejemplo".

-¿Quién cree que debería ser el próximo artista chileno ocupando su lugar en Viña?
"Por mí que fuera Pedropiedra, Astro, Alex Anwandter o Javiera Mena. Mis compadres, obvio".

Debut con estreno 

Gepe se presentará por primera vez en Viña y se atreverá a tocar una composición inédita, que aún no tiene nombre. "Es la canción más Sandy & Papo que tengo", señala.

sábado, junio 29, 2013

Los músicos llevan sus canciones a los escenarios teatrales

El Mercurio

Nano Stern compuso la banda sonora de la obra "Acción armada", que se estrena hoy. Fernando Milagros también es un colaborador teatral y Gepe hizo 15 temas para un montaje musical.

Eduardo Miranda

Se puso un objetivo: plasmar los sonidos de Chiloé, pero también generar estados emocionales profundos en muy poco tiempo. El músico Nano Stern aceptó el desafío que llegó desde el teatro, y decidió crear una banda sonora.

Así fue como el músico se sumó al equipo de "Acción armada: 42° 26' S / 73° 35' W", título completo de la obra que hace referencia a la ubicación exacta de Curaco de Vélez, donde se desarrolla la historia ambientada a inicios de los años 80.

La obra, escrita por Andrés Kalawski y que dirige Ramón López, festeja los 70 años del Teatro UC y esta semana debutó en la sala universitaria. Su trama presenta a un director relegado en esa localidad sureña, y que pronto empieza a dirigir a un grupo de actores aficionados.

Protagonizada por Ramón Núñez, Blanca Mallol, Pablo Macaya y Antonia Santa María, la misión de Stern no fue solamente ambientar las escenas. "Existía la necesidad de crear un par de motivos, y luego desarrollarlos en función de la historia. Me basé en un par de elementos claves", dice la voz de "Casualidad", y explica: "Por un lado, la referencia geográfica evidente; la obra sucede en Chiloé y ese maravilloso archipiélago tiene un sonido propio, lleno de colores y ritmos. Pero a la vez existía la necesidad de afrontar esa sonoridad desde nuestro punto de vista contemporáneo".

En total, Stern creó nueve intervenciones de música incidental y tres en que los actores tocan en escena. Los instrumentos predominantes son guitarra, bombo, acordeón y violín tocado de manera rústica. "Fue surgiendo una sonoridad emparentada con la música de Ennio Morricone por un lado y de Luis Advis por el otro. La obra refiere a una época y una estética que me pareció conjugaba perfectamente con esas sonoridades. Una especia de Western chilote lleno de antihéroes", agrega el músico.

Claro que Stern no es el único que salta de los conciertos y discos a las butacas. Esta temporada otros dos músicos también se suman a la tendencia de las bandas sonoras teatrales.

Por su formación de diseñador, el músico Fernando Milagros es un colaborador histórico del director Víctor Carrasco. Para la obra "Bailando para ojos muertos" creó una versión de su canción "Carnaval", que se convirtió en el preámbulo de la pieza. "Tenemos puntos de vista comunes en lo escénico, pero esta vez coincidió que había una gran relación entre el texto de la obra y la canción. Fernando logró un adecuado estímulo sonoro", explica el director teatral.

Gepe también llegará al teatro: el músico de "Fruta y té" creó 15 canciones para el musical "Sueño sur", que hace una versión local de "Sueño de una noche de verano", de Shakespeare. "Hay un juego entre la música contemporánea y el folclore que Gepe logró fusionar muy bien", explica el dramaturgo y director Jorge Schultz, sobre la obra que debutará en 2014.

domingo, enero 27, 2013

El salto de Gepe

La Tecera


Gepe tiene 31 años, cuatro discos y es considerado uno de los mayores exponentes de la nueva camada de músicos chilenos. Tímido y de pocos amigos, se mueve generalmente en un circuito de escenarios pequeños y con público fanático. La semana pasada decidió apostar distinto: actuó en la última noche del Festival de Olmué. Lo acompañamos en su desembarco en una fiesta popular y masiva.

por Pedro Bahamondes


Sábado, 23 horas. Gepe está de pie, con su guitarra anclada al cuello. Frente a él, más de cien fanáticos corean la última canción de la noche en el Centro Cultural Gabriela Mistral, en Santiago. Todo fluye en un escenario de esos que a este artista le son familiares: tocatas íntimas, lugares pequeños, como un concierto entre amigos. Pero entonces, junto con despedirse, lanza al aire un aviso: “Prendan la tele mañana a eso de las 12 de la noche”.

Más tarde, Gepe -que se llama Daniel Riveros, tiene 31 años, estudió Diseño Gráfico en la UC y ya tiene cuatro discos editados- se fue a dormir, sin pensar en nada más que en el día siguiente. El día de su actuación en el Festival del Huaso de Olmué. El día en que decidió medirse en un espacio popular y masivo. El salto al mainstream.

El ensayo

El domingo comienza temprano. Hasta la casa de Gepe en Ñuñoa llegan los que lo acompañarán este día. Entre ellos, Rodrigo Santis, director del sello del cantante; la productora Carla Arias, la periodista Pía Vargas, los músicos Pedro Subercaseaux -más conocido como Pedropiedra-, Felicia Morales y Christiane Drapela; cinco bailarinas y un sonidista. Después de 40 minutos, se estaciona afuera el bus de dos pisos que los llevará a la V Región.

A mediodía, el vehículo con Gepe y compañía se detiene frente al Parque El Patagual, en Olmué, donde se realiza el festival desde su primera versión, en 1970. Durante todo el trayecto, Gepe estuvo callado, con sus audífonos clavados en los oídos. Faltan varias horas para su presentación y en ese silencio convergen todos sus miedos, como hablar ante muchas personas y, sobre todo, ser el centro de atención. Pero a esas alturas ya no hay escape. Millones de personas lo verán en televisión por primeras vez, durante 40 minutos.

La prueba de sonido parte a las 12 y media y sin Gepe, quien descansa en el camarín: una carpa blanca con alfombra verde, varias sillas, un sillón. En el escenario, los técnicos se ocupan de acomodar su batería, las guitarras y el resto de los equipos. Minutos después aparece el cantante. Con jeans, zapatillas y un polerón con capucha.

Al verlo, varios insisten en que Daniel está muy flaco, pero más extrovertido y sonriente. Dejó de comer carne y retomó el deporte, que había abandonado siendo niño, cuando era parte de la selección nacional de jockey. “He trabajado más el personaje de Gepe. Sin embargo, sigo siendo el mismo de antes. Todos hablan de un cambio y de búsquedas y yo sólo hago lo que me sale”, dice él.

Se sienta frente a la batería y empieza a jugar con ella. “Nunca me interesó estudiar música, aunque lo intenté con profesores particulares. No me daba la cabeza con las partituras. De hecho, aún no sé nada de acordes, pero igual hago música, siempre a partir de sonidos”, cuenta. Las bailarinas ensayan a su alrededor, vestidas con trajes y grandes máscaras coloridas, similares a las de las fiestas nortinas, una imagen que combina bien con la definición que los críticos han hecho de la música de Gepe: un pop que coquetea con el folklore.

“Probemos ‘zapato’ primero”, dice Gepe, refiriéndose a Con un solo zapato no se puede caminar, una de las canciones de GP, su último disco, lanzado en octubre, cuando la crítica terminó por alzar su nombre dentro de las ligas mayores. Gepe entonces canta y los asistentes, técnicos y personas que andan por ahí toman asiento en las butacas. Todo suena perfecto. Son casi la una de la tarde en Olmué.

Aparece el animador del festival, Cristián Sánchez. Lleva un café en las manos. Se sienta en la primera fila; Gepe lo mira de reojo. Al terminar la prueba, Sánchez se acerca.

-Hola, ¿cómo estái?

Gepe le da la mano, con la mirada perdida en otro lugar.

-Cuéntame, ¿qué se siente estar acá?, ¿todo bien? -insiste Sánchez.

Gepe sonríe y le dice lo que luego repetirá varias veces en el día. Que era un honor para él, que lo había soñado desde hace mucho tiempo y que el festival era importante, por ser uno de los pocos en mantener la tradición del folclor, el motor de su música.

-¿Y qué presentarás hoy, un poco de los tres discos? -pregunta Sánchez.

-Son cuatro -corrige Gepe.

Chapuzón

-Me encanta cómo se ve el Dani, se parece a Danny Zuko -dice Pía, cuando ve pasar a Gepe con el look del personaje de John Travolta en Grease: peinado con chasquilla hacia un lado, con polera negra dentro del pantalón, mochila y una pequeña maleta con ruedas donde está todo lo que necesita para el día. Incluido traje de baño.

Su nueva imagen y actitud no sólo provocaron un giro en su vida, sino también en su carrera. Durante el 2012, Gepe se convirtió en el rostro de una marca de ropa junto a Francisca Valenzuela y colaboró con artistas como Jorge González, Javiera Mena y Julieta Venegas. A eso se sumaron las giras por México y Europa y luego, de vuelta en Chile, una agenda interminable de conciertos que lo pusieron en una vitrina a veces incómoda, incluso para él. Para este año ya tiene confirmada su actuación en Lollapalooza y Vive Latino.

A la una y media de la tarde, Gepe y el equipo sólo piensan en el almuerzo. Caminan un par de cuadras hasta unas cabañas habilitadas para las comidas. Hay varias mesas bajo un parrón, una piscina, los cerros y el valle de fondo. “Estamos como en una película”, lanza Pedropiedra. Todos se ríen. Se sientan.

Después de comer, viene la distensión. Gepe logra hacer lo que lleva esperando un buen rato: un chapuzón en la piscina. Luego, la siesta.

El show

La noche cae en Olmué. Corre un viento suave que apenas enfría el ambiente. Los garzones ordenan los platos en las mesas y otro hombre se encarga de las carnes sobre la parrilla. Gepe y compañía aparecen en el lugar.

La cena comienza a las 9 y media de la noche, mientras en la plaza del pueblo, a sólo una cuadra, la gente termina de ingresar al Patagual para la última noche de festival. Gepe lleva puesta la capucha de su polerón. “Ahora sí que estoy nervioso”, dice. Minutos antes le habían confirmado la hora de su presentación: 12 en punto, después de Illapu, la competencia y un humorista.

Llega la van que los llevará hasta el Patagual. Gepe se mantiene aparte. A ratos inhala y exhala profundo y sesea para ejercitar la modulación. Mira por la ventana. Se ríe contadas veces. Ya en el camarín, vestido para el show, permanece sentado en un sillón con sus audífonos, el celular en su mano derecha y la cabeza perdida dentro de la capucha. Frente a él, Pedropiedra, a cargo de la guitarra, hojea un libro y bebe cerveza.

En el festival, después de Illapu sigue Marco Charola Pizarro. No dura ni media hora. Es el momento de Gepe. Antes de salir del camarín, él y su equipo se juntan para tomar una foto. Para inmortalizarse en esta aventura en medio del campo. Luego, Gepe camina por el pasillo hacia el escenario. Lo anuncian, sale a escena.

Casi no habla durante el show. Sólo quiere música, baile y luces, la fiesta que ha planeado para esa noche. En bambalinas, su equipo lo espera para abrazarlo. Una mujer vestida de huasa, encargada de entregar los premios, se acerca a Pía. “No nos quedan más que éste -el que sostenía en sus manos-. Se lo entregaremos simbólicamente y luego se lo pediremos de vuelta. Después le darán otro”. Pía sólo la mira. Ya todo da igual.

El show termina con una ovación. Las bailarinas y los músicos bajan del escenario. Gepe sigue arriba, bajo las fuertes luces y ante la vista de 1.200 personas, donde sus fanáticos son los menos.

-Buenas noches -se despide.

Camina lento hasta donde lo espera su grupo. Viene con la frente sudada, tembloroso, sonriente. “Lo pasé bien”, dice. “No quiero pensar ahora en lo que va a significar todo esto, ni siquiera he visto los comentarios en Twitter. Quiero dejar reposar un rato la cabeza y asumir esta experiencia como un paso más”. De vuelta en el camarín, todos se abrazan. Gepe se sirve jugo, se sienta en un sillón, se queda unos minutos mirando nada. Luego sonríe.

Sobre el escenario, la fiesta popular -la primera de Gepe- se prende aún más con el dúo Pimpinela.


lunes, enero 07, 2013

Lo nuevo de Gepe y Alex Anwandter, mas reediciónes en vinilo de Pánico, Electrodomésticos y Los Jaivas marcan el inicio discográfico chileno 2013

La Tercera

por Claudio Vergara

Ya pasaron los recuentos, las listas y las discusiones sobre si 2012 fue el año de Frank Ocean o de veteranos como Rush o Bob Dylan. Ahora se abre una nueva era: la de los primeros lanzamientos discográficos de 2013. En el período que va de enero a marzo ya hay más de un centenar de estrenos, repartidos entre salidas de singles y discos. Aunque en el circuito anglo los retornos más esperados se concentran a mitad de año (ver ficha), el primer tramo de 2013 ofrecerá producciones de alto impacto.

Chile:

* Gepe y Alex Anwandter: El proyecto que Gepe integra junto al ex Teleradio Donoso -y bautizado como Alex & Daniel- tendrá su debut en la segunda quincena de enero, según el sello Quemasucabeza. Como adelanto, el dúo ya presentó el single Mundo real.

* Reediciones chilenas: Como parte de la colección de vinilos que ha tenido álbumes históricos de Los Prisioneros, Lucybell y Tiro de Gracia en el viejo formato, el sello EMI lanzará entre enero y febrero los celebrados trabajos de Pánico (Pornostar); Electrodomésticos (Viva Chile y Carrera de éxitos) y Los Jaivas (homónimo conocido como “El indio”).

Anglo y Latino:


* Bon Jovi: Es el primer estreno de importancia y el encargado de abrir los fuegos. Eso sí, por ahora sólo se trata de un single: hoy, la banda más persistente del rock ochentero de filo glam presentará Because we can, el primer bocado de What about now?, su primer álbum en cuatro años y con fecha para el 26 de marzo. Según su guitarrista, Richie Sambora, la canción mantiene el talante optimista de su título, bajo una melodía saturada de guitarras enérgicas. Y si de esperanza se trata, el sencillo bautiza la gira mundial que los tendrá hasta julio en Norteamérica y Europa, y que luego se moverá hacia Latinoamérica.

* Yo la Tengo: Si la vieja guardia ochentera tiene en Bon Jovi una razón para sacudir los ahorros, las huestes alternativas se alistan para el reencuentro con los estadounidenses: vuelven el 15 de este mes con Fade, producido por el histórico John McEntire (Tortoise) y que, según el conjunto, presentará melodías finas, ruido elegante y giros orquestales.

* Tomahawk: La banda de Mike Patton viene a Lollapalooza y lo hará con Oddfellows, disco que cruza guitarras ruidosas y experimentación, y que sale este 29.

* Nick Cave and the Bad Sees: El cantautor monta su banda de formación cambiante para editar Push the sky away, su retorno tras el notable Dig, Lazarus, Dig!!! (2008). Con salida para el 18 de febrero, la entrega fue grabada en una mansión del siglo XIX en el sur de Francia y fue escrita a lo largo de doce meses. Según el propio Cave, sus letras aluden a las diferencias entre el mundo real e internet.

* Atoms for Peace: La superbanda de corte más alternativo -Thom Yorke (Radiohead), Flea (Red Hot Chili Peppers) y el productor Nigel Godrich, entre otros- ya había girado con éxito, pero aún lucía una deuda: la publicación de su debut. El 25 del próximo mes será el día para sepultar dudas. AMOK es el nombre del trabajo que fusionará trazos experimentales con decorados electrónicos, bajo la huella de lo último de Radiohead. Eso sí, aquí no hay letargos: el material fue registrado en apenas tres días.

* Depeche Mode: Con Bon Jovi, los británicos lucen el otro mayor lanzamiento de los primeros meses de 2013. Además, las expectativas están en plena ebullición, sobre todo tras las amenazas de uno de sus cerebros, Martin Gore: “El disco tiene una onda parecida a Violator y Songs of faith and devotion, y los temas están entre los mejores que hemos hecho”. Aparte, el músico recalcó que se trata de una pieza cercana al soul. Para materializar promesas, el trabajo -aún sin nombre- sale en marzo, como preludio de un tour mundial.

* Julieta Venegas: La mexicana ostenta uno de los primeros estrenos latinos de importancia. Se trata de Los momentos, álbum que ya alista su segundo single y que posee la colaboración de la chilena Ana Tijoux. Como extra, el lanzamiento -fechado para marzo- contará con un DVD que trae a la artista interpretando duetos, entre ellos, con otros chilenos: Gepe y Javiera Mena.

* Cher: Aunque otros se llevan los desvelos de sus fans, la cantante se gana el hito temporal: es su primer disco inédito en 12 años. Sale a fines de marzo, ya tiene un single (Woman’s world) y ella lo ha adelantado como un ecléctico álbum de dance.

sábado, diciembre 08, 2012

El punto de quiebre de Gepe

La Tercera


Con su último álbum, el cantautor dio su mayor salto a la masividad, en una conversión donde se cruzan trances personales con genuinos deseos de ampliar su audiencia.
por Claudio Vergara


Un quiebre propio explicado a través de un gesto ajeno. Daniel Riveros (31) cuenta que lo que más le ha impactado del último año de su amigo y colega, Manuel García, no es su escalada en popularidad ni el cisma estilístico de su álbum más reciente. Lo que más lo obsesiona es la nueva inclinación de su cuello. “Es que ahora camina levantándolo y antes lo hacía más encorvado, como mirando hacia abajo. Eso de verlo con el cuello más para arriba me tiene loco, porque pienso que le dio una visión más amplia de la realidad y de la gente, que es un poco lo que también me pasa a mí”, compara el sanmiguelino, trazando un paralelo con su propio 2012: el año en que la trayectoria de Gepe luce su salto más sustantivo hacia la popularidad, sacudiéndose de los nichos y las etiquetas más estrechas.

Un ascenso que tiene como eje su último álbum, GP, lanzado en octubre y que ostenta un puñado de canciones servidas para la rotación radial, y donde habitan desde el reggaetón hasta la música andina, partiendo por su primer single, En la naturaleza (4-3-2-1-0). El golpe de efecto ha detonado que el trabajo se agote en un par de semanas en algunos puntos de venta, como la Tienda Nacional, y que parte de sus últimos espectáculos, en sitios como el club Subterráneo, se atiborren de un público mucho más diverso que el que lo aplaudió durante sus tres álbumes anteriores.

“Mientras no traicione mi sentido estético, no me enrolla para nada la masividad”, asume el artista, sentado en el patio de un recinto de Barrio Italia que mezcla decoración en sus rincones y quiches en su menú, sin obsesionarse con el tema y aún bajo esa estampa de niño cohibido que tropieza con sus propias palabras.

“Hasta ahora me siento súper cómodo, porque quería salir del típico público más indie. Aparte que ahora el indie es demasiado mainstream, se transformó en lo masivo, al menos como lenguaje. Y me parece bacán que me escuche la gente común y corriente, que también ve música por televisión y que no es tan melómana. Una vez, de hecho, miraba a los Chancho en Piedra y pensaba: ‘Qué bacán tener un público así, tan fiel y que te defiende en todas’. Claro que me gustaría algo así. Y claro que me gustaría ir al Festival de Viña, no tendría problemas”, ilustra el hombre de Por la ventana, quien en los próximos meses tendrá nuevas vitrinas para ampliar su presente: por estos días es una de las cartas casi seguras para la próxima edición del Festival de Olmué que transmite CHV; y en su reciente paso por México grabó junto a Javiera Mena para el nuevo disco de Julieta Venegas.

Eso sí, Gepe, que reporta a Aventura y Lady Gaga entre los últimos conciertos a los que asistió, advierte: “Yo sí quería llegar a más gente, pero también se dio solo, de modo natural, porque no sabía cómo hacerlo. (El productor) Cristián Heyne me ayudó a encauzarlo. Por mi parte, sólo tenía en la cabeza hacer canciones más simples y masivas que, por lo demás, es mucho más complejo. Según como yo lo veo, hacer una canción de Lady Gaga puede ser más difícil que componer una de Yo la Tengo. Aunque a futuro creo que me dedicaré al hip hop, a los shows sin demasiados instrumentos”.

Aunque el punto de quiebre se precipitó de manera natural, los últimos dos años de su vida son el contexto clave para entender un vuelco. A nivel escénico, maduró su presencia sobre el escenario, logrando un dominio que espantó la indolencia y timidez de sus primeros años. A nivel personal, adelgazó de manera evidente y enfrentó un doloroso trance del que prefiere no referirse. Tras ello, se separó de Valeria Jara, ex integrante de su banda, y madre de su hija Amalia, hoy de cuatro años. Un tobogán en el que -al igual que la imagen del cuello de Manuel García que usa como referente ajeno- también necesitó auxilio externo.

El cantautor profundiza: “Estoy en una búsqueda personal, porque siempre he sido corto de palabra, malo para darme a explicar. Las únicas dos ocasiones en que no ha sido así son las entrevistas, que me gustan harto y me sirven para saber qué opina alguien que no conozco de mi trabajo; y con mi siquiatra, un tipo muy bacán que me recomendó un amigo después de pasar por hartos bien malos. Me ayudó a madurar en todo sentido. A mí me cuesta decir lo que me pasa, porque en general todos en mi familia somos súper tímidos. Pero esta ayuda fue increíble y ya llevó harto tiempo, casi un año. Aparte que empezamos a hacer hipnosis, no tan profunda, pero donde quedo casi dormido”.

A la hora de mirar su vida más privada, Gepe adopta un tono reflexivo que escasea en el resto de la conversación y escoge con sosiego cada una de sus palabras, definiendo el vínculo con su hija en dos conceptos: “Importante y difícil”. Luego continua: “Para personas tímidas y truncas como yo, esto es una prueba, porque te vuelve muy vulnerable. Uno se empieza a rendir cuentas a sí mismo. En general, los niños te ponen en un jaque constante de cosas, de tiempos, de emociones, eso es súper heavy... te amarras más a la tierra, te plantea un mapa muy distinto para ti en esta vida. Te lo cambia. Es como ‘cagué, ahora tengo que hacer esto’. Pero no es para volcarlo en mis discos. No soy de los que hace álbumes cuando está triste, cuando está feliz o cuando tiene un hijo. Eso lo dejo para mí”.

lunes, octubre 22, 2012

Gepe y su nuevo disco: "Ya no soy simplemente el cantante con la guitarra"

El Mercurio


El músico nacional estrenará este miércoles "GP", su cuarto álbum, y que abandona el corte más íntimo de sus producciones anteriores.

Javier Contreras

"Mi música es para todos", parte diciendo Daniel Riveros, más conocido por Gepe, su nombre artístico. El cantautor chileno de 31 años lanzará este miércoles 24 "GP", su cuarto disco de estudio y el sucesor del aplaudido "Audiovisión" (2010). De la producción, ya se conoció hace un mes "En la naturaleza", el primer sencillo, que sorprendió a quienes todavía relacionan al artista con el género folk. Una base rítmica inspirada en el reggaetón y una sección de bronces anunciaban un giro radical, el que el propio Gepe confirma sobre su nuevo álbum.

"Es un disco más arriba, más de celebración, de buena vibra, porque está influenciado por la música carnavalesca, la música andina, el reggae, la música de fiesta, la que uno pone cuando está de carrete con los amigos", explica. Dice que apostar por ese sencillo, según él, la canción más extrema del álbum en su fusión de estilos, sirvió de prueba. "Esa canción se va al chancho con todo, por eso fue el primer single , si se bancan ésta, se pueden bancar las otras. Ha gustado a gente que quizás antes no le había pasado mucho conmigo y estoy súper contento", admite.

"Ya no soy simplemente el cantante con la guitarra. De hecho, en vivo ahora somos una banda de nueve, por los bronces y las percusiones, y hasta hay dos niñas que bailan", añade. El cantante compuso las once canciones de "GP" el verano pasado, las que grabó rápidamente en julio junto al productor Cristián Heyne, con quien también colaboró en "Audiovisión". "Ese disco, junto a 'Hungría' y 'Gepinto' fueron como una trilogía, parte de un mismo camino. Y ahora empiezo de nuevo. Por eso sentía una urgencia con 'GP'. De hecho, hice las canciones en tres segundos, muy entusiasmado", cuenta.

Gepe revela que una inspiración clave fue la contingencia social del año pasado. "Cuando hablo de un disco de celebración, lo veo como una manifestación colectiva. Todo lo que pasó con las marchas fue de gran influencia para mí. Me tocó muchas veces estar ahí y poner atención a la música que tocaban, y veía cómo bailaban. Encajaba perfecto, súper música, con súper danza, con gente joven, con la sociedad despertando, era todo muy inspirador", sostiene.

Sobre las expectativas que tiene puestas en "GP", el músico no esconde su intención de apuntar a la masividad. "Me encantaría sonar en radios juveniles, tocar en el Festival de Viña, porque la música es para todos. Soy parte de una generación de músicos que estamos cambiando la música chilena por medio del desprejuicio. Creo que la tarea de nosotros ahora es generar la sensibilidad en las personas de que la música no es sólo rock en Chile, de hecho, rock chileno le dicen a la música chilena. Espero que deje de ser así", dice.

Y, con convicción, agrega: "Lo que nosotros venimos a decir, junto a Pedropiedra, Álex Anwandter, Javiera Mena, Dënver, Astro y muchos más es que hay un abanico gigante de opciones musicales que son súper interesantes. Nuestra meta ahora es hacer el camino más expedito entre el público general y la música que hacemos. No creo que mi nicho se haya ido acotando, sino que, al contrario, va ampliándose de a poco. Lo que ocurre es que esto todavía no se cristaliza y creo que va hacia algo súper importante para la música chilena".
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En vivo
Un concierto de dos horas contempla el lanzamiento en Club Chocolate el miércoles. El 17 de noviembre estará en  La Cumbre del Rock Chileno.

domingo, octubre 14, 2012

Fernando Milagros tocará con Camila Moreno y Gepe en show del viernes 19

La Tercera


El músico que lanzará el single Nahual en Centro Cultural Amanda y tocará en la Cumbre del Rock Chileno, habla de sus planes para 2013: producir, componer para un nuevo disco de su proyecto paralelo Bahía Inútil y llegar a México.

por Carolina Cerda Maira


Aunque Fernando Milagros y Camila Moreno tienen una permanente relación musical debido a que comparten baterista, jamás han tocado juntos sobre el escenario. Pero eso va a cambiar el 19 de octubre. Porque Moreno es, junto a Gepe, uno de los músicos invitados al concierto que Milagros hará en Centro Cultural Amanda para presentar su nuevo single, Nahual. Canción que apareció en la banda sonora de la cinta Mi último round y cuyo videoclip -que se mostrará en el lanzamiento- fue dirigido justamente por el realizador de la cinta.

El show se basará en su disco San Sebastián (2011), y Briones -el apellido de Milagros-, comenta: Tengo planeado invitar a un par de amigos cercanos que han estado más o menos presentes en la grabación y también en el camino de la música. Uno de uno de ellos es el Gepe, porque el grabó todas las baterías disco y la otra invitada especial es la Camila Moreno. Es la primera vez que la invito a uno de mis conciertos. Tenemos hartas cosas en común, me gusta ene lo que está haciendo y a ella también lo mío, entonces hay un lazo ahí. Además, el Matías Mardones, que es mi baterista, también toca con ella. Es casi un poquito familiar la cosa".

Sobre cómo se coordinan al momento de tocar en vivo, Milagros comenta entre risas "El que es más ordenado, gana". Y luego aclara que en caso de toparse con conciertos, hay "reservas en el equipo". Además, explica que, al ser ambos solistas, las canciones pueden funcionar en diferentes formatos de la banda. "Las canciones, sin duda cambian dependiendo de quien las toca, pero sigue siendo la misma voz y la misma canción, así que igual se puede achicar el formato de banda y la esencia no se pierde". La idea es que en el single Nahual, Gepe aporte en timbal y que la Camila que me apoye en el single anterior, que fue Carnaval, que es un dueto de hombre y mujer. De hecho, ambas canciones fueron grabadas originalmente con Christina Rosenvinge.

"El show más importante de noviembre es el de la Cumbre del Rock Chileno", dice y agrega: "Casi como para cerrar el año en términos más masivos". Sobre su set y el nivel de expectativas que genera este tipo de megaeventos, comenta: "Estoy decidiendo si voy a hacer magia sobre el escenario y levitar o si voy a hacer el show que hago siempre. Porque siento que las canciones son lo importante, más un show que suene fuerte y como corresponde a una banda de rock. Quizás prepare algo especial en el vestuario, iluminación y visuales, pero no lo he decidido"  

PLANES PARA 2013 

No ha terminado 2012, pero Milagros ya tiene varios planes para el próximo año. Primero, está el producir tres discos. Aparte del trabajo de una banda de Concepción llamada Niño Cohete -"Que son bien buenos"- y un nuevo trabajo de Hoppo -"Me invitaron hace poco"- y su proyecto paralelo junto a Manuela Infante, la dramaturga de  Prat, Juana y Cristo.

Pero no termina con esto. Si bien suele hacer giras y participar en festivales en España, ahora busca mostrar su música con la misma fecuencia en otros lugares. "Con mi agencia nueva, que es Evolución, estamos en plan de internacionalizar, como siempre. Estamos pensando en México para el próximo año. Porque en España está todo bien, pero ellos están súper mal (económicamente), así que no conviene mucho ir para allá".

miércoles, agosto 15, 2012

Jorge Drexler: "Los cantautores chilenos son la punta de lanza en el cancionero de habla hispana"


El Mercurio

"Soy fanático de varios de ellos", dice el músico uruguayo, que se presentará junto Kevin Johansen y León Gieco en el Movistar Arena.

José Vásquez

Su próxima visita a Chile será en las "antípodas" de su último show en un atiborrado Teatro Caupolicán en octubre de 2011, adelanta al teléfono desde Madrid Jorge Drexler. Si el año pasado estuvo acompañado de nueve músicos arriba del escenario, esta vez llegará solo con su guitarra. "Mi gira anterior era expansiva y esta es implosiva, centrada en el minimalismo y trabajando mucho con la luz que será el hilo conductor del concierto", dice Drexler.

-¿Algo así como solo contra el mundo?
"No, solo con el mundo. No me gustaría plantearlo como un enfrentamiento", ríe el uruguayo.

