La música esta abierta, esta abierta de par en par, y es difícil sentirse seguro de esto al existir tanta historia musical, tanto registro, que nos dicen inconscientemente que todo está creado, que todo está escrito. Pero está en el papel de los verdaderos creadores encontrar las vías perdidas, entre tanto camino seguro, en mostrarnos los nuevos horizontes de desarrollo. Siempre se puede hacer algo más.
Nada más falso entonces a estas líneas que decir que la Nueva canción Chilena está muerta, existe y esta viva, y una experiencia concreta de esto son las Canciones Salvajes de Patricio Wang- Winanda del Sur- Coro Mixto y conjunto instrumental.
La Nueva Canción Chilena se caracteriza principalmente por abarcar sentidos, ritmos latinoamericanos como propios, por buscar un desarrollo y una conexión entre la música popular y la docta y esta obra resulta un eslabón fundamental y profundo dentro del camino de esa conexión que se abriera hace años con la cantata Santa Maria.
En este disco se funde la poesía de Pablo Neruda, con la música de Patricio Wang, músico con vasta experiencia dentro del desarrollo de la Nueva canción, además de contar con la formación de creador de música de concierto; con lo cual entrega obras consistentes, cada una con un desarrollo dramático, con interesantes líneas melódicas mientras se pasea por diversos ritmos latinoamericanos, con cuidados arreglos para cada uno de los interpretes vocales e instrumentales.
Cada obra nos asemeja un Neruda tectónico, tan profundo como las raíces de la cordillera, ahí, el aposento de nuestros dioses que duermen. Neruda en vida tuvo mucho de terrenal, mucho de errores, de pecados mortales que desmoronaron su carne, pero nada más divino que su poesía, su verbo, que es la verdadera justificación para la existencia terrena de su carne. Un verbo que toma todo el continente desde su nadir a su morir, y en cada ritmo latinoamericano muestra el afluente de su pasión, de su sabia continental. Y esa profundidad de su poesía es el mensaje de América en su letra, y ahora en música.
No es una obra sencilla, pero requiere sencillez al oírla, necesita una disposición para viajar, para descubrir, para dejarse llevar por los cauces sonoros de América, y también para descubrir con cierta sorpresa que la mejor música de la nueva canción chilena se este dando en Europa, con músicos del mundo. Tal vez la nueva canción dejó de ser chilena, y es América en el mundo, en verbo, en sonido, en poesía, la continuación de nuestros ríos que han bañado los mares del plantea con nuestro sentir.
Y resultara curioso cada día que pase, antes que estas obras sean editadas, oídas, interpretadas en nuestra América, en nuestro Chile. Tal vez Chile y América están en otra parte.
Y en este disco hay tanta sangre, tanