jueves, marzo 28, 2013

Isabel Parra: “Los militares han sido patéticamente orgullosos”

The Clinic

La cantautora, hija de Violeta Parra, re edita su libro Ni toda la tierra entera, que lleva el mismo nombre de la canción compuesta en Cuba e inspirada en el exilio al que tuvo que partir luego de que su nombre apareciera en las listas de detenidos luego del Golpe de Estado. Después de 10 años, este libro vuelve a imprimirse con imágenes, cartas y poemas inéditos.


Desde su casa en Providencia Isabel Parra dice que nunca ha tocado una cueca en su comuna “teniendo al lado el Parque Inés de Suárez”. Con cierta melancolía dice que a los Parra, de los cuales muchos han vivido siempre en la comuna, se los desairó durante los periódos del Coronel. Por eso ahora destaca que “le torcimos la mano democráticamente”. La misma palabra usa casi toda vez que se refiera a Salvador Allende, o “el proceso democrático de la Unidad Popular”. A pesar de eso, de los militares y las fuerzas armadas no habla con rabia, porque dice que lo que a ella le pasó, esos 14 años de exilio “lo pude transformar no en resentimiento ni odio, sino que yo lo transformé en canto. En música, en poesía popular sencilla. En palabras femeninas que se cantan y acompañan a todo el mundo”.

Y es eso lo que Isabel quiere transmitir con este libro, re editado y re lanzado ayer en el GAM. Ni toda la tierra entera abre con un relato de su hija Tita y sigue con el relato de Isabel sobre el exilio al que tuvo que partir luego del Golpe de Estado. Ese día ella estaba invitada a la misma actividad con Víctor Jara en la Universidad Técnica del Estado, donde el cantautor fue detenido y luego acribillado. Sin embargo, Isabel partió a las oficinas de la Jota, donde militaba a enterarse de lo que estaba pasando. Al final tuvo que asilarse en la embajada Venezolana y partir al extranjero en el avión que Cuba envió para sacar del país a los exiliados. Allá fue donde se enteró de que su hermano Ángel, después de dos meses, por fin estaba libre. Eso sí, con la prohibición de cantar.

Hoy, en el año en que se cumplen cuarenta años del Golpe, Isabel dice que este es un libro necesario porque “es importante que los jóvenes sepan que esta libertad de acción que tenemos ahora se debe a dolores muy profundos que sufrió el país, a enfrentamientos muy profundos que vivimos nosotros”.

A sus 73 años, Isabel dice que continúa identificándose con la “izquierda utópica, la de Salvador Allende” y que dejó de militar en el Partido Comunista hace años. Sin embargo, igual se alegra de la llegada de Michelle Bachelet, y dice tener “muchas esperanzas de lo que no se hizo en 20 años pasados se haga ahora”.

¿Por qué es necesario re editar este libro hoy?
La intención es, muy simplemente, pensar un poco. Sobre todo la gente nueva, que escucha esto a la pasada, que no vivió directamente este drama del Golpe de Estado con todas sus consecuencias, que no se detuvo un segundito a pensar que hoy día puede salir a la calle, carretear, estar con su familia. Estamos hoy en día en un país con muchos conflictos y muchas divisiones, pero nadie nos viene a buscar a la casa para matarnos. Eso es lo que yo no quiero que se olvide. Porque yo era simplemente una militante de la Jota junto con Víctor y otros artistas que cantábamos y hacíamos música y participábamos profundamente de este proceso que era la utopía perfecta, un socialismo en que nos respetáramos, en que nadie matara a nadie. En que pudiéramos usar el cobre para las causas nobles, en que no hubiera gente que se queda con la plata y los otros se mueren de hambre, en que no hubieran persecusiones. Naturalmente que no fue bueno para la oligarquía chilena.