El tour está titulado como "Mundo abisal" y es la primera vez que el músico, ganador de un Oscar por la canción "Al otro lado del río" (2005) para la película "Diarios de motocicleta", incluirá conciertos en provincia en su visita a Chile, presentándose también en Temuco (31 de agosto), Concepción (1 de septiembre) y Valparaíso (9 de septiembre).

"A mí me gusta mucho la alternancia. Hace años que luego de hacer un show orquestado me paso a otro completamente distinto, me encanta pasar de un formato a otro", cuenta sobre el principal show que mostrará en esta pasada como parte del festival Despierta! donde compartirá el escenario del Movistar Arena el próximo 8 de septiembre con León Gieco, Pedro Aznar, Totó la Momposina, Nano Stern, Fernando Milagros y Gepe, entre otros.

"Estaré ahí con mi amigo Kevin Johansen, pero para ser honesto no hemos hablado de hacer algo especial para el show. Siempre que hemos hecho algo juntos nunca lo planificamos antes. Es un gran compañero de ruta, es mi compadre y lo admiro mucho, pero todavía no sabemos qué haremos".

Drexler dice que tiene una motivación extra en su nueva visita al país y que va más allá de un artículo publicado el año pasado en el diario El País de España que hablaba de Chile, como "El nuevo paraíso del pop". El compositor de "Todo se transforma" se declara un seguidor de varios músicos chilenos. "No lo digo por la nota en el diario. De verdad, Chile está pasando por un gran momento en el mercado de la voz en nuestro idioma. Los cantautores chilenos son la punta de lanza en el cancionero de habla hispana. Los mejores cancionistas nuevos vienen de allá. No sabría explicar el porqué, pero se concentran ahí. Soy un fanático varios de ellos. Me gusta muchísimo lo de Ana Tijoux, Javier Barría, Javiera Mena y Gepe. Son artistas con una sensibilidad única. Me han hablado mucho también de Manuel García, pero a él todavía no lo conozco. Espero conocerlo ahora cuando esté allá".

Su incursión en el cine

Este año debutó como actor en "La suerte en tus manos". "Si apareciera otro guión tan bueno, volvería al cine".


Su cancionero en Twitter

Hace dos años se creó una cuenta en Twitter y desde entonces se aplicó escribiendo en verso, textos que se podrían transformar en canciones. "Mi regla es no publiques nunca nada que lleve menos tiempo escribirlo, que leerlo", dice el cantante. "Tengo más de mil tweets y 700 de ellos son estrofas, pequeños versos a los que sería muy fácil ponerles música. En mis giras en cada ciudad escribo unos versos breves que luego cuelgo en Twitter y que canto al comienzo de los shows, ahí ya han salido decenas de canciones". Su próximo proyecto se llamará "N", que son tres "aplicanciones" intervenibles en las que cada una tendrá muchas versiones posibles, las que se podrán comprar para descarga en los smartphones y tabletas a fin de año. "Es lo más complejo que he hecho en mi vida, lo único parecido es el último disco de Björk ('Biophilia') para iPhone y iPad. Son canciones abiertas y mezclables por el oyente, tanto el texto como la música se producirá con diferentes versiones".


 Los elegidos del uruguayo

Javiera Mena
Aunque ha recibido elogiosos comentarios en diversos medios especializados en música de España, México y Argentina, la voz de "Esquemas juveniles" todavía es una figura de nicho. Aún así se ha presentado en diversos festivales de esos países, como Vive Latino en Ciudad de México.

Gepe
El músico de San Miguel está próximo a sacar un nuevo disco en el que incursiona con el reggae andino, el pop y el rap. El cantante de "Celosía" es uno de los estandartes del nuevo pop chileno en Europa, un nombre recurrente en el mercado alternativo que este año realizó una breve gira a Estados Unidos.

Ana Tijoux
Tuvo gran popularidad a finales de los años 90 al frente de Makiza. Luego, cuando siguió su carrera en solitario comenzó a cosechar elogiosos comentarios tanto de la prensa como de sus pares, llamando la atención en el extranjero por su cercanía con Julieta Venegas y de la aprobación del vocalista de Radiohead, Thom Yorke.

Javier Barría
Es uno de los que sin hacer demasiado ruido en los medios ha logrado cimentar su carrera en el extranjero. Un gran promotor en su trayectoria ha sido el mismo Drexler con quien tiene una gran cercanía musical. El músico uruguayo ha hablado de él positivamente en diversas entrevistas.