domingo, septiembre 23, 2018

Desde este miércoles, un recital por semana: Tres pianistas prosiguen la Integral de Beethoven

El Mercurio

"Claro de Luna", "Waldstein" y otras diez sonatas tocarán Alexandros Jusakos, Luis Alberto Latorre y Mario Alarcón. 

Romina de la Sotta Donoso

El Ciclo de Pianistas del CEAC -entidad que administra a la Orquesta Sinfónica- rinde este año un homenaje al recordado maestro Óscar Gacitúa, presentando las 32 sonatas para piano de Beethoven, en forma cronológica y con nueve pianistas.

"Cada sonata es como un mundo aparte. Son muy distintas, pero a la vez, se van pasando la herencia de lo que una significó a la otra, pero con la gracia de un creador que siempre compone algo nuevo", apunta Luis Alberto Latorre, pianista de la Sinfónica y director artístico de este ciclo que partió en mayo y que continúa este miércoles con Alexandros Jusakos, en el Teatro U. de Chile, en la Plaza Baquedano (Ceacuchile.com).

Creador de la Fundación "Pianos para Chile" y profesor del Conservatorio de la U. Mayor, Jusakos tocará cuatro sonatas compuestas entre 1800 y 1801: la Op. 26, "Marcha Fúnebre"; las "Quasi una Fantasía" Op. 27 N° 1 y N° 2; "Claro de Luna", y la Op. 28 "Pastoral". "Es emocionante seguir el orden cronológico, porque te vas encontrando con cosas que reconoces en otras obras de Beethoven. Por ejemplo, en la opus 27 N° 1 hay un fugato que me recuerda a la fuga de la penúltima sonata que Beethoven compuso, la opus 110", dice.

De su programa, destaca la Opus 26, "Marcha Fúnebre", cuyo primer movimiento es un tema con variaciones: "Eso es algo que solo Mozart había hecho". "El motivo de esa 'Marcha Fúnebre' es muy parecido al primer motivo del primer movimiento de la Sonata 'Claro de Luna', un movimiento que el gran pianista András Schiff considera una especie de marcha fúnebre por su semejanza a momentos de 'Don Giovanni', de Mozart, como la muerte del Commendatore", agrega Jusakos.

Luego, el 3 de octubre, Luis Alberto Latorre interpretará cinco sonatas: las Op. 31 N° 1, N° 2, "Tempestad", y N° 3, y las Op. 49 N° 1 y N° 2. De ellas, destaca la "Tempestad". "Cuando la compuso, Beethoven escribió: 'A partir de ahora, quiero abrir un nuevo camino' y eso es muy decidor. Esta sonata marca un hito por el cambio radical que está sucediendo en el lenguaje musical, y con un modelo tan clásico como la sonata", asegura Latorre.

Mario Alarcón, profesor del Instituto de Música UC, dará el recital del 10 de octubre, con las Sonatas Op. 53, "Waldstein", Op. 54 y Op. 57, "Appassionata". "Estamos en los opus 50, en la mitad de la producción de Beethoven, entonces en su música se produce una pugna entre la energía de un hombre joven y la de uno que empieza a mirar la vida en forma reflexiva, más maduro", dice el pianista. "A diferencia de la producción más postrera de Beethoven, donde la música tiende a rendirse ante el destino, en estas sonatas la música no se rinde", cierra Alarcón.

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