domingo, septiembre 30, 2018

“El Temucano” en la mira del Servicio Nacional de la Mujer



La Tercera

El Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género -dependiente del Ministerio de la Mujer- patrocina la querella de una exintegrante del Centro Integral de Estudios Metafísicos, un grupo que todas las semanas se reúne a compartir experiencias esotéricas y que lidera el cantante Tito Fernández, a quien se acusa de presuntos abusos sexuales.

Autor: L. Ayala, M. J. Ahumada, A. Olguín y F. Velásquez

Si algo molesta a nuestros mecanismos nos sentimos incómodos. Ojalá desde el punto de vista espiritual pasemos por situaciones incómodas. No hay que temerle al sufrimiento. Quizás al dolor físico, pero no al sufrimiento espiritual.

Así habla Tito Fernández, el “maestro” del Centro Integral de Estudios Metafísicos (CIEM). Son un grupo de 13 personas que, como todos los miércoles a las 20.00, se reúnen en el Sindicato de Folcloristas, ubicado en un edificio de calle Phillips, al lado de Plaza de Armas, para escuchar las enseñanzas del cantante.

El lugar es un clásico de artistas y del público de la música popular chilena. Durante el día funciona como un restaurante que vende comida típica. Sus paredes están llenas de fotografías de destacados cantantes. Entre imágenes de Víctor Jara, Violeta Parra y Pedro Messone, también hay varias que retratan a Tito Fernández, uno de los miembros más notables del sindicato y le facilitan la sala más grande para sus conversatorios de metafísica.

La reunión empieza y el cantante lee en un tono bajo, casi susurrando, pasajes de un libro que escribió hace años. Es su propia biblia sobre espiritualidad. Una especie de guía para llevar una vida en armonía. Cada cierto tiempo, Fernández hace pausas para asegurarse de que su público reflexione. También escucha cualquier comentario o duda que pueda surgir. Luego vuelve a leer. Cuando una parte es importante, sube el volumen de su voz para asegurarse de que lo escuchen.

El supuesto encuentro con ovnis en una carretera camino a Antofagasta, ocurrido en agosto de 1974, cambió para siempre la vida de Tito Fernández. Tras la experiencia, el cantante decidió estudiar sobre astrología, esoterismo y espitiritualidad. La lectura de decenas de libros sobre el tema lo convirtieron en un experto. Se transformó en una mejor persona. Y decidió compartir ese aprendizaje con el resto.

“En estas conversaciones que se dan en los buses, viajando muchos kilómetros, me dijo que era parte de ‘los filosóficos’, un grupo de estudios . Y ahí se fueron dando conversaciones de humanidad. Empezamos a juntarnos, yo iba a su casa. Y surgió el tema de la metafísica en las conversaciones. Y en este hablar, él se dio cuenta de que este conocimiento podía ser traspasado a todos”, recuerda Claudio Guzmán, músico folclórico que estuvo presente en la fundación del CIEM, hace aproximadamente 30 años.

Tito Fernández invitó en esa época a otros cantantes, amigos y familiares a reunirse una vez a la semana para conversar sobre metafísica. El cantante se convirtió en una especie de guía para quienes no conocían nada sobre el tema. Les leía el libro que había escrito unos años antes y que es un método para llevar una vida espiritual.

En la página web del CIEM están los nombres de sus primeros siete miembros. En esa lista aparecen Humberto Baeza (nombre real de Tito Fernández), su primera esposa, Carmen Ramírez; su hija Jazmín Baeza, Nelson Varela y los cantantes Claudio Guzmán, Ramón Aguilera y Raúl Aliaga.

“Hace muchos años, Tito me leyó la carta astral y me regaló un libro maravilloso sobre psicología positiva, psicología luminosa. Quedé muy agradecido de esa experiencia, pero no formé parte del centro de estudios (…). Eso fue lo único que hice, pero lo mejor es que me integraron como parte de un grupo dentro de la carta astral y por el regalo del libro”, dice Raúl Aliaga.

Las actividades del grupo se organizaron como clases en las que Tito Fernández era el único profesor, quien enseñaba a llevar una vida mejor. Los nuevos alumnos se debían presentar frente a la clase, prendían una vela y debían decir unas palabras de presentación. A cambio se les entregaba un collar con una llave, que representaba la entrada al lugar.

Los miembros del CIEM, según su página web, están organizados según una pirámide jerárquica. En el primer nivel está “el maestro”. Luego vienen “el instructor”, “los sacerdotes y las sacerdotisas” y “los vigilantes”. El eslabón más bajo de esta organización son “los estudiantes de grado” y “los aspirantes”.

“El CIEM, hoy, tiene como tarea continuar la labor que desarrollara la Alianza de la Clave Mayor, la que, al cumplir con todos sus objetivos, desaparece para dejar paso a quienes continuarán con la obra de trabajar por una mejor calidad de vida y por un mundo mejor, donde el hombre y la mujer puedan desarrollarse integralmente y en plenitud”, explican en el sitio web oficial de la agrupación.

Para ir subiendo de grado se debe pasar por varias clases de instrucción. Entre las lecciones para llegar al último nivel se encuentran “el sexo”, “los siete centros del cuerpo (chakras) y “el silencio”.

Algunas personas que integraron el grupo recuerdan que tuvieron épocas doradas, con casi 90 personas llegando a cada reunión y realizando un par de viajes fuera de Santiago para hacer meditación. Ahora al CIEM van cerca de 15 personas, todos los miércoles, a las 20 horas. La actividad es gratuita: solo se cobra un pequeño monto de $ 5 mil para el arriendo del lugar.

Con el tiempo, la dinámica del grupo cambió. Ya no se hacen clases ni hay “niveles” de instrucción.

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Hasta ahora, la existencia del Centro Integral de Estudios Metafísicos solo era un secreto a voces. Tito Fernández decidió que no necesitaban publicidad y nunca profundizó sobre sus enseñanzas esotéricas. Esto hasta ahora. Por primera vez, la rutina del grupo está siendo amenazada por la denuncia de una mujer que estuvo varios meses asistiendo a las reuniones y que se alejó repentinamente.

El 27 de agosto, la denunciante, quien pidió mantener su identidad en reserva, interpuso una querella en el 7° Juzgado de Garantía de Santiago por los delitos de abuso sexual y violación en contra de Humberto Baeza Fernández, el verdadero nombre de “El Temucano”. La denuncia es patrocinada por el Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género (Sernameg), dependiente del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género.

La denunciante llegó el martes 13 de febrero de este año a uno de los tres centros que Sernameg tiene para mujeres que fueron víctimas de agresiones sexuales. Se entrevistó con una abogada y una semana después ingresó a un programa de reparación que ya lleva 13 sesiones con especialistas. También recibió ayuda de sicólogos, siquiatras y asistentes que le dieron herramientas para relatar con tranquilidad lo que había vivido. Después elaboraron un proyecto integral de reparación.

“La gravedad de los hechos habla de que el Estado no puede estar ajeno. Nosotros tenemos una responsabilidad de hacernos cargo de todos los tipos de denuncias y el Estado tiene la obligación de hacer este trabajo con las mujeres”, dice la directora del Sernameg, Viviana Paredes.

Después del proceso de acompañamiento, desde el organismo le dijeron a la afectada que uno de sus derechos era la posibilidad de querellarse y que podía ser patrocinada por un abogado que pertenece al programa. Eso es parte de la reparación.

“Determinar si constituye o no un delito es un trabajo de la fiscalía, nuestra misión es acoger y acompañar a la víctima en el proceso de reparación, presentar la querella, pero finalmente si hay delito o no hay delito eso es un trabajo de la fiscalía”, dice Paredes.

El organismo -dependiente del Ministerio de la Mujer- respaldó la acción judicial, a la que, además, ha prestado sustento jurídico.

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La mujer cuenta que en 2009 ingresó por primera vez al Centro Integral de Estudios Metafísicos. Tenía 33 años y estaba en medio de una búsqueda espiritual. Una amiga era parte del grupo liderado por Tito Fernández y la invitó a una de las reuniones en calle Phillips. “Al principio me pareció que había encontrado una familia espiritual. Pero con el tiempo, y cuando pude conocer realmente al ‘maestro’, todo se derrumbó. Al conversar con el líder de la asociación, Tito Fernández, mis esperanzas comenzaron a derrumbarse”, recuerda.

Ella asegura que Tito Fernández parecía una persona muy interesante, que entendía sus dudas sobre la espiritualidad. Estaba hipnotizada por su carisma y capacidad de convencimiento. “Se rodeaba de un aura de poder místico. En las ceremonias de iniciación usa uniformes parecidos a los utilizados en la masonería. Se mezclaban símbolos masones, rosacruz, religiosos, místicos, etc. De hecho, él siempre se refería a los masones como sus hermanos, y a los externos, como profanos”, dice.

Según el testimonio, había un grupo pequeño que se denominaba “Logia Tallis”, que estaba conformado solo por mujeres y que era desconocido al resto del grupo común, los recién llegados, que se juntaban los miércoles por la tarde. Al “maestro” le debían respeto y obediencia ciega.

La querella afirma que los problemas empezaron a principios del año 2010, cuando la denunciante tuvo que participar en la ceremonia de iniciación en el centro. Según su versión, la hicieron entrar a una sala con los ojos vendados y arrodillarse delante de Tito Fernández para jurarle “lealtad, obediencia, discreción y silencio”, mientras le daban golpes con una espada en el cuerpo.

“Luego, una mujer mayor nos entregó un papel pequeño con el nuevo nombre espiritual que se nos asignó por ser integrantes de lo que llamaban la “Logia Libertad”, designándome a mí con el nombre de Jarhadira. De este modo, nos hacía renunciar a nuestra identidad personal”, declara la denunciante en la querella.

Tras la iniciación, la mujer declara que hubo tres hechos donde fue vulnerada sexualmente por Fernández.

El primero habría ocurrido en marzo de 2010, cuando la mano derecha del cantante le explicó que había sido elegida por el “maestro” para prestarle “servicios de carácter sagrado”. Según la declaración, a la denunciante la habrían llevado a una sala del edificio en calle Phillips y ahí habría sido abusada sexualmente.

Un par de semanas después, Baeza le habría ordenado ir a una reunión en un motel en la calle Ejército con Toesca. “Una vez dentro de la habitación, el sujeto sacó un cuchillo y lo posó en mi garganta, me hizo jurarle una vez más lealtad, obediencia y silencio. Me obligó, asimismo, a jurar tener siete encuentros sexuales más con él en ese lugar, amenazándome en todo tiempo con aplicar castigos si decidía desobedecerlo o relatar lo sucedido”, recuerda.

“Entré a una dinámica de abuso de poder que perduró incluso por años luego de retirarme de esta mal llamada hermandad”, dice la mujer.

Según la querella, la denunciante sufrió cuatro agresiones sexuales en total. El 11 de julio de 2010 decidió enfrentar al “maestro”. La mujer le dijo que no podía seguir con ese comportamiento. Luego se alejó para siempre del CIEM.

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La vida hay que tomarla con filosofía. No especular o decir frases. Hay que aplicarlas en la vida. Hay que ser bien hombre y bien mujer para enfrentar la realidad. Los humanos suelen evadir la realidad.

La última sesión del “maestro” Tito Fernández trató de la ansiedad, del placer, de forjar el carácter y aceptar el sufrimiento. A esa reunión fueron ocho mujeres y cinco hombres, quienes escucharon en todo momento al cantante. Son personas de todo tipo de profesiones: ese día fueron periodistas, oficinistas, profesores y abogados. Todos escucharon muy atentos. Algunos tomaron notas en silencio y hablaron sobre sus propias experiencias.

Pocos saben de la denuncia por abuso sexual y violación que hay en contra del líder del CIEM. Quienes fueron consultados al respecto dijeron que la situación era imposible. “Las reuniones son abiertas, cualquiera puede llegar y cualquiera puede irse. Siempre es así, una conversación en grupo y nada más. No hay nada secreto”, dice una asistente que va a las reuniones de Tito Fernández hace más de 20 años.

“Tito Fernández me parece una persona maravillosa. Esto del abuso sexual es imposible, lo podría pensar de un cura, sí, porque es una persona que vive en el celibato, está reprimida y ejerce una relación de poder”, dice Claudio Guzmán.

Al ser contactado por Reportajes, Tito Fernández se limitó a asegurar que no ha sido notificado de ninguna denuncia en su contra y que nunca ha agredido sexualmente a nadie. El cantante, que durante la semana de Fiestas Patrias se presentó en varias fondas, quiere esperar para reunir más antecedentes y preparar una defensa.

En su círculo cercano dicen que “está en shock” por una denuncia que aún no logra identificar en su totalidad. Quienes lo conocen aseguran que el cantante -aunque era mujeriego- sería incapaz de vulnerar sexualmente a una mujer. Menos con su avanzada edad (75).

Las mismas fuentes sostienen que hace tiempo hay una persecución de un grupo de personas en su contra, que han inventado “cosas” para intentar destruir su trayectoria de años como cantante. Nunca antes habían escuchado una denuncia de este tipo.

Vecinos del edificio Phillips, donde se realizan las reuniones semanales del CIEM, aseguran que nunca han visto o escuchado nada extraño sobre las reuniones esotéricas.

Algunos asistentes del grupo cuentan que la mayor muestra de cercanía que Tito Fernández tenía con las personas que iban a sus reuniones era un simple abrazo tras meditar.

Esta semana se designó a la fiscal Mariela Cid para investigar la denuncia. Ya se pidieron las primeras diligencias a la Brigada de Delitos Sexuales de la PDI y en las próximas semanas se debería llamar a declarar a Tito Fernández.

La denunciante asegura que sigue en contacto con personas que estuvieron con ella en el grupo y decidieron abandonarlo tras descubrir, según sus palabras, “las verdaderas razones de Tito Fernández”. En su entorno agregan que hay otras mujeres que también habrían sido vulneradas por el cantante y que se han acercado al mismo programa de acompañamiento del Sernameg.

“El hechizo del falso ‘maestro’ se desvaneció y me di cuenta de que no es normal vivir con miedo. Inicié mi proceso de sanación y hoy por fin siento que vuelvo a ser yo misma”, dice la mujer a Reportajes, que ahora se prepara para enfrentar en la justicia al cantante.

Avalancha de shows en octubre: Los 50 conciertos que ponen a prueba a Santiago como capital musical

El Mercurio

Mañana comienza el mes más recargado de espectáculos internacionales en el año, con una cifra tan alta de recitales, que algunos productores ya hablan de una "sobreoferta". Además, la industria mira con precaución el 2019 por la crisis económica argentina, que podría llegar a ser determinante en la venida de grandes artistas. 

JOSÉ VÁSQUEZ y RAIMUNDO FLORES
El fenómeno es estacional, aunque el fracaso en el proceso de Juan Antonio Pizzi al mando de la selección también tuvo mucho que ver esta vez en el maratón de conciertos programado de aquí a fin de año.

Ya es tradición que las grandes giras mundiales, tras culminar sus recorridos por Europa y Estados Unidos, junto con el fin del verano en el hemisferio norte, miren hacia Sudamérica, que en esta época se abre a los conciertos al aire libre, multiplicando el concepto de "festival". Una norma usual en la última década, que enfrentó un crecimiento explosivo en la cantidad de recitales y que marcará este próximo octubre el hito de programar 50 shows internacionales en Santiago, una agenda de eventos tan abultada, que ya algunos productores de espectáculos califican la situación como una "sobreoferta".

La no clasificación de Chile al Mundial de Rusia sigue generando repercusiones también extrafutbolísticas, ya que en 2017, cuando se negociaban los espectáculos para esta temporada, muchos productores optaron por postergarlos tras su término, decantando que entre junio y julio, prácticamente, no se realizarían shows en la capital.

"El año pasado, como se pensó que Chile estaría jugando la Copa, y sumado a la gran cantidad de feriados que iba a tener este 18 de septiembre, muchos productores se planificaron para realizar sus espectáculos tras de esas fechas", dice Alfredo Alonso, director de entretenimiento de T4F+ Bizarro, sobre una de las razones que detonaron el actual escenario. "Eso hizo correr todo, calzando los eventos donde se pudiera y canibalizando la cartelera", señala el productor.

Maratón de espectáculos

De esta forma, la avalancha musical de octubre comienza este martes con el metal gótico de Nightwish, en el Teatro Caupolicán, y 30 Seconds to Mars, en el Movistar Arena, en una agenda que destaca el regreso de Nick Cave, el combo inédito de Sting junto a Shaggy, la vuelta al Estadio Nacional de Shakira y los festivales Cosquín, con Cypress Hill a la cabeza, y la cumbre metal de Helloween, junto a Kreator y Arch Enemy, entre otros (ver infografía). Además, los artistas Silvio Rodríguez, Roberto Carlos y Noel Gallagher (Colors Night Lights) también tendrán fechas en Concepción, abriendo la cartelera con grandes espectáculos hasta las regiones del país.

Alonso mira con precaución este fenómeno, que por cantidad de shows , resalta a la capital como una plaza de espectáculos al nivel de las principales ciudades del mundo. "No todos tendrán éxito, siempre se caerán algunos. Hay muchos conciertos y una sola billetera", advierte.

Una declaración que comparte Francisco Goñi, director de The FanLab, productora que el año pasado fue la responsable del debut en el país de The Who: "Los recitales son un producto suntuario y tienen que ver mucho con el ingreso disponible de las personas. Si la situación está compleja, la gente tendrá que seleccionar a qué concierto podrá ir; no hay presupuesto que aguante tantos shows ".

Esta situación es vista como un signo de alarma por Jorge Ramírez, gerente general de la Asociación Gremial de Empresas Productoras de Entretenimiento y Cultura (Agepec), quien señala que "Chile ya ha empezado a observar cancelaciones, postergaciones o cambios de recinto, que era una cosa que en años como el 2015 o 2014 no veíamos".

Rodrigo Pérez, director de Colors Chile, asume el escenario como complejo, advirtiendo que si se revisan las páginas web de las ticketeras, "no hay ningún evento agotado, porque hay demasiados para una ciudad donde no más del 10% tiene acceso a este tipo de cosas. Con 50 shows no solo no da la plata, sino que tampoco el tiempo, incluso aunque se puedan pagar las entradas".

El productor del regreso de Noel Gallagher y Blondie -10 de noviembre, Velódromo- asume el momento como riesgoso. "Estamos experimentando una sobreoferta de espectáculos", señala. Lo mismo piensa Ramírez: "Esto ciertamente es desmedido, tenemos una cartelera, a veces, más grande que la de Nueva York, y eso explica que no todos los eventos llegan a su desenlace como se espera".

Factor Buenos Aires

La industria local sigue con atención la crisis económica argentina, que eventualmente podría repercutir en la realización de espectáculos durante 2019. Las señales que entrega el país vecino son de preocupación, con el anuncio de la no realización de festivales como BUE y Sónar, la bajada en 30% de la venta de entradas y la posibilidad de que grandes artistas puedan derechamente no realizar sus conciertos ahí, según un artículo de la edición trasandina de la revista Rolling Stone.

"No cabe la menor duda de que si Argentina se resfría a Chile le da neumonía inmediata. Si se volatiliza el dólar, afecta claramente a Chile, porque se encarece todo", analiza Ramírez, también director de la productora Multimúsica, quien hace su proyección para 2019: "creo que lo que va a ocurrir es que muchas de las grandes giras no van a pasar y va a haber una baja en la visita de artistas robustos o con pergaminos, ya sean anglo o hispanos. Eso es lo que hoy está ocurriendo. Actualmente, nadie está programando nada para el próximo año de momento, hasta entender la situación en la región, que es un enigma", avisa.

A pesar del panorama de incertidumbre, los directores de Colors Chile y de The FanLab aún se muestran optimistas: "Argentina va a volver a caer en una nube negra, pero los grandes espectáculos seguirán viniendo a Brasil y Chile. El próximo año habrá Rock in Rio, y me atrevería a decir que todos los cabezas de cartel de ese evento pasarán por Santiago, y otra vez la cartelera estará muy abultada entre septiembre y octubre", señala Pérez, y Goñi puntualiza: "Hemos estado con Argentina con 'corralito', con crisis, con Chile en crisis y siempre los grandes eventos se logran realizar".

Imperdibles locales
En el mes que se inicia también destacan los conciertos de Chancho en Piedra, en el Teatro Caupolicán (14); Moral Distraída y su primer show en solitario en el Movistar Arena (27), y Francisca Valenzuela, en el Gran Arena Monticello (31).

sábado, septiembre 29, 2018

Annalisa Stroppa: "Si calzo zapatos número 38, ¿para qué me voy a poner los número 39 o los 37...?"

El Mercurio

La mezzosoprano italiana es también profesora, y, desde su experiencia como maestra, sentencia: "Es necesario que se entienda que la música no es la Cenicienta de las materias". 

Por Juan Antonio Muñoz H.
Extrovertida, buena conversadora, apasionada por su trabajo, Annalisa Stroppa, nacida en Brescia, recuerda físicamente a la soprano húngara Sylvia Sass en su juventud, aunque en versión más compacta, mientras que su voz -guiada conforme las tradiciones de los años de oro de la ópera durante el siglo XX- tiene esa riqueza de colores y la ductilidad que se conoció en los inicios de las carreras de Giulietta Simionato y Fiorenza Cossotto.

Es la mezzosoprano italiana de más promisoria carrera en la actualidad, y por estos días se desvive cantando heroínas del bel canto como Cenerentola, Rosina, Adalgisa y Giovanna Seymour, con algunas extensiones a personajes tan diversos como la protagonista de "Carmen", Suzuki de "Madama Butterfly" y Nicklausse de "Los Cuentos de Hoffmann". Su debut internacional fue en junio de 2011, en Salzburgo, con "I due Figaro" (Los dos Fígaro), desconocida ópera de Saverio Mercadante, recuperada por Riccardo Muti para los festivales de Ravenna y Salzburgo, y que también se presentó en el Colón trasandino con puesta en escena de Emilio Sagi.

"La ópera sigue la trama de 'Las bodas de Fígaro' de Mozart. Yo canté Cherubino, que ahora ha crecido y que está enamorado de Inez, que es la hija del Conde y la Condesa. Es una muy entretenida historia. Con esa ópera pude conocer el Colón, que es una maravilla, con una acústica perfecta", dice Annalisa y cuenta que esto del canto se adueñó de ella siendo muy pequeña: "Tenía 9 años y cantaba de todo, pero principalmente ¡arias de ópera de tenor! Mi repertorio era 'Nessun dorma', 'Parlami d'amore, Mariù', 'Un amore così grande'... Nadie en mi casa es músico de profesión, pero sí se escuchaba música y había discos de los tres tenores -Domingo, Carreras, Pavarotti- y de Mario del Monaco. Yo los imitaba; en las fiestas, en los matrimonios, vestida de blanco, cantaba y entretenía a mis parientes. No tenía vergüenza de nada. Para mí era natural. Siempre he sido extrovertida, y cuando cantaba, era feliz".

"Debo decir que la naturaleza ha sido generosa conmigo. Por supuesto, yo he estudiado mucho, lo que es absolutamente necesario, pero mi voz estaba ahí. También estaba la pasión por cantar. Además, mi familia creyó en mí y siempre me dio el respaldo emocional que es fundamental en esto del canto".

"Mi carburante y mi juez"

-Usted, además, es profesora de niños (laureada en la Facultad de Letras y Filosofía de la Universidad de Bérgamo).

"Sí. Es mi otra pasión. Enseñé durante seis años en la escuela elemental para niños. Trabajaba como maestra mientras estudiaba y fue una experiencia bellísima. Siempre digo que los chicos tienen un potencial loco (usa la palabra "pazzesco" ), aprenden todo. Solo hay que guiarlos bien, y hacerlo como jugando con ellos. A través de simples cuentos, ya en sus primeros años aprenden velozmente a solfear fragmentos musicales. Y lo hacen con una alegría inmensa. Si no hay estímulo, cómo se pueden conocer las cosas. Es imposible. Mi trabajo me dio muchas satisfacciones; vi incluso cómo algunos niños llevaron al teatro a sus padres".

-Al menos en Chile, la música no está muy presente en los programas educacionales.

"En Italia tampoco. Es necesario que se entienda que la música no es la Cenicienta de las materias. No se trata solo de tocar un instrumento, de cantar o bailar: se trata de poner en contacto a los niños con nuestro patrimonio cultural. Hoy día se da más relevancia a ramos que tengan que ver con la informática y cosas así, lo que está bien, pero se está perdiendo nuestra identidad. Hay que hacer entender a quienes arman los programas educacionales que a través de la música puedes enseñar historia, poesía, el ritmo del cuerpo, matemáticas y hasta geografía a través de los distintos tipos de música popular en el mundo... También hay que encontrar a los profesores que puedan enseñar la música de manera correcta, haciendo que los niños gocen y no solo que se preocupen del solfeo. Y qué decir de la ayuda que prestan la música y las artes en general en el desarrollo de los niños que tienen algún handicap . Ese es un capítulo enorme. Cuando una semilla está bien plantada, la planta crece y puede florecer. Si no se planta la semilla o se la planta mal, no se sabrá jamás de esa flor".

-Combinar una carrera en la ópera con hacer clases no es nada fácil.

"Es imposible. Tuve que hacer una elección. Esto de cantar es algo muy profundo para mí y quise probar qué podría hacer. Me inscribí en varios concursos y como siempre tuve buenos resultados, opté".

-¿Cómo describiría su trabajo?

"Este trabajo no es un trabajo. Condiciona la vida totalmente hasta en los aspectos más cotidianos: no hablar mucho en lugares ruidosos, descansar bien, no comer demasiado, tratar de no beber. Además está el tema de los viajes y la distancia de las personas que quieres. Por suerte ahora la tecnología nos ayuda a sentirnos más cerca. Pero me encanta mi trabajo, lo adoro. De verdad agradezco poder trabajar tanto".

-Cuando se abre la cortina, ¿cómo es su relación con el público?

"¡Ah, qué linda pregunta! Siempre-siempre siento una gran emoción, y también siempre estoy con la adrenalina a tope, sea que cante un rol nuevo o uno que ya conozco bien. El público me entrega de inmediato su energía; es mi carburante y también mi juez".

-¿Ha sentido miedo del público?

"No. El público se prepara para ir a la ópera y sale de su casa para escucharte. No es tu enemigo. Tú debes estar a la altura para transmitir bien las emociones".

-¿Y qué pasa cuando cae el telón?

"No puedo sacarme el personaje de inmediato. Para volver a ser Analissa, espero un momento. Hay veces que cuesta más; es distinto si he cantado Giovanna Seymour que Rosina, Adalgisa que Carmen. Al terminar 'Carmen', por ejemplo, quedo como vacía, siento que dejé todo sobre el escenario. Incluso con Suzuki me ha sucedido eso; salía llorando del escenario, pero con lagrimones verdaderos. Eso también me llena de alegría, porque quiere decir que no era solo Annalisa que estaba ahí interpretando, sino que he logrado hacer vivir un personaje".

Ser "la otra"

-Usted comenzó con Mercadante, Mozart, los belcantistas. Ahora también Bizet... ¿Hacia dónde siente que se encamina su voz?

"La voz es el resultado de tu madurez física. Ella sola te indica el camino. No hay que forzarla. Quiero seguir haciendo roles como Cenerentola, Rossina, Adalgisa... El repertorio francés creo que va bien conmigo; pienso que ya estoy pronta para Charlotte ("Werther"), Marguerite ("La condenación de Fausto")... No quiero quemar etapas. Hay que tener paciencia, saber decir que no. Si calzo zapatos número 38, ¿para qué me voy a poner los número 39 o los 37...? Siento que algún día haré 'La Favorita', pero no es el momento aún, lo mismo que Éboli ("Don Carlo"). Charlotte, en cambio, ya está pronta, en lo vocal y lo interpretativo".

-Tiene que buscar un buen Werther eso sí, lo que no es tan fácil... Jonas Kaufmann podría ser...

"(Se ríe) ¡Ah, sería un grandísimo honor! Canté con él Lola en la producción de 'Cavalleria Rusticana' de Salzburgo. Es un gran-gran artista".

-¿Cómo es cantar en "la prima della Scala"? Usted ya ha estado ahí dos veces...

"¡Es algo inolvidable y una responsabilidad enorme! Cuando canté Suzuki en puesta de Alvis Hermanis, bajo la dirección de Riccardo Chailly, antes de salir a escena experimenté una suerte de flashback de toda mi vida, de todo lo recorrido para llegar hasta ahí. Era tanta la emoción... Es impresionante estar ahí, escuchar el Himno de Italia, saber que la función se transmite en directo a todas partes del mundo... Puede sonar presuntuoso, pero uno se siente como embajador de la cultura italiana".

-La mezzo casi siempre es "la otra". La gustaría, alguna vez, ser la soprano amada, que sufre, que enloquece, que muere...

(Se ríe) "¡Es cierto, las mezzos solemos ser la otra! Pero a mí me gusta ser mezzo porque podemos transformarnos más, hacer roles travesti como Cherubino, Romeo, Octavian... En la ópera francesa tenemos muchas veces la posibilidad de ser la prima donna , y también la femme fatale , la gitana que vuelve locos a todos... Es cierto que en el bel canto somos 'la otra', pero son roles de mucha relevancia también. No cambiaría mi voz ni por nada".

-¿Cuáles son sus grandes referentes vocales?

"Tantos, tantos. De partida, en mi infancia, los tenores. Pavarotti era un mito para mí; lástima que no pude conocerlo en persona. Lo mismo Del Monaco. En 2009 estuve en el concurso Operalia y allí me escuchó Plácido Domingo y me invitó a cantar en su concierto el dúo final de 'Carmen'. Le respondí que yo no lo había cantado nunca y él me dice: 'No importa, tienes toda la noche para aprendértelo. Verás que te dará fortuna, porque tú eres Carmen'. Lo hice y fue bellísimo. También están todas las grandes mezzosopranos del pasado y las actuales, y Maria Callas, que permanece como un parámetro. En suma, los que han respetado su trabajo y se han consagrado a él. Me fascina ver a esos cantantes que después de 20 o 30 años de carrera salen a escena con el entusiasmo y la devoción por la música de cuando eran jóvenes. Esto es difícil, porque el mundo de la ópera se ha vuelto un correr y correr. Es lamentable, porque no estamos en una cadena de montaje, sino haciendo arte".

Entre el 27 de noviembre y el 7 de diciembre, Annalisa Stroppa cantará el rol de Adalgisa en "Norma" (Bellini) en el Teatro Colón de Buenos Aires.

viernes, septiembre 28, 2018

"El barbero de Sevilla", Municipal de Santiago: Un Barbero entretenido y con alto valor en la dirección orquestal

El Mercurio

Andrés Yaksic
Es grato poder reiterar en 2018 no poco de lo escrito en la crítica de 2013, cuando se repuso por primera vez esta inteligente y hermosa producción de 2008 a cargo de Fabio Sparvoli ( régie ), Giorgio Ricchelli (escenografía) y Simona Morresi (vestuario), esta vez con iluminación a cargo de José Luis Ferruccio. Mantiene todo su frescor y vigencia, con buen gusto e ingeniosidad. La movilidad de la escenografía, su transparencia y la agilidad general de la propuesta amplían las posibilidades escénicas con un llamativo trabajo de figurantes, como en el aria "La calumnia" o el interludio de "La tormenta", y cuadros complementarios que ilustran la trama sin distraer de lo principal.

Como factor nuevo y de alto valor, destaca el empleo de la edición crítica (1969) de la partitura debida a Alberto Zedda, máximo experto rossiniano, fallecido el año pasado y de quien fue asistente el director José Miguel Pérez Sierra. Cuando este afirma en el programa de sala que la apelación al manuscrito original y la depuración de múltiples deformaciones acumuladas durante dos siglos de práctica hacen que "la ópera sea completamente diferente", tiene firme fundamento: desde la obertura, su archiconocida música suena efectivamente distinta, más refinada y aérea. Conducida con ritmo chispeante por Pérez Sierra, la Filarmónica entrega una prestación encomiabilísima (pese a la tradicional fragilidad de los cornos), que se benefició de la estabilidad de contar con la misma batuta para ambos elencos.

Reencontramos en el elenco estelar a Sergio Gallardo, bajo-barítono que en las dos puestas anteriores encarnó a Don Bartolo. Sorteó las enormes dificultades vocales, con grandes exigencias de tesitura (numerosos Fa agudos) y los aterradores obstáculos de su gran aria "A un Dottor...". Evelyn Ramírez, quien también fue Rosina en 2008 y 2013, desplegó con soltura su mezzo , sin dificultades en la tesitura grave y el medium agudo, con gran capacidad de vocalización, correcta coloratura y atractivo timbre. El protagónico Fígaro fue confiado, como en 2013, a Patricio Sabaté, que confirma su comodidad en este rol con completo dominio actoral y vocal, excelente fraseo, buen volumen y proyección. El que en estos tres roles principales destaquen y se mantengan tres artistas nacionales habla bien de la formación técnica recibida y de una conducción prudente de sus carreras.

Gran desplante escénico del tenor argentino Santiago Ballerini en todas las personalidades que asume el Conde Almaviva, con simpáticos aciertos, como su "interpretación" al clavecín en la lección de música. Tras un comienzo algo tenso en lo vocal, fue progresando constantemente hasta culminar con éxito en la difícil aria "Cessa di più resistere", casi siempre omitida. La soprano Marcela González sacó partido de un papel ingrato: Rossini no le encomienda individualmente al rol de Berta, sino su pequeña aria di sorbetto en el segundo acto, de limitado lucimiento; sin embargo, le impone grandes exigencias vocales - staccato , sillabato - en el final del primero, pero como está cantando en sexteto con coro, suele resultar difícil advertir su aporte; aquí, sin embargo, fue apreciable. Un tanto incierto el Basilio de Álvaro Carrillo, cuyo volumen vocal presentó algunos problemas en los conjuntos. Correcto estuvo Eleomar Cuello como Fiorello. El reducido coro masculino cantó impecablemente y actuó con soltura, a la par de los ágiles figurantes.

Con notorio entusiasmo actoral, los solistas de este elenco estelar introdujeron aportes personales que engrosaron lo buffo y fueron bien recibidos por un público que disfrutó y rió mucho.

jueves, septiembre 27, 2018

Vicente Bianchi fue despedido con homenajes y una "misa a la chilena"

El Mercurio

El Premio Nacional de Artes Musicales tuvo un emotivo adiós en la Catedral de Santiago, con la participación del Bafona y la cantante lírica Verónica Villarroel. En la SCD lo recordaron Los Huasos de Algarrobal. 

José Vásquez y Javiera Garay
La despedida tuvo el escenario que el mismo Vicente Bianchi había diseñado, cuando en la década del 60 se planteó la idea de darle un revestimiento nacional al rito eclesiástico, con su denominada "misa a la chilena".

Ayer en la Catedral de Santiago todo giró en torno a este concepto acuñado por el pianista, tardíamente Premio Nacional de Artes Musicales en 2016, cuando entonces ya tenía 96 años. Ahí, el Ballet Folclórico Nacional (Bafona), luciendo trajes de huaso, bailó al son de "De la vida a la luz", un tema compuesto por Alejandro Bianchi, hijo del músico.

La emotiva ceremonia contó con el coro "Vicente Bianchi", dirigido por Alejandro e integrado por 80 artistas, la Orquesta de Cámara de Chile y la participación de Verónica Villarroel, quien interpretó el popular "Poema 15" de Pablo Neruda, que el mismo Bianchi había musicalizado como una de las piezas en las que trabajó con el ganador del Nobel; y "Amanecer", escrita por el pianista.

Al mediodía, el féretro con los restos del compositor y arreglista abandonó la Sala Claudio Arrau del Teatro Municipal, donde fue velado, para ser trasladado hasta la sede de la Sociedad Chilena del Derecho de Autor (SCD) donde recibió el homenaje de sus pares.

Los Huasos de Algarrobal realizaron una sentida versión de "Romance de los Carrera", en una interpretación que fue seguida por un centenar de personas portando banderas chilenas, entre ellos varios músicos como el director de orquesta Horacio Saavedra, el baterista Patricio Salazar, las cantantes Isabel Parra y Cecilia Echeñique, el compositor Alejandro Guarello y parte de la directiva de la SCD: Horacio Salinas, director musical de Inti-Illimani Histórico y actual presidente, y Rodrigo Osorio, vocalista de Sinergia, segundo vicepresidente.

"Él era uno de los músicos que todos reconocíamos como maestro", señaló Salinas, mientras que Osorio recordó que Bianchi fue el socio número tres de la institución: "Fue uno de los forjadores de esta idea". Y agregó: "Él representa una lección, con su eterna disposición a trabajar, ya que con sus 98 años seguía componiendo de forma incansable".

Esta sorprendente lucidez fue destacada por Guarello, quien dijo que el maestro estaba "muy joven interiormente a pesar de su avanzada edad. Su cabeza estaba fantástica, en plena producción", por lo que apuntó a que ahora venía la tarea de rescatar ese trabajo de partituras. "Así como el Ministerio de las Culturas muchas veces aborda los bienes arquitectónicos físicos, también se debería ocupar del patrimonio de don Vicente, que es una obra tremenda y que ojalá se conservara por siempre".

Tras la misa, su familia llevó los restos de Vicente Bianchi hasta el Mausoleo Italiano del Cementerio General para una ceremonia más íntima. Antes, en el camino y como las grandes personalidades del país, las floristas de la "pérgola" lo despidieron con pétalos de rosas al viento.

Roberto Kühn, un guitarrista todoterreno de Chile para Escocia

El Mercurio

Tiene 29 años, ya hace clases y trabaja con un ensamble juvenil en Glasgow.
De visita en Santiago , el joven talento dará tres recitales, desde hoy. Estrenará piezas inspiradas en música religiosa de Santiago de Compostela que incorporó a su repertorio trabajando en un circuito musical para peregrinos. 

Romina de la Sotta Donoso
Estudió composición, guitarra y pedagogía en el Instituto de Música UC. Recién al titularse, en 2015, se decidió por una. Ese año, Roberto Kühn (1989) inició un máster en guitarra en el Conservatorio Real de Escocia, becado por esa entidad y por la Fundación Ibáñez-Atkinson.

Ahora que han pasado tres años ya completó su magíster, y además está enseñando en el Conservatorio Real de Escocia. "Les hago clases a los alumnos más jóvenes", cuenta. Allí, además, él ha sido clave en la implementación de un programa que replica en Escocia una fórmula que conocemos en nuestro país a través del Ensamble de Guitarras de Chile, que fundó Javier Farías en 2006, y que Kühn integró en el pasado. "No puedo seguir participando en el conjunto porque no vivo en Chile, pero el trabajo en ensamble sigue siendo muy importante para mí. De hecho, soy codirector del National Youth Guitar Ensemble of Scotland, que acaba de nacer; hicimos una audición y esperábamos unos ocho postulantes, pero llegaron 30. Es para jóvenes de entre 12 y 29 años", detalla.

De paso por Santiago, Kühn dará tres recitales. A las 13 horas de hoy actuará en el Auditorio Luksic del Campus San Joaquín UC, y a las 19 compartirá escenario con Alberto Cumplido en la Liga Chileno Alemana. El sábado, Kühn dará un concierto en el Centro de Extensión UC (Alameda 390, 18 horas, gratis).

"Diseñé un programa centrado en preludios y danzas para ver cómo estas dos formas musicales han ido cambiando a través de las distintas culturas y períodos históricos", adelanta.

Así, contrastará preludios anónimos compuestos en Escocia en el siglo XVII con el romanticismo de "Asturias", de Albéniz. Y como ejemplos de danzas con raigambre melódica y rítmica en la música tradicional y folclórica, abordará "Invierno Porteño", de Piazzolla, y "Miniaturas Balcánicas", de Dusan Bogdanovic (1955).

Peregrinos actuales

En sus conciertos, además, Kühn estrenará en Chile cuatro piezas de la colección "Cantigas de Santiago", de Stephen Goss (1964), quien se inspiró en piezas de canto llano encontradas en Santiago de Compostela, es decir, música religiosa de la Edad Media que se cantaba sin acompañamiento.

Una obra que este guitarrista chileno incorporó a su repertorio al trabajar como organizador de los cuatro meses de conciertos que programa CaminoArte en los pequeños pueblos que conforman el "Camino de Santiago", dando él mismo hasta cuatro recitales por semana.

"El peregrinaje ha cambiado en los últimos años; hoy ya no se hace tanto por una búsqueda religiosa, sino de sí mismo, y en eso la música juega un rol importante", asegura.

En esa línea paralela de trabajo como gestor, ha tenido éxito organizando festivales como el "Classical Guitar Retreat", en Millport; y el "Scotland Big Guitar Weekend" en Glasgow.

"Me ha ido bastante bien en la coordinación de proyectos, especialmente de festivales de guitarra. Estoy contento, se me da naturalmente. Nada me gusta más que una actividad musical bien realizada, cuando los músicos se ven motivados y contentos y el evento adquiere una dimensión artística y deja de ser un banal concierto", cierra.

Ana Tijoux aparecerá en disco vinilo de la serie "Breaking bad"

El Mercurio

Con su tema "1977", la chilena estará en el compilado de la banda sonora de la exitosa serie que relanzará una edición especial para celebrar los diez años de su estreno.

miércoles, septiembre 26, 2018

La cantante Rachel celebra dos décadas de carrera con tributo a Aretha Franklin

El Mercurio

Bárbara Castro
En 2002, una mezcla de suerte y casualidad llevó a la cantante chileno-australiana Rachel al concierto de una de sus ídolas, Aretha Franklin, en la ciudad estadounidense de Seattle. "Verla fue 'surreal'. Crecí escuchándola, queriendo cantar como ella. Fue una profesora para mí", asegura la intérprete, quien hoy le rendirá un homenaje a la diva del soul -fallecida el mes pasado- en un concierto tributo, a las 22:00 horas, en el Casino Enjoy de Santiago.

Dotada de un amplio registro vocal y con una predilección por el jazz con melodías pop, el éxito "Que estemos juntos los dos" catapultó a la nativa de Sydney, a fines de los 90, al tope de las listas radiales y la trajo al Festival de Viña, en 2001. Una trayectoria que este año suma dos décadas.

El espectáculo de hoy, en honor a la diva estadounidense, arranca las celebraciones de los 20 años de Rachel, quien estará acompañada sobre el escenario por una orquesta y un coro, en una cita que buscará repasar lo mejor del repertorio de la voz ícono de la música afroamericana. Es la primera vez que la hija de padres chilenos participa en un show tributo, una puesta en escena que no descarta repetir a futuro. "Me encantaría hacer algo para celebrar a Amy Winehouse, porque tenemos mucho en común, tenemos el mismo registro, nos movemos en los mismos géneros, y al igual que ella, también soy compositora", dice.

Los festejos de las dos décadas de trabajo musical de la baladista recién comienzan. Para el próximo año, Rachel prepara el lanzamiento de nuevo material discográfico, para el cual ya se encuentra trabajando en una colaboración con el cantante de bachata norteamericano Dominic Marte. En un momento en que la industria se encuentra dominada por los ritmos urbanos, la compositora descarta que este acercamiento a lo latino se trate de un intento por sumarse al fenómeno. "Esa música tiende a ser más desechable, y no lo digo para desmerecer, pero hoy ya no hay canciones que trasciendan el año, no como la de las décadas del 70, 80 y 90", asegura.

Olivia Newton-John cumple 70 años estrenando una miniserie biográfica

El Mercurio

La vida de la cantante y actriz, que hoy libra una nueva batalla contra un cáncer, llegará a las pantallas de Lifetime en octubre con "Olivia Newton-John: Hopelessly devoted to you". 

José Vásquez
El cáncer volvió por tercera vez a su vida, pero Olivia Newton-John, al igual que en las dos ocasiones anteriores, le está dando batalla.

La cantante y actriz hoy está alejada de los escenarios y vive apartada del ruido mediático en su rancho en California, aunque eso no impide que siga haciendo noticia como defensora del uso medicinal de la marihuana. La artista que el año pasado descubrió esta enfermedad en la parte baja de su columna, se ha mostrado partidaria de que en Australia, donde vivió su infancia y juventud, se adopte esta medida, tal como ocurre en el estado norteamericano donde reside, sobre todo para aminorar el dolor de los enfermos.

Newton-John, quien hoy cumple 70 años, recientemente publicó sus memorias que tituló "Don't stop believin'" -igual que su álbum de 1976-, un libro que aborda tanto su popular trabajo en "Grease" como su carrera musical y la forma en que ha enfrentado el cáncer, además de su trabajo social.

De forma paralela, en Australia, en mayo pasado se estrenó una miniserie para la televisión de dos capítulos que también repasa su vida, poniendo énfasis en los hitos que la llevaron al estrellato. La biografía, que se titula "Olivia Newton-John: Hopelessly devoted to you", se podrá ver en Chile a través del cable, el 17 de octubre, por Lifetime. Un trabajo donde destaca la participación de Delta Goodrem, también cantante y actriz australiana.

"Cuando me contaron lo que estaban haciendo me horroricé", señaló Newton-John a la revista australiana Women´s Weekly cuando se enteró de la producción, argumentando que quería resguardar su vida privada, aunque ella fuera una figura pública. Luego cambió de idea e incluso grabó un tema a dúo junto a Goodrem, "Love is a gift", que está incluido en su banda sonora de la miniserie.

Este año, además, se cumplieron 40 años desde el estreno de "Grease", hito que en agosto pasado sus protagonistas celebraron con un reencuentro en Los Angeles, organizado por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas. Allí incluso recrearon algunos bailes de la popular cinta.

"Hicimos algo que nos cambió la vida", contó entonces la cantante, quien agregó: "Me siento afortunada de haber formado parte de esa película y de haber trabajado junto a John (Travolta), de quien me considero su amiga desde entonces".



Kasabian encendió anoche el Teatro Caupolicán

El Mercurio

La banda británica regresó al país para presentar su último disco "For crying out loud" (2017) en el céntrico teatro de la calle San Diego. Los de Leicester iniciaron puntuales a las 21 horas su show con "Ill Ray (The king)", de su más reciente álbum, además de éxitos como "Eez-eh", "You're in love with a psycho" y "Club foot", entre otras.

martes, septiembre 25, 2018

Vicente Bianchi, boleros, folclor y orquestas: su esencial vínculo con la música popular

La Tercera

Criado en el mundo docto, Bianchi fue clave en la obra de Lucho Gatica y Los Huasos Quincheros, y siempre lamentó no haber trabajado con Violeta Parra.

Por Claudio Vergara

Cuando era un quinceañero y estudiaba en el Conservatorio de la Universidad de Chile, Vicente Bianchi tenía un anhelo: “Ahí todos soñábamos con ser Claudio Arrau”, recordaba en sus entrevistas.

Hasta su madre lo estimulaba a convertirse en el “segundo Arrau” y se perfilaba como un pianista excelso tras una serie de presentaciones que tuvo en el Teatro Municipal. “Pero finalmente me fui entusiasmando por la improvisación, el folclor y la música popular”, remataba la anécdota.

De alguna manera, tal dualidad que vislumbró cuando ni siquiera era mayor de edad determinó para siempre su destino: aunque criado en la academia y el cancionero clásico, parte fundamental de su huella se puede hallar en figuras de amplia raigambre popular. En nombres que venían del bolero, los combos tropicales y el folcor. Un ejemplo: de sus orquestas nacieron artistas tan reconocidos como el pianista Valentín Trujillo o el percusionista Arturo Giolito. A la hora de enumerar sus gustos musicales, siempre partía por Mozart, pero culminaba con Margot Loyola.

Un diálogo con las melodías masivas que también partió cuando apenas superaba la niñez. Simultáneamente a sus estudios en el conservatorio, integró la orquesta infantil del programa El abuelito Luis, de radio Otto Becker. Un colectivo instrumental que tocaba de manera frecuente en la emisora, que funcionaba con varios cantantes, piano, acordeón, violín y batería, y con el que se iba de gira por el país. Ahí conoció los dos mundos que orientarían sin retorno su carrera: el auge de las radios en la primera mitad del siglo XX y el contacto con la gente entregado por los shows en vivo. De hecho, en esa misma experiencia infantil conoció a otro hombre clásico de la música chilena, Humberto Lozán, la voz de la Orquesta Huambaly.

En las radios, su derrotero siguió en La Americana, para después trabajar en Agricultura y Minería, las dos más importantes del país en ese entonces. Ahí se desempeñó como pianista y arreglador de las grandes orquestas, lo que le permitió conocer a Malú Gatica, Sonia y Myriam, Los Huasos Quincheros y Lucho Gatica, componiendo en la década de los 40 piezas como Abejorros, usada durante décadas como cortina musical del dial y la TV. Para grabar con Gatica -con quien registró boleros como Obsesión y No te vayas amor-, Bianchi reclutó a un joven Valentín Trujillo, quien hoy recuerda: “Yo lo miraba como un maestro. Él siempre me dio total libertad para los solos de piano y como arreglador era excelente”. A través de Gatica, Bianchi también conoció al estadounidense Nat King Cole, en una serie de compadrazgos internacionales que incluyeron su colaboración con el mexicano Pedro Vargas.

El director y percusionista Guillermo Rifo, que trabajó con el fallecido artista en los 60, agrega: “Su fineza como arreglador radicaba en cómo combinaba los instrumentos. Le dio más cuerpo a los boleros de Gatica. Hay ciertas líneas en esas canciones que están presentes hasta en las versiones de Luis Miguel”.

En los mismos 60, Patricio Manns pertenecía a la escuela de la Nueva Canción Chilena, más concentrada en el discurso y la fusión de ritmos latinos. En 1970, participó del Festival de Viña con Peregrino adentro, la que fue trabajada con Bianchi, quien ofició como director de orquesta del evento. El hombre de Arriba en la cordillera rememora: “Fue un creador de excepción en Latinoamérica. En esos tiempos se cantaba dos veces por día, durante 15 días, en la competencia de Viña. Compartí diariamente con él y tengo grandes recuerdos”.

Aunque también colaboró con otros nombres, como Pedro Messone y Silvia Infantas y los Baqueanos, su trayectoria también lamenta un vacío: nunca pudo trabajar con Violeta Parra. “Nos topamos un día en la costa. La Isabel y el Ángel estaban chicos. Ahí me dijo que tenía ganas de grabar algo con orquesta y yo le dije que encantado, pero que iba a tener que empezar a respetar los tiempos. Porque la Violeta tenía una métrica muy rara para cantar y tocar. Muy difícil de seguir. Nos pusimos de acuerdo y de repente me entero que se mató. Fue una gran pérdida”, contó en 2011.

Vicente Bianchi, el gran orquestador de la canción chilena

La Tercera

El Premio Nacional de Música fallecido este lunes a los 98 años nunca bailó al ritmo de otros. Amaba la música chilena, pero la hizo sinfónica. Orquestó a Neruda, pero no creía en su política. Era un hueso duro de roer: lo rechazaron 16 veces al Premio antes de ganar en 2016. El gobierno decretó un día de duelo oficial por su muerte. Sus funerales serán el miércoles en el Cementerio General.

Por Rodrigo González

Vicente Bianchi solía decir que había nacido un 27 de enero, una fecha gloriosa para la música aquí y en cualquier parte del planeta. Era el mismo día del cumpleaños de Wolfgang Amadeus Mozart y el compositor chileno sabía secretamente que su orgullo no era tan infundado: más allá de las coincidencias en el calendario, Bianchi también fue un prodigio. Empezó tocando el piano por iniciativa propia a los 6 años y a los 11 dio su primer concierto en el Teatro Municipal de Ñuñoa. Era un programa enteramente clásico y en 1931 cualquiera que hiciera eso tenía más posibilidades de ser un talento del género docto que otra cosa.

Pero no. Vicente Bianchi no estaba hecho de la misma madera que los Horowitz, Rubinstein o Arrau de este mundo. La radio lo atraía, el trabajo lo apremiaba y antes de cumplir 20 años ya era músico a sueldo en un programa de la radio Otto Becker que se llamaba El show del abuelito Luis. Ahí compartiría, entre otros, con Humberto Lozán, histórico cantante de la Orquesta Huambaly. De allá partiría a Buenos Aires, también en el terreno de la radio, donde acompañó desde la orquesta a las figuras más fulgurantes del momento en Latinoamérica, desde Libertad Lamarque hasta Pedro Vargas.

Aquella formación única, recogida en el libro Vicente Bianchi: relato visual de su vida y obra de Missael Godoy, de alguna manera entró para siempre en el flujo sanguíneo y en el ADN cultural de Vicente Bianchi, que ayer murió a los 98 años debido a una falla multisistémica derivada de problemas respiratorios. Hombre de carácter fuerte y gustos transversales, Bianchi se mantenía lúcido hasta el viernes pasado, ocasión en la que intercambió palabras con Godoy. En rigor, se mantuvo en condiciones relativamente óptimas durante una buena parte del año, incluso en marzo lanzó un disco con composiciones inéditas, interpretadas por la Orquesta de Cámara de Chile, dirigida por Alejandra Urrutia.

Aquel trabajo comenzó a gestarse antes de que se le concedieran el Premio Nacional de Música el 23 de agosto del 2016 y fue parte de una serie de buenas noticias que alegraron la vida del músico en sus últimos años, incluyendo un concierto con los mismos intérpretes en el Teatro Municipal, en noviembre de 2016. Es ahí mismo, en el principal recinto de la lírica nacional, donde su cuerpo es velado desde este lunes, sintomáticamente en la Sala Arrau. Continuará durante todo el día de hoy. El miércoles el cortejo partirá a las 12 horas con destino a la SCD (Bernarda Morín, esquina Condell), donde hará una parada desde las 12.30 a las 13 horas. Está previsto que la comitiva arribe a la Catedral Metropolitana a las 14 horas, donde se oficiará una misa. A eso de las 15.30 hrs. debería ser la salida al Cementerio General, pasando previamente por la Pérgola de las Flores. Precisamente en la Catedral de Santiago se contempla realizar un concierto con la Orquesta de Cámara de Chile y el Bafona.

El lazo nerudiano
Aunque quedan muchas obras de Vicente Bianchi por catalogar y hay bastantes discos que eventualmente podrían ser reeditados, es difícil que otras creaciones de él superen el impacto de sus musicalizaciones de los poemas de Neruda. Antes de Víctor Jara con el Poema 15 o Los Jaivas con Alturas de Machu Picchu, la poesía del Premio Nobel tuvo en Bianchi a su más eficaz y empático difusor musical. El interés por orquestar las letras del poeta después continuaría a través de otros métodos con la labor que desarrolló con la música chilena, muchas veces objeto de sus arreglos.
Todo comenzó en 1955, cuando trabajaba en la Radio El Sol de Perú. Allá musicalizó el poema Manuel Rodríguez, del Canto general (1950), y al llegar a Chile lo que trajo fue la famosa la Tonada Manuel Rodríguez. La misma de los versos “Puede ser un obispo, puede y no puede”. El Premio Nacional de Música recordaba de esta manera la impresión de Neruda al escuchar la canción en una entrevista concedida en 2010 a The Clinic: “Fue totalmente sorpresivo para él, porque no esperaba esto. Era totalmente ajeno. Palideció. Se paró, me abrazó, y me dijo: ‘Esto es lo que yo soñé toda mi vida, poder llegar de alguna forma al pueblo’”.

Posteriormente vendría un trabajo más o menos codo a codo con Neruda, con letras escritas especialmente para la ocasión y con canciones como Romance de los Carrera, Canto a Bernardo O’Higgins o A la bandera chilena, que se presentó en la competencia del Festival de Viña del Mar en 1973 y quedó en segundo lugar. Es más, en 1998 Bianchi musicalizó La noche de Chillán, que era en realidad la versión musical de los versos que el autor de Crepusculario le pasó a Bianchi durante un día de septiembre de 1973, ya bastante enfermo. La canción participó en el Festival de Viña del Mar de 1998 y ahí sí resultó ganadora.

Su espíritu transversal
Durante los años 60, Vicente Bianchi fue reincorporándose al territorio clásico que lo había visto nacer y fue esta la época donde su pluma dio a luz obras como la Misa a la chilena, Misa de la Cruz del Sur o el Te Deum. Es el período en que también sintonizó con los cambios en la Iglesia Católica registrados a partir del Concilio Vaticano Segundo y, en ese sentido, aquellas creaciones buscaban alinearse con las reformas a la doctrina social impulsadas desde ahí.

Bianchi fue un demócratacristiano durante toda su vida y participó en las campañas presidenciales de Eduardo Frei Montalva y Radomiro Tomic. A él se debe la música de la Canción de la Patria Joven, emblema del gobierno de Frei Montalva. En los 60 también musicalizó la película Ayúdeme usted compadre (1968), producción con Los Perlas, que hasta antes de El chacotero sentimental ostentó la marca de la cinta chilena más vista de todos los tiempos.

Durante el régimen militar logró trabajos en publicidad, en la composición y también dirigió el Centro Cultural de La Reina, del que fue despedido por diferencias políticas con el alcalde designado por Pinochet. Postuló una y otra vez al Premio Nacional, acumulando 17 nominaciones. Siempre era rechazado porque su carácter musical más bien mestizo, con un pie en la música popular, no gustaba a quienes privilegiaban premiar a los compositores doctos. Finalmente lo logró en 2016. Y aún le quedaban dos años de vida para contarlo.

Fallece Vicente Bianchi, el pianista que interpretó musicalmente la historia de Chile

El Mercurio

El compositor y arreglista, tardíamente Premio Nacional de Artes Musicales en 2016, murió a los 98 años de edad. En su carrera abarcó tanto géneros religiosos, obras líricas y populares, como tonadas inspiradas en los versos de Pablo Neruda. 

Por Bárbara Castro, José Vásquez y Romina de la Sotta

Aunque sus cansadas manos ya no se posaban sobre el piano, la cabeza de Vicente Bianchi seguía pensando en perpetuar sus composiciones. Un legado musical rico que en marzo pasado se acrecentó cuando presentó, con 98 años, su último disco "Bianchi inédito", con grabaciones, como lo señala su título, nunca antes publicadas. Piezas que escribió en diferentes etapas de su vida entre la década del 40 y la del 90, y que al fin pudo registrar gracias a la participación de la Orquesta de Cámara de Chile bajo la dirección de Alejandra Urrutia.

Un propósito admirable, ya que pensaba entregar ese valioso material para la posteridad. Una obra que, por su avanzada edad, podría haber resultado una aplaudida despedida más allá de su riqueza musical. Pero, por su profesionalismo, el maestro siempre quiso ir por más, y al momento del estreno, agradecido por las felicitaciones, sus palabras estuvieron dirigidas a seguir ordenando sus partituras para continuar grabando. No quería parar de trabajar.

Ayer en la mañana, y producto de una falla multisistémica, Vicente Bianchi, figura fundamental de la música chilena, falleció en su hogar de La Reina, luego de pasar unos días internado en el Hospital del Salvador. El pianista interpretó a lo largo de su carrera de manera notable la identidad nacional, a través de un repertorio versátil que desde lo clásico transitó a lo folclórico, religioso y popular, alcanzando cumbres artísticas, como su aplaudido trabajo junto a Pablo Neruda.

Carrera radial

Su relación con el piano se inició cuando era muy pequeño. A los 6 años Bianchi -que siempre celebraba haber nacido un 27 de enero, el mismo día que Mozart- comenzó su prodigiosa historia musical. Su madre era una gran aficionada al arte y fue su principal impulsora para que se sentara frente a las teclas.

El intérprete y compositor comenzó a hacerse un profesional muy joven, siendo parte de octetos que pronto terminaría dirigiendo; orquestas radiales, donde se desarrollaba la industria entonces, que acompañaron a las voces más reconocidas de ese momento, ya la década del cuarenta, como la actriz y cantante Malú Gatica.

Pronto su carrera se haría internacional llegando hasta Buenos Aires y Lima, también como director de orquesta de importantes emisoras de la época, como la argentina El Mundo y la peruana Radio Sol. En Chile su trabajo estuvo vinculado principalmente a las radios Agricultura, Minería y Cooperativa.

Compañero musical de Neruda

Su obra abarcó un abanico amplio de géneros tanto como compositor como arreglista, que incluye desde un repertorio religioso como "Misa a la chilena", "Te deum" y "Misa de la Cruz del Sur", obras líricas e instrumentales, su participación en los himnos deportivos de la Universidad Católica y la Universidad de Chile, su trabajo en el cine para películas como "Ayúdeme usted compadre" de Germán Becker y su obra folclórica y de boleros junto a artistas como Los Huasos Quincheros y Lucho Gatica.

Pero fue su relación artística con Pablo Neruda la que alcanzó una mayor notoriedad. Bianchi leyó musicalmente el "Canto general" del ganador del Nobel y transformó en tonadas los versos dedicados al guerrillero Manuel Rodríguez, logrando que esa obra pudiera lograr un mayor alcance, no solo restringiéndose a los libros, que en esa época, a mediados de los 50, no eran tan accesibles como la música en los sectores más populares.

Tras ese trabajo, la sociedad con Neruda fue fructífera, y el pianista grabó 14 temas con sus versos, algunos como "Romance de los Carrera" y "Canto a Bernardo O'Higgins" escritos por el poeta directamente para el músico.

En 1998 esta relación alcanzó un último hito popular, cuando la canción "La noche de Chillán", con música de Bianchi y letra de Neruda, triunfó en la Competencia Folclórica del Festival de Viña del Mar bajo la interpretación del conjunto Santiago Cuatro.

Una carrera y una historia tan exitosa en la música chilena, que siempre resultó inexplicable que le haya sido tantas veces negado el Premio Nacional de Artes Musicales de Chile, que recién recibió tardíamente en 2016. Un premio que, además del reconocimiento, venía acompañado de un monto en dinero que Bianchi siempre supo a qué quería destinar. Entonces, pensando en su gran cantidad de obras inéditas, su propósito era aprovechar esa plata para poder grabar sus composiciones. Ese mismo año, Leonardo Farkas lo apoyó con $20 millones para poder registrar otro álbum que tituló "Chile fértil".

Ayer, Bernardita Bianchi, hija del pianista, habló sobre la intención de la familia para que la obra de su padre siga a disposición del país. Luego de recibir la visita del Presidente Sebastián Piñera -quien decretó para hoy duelo oficial- y la ministra de las Culturas, Consuelo Valdés, en la sala Claudio Arrau, donde está siendo velado el compositor, señaló: "El legado de mi padre es vasto y siempre estaremos llanos a entregar su música, porque la idea es que se difunda. Seríamos muy egoístas de que la gente y el pueblo de Chile no disfrutara de esos arreglos tan lindos que él dejó".

"Neruda se benefició con su talento, porque un país que lee muy poco supo de Manuel Rodríguez, O'Higgins y los Carrera gracias a lo que hizo con sus poemas".
VALENTÍN TRUJILLO,
pianista.

"Era un hombre generosísimo; cuando Margot Loyola fue a Perú en la década de los 50, él le abrió todas las puertas y la acompañó con su orquesta. Desde entonces fueron muy amigos".
OSVALDO CÁDIZ,
folclorista.

"Fue un hombre que incansablemente quiso entender a su pueblo y a su gente. Un hombre generoso que vivía Chile desde sus entrañas".
ALEJANDRA URRUTIA,
directora de orquesta.

"El país pierde a un gran creador, un gran amante de Chile y eso tenemos que recordarlo siempre".
CONSUELO VALDÉS
Ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.

"Él fue una utopía y creo que su labor no ha sido tan reconocida como debiera. Él abarcó muchas facetas de lo que es un artista; compositor, director de orquesta, creador de coros y arreglador".
GLORIA SIMONETTI,
cantante.

Funeral
Vicente Bianchi está siendo velado en la sala Claudio Arrau del Teatro Municipal. Su funeral se realizará mañana en el Cementerio General. El Presidente Sebastián Piñera declaró duelo oficial para hoy.

 Un maestro demasiado generoso (Benjamín Mackenna)

Ante todo, Vicente Bianchi fue un hombre afable, una persona que nunca se impuso ante el resto, aún sabiendo todo lo que representaba artísticamente; al contrario, siempre fue un maestro demasiado generoso, que nació haciendo música y al que le encantaba enseñar.

Otros directores de orquesta tienden a entrar a una sala peleando por el silencio, pero él no. Yo, como era medio revoltoso en esa época en que grabamos juntos, hacía muchas bromas y a él le gustaba seguir esa línea, su encanto era permanente. Un tipo lleno de bondad, al que nunca le interesó llamar la atención ni tirarse flores; eso jamás.

En su carrera logró algo que muy pocos chilenos pudieron siquiera imaginar: trabajar en conjunto con Pablo Neruda. Él fue un músico completo, que manejaba la música sinfónica y los ritmos latinoamericanos con gran maestría. En ese sentido, las tonadas que grabó con los versos del premio Nobel son obras de una enorme genialidad, temas musicalmente muy ricos y que con las letras de Neruda crecían todavía muchísimo más.

Por eso me extrañó tanto que una persona que tenía todos los méritos para ser un Premio Nacional de Música hubiera tardado tanto en recibirlo. Quizás por ser un hombre de la música docta, mucha gente no lo ubicaba mucho, pero hay que acabar con eso. "La tonada de Manuel Rodríguez" debería estar entre los tres temas más populares de la música chilena. Ese premio era un derecho que se debió cumplir hace muchísimo tiempo.

Invita Cameramusic, que lidera Sylvia Soublette: Música francesa en Providencia

El Mercurio

Dos conciertos gratuitos , siempre a las 19:30 horas, presenta Sylvia Soublette con su agrupación Cameramusic. Mañana, en el Auditorio Fernando Rosas de la UCV (Antonio Bellet 314), abordarán canciones de Fauré y de Ravel, más piezas de Debussy. El lunes, en cambio, presentarán la Sonata "Arpeggione" de Schubert, y obras de Sor y Rodrigo, en la Fundación Cultural de Providencia (Nueva Providencia 1995).



lunes, septiembre 24, 2018

A los 98 años fallece el músico Vicente Bianchi



La Tercera

El destacado músico nacional fue galardonado con el Premio Nacional de Artes Musicales en 2016. Entre otras obras, es autor de Tonadas de Manuel Rodríguez y Canto a Bernardo O´Higgins.

Por Pablo Retamal

Esta mañana, falleció el destacado músico nacional Vicente Bianchi Alarcón. Su deceso ocurrió en su casa de La Reina, tenía 98 años de edad.

Su carrera estuvo enfocada en creación de obras que resaltaban la identidad chilena. Así, en una dupla creativa con Pablo Neruda, compuso -entre otras- “Tonadas de Manuel Rodríguez” (1955), “Romance de los Carrera” (1956), “Canto a Bernardo O´Higgins” (1956) y “A la bandera de Chile” (1970).

Además, musicalizó otras poesías del vate: cuatro de los Cien Sonetos de Amor, el “Poema XV” y el poema “Salitre”. También la canción “La noche de Chillán” (1973) que en 1998 ganó el Festival de la Canción de Viña del Mar.

Pero no solo formó una sociedad con el ganador del Nobel. En una entrevista concedida a radio Pauta en julio de 2018, Bianchi relató que trabajó en conjunto con Violeta Parra, sin embargo, la obra quedó trunca debido al suicidio de la cantautora, en 1967.

“Nos conocimos mucho antes, en encuentros artísticos por ahí. Ella iba y me cantaba sus partes, yo tenía otras partes, por otro lado. Nos juntábamos, nos veníamos juntos cuando íbamos a cantar a alguna parte. Viajó, volvió de Europa muy interesada en hacer discos y nos ofrecimos en hacer algo juntos. Estábamos en eso, ya habíamos convenido con Odeón, con Rubén Nouzeilles, el director artístico, grabar con ella alguna cosa chilena. Pero, ¿qué duró? Nada. El amor la liquidó. Pobre Violeta, nos quedamos en el aire”, señaló.

Bianchi realizó arreglos orquestales de Danzas regionales de Chile para orquesta sinfónica (1996) y compuso obras religiosas, entre las cuales destaca la Misa a la Chilena (1964), la Misa de la Cruz del Sur (1970) y el tradicional tedeum ecuménico (1969-2000) de Fiestas Patrias.

Fue el autor de la música de los himnos de los clubes deportivos Universidad Católica y U. de Chile.

Entre los reconocimientos obtenidos durante su vida destacan la Orden al Mérito Docente y Cultural Gabriela Mistral del Ministerio de Educación y el Premio a la Música Chilena, ambos en el año 2000; el Premio a lo Chileno (2004); y el Premio Apes a la Trayectoria (2008) y el Premio Nacional de Artes Musicales en 2016.

Pinochet, Piñera, Lagos: la vida política de Vicente Bianchi

La Tercera

El músico nacional, fallecido durante esta jornada, recibió algunos tardíos reconocimientos. El más emblemático, el Premio Nacional de Artes Musicales, otorgado recién en 2016. Algo que relacionó a su trabajo para la dictadura. "He trabajado con todos los gobiernos", se defendía el artista, asumido simpatizante DC.

Por Patricia Reyes

En 2016 y después de 17 postulaciones, el renombrado pianista, compositor, arreglista y director de orquesta, Vicente Bianchi, recibió el Premio Nacional de Artes Musicales. Con 96 años y una incalculable obra que marcó la historia musical de Chile, el tardío reconocimiento lo encontró con resignación. “Cuando no me lo daban, toda la gente venía aquí poco menos que a condolerme, porque encontraban que no era justo. Yo me quedaba tranquilo y seguía trabajando, hasta que pasaban dos años y otra vez la misma cosa. Esta vez ya casi no me sorprendió”, comentó en una entrevista a la radio de la U. de Chile tras recibir ese reconocimiento, que artistas como Juan Orrego, Margot Loyola, Carlos Botto y Miguel Letelier consiguieron antes que él.

Para Bianchi, quien puso música a los versos de Neruda en Tonadas de Manuel Rodríguez (1955) y creó la famosa Misa a la chilena, uno de los factores que influyeron en la retrasada distinción fue su lazo profesional con el régimen militar. En esa época, Bianchi participó en un acto por la “reconstrucción” en Estados Unidos justo después del golpe, y en los 80 fue director del Centro Cultural de La Reina (de 1980 a 1985).

“Yo nunca fui político”, advirtió el músico en una entrevista con La Tercera en 2011, cuando arrastraba 14 postulaciones al mencionado premio. “He trabajado con todos los gobiernos desde Pedro Aguirre Cerda en adelante. Me da pena y rabia y me pregunto si para la próxima entrega estaré vivo. (…) He recibido muchos reconocimientos en mi carrera, pero creo haber hecho por la música chilena más que muchos de los que han recibido ese premio”, agregó entonces, en plena promoción de su disco Con su piano a los 90 (2011).

“No era del gobierno”, aseguró en la misma entrevista recordando su relación con el mandato de Augusto Pinochet, “pero me llamaban porque el coro era el único que tenía cosas chilenas, entonces nos contrataban para cada presentación por ahí. (…) Yo nunca tuve ni amistad ni nada, sino que de lejos, “hola”. Con doña Lucía estuve después, pero nunca más la vi”.

Bianchi, sin embargo, reconocía tener algunos puntos de concordancia con los años de Pinochet. “Es que con Allende la cosa estaba muy mal, se veía venir”, consideraba el pianista.

A pesar de los contras que a su juicio le generó esa vinculación política -y a su propia visión de sí en esos temas-, Bianchi siempre tuvo una opinión respecto a los gobernantes de turno. “Yo habría votado por Lagos”, comentó en 2016 tras recibir el premio nacional, poco después que el mencionado ex presidente Ricardo Lagos bajara su candidatura a La Moneda. “Él me ha favorecido mucho. Hace años me dieron una pensión de gracia que me ha servido mucho y después he tenido varios encuentros con él, favorables desde luego. Nos hicimos casi amigos ya, conversando, entonces yo iba a votar por él. Ahora no sé”, comentó pensando en la elección presidencial que se avecinaba, y que tuvo como ganador al actual mandatario, Sebastián Piñera.

A este último, de hecho, lo conoció a través de su padre, el diplomático y político democratacristiano José Piñera Carvallo. “Con (Sebastián) Piñera, cuando estuvo en la Presidencia, nunca pudimos hacer nada”, dijo en la misma entrevista. “Yo quería hacer algo, pero no fue muy favorable el momento. (…) Incluso antes de ser presidente, cuando era senador, le pedimos una ayuda, cuando estábamos trabajando por la cuestión de los derechos de autor, pero no fue muy efectivo. Había mucha pelea en ese tiempo”, explicó.

Aun así, se inclinaba por este último a la hora de votar en 2017. “El único que me iría quedando sería Piñera. La niña Goic no me gusta. La Democracia (Cristiana) va a quedar muy sola y no tiene fuerza”, analizó por entonces, pues aunque se alejaba de cualquier militancia, fue un asumido simpatizante DC. “Yo siempre he sido demócrata cristiano, porque conocí a (Eduardo) Frei padre, con él hicimos la marcha (“Sol de septiembre”)”, recordaba el artista, que se negó a integrar las filas del partido oficialmente. “Me pidieron, pero les dije que no me quería meter en política, porque me iba a quemar y en la música me podía resultar todo al revés. Siempre fui DC, por Frei, tengo ahí todas sus cosas, los discos de lo que se cantaban en ese tiempo. Ahora no hay ni canciones siquiera”.

Rubio se alista para un nuevo hito con su primer disco de larga duración

El Mercurio

El proyecto de la cantante Francisca Straube publicó cinco EP en menos de un año y ahora prepara un álbum que busca consolidar un trabajo que ha sido reconocido en el extranjero 

Raimundo Flores S.
Ha sido un año redondo para Francisca Straube. No solo debutó Rubio, su proyecto solista, en Lollapalooza Chile, sino que también lo llevó a Europa y Estados Unidos, con presencia en importantes festivales como Primavera Sound en Barcelona y Ruido Fest en Chicago. Además, recientemente grabó una sesión en la prestigiosa estación KEXP de Seattle, muestra de la buena acogida que ha tenido en el extranjero.

"Para llevar un año, hemos crecido a pasos agigantados. He crecido todo lo que he crecido con otras bandas en ocho o nueve años. Estoy a full con mis energías en esto, es mi caballito de batalla", comenta Straube sobre su proyecto que comenzó a desarrollar hace varios años, pero que no fue prioridad hasta el 2017, cuando lanzó el primero de los cinco EP que ha estrenado hasta la fecha.

Straube, conocida también por su presencia en bandas como Miss Garisson y Fármacos, se alista ahora para un nuevo hito en la etapa de Rubio: el lanzamiento del primer álbum de larga duración del proyecto, el que además será editado en CD y vinilo.

El trabajo -titulado "Pez" y con fecha de estreno para el 12 de octubre en plataformas digitales- recopilará las canciones incluidas en los 5 EP anteriores del proyecto. Además incluirá "La llamada", single en colaboración con Gianluca, que ya vio la luz, y "Fábula" que en palabras de Straube, "será el cierre que junta todo el disco".

"Las letras hablan mucho de llegar hacia algo, de entrar a las profundidades. Aunque las canciones son súper distintas, hay una historia y un concepto", explica la cantante sobre la unidad que existe entre las canciones del disco.

Esas misma letras se han convertido en uno de los sellos distintivos del proyecto, según explica su propia creadora: "Me llegan muchos comentarios de las personas por lo que les producen las canciones. Hay una profundidad en Rubio que yo creo que a la gente le ha resonado un montón. Me agradecen por las letras, me han dicho que han servido casi como terapia", señala Straube.

La experiencia reciente en escenarios extranjeros durante el año también ha servido para darle una nueva proyección a Rubio. "Mi apuesta no va tanto a la masividad aquí en Chile, porque acá la música que yo hago es más de nicho, pero para afuera yo encuentro que va súper bien. El latin alternative en México, Estados Unidos y Europa está súper power , sobre todo si cantas en español, ya no hay miedo por eso. Por ahí apunto yo", sentencia.

Cantando Aprendo a Hablar cumplirá tres décadas convertido en un fenómeno

El Mercurio

El proyecto infantil creado por un grupo de fonoaudiólogas es furor en YouTube, donde acumula más de mil cuatrocientos millones de visitas. Ahora el plan es capitalizar este éxito con giras en el extranjero. 

José Vásquez
"Siento que cada minuto que pasa es mejor que el anterior, han ocurrido cosas impresionantes", cuenta Pamela Cotorás, una de las fonoaudiólogas creadoras de Cantando Aprendo a Hablar (CAH), un proyecto que nació casi por azar en 1989 con una primera edición en casete de solo mil ejemplares, sin saber si en ese entonces iban a poder recuperar la inversión.

Un conjunto de temas infantiles pensados para ayudar a los niños a desarrollar el habla y que tres décadas más tarde, también por azar -subieron su material a YouTube para postular a un fondo concursable y al poco tiempo ya tenían alrededor de un millón de visitas-, se ha convertido en un fenómeno del streaming .

"Ahora vivimos cosas que antes ni siquiera las podíamos plantear como metas, gracias al avance de la tecnología hoy tenemos este canal en YouTube que es gigantesco", dice Cotorás -quien comenzó esta iniciativa junto a Aída Pohlhammer y Myriam Pinto- sobre un presente donde triunfan en lo digital con un proyecto que nació de modesta forma análoga.

Cantando Aprendo a Hablar es un fenómeno de internet que solo en su canal de YouTube cuenta con más de un mil cuatrocientos millones de visitas. "Y solo el 30% corresponde a Chile", apunta la creadora, visualizando el gran potencial de crecimiento que tiene el proyecto que acumula más de 211 millones de reproducciones desde México, la mayor audiencia de CAH después de nuestro país y que tiene importantes visitas desde España (91 millones) y Estados Unidos (58 millones), que representan fronteras donde los productos nacionales no suelen entrar tan fuerte.

El proyecto triunfa ahora en internet, se emite en la televisión abierta -los sábados en el bloque matinal de TVN- y está expandiendo de forma exitosa su versión en vivo. "Lo que nos mantiene vigentes es que estamos haciendo permanentes adecuaciones a nuestro espectáculo, nos estamos poniendo al día, tanto con la tecnología como con los arreglos de las canciones", dice Cotorás.

A ritmo de reggaetón

El 7 de octubre El Club de Cantando Aprendo a Hablar, como se llama el número en vivo con La Banda de CAH y los ExploraColores, se presentará en el Teatro Oriente con un show que mostrará nuevas versiones de sus temas, donde por ejemplo, le dieron una base reggeatón a su canción "El Burro Anís". "Lo hicimos para tener algo acorde a lo que están escuchando hoy tanto los papás como los hijos", cuenta una de las creadoras de la iniciativa que en 2011 alcanzó otro hito: ser nominadas al Grammy Latino en la categoría de Mejor Álbum Infantil por su disco "Vamos a jugar".

En octubre del año pasado el espectáculo realizó sus primeras funciones fuera de Chile, con dos presentaciones en Lima. Hoy, conociendo gracias al streaming del éxito que tienen en cada país del continente, se entusiasman con expandirse con giras internacionales, de cara al aniversario número 30 que cumplen el próximo año. "Esa es una de nuestras metas, por las redes sociales es muy frecuente que nos pregunten cuándo vamos a estar en los diferentes países. Eso es algo que nos anima y nos proyecta a un desafío que es grande y que hay que abordar".

También en 2019 podría concretarse su regreso al Festival Lollapalooza, donde ya se han presentado en dos ocasiones, en el escenario infantil del evento, el Kidzapalooza. "Estamos en conversaciones pero todavía la parrilla infantil no está definida. No encantaría poder estar ahí, sentimos que sería una manera estupenda de empezar el año del aniversario".

Kidzapalooza Cantando Aprendo a Hablar ya se ha presentado en dos ocasiones en el festival y están en conversaciones para regresar al evento en 2019. Este 7 de octubre realizarán un show en el Teatro Oriente.

El concierto es gratuito, mañana, en Casas de Lo Matta: Virtuosos italianos consolidan oferta camerística de Vitacura

El Mercurio

El violinista Emmanuele Baldini y la arpista Maria Chiossi abordarán la Fantasía de Saint-Saëns, a Piazolla y un potpourri de "La Flauta Mágica". 

Por Romina de la Sotta Donoso

Emmanuele Baldini (Trieste, 1971) le ha dado un nuevo vuelo a la Orquesta de Cámara de Valdivia desde que asumió como director titular, hace dos años. Su fórmula ha sido una temporada desafiante con grandes solistas internacionales, y el resultado es un enorme éxito de público. "Esta es una inversión a futuro, estamos haciendo un trabajo de sonido y de identidad, creando una propuesta diferente de los otros grupos de cámara de Chile. Por eso nos focalizamos en arreglos hechos por jóvenes compositores, por ejemplo, tocamos recién las 'Variaciones Goldberg' en un arreglo exclusivo que fue tan exitoso, que fuimos invitados en febrero de 2019 para las Semanas Musicales de Frutillar, con este mismo programa", anuncia Baldini.

En paralelo, este virtuoso violinista italiano lleva 13 años como concertino de la Sinfónica de São Paulo, tras haberlo sido en La Scala de Milán y el Teatro Comunal de Bologna.

"Siempre tuve el objetivo de ser un músico lo más completo posible, no limitarme a una sola actividad, y he logrado un equilibrio que me satisface, entre mi papel de concertino en una importante orquesta internacional, director, solista, profesor y músico de cámara", reconoce.

En esta última faceta podrá conocerlo ahora el público capitalino, porque la Corporación Cultural de Vitacura lo programó para mañana en su 2° Festival de Música de Cámara, en las Casas de Lo Matta (Kennedy 9350, 20 horas, gratis). Baldini actuará con su compatriota Maria Chiossi (Brescia, 1983), quien hace un año asumió como arpa solista de la Orquesta Sinfónica de Chile.

"Para mí, violín y arpa es la combinación más bonita que hay; los dos timbres se funden muy bien", dice Chiossi, y Baldini la complementa: "Esta sonoridad no se escucha frecuentemente. Mientras el violín prioriza el lado melódico, de la frase musical, el arpa ejerce su función de instrumento polifónico de enriquecimiento armónico, como lo haría un piano".

El programa que diseñaron es virtuosístico y atractivo para el público general. Tocarán una Sonata de Valeri Kitka, basada en una canción folclórica rusa, y un potpourri sobre temas de la ópera "La Flauta Mágica" que escribió Spohr. También interpretarán un monumento del repertorio: la Fantasía para violín y arpa de Saint-Saëns. "Es una de mis piezas favoritas; en ella se pueden apreciar los efectos que la gente más asocia al arpa, como glissandos y arpegios", apunta Chiossi. Cerrarán con tres piezas contrastantes de Piazzolla, de "Historia del Tango".

Con este dúo, se consolida este festival que ofrece un concierto al mes y que este año ya ha contado con figuras como Luis Orlandini, Romilio Orellana, Bastián Loewe y Danor Quinteros, y que continuará el 23 de octubre con el debut de Sigstrum, el nuevo Ensamble de Percusión del maestro Carlos Vera.

Disco tributo a Jorge González reúne a artistas de la región

La Tercera

Rubén Albarrán, Gustavo Santaolalla y Manuel García son parte del álbum que saldrá en noviembre.

Por Andrés del Real

Las reverencias y saludos artísticos a Jorge González son tantos y tan distintos que no siempre es fácil seguirles la pista. Sólo en los últimos días, sin ir más lejos, el sanmiguelino inspiró una comentada interpretación de Tren al sur de parte de un grupo de niños de un colegio de Puente Alto; un cover de Por amarte a cargo del afamado músico y productor argentino Gustavo Santaolalla, durante su show en el Teatro Nescafé de las Artes -con González entre el público-, sumado a un disco disponible desde esta semana en streaming, en el que más de veinte grupos de punk chileno versionan temas de Los Prisioneros.

Ejemplos recientes del amplio alcance de la obra del músico de 53 años, celebrada por diversas generaciones e inspiradora de muchos, incluyendo a artistas de otras latitudes. Así lo entiende el músico y productor peruano Pedro Villar, amigo de González hace varios años y gestor del que presenta como el primer tributo internacional a la música del exlíder de Los Prisioneros.

“La idea nació en un viaje que hice a Santiago el año pasado. Jorge me invitó a su casa, estuvimos compartiendo largo rato”, relata Villar, quien hoy trabaja como ingeniero en sonido en Los Angeles (EE.UU.). Desde allí, ha coordinado la realización de un álbum que reúne a diversos artistas de la escena latinoamericana, y que estará disponible en diversos países -en formato físico y digital- a partir de noviembre.