¿Qué te pasa cuando escuchas a la gente decir que ya es un tema del pasado?
Cuando nosotros volvemos al tema, que es un tema que no se va y vive con nosotros, no estamos tratando de cagarle la vida a nadie ni que se depriman. Estamos diciendo “esto me pasó y a lo mejor le paso a tu abuelo, tu vecino y fue un hecho real y concreto”. Lo peor que le puede pasar a un país es estar partido en dos. No hay nada mas inútil y más dramático. Nos estamos perdiendo los unos a los otros y no nos estamos conociendo. No sé si vamos a tener la capacidad de aprender y mejorarnos y de presentarnos frente al contrincante ideológico de una manera menos tenebrosa. Eso nos haría mejores personas, pero yo no sé si es posible. Han habido ejemplos de perdones, pero los militares han sido patéticamente orgullosos, y dicen que lo volverían a hacer.


Tú eras muy cercana a Víctor Jara ¿Cómo has visto este proceso del esclarecimiento de su muerte?
En primer lugar, tengo que decirte que yo creo que Víctor fue el héroe de todos nosotros. Sin proponérselo. Sin pensar. El Víctor era muy cercano a nosotros, a la Peña, a la Violeta. Éramos muy compinches, muy solidarios. Entonces siempre me estaba invitando a grabar, a mostrarme una canción nueva y era una amistad preciosa, maravillosa. Que naturalmente cuando yo me doy cuenta que la Joan Jara y su Fundación han persistido como tantas personas en buscar los asesinos de Víctor, yo lo encuentro tremendo. Tan necesario y es admirable que ella no se haya agotado, que no haya tirado la esponja. Entonces esta situación de Víctor asesinado, del Presidente muerto en La Moneda, de toda la plana de la Unidad Popular relegada a la isla Dawson, es una cuestión que, por favor, nosotros no podemos hacernos los lesos y decir, “no sigamos para adelante no más porque son cosas del pasado”. Imagínate que de un día para otro te quedas sin tu amigo del alma, sin tu ciudad, sin tu casa. Todo acribillado por los militares.

Este mismo día que se lanza tu libro, llegó Bachelet. ¿Cómo ves un nuevo gobierno de ella?
Yo la vi esta mañana y me dio harto gusto verla porque este silencio nos tenía medios loquitos a todos, no sé, un poquito cargante. Yo tengo confianza en ella. Ella sabe que no estamos cinco años atrás, en estos años han pasado muchas cosas en Chile. Tenemos muchas esperanzas de que lo que no se hizo en 20 años pasados se haga ahora. Eso no es nada nuevo, es lo que están pidiendo los estudiantes. Y yo creo que ella va a tomar cartas en el asunto y se va a hacer cargo, porque sino la gente no va a votar por ella. Pero me alegré que estuviera de vuelta, la considero cercana y ella fue la mujer que se sensibilizó por la Violeta casi saliendo de su mandato y entregó un cheque para construir el museo que aún no se termina.


¿Cómo has visto al Gobierno en los temas artísticos y culturales?
En lo que respecta a la Violeta Parra, cero, cero, cero. ¿A ti te parece justo que la Violeta Parra que vivía entregada a Chile que el museo de la Violeta no exista? Es eso, en circunstancias que nosotros vamos a donar toda la obra de la Violeta al Estado chileno. Entonces yo he tenido pedir poco menos que puerta a puerta. Pero no ahora, desde que se instauró la democracia. Yo no puedo decir que este gobierno no tomó en cuenta a la Violeta Parra. Todos los gobiernos de la Concertación no hicieron nada por ella, teniendo nosotros muchos amigos dentro de la Concertación, mucha gente de poder, no movieron ni el dedo chico. La única que movió el dedo fue la Michelle cuando ya se estaba yendo a Valparaíso a entregar el mando al nuevo presidente y nos dio el cheque para la construcción. Entonces yo quisiera que el museo se inaugurara pronto, me da lo mismo quién lo inaugure.



No hay comentarios.: