domingo, septiembre 09, 2018

Libro recoge 40 años de entrevistas y poemas de Parra en "El Mercurio"

El Mercurio

Publicado en 2012, el volumen de María Teresa Cárdenas ahora tiene una segunda edición que incluye artefactos y un poema inédito a Gabriela Mistral. 

Roberto Careaga C.
El jueves 23 de abril de 1953, en las páginas de "El Mercurio" apareció una pequeña noticia titulada: "Primer premio de poesía obtuvo Nicanor Parra". Se trataba del concurso del Sindicato de Escritores, que Parra ganó con el libro "Poemas y antipoemas", un premio que recibió un poco a regañadientes: envió los poemas bajo el seudónimo de Rodrigo Flores, lo que ya supuso un problema para que fuera identificado como el autor verdadero, pero sobre todo, porque el certamen incluía la publicación de los textos y Parra creía que aún les faltaba antes de lanzarlos. En cualquier caso, el día de la premiación se le ve feliz: la foto de la noticia lo muestra sonriente al recibir el diploma. Como parte de los archivos del diario, ahora la fotografía está en la nueva edición de "Así habló Parra en El Mercurio", de María Teresa Cárdenas.

La foto de 1953 está en el Epílogo y se sale del marco original del libro, que abarca 40 años de apariciones de Parra en "El Mercurio", desde 1968 hasta 2008. Están las entrevistas que dio, pero también una serie de intervenciones poéticas, como una sección que el escritor tuvo en los años 80 llamada "El averiguador particular". Según cuenta María Teresa Cárdenas, subeditora de Artes y Letras, el volumen fue ideado cuando el poeta ganó el Premio Miguel de Cervantes, en 2011. Trabajó contra el tiempo en el archivo y algunos textos quedaron fuera. "Se pasaron algunas cosas, como unos 'Artefactos Quijotescos', 'El rap de la Sagrada Familia', un poema inédito en homenaje a Gabriela Mistral y una entrevista sobre el tema de la traducción", cuenta, enumerando las novedades de esta edición.

"Ya no soy poeta lírico, sino dramático. Guardando las distancias, soy dramático en el sentido que Shakespeare y Cervantes lo fueron. Yo soy un escenario en que aparecen toda clase de personajes", decía el antipoeta en una entrevista de 1970, la primera propiamente tal incluida en "Así habló Parra en El Mercurio". Realizada por Silvia Pinto, encuentra al escritor en medio de las históricas controversias con la izquierda, que le acarreó el encuentro con Pat Nixon en la Casa Blanca. Aún afectado, cuenta que ha rendido cuentas de sus actos ante los estudiantes del Pedagógico, pero reclama el derecho a la "libertad integral" y se cuadra con la revolución de los yippies estadounidenses (los hippies intelectuales). Cuarenta años después, entrevistado por el rector de la UDP, Carlos Peña, Parra decía que "nunca había tenido una relación con el poder cien por ciento amistosa", y recordaba que tras el golpe de 1973, Pinochet le ofreció ser ministro, embajador, lo que quisiera. Él solo pidió que no lo echaran de la Universidad de Chile.

Por cierto, no todo es política en el libro. "Todos los escritores asumen un personaje a la hora de dar entrevistas periodísticas", dice Cárdenas. Y añade: "Lo curioso con Parra es que él fue encarnando distintos personajes a lo largo de los 40 años que recoge el libro, de acuerdo a los temas que le interesaban y la obra que estaba desarrollando. Desde ese punto de vista, aquí está el energúmeno, el ecologista, el profesor, el lector de Hamlet, el Cristo de Elqui, el anacoreta...".

- ¿Cómo definiría la relación que tuvo Parra con "El Mercurio"?

"La relación fue siempre buena y de mucho respeto mutuo, en gran parte -considero-, por el respaldo que recibió del crítico José Miguel Ibáñez, Ignacio Valente, desde que este empezó a escribir en 'El Mercurio', en 1966. En vista de esa relación, en 1981 le propusieron que colaborara en este diario. No creo que le hayan dado mayores directrices, pero de todas maneras, él consultó con alguien si era conveniente que aceptara esta invitación. En uno de los textos de 'El averiguador particular' (salieron seis intervenciones) dice que le preguntó a su sombra, pero alguna vez me contó que su 'consejero' había sido Mario Vargas Llosa. Y coincide, porque ese mismo año, Vargas Llosa estuvo en Chile. No lo he podido chequear con él, pero según Nicanor, este le dijo que sí, mientras no lo censuraran. Cosa que no ocurrió, por supuesto".

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