jueves, septiembre 06, 2007

Siempre

El Quilapayún se fracturó entre el año 2000 y el 2002, Guillermo García- Hugo Lagos y Hernán Gómez salieron en esa época del Quilapayún, que venía siendo dirigido desde finales de 1989 por Rodolfo Parada. En más de 10 años la dirección de Parada mostraba 2 trabajos en estudio y esporádicas presentaciones en Chile. Guillermo, Hugo y Hernán se unieron con Eduardo Carrasco (Integrante del Quilapayún desde su fundación hasta 1989- director del conjunto desde finales de los 60 hasta su salida del conjunto), Carlos Quezada (integrante desde 1966 a 1991), Rubén Escudero (Integrante desde 1971-1974); Ricardo Venegas (Integrante desde 1979-1991), mas a Ismael Oddó ( hijo de Guillermo Oddo quien fue integrante del conjunto desde 1967 a 1988) para continuar con el Quilapayún. Por otra parte Rodolfo Parada continuaba con Patricio Wang (Integrante desde 1982) y Patricio Castillo (que se reintegró al conjunto en 1991 después de mas de 20 años estando fuera de la agrupación), sumando a gente joven chilena ligada a la música que vivía en Europa, para dar vida al Quilapayún.
Mientras los dos grupos rasgan vestiduras frente a la continuidad que pudiera tener el otro conjunto, el público chileno a podido ver a partir de 2003 presentaciones regulares del Quilapayún dirigido por Eduardo Carrasco, es así como en ese año se presento en un homenaje a Salvador Allende, mas hicieron una pequeña gira presentando la Cantata mas canciones fundamentales, el 2004-2005 hicieron el espectáculo Música en la historia junto al Inti Illimani histórico, el 2005 repusieron la cantata mas canciones fundamentales. El 2006 vino el Quilapayún de Parada a presentarse a Chile, y ahora el 2007 el Quilapayún de Carrasco presenta una nueva producción: Siempre. Viene a ser la primera producción en estudio del Quilapayún en mas de 8 años, la primera de este nuevo milenio.
La edición chilena parte con el tema Siempre, una canción con letra música de Eduardo Carrasco, en ritmo de pericona. En este tema Carrasco desarrolla en un formato lírico de pie forzado (que ha tomado muchas veces en su canciones) , los fundamentos que llevan los hombres de negro bajo sus ponchos. Un tema que cuenta con las armonizaciones vocales tradicionales del Quilapayún , y ya desde este primer tema viene a aparecer un rasgo fundamental de esta producción , la presencia de músicos invitados , que amplia en todas las dimensiones los rasgos tímbricos del Quilapayún. Es así como en este disco se pueden escuchar saxos, violines, acordeones, trompetas, sintetizadores, contrabajos, junto al sonido tradicional del Quilapayún. Algo interesante a destacar en este track es la línea de bajo que se desarrolla de manera magistral, en el cual se pueden escuchar glisandos, intervalos y paseos melódicos por todo el registro del instrumento.
El segundo tema corresponde a las creaciones que el Quilapayún desarrollo en la década de los 70 para musicalizar los versos de Neruda sobre Joaquín Murieta, se trata de A california me voy, acá se hacen presente ya un canto mas individual de los integrantes. En este tema sobresale el desarrollo percusivo, algo ya utilizado en el primer tema del disco.
El tercer tema es Rumba por la paz, de Sebastián Quezada, una canción simple, de buenas intenciones, pero que acompañada por la guitarra de Hugo Lagos puede alcanzar un nivel armónico interesante que hace olvidar la monótono que podría alcanzar en un arreglo más simple.
El disco continúa con Donde esta la que quiero, extraída de la Sinfonía de los tres tiempos de América que el Conjunto Grabó en 1988 junto a Paloma San Basilio, y que en Chile solo conoció una edición en casete realizada en su época por el sello odeón. Esta versión el Quilapayún la hace suya en 100%, no hay rasgos de que pudo haber otra persona en la voz de la versión original. Una versión muy hermosa.
Canción del Padre solo. Este tema ya lo conocíamos de los temas inéditos del Quilapayún, y era uno de los tres temas infantiles que correspondían a esas audiciones. El arreglo instrumental respeta fielmente esa toma, agregando un contrabajo ( o violoncello?), pero la interpretación de Hugo Lagos me suena un poco destemplada, la versión inédita contaba con una vocalización mas maciza, acá el tema permanece hermoso, pero cae en una fragilidad excesiva.
Quita Hurpillay. Hace años que el Quilapayún no incluía un tema tan folclórico dentro de su discografía, una hermosa tonada recopilada y reconstruida por Osvaldo Torres, en un arreglo hermoso en donde se lucen las voces macizas del Quila.
Un final feliz, un tema de Leo Maslia que el quila mostró en sus recitales del 2005, toma la vertiente mas contemporánea del Quila, esa que siempre estuvo presente en su discografía a partir de 1978, un aire distinto, pero necesario y al cual el Quila nunca podrá renunciar.
Lo que pido es amor, una de las más hermosas canciones del disco, solo con la letra y la partitura es un gran tema, la entrega del quila no hace mas que corresponder a un hermoso tema. Pertenece a un formato de canción bastante tradicional A-B-A-A-B-B, pero no hay correlación necesaria de hermosura entre el formato de las canciones y su resultado final.
El sgte tema es Palabras de amor, música de Ismael Oddó sobre textos de Eduardo Carrasco, en los textos del disco aparece que es un homenaje al bolero; a pesar de lo que se diga es el track mas débil del disco, no es por la música, ni por la letra, ni por arreglos separadamente, es porque la sinergia entre los tres factores que no da un buen resultado. La letra esta formada de nuevo por un pie forzado que se suman a rimas forzadas, un ejercicio lírico que musicalizado no necesariamente produce buenos resultados, las música esta correcta, pero el arreglo vocal hace que las armonizaciones escapen del formato que uno asocia naturalmente con un bolero. Chile es cuna de grandes boleristas, de grandes croners que hicieron del bolero su repertorio de presentación, y si seguimos los lineamientos que explotaron Lucho Gatica y Antonio Prieto, no veo por donde se llegó a un desarrollo que plantea el Quila en este surco. No creo que sea homenaje, puede que sea solo una entrega irónica sobre el bolero, o una experimentación sónica que termina siendo algo nuevo, no necesariamente lo que se pensaba que era.
Los moteles, corresponde a una sonoridad mas cercana al CD Carrasco, mas que a una sonoridad Quila, aunque no hay que olvidar que el q lo ha experimentado todo. Una letra puramente chilena, y en donde es necesario agradecer que el quila en sí pueda incorporar esas visiones personales a una visión de conjunto.
La gordiflónica: Una buena creación de Advis, frente a un genial texto de Carrasco, hilarante, como hace décadas lo hacía el Q, o como lo hace en el escenario, pero ahora lo hace en un disco, para que uno se ría con los ojos cerrados.
Son de la Co-razón, también corresponde a la secuencia de los inéditos del Quila, pertenece a las salsas que hacía el q, esas canciones con ritmo, bien entregada, bien arreglada.
Chacao, después de escuchar vivencias allá por el 2000, realmente esperaba alguna cancioncita de Guillermo García en este disco, pero nos sorprende con el único tema instrumental del disco, melódicamente bien desarrollado, con un arreglo certero.
El disco termina con la cueca larga de la nueva canción chilena, con texto de carrasco y música de advis. La lírica de la canción mantiene ese espíritu de la cueca larga de sacar al baile a todos los presentes en la celebración, y si la finalidad es celebrar a la nueva canción, no hay compositor ni interprete que se quede sentado, todos salen al baile.

En términos generales es un buen disco, no es el mejor, pero le entrega una serie de elementos que hacen pensar en un desarrollo musical paralelo a partir del disco survarío. Este disco no es la continuidad lineal del Al horizonte, en donde el Quilapayún se había convertido en un grupo de interpretes, que se centraba principalmente en un buen desarrollo musical, acá el Quila vuelve a ser un conjunto de Cantautores y en donde la presencia vocal es tan importante como la música, principalmente considerando que el Quila se ha dado a conocer por la conjunción de su voz con su entrega musical. Este disco al ser grabado en Francia y Chile paralelamente, es en sí un disco de estudio, tal vez nunca podrá ser entregado tan ricamente como en estas versiones, pero en vivo ya el Quila nos ha hecho olvidar las versiones del disco, con entregas bastante hermosas y apegadas a la marca del conjunto. El booklet que acompaña el disco es hermoso, tal vez falta información en relación a los arreglos de los temas, algo que si se incluía en las ediciones en CD. Y para los que no se hayan dado cuenta, en la contratapa de cartón, en donde aparecen en la fotografía solo 8 de los 9 Quila ( no aparece Ismael Oddo), si ustedes miran a contraluz esa fotografía, verán que aparece la silueta del Willy (sobre/entre Sebastián y Hugo), esa silueta que aparecía en La vida contra la muerte.
Con este disco esperamos dos cosas: La respuesta de Wang, y el nuevo disco del quilapayún de Carrasco en cuantos años será?, en 1, 2,3, o como nos tenía mal acostumbrado Parada: uno a la quinientas

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Luis Acevedo pertenecio a los Quilapayun?? el vive en Villarrica y usa el nombre del grupo para ganar dinero.

Anónimo dijo...

Yo toqué con Luis Acevedo y él juraba de guata como se dice haber sido parte de la formación original de Quilapayún, aportando en voces y percusiones, además de asegurar haber sido exiliado junto al resto de los integrantes. Este caballero vive acá en Villarrica y es común verlo frecuentando en restaurants y locales. En verano sobretodo cantaba acompañado de un grupo de jóvenes, siendo como una especie de manager de estos muchachos, que por lo demás eran músicos de buen nivel ya que contaban con estudios superiores y formación en música, y en las presentaciones que ellos hacían puedo decir que el verdadero talento eran los jóvenes ya que el aporte de este personaje era muy poco, además de su mala costumbre con el trago en los lugares que frecuentaba. Se agradecerían los aportes a este tema, para lograr saber realmente quien es este caballero. Saludos :)