“Este disco es un tributo internacional, algo que hasta la fecha no se había hecho y Jorge ya se merecía, pues ha inspirado a grandes artistas no sólo en Chile sino que a lo largo del continente”, agrega el productor, quien juntó para el álbum a una variada selección de nombres de cinco países de la región. Entre ellos el mexicano Rubén Albarrán, líder del grupo Café Tacvba, que participa en el registro junto a su banda Hoppo!, integrada por músicos de su país y también chilenos.

Junto a ellos participa el ya mencionado Santaolalla, quien conoce a González desde hace casi tres décadas, como productor de su influyente disco Corazones (1990), grabado por ambos en Norteamérica en plena disolución de Los Prisioneros. De allí se extrae Por amarte, el tema que el trasandino aporta al LP con una versión de estudio. También participa en el proyecto Leandro “Lolo” Fuertes, el ex guitarrista del grupo argentino Miranda!, y otro argentino, Eduardo Schmidt, ex líder del grupo Árbol.

El proyecto lo completan el grupo mexicano Quiero Club y artistas peruanos como Pelo Madueño, Daniel F y Barrio Calavera. Por Chile, la lista incluye a Manuel García, Pedropiedra, María Colores y Claudio Valenzuela de Lucybell, además de Lanza Internacional, la banda actual de los hermanos Durán (ex Los Bunkers). La masterización está a cargo del ingeniero local Chalo González.

“Todo lo recaudado por este álbum va a ir para Jorge, y todos los artistas que participan han autogestionado su grabación y se han puesto la camiseta”, cuenta Villar sobre el LP, que se editará por el sello de la familia de González (Avenida La Novena). “Jorge ha influenciado y ha hecho sentir mil emociones en la vida de mucha gente. Toda esta energía y este agradecimiento ha creado una atmósfera que está expresada en el disco”, agrega el productor.

Homenaje ciudadano
El disco no es el único proyecto inspirado en González que verá la luz este semestre. En paralelo, los hermanos Gopal y Visnu Ibarra, creadores de los musicales ciudadanos dedicados a Violeta Parra y Víctor Jarra, cerrarán su trilogía con un montaje centrado en la obra del exPrisionero, que la próxima semana mostrará su primer adelanto antes de su estreno en enero.

El 5 y 6 de octubre, la dupla creativa presentará dos ensayos abiertos en el GAM, en los que además habrá charlas a cargo de algunos de los actores del proyecto -como Paula Zúñiga y Daniela Ramírez- y parte del coro ciudadano de éste, integrado por 150 personas. “Hicimos una audición hace un mes y llegaron más de 500 personas”, cuenta Gopal Ibarra, quien detalla que este será el equipo más numeroso de sus obras, incluyendo un grupo de danza.

Lo de la próxima semana será una suerte de muestra de su metodología de trabajo -aprovechando el aniversario del plebiscito de 1988- y un vistazo al homenaje a González, cuya dramaturgia está en proceso de escritura. “Estamos haciendo un análisis de todo lo que se pueda hacer con respecto a Jorge y su extenso desde Los Prisioneros hasta ahora. Lo que salga tendrá que ver con la selección natural del coro y los intereses de la gente”, explica.

Paul Simon dijo adiós con emotivo show

El Mercurio

Con un concierto en un parque de su natal Queens, en Nueva York, el músico finalizó la que anunció sería la última gira de su carrera.

domingo, septiembre 23, 2018

En Librerías La vida privada del ex Beatle: El libro final de Paul McCartney



El Mercurio

El escritor, guionista y periodista inglés Philip Norman es un hombre que vivió la era de The Beatles mano a mano con los protagonistas. Ha sido el autor de aclamadas y también vilipendiadas biografías de las estrellas de rock . Aquí cierra un ciclo que se inició en 1965, en un continuo ir y venir con el músico y mayor protector de ese patrimonio histórico. 

IÑIGO DÍAZ

"Creo que aún no estamos preparados para cuando Paul McCartney ya no esté con nosotros", escribió en su comentario un usuario de redes sociales el día en que alguien más se apresuró a colgar en Facebook el video con los 23 minutos de "Carpool Karaoke".

Se trata de ese momento fabuloso al interior de un automóvil conducido por la vía izquierda donde el comediante y presentador inglés de televisión James Corden entabla conversaciones de tú a tú junto a figuras de la música pop, bromea y canta con ellos. La edición de junio pasado, donde de sorpresa subió al vehículo como copiloto Paul McCartney, "dejó al mundo sin palabras", tal cual escribió el diario El País.

Nadie en su minuto estuvo preparado tampoco para el día en que un fanático baleara a John Lennon. Paul McCartney menos aún. "Me di cuenta con solo mirarlo de que algo iba absolutamente mal", le dijo Linda McCartney al escritor y periodista Philip Norman acerca de su impresión la mañana del 9 de octubre de 1980, cuando se encontró cara a cara con Paul. Le acababan de telefonear desde Nueva York con la noticia.

Desde la vereda del enemigo, Norman ha vuelto a ser un centro de atención en el mundo de la música global, debido a la reciente publicación de su última obra. Es la biografía de Paul McCartney, titulada genéricamente "Paul McCartney. La biografía" (Malpaso / Océano, $28.000), el libro que le faltaba por escribir.

Son ochocientas páginas sobre el músico, sus bandas, sus mujeres, sus amigos, sus acontecimientos, su muerte ficticia, en fin, su buena vida como astro del pop, que van desde sus años en la casa de Forthlin Road, en Liverpool, hasta Cavendish Avenue, su sobria mansión victoriana en Londres, a minutos a pie de los estudios Abbey Road. Páginas nuevas para lo que el mismo Norman opina es toda una locura, pues estima que sobre Paul se han escrito unas "miles de millones de palabras".

Página cero

De ahí las interrogantes que el propio Norman se plantea como autor en este libro que viene a redondear sus publicaciones biográficas sobre las estrellas del rock clásico. Su primer trabajo fue una investigación que comenzó a realizar cuando Lennon aún estaba vivo, y que lanzó en 1981: "Shout! La verdadera historia de The Beatles". Más adelante siguió con libros sobre los Rolling Stones (1984), Elton John (1991), John Lennon (2008) y Mick Jagger (2012).

¿Es posible escribir algo más sobre un ex Beatle o sobre The Beatles? "La página sigue estando, aunque resulte extraño, en blanco", escribe Norman como reflexión más sobre la naturaleza humana que sobre la naturaleza de McCartney. "La supuestamente más abierta y accesible de todas las megacelebridades es, en realidad, una de las más esquivas. Desde su aparente normalidad y su actitud de hombre común y corriente, (Paul) ha construido murallas de privacidad que solo rivalizan con las de Bob Dylan", vuelve a sorprender.

Lo que sí defiende Norman con fuerza es, en efecto, la existencia de material novedoso en "Paul McCartney. La biografía", un hecho que solo él como investigador y autor -y ni siquiera el músico- podría corroborar. "(Hacer el libro) exige un esfuerzo muy grande, porque todo el mundo cree saber todo sobre ellos. Todos se creen expertos en detalles (...). Estos fans y expertos más intensos son los más peligrosos: no les gusta que alguien diga o escriba algo que ellos desconocen", diría Norman en una entrevista con el diario digital argentino Infobae.

Día único en la vida

Norman rebobina la cinta de su historia hasta llegar a diciembre del año 1965, cuando The Beatles eran ya absolutos dominadores del planeta, con la Beatlemanía a plena marcha, con dos películas facturando millones de libras, pero también con una tensión sobre los jóvenes liverpulianos ejercida en su máximo grado. Acababan de lanzar el disco "Rubber Soul", el álbum de la transición, Lennon estaba escribiendo cosas como "Nowhere Man" y McCartney, "Drive My Car", canciones llenas de subtextos. En ese panorama arribaron a la ciudad de Newcastle, para dar uno de los conciertos de la que iba a ser su última gira por el Reino Unido.

Philip Norman era entonces un reportero de 22 años, que trabajaba para el periódico "Northern Echo". El día en que The Beatles tocarían allí, otro editor despistado le dijo: "anda y trata de hablar con ellos".

"Emprendí la misión sin ninguna esperanza: ¿Qué novedad podía añadir yo desde mi limitado punto de vista?", recuerda Norman que pensó: era la misma pregunta que se hizo frente al desafío de escribir este libro. Junto con otros reporteros, logró sobrepasar la única medida de seguridad que había entonces, un portero anciano, y de un minuto a otro se vio a sí mismo dentro del camerino de The Beatles.

George Harrison no le prestó atención, pues miraba un episodio de "Los Vengadores" en la televisión. Ringo Starr contestó algunas de sus preguntas y luego se le unió John Lennon a la conversación. Todos ya vestían sus atuendos negros de cuello alto, jerséis que luego se denominaron en Chile "beatles". Estaban casi listos para salir a escena, dado que el griterío de las adolescentes estaba aumentando y traspasaba los muros. Paul McCartney, con nítida ansiedad, recorría el espacio de un lugar a otro sin detenerse.

"En un sofá cercano estaba el bajo Höfner modelo violín, cuya silueta de mástil largo, como si fuera un Stradivarius, se había convertido en su marca registrada particular. Le pregunté si aquel bajo pesaba mucho para usarlo en el escenario. 'No, es liviano. Toma, pruébalo'", escribe Norman. Paul se lo lanzó por los aires y Norman tuvo que atraparlo con una maniobra.

"Durante unos momentos me encontré pasando los dedos por los mismos trastes por los que lo hacía Paul McCartney y pulsando las mismas cuerdas de acero enrollado. Pregunté si los bajos en forma de violín eran más caros que los normales. 'Solo 52 guineas. Soy un tacaño', respondió", agrega Norman, quien tras obtener autógrafos de los cuatro Beatles para regalar a su hermana menor, nunca más en todo el siglo volvió a cruzarse con Paul.

Escrita a lo largo de tres años y con un enfoque decididamente narrativo, la biografía describe no solo lo que ya se conoce, lo que se ha dicho y redicho en esas miles de millones de palabras, sino que contextualiza la vida de McCartney dentro de una particular cultura británica, de la que igualmente se sabe muy poco en su esencia. "Es un libro inglés, quería mostrar al mundo esta idiosincrasia", diría Norman más sobre Liverpool que sobre Londres.

Aunque echó mano a las conversaciones que entabló desde 1969 con muchos primeros protagonistas de la órbita Beatle, Norman se basa aquí en decenas de nuevas entrevistas que aportaron antecedentes desconocidos. Once expertos, incluido Barry Miles, el autor de la biografía autorizada "Hace muchos años" (1997), revisaron el texto. "En primer lugar, quiero expresar mi agradecimiento a sir Paul McCartney por permitirme escribir esta biografía sin intentar ejercer ningún control editorial sobre el resultado", escribe Philip Norman.

Estación terminal

Las fricciones entre ellos venían desde mucho antes, desde que Paul llamó "Shit!" (mierda) el libro de Norman titulado "Shout!" (¡Grita!). Allí, el autor había descrito a Lennon como las tres cuartas partes de The Beatles y a McCartney prácticamente como un complemento o menos que eso incluso. En esta biografía, Norman se separa del tiempo para balancear los hechos y hacer uso del derecho humano a cambiar de opinión. "Paul McCartney es el personaje principal en The Beatles", dice ahora. No se trata de complacencia: hasta el día de hoy no sabe si Paul ha leído el libro.

El último contacto que tuvieron el ex Beatle y el escritor Philip Norman fue a finales de 2012, cuando le envió un e-mail a Stuart Bell, su agente de prensa, donde le notificaba que pretendía escribir un libro sobre Paul que pudiera completar la serie que tenía como capítulo previo la biografía de John, de diez años atrás. Norman pensaba que si McCartney aún estaba enfadado, al menos que diera su beneplácito sobre esa investigación.

"(Me dijeron que) la respuesta podría tardar un poco de tiempo, puesto que McCartney estaba de gira por América", dijo Norman. Un par de semanas después le llegaría un e-mail : "Querido Philip: gracias por tu mensaje. Con gusto te doy mi aprobación tácita y tal vez Stuart Bell pueda ayudarte. Cordialmente, Paul". Philip Norman, que estuvo en 1965 con The Beatles en un camerino, justo antes de salir a tocar, dimensiona: "Fue la mayor sorpresa de mi carrera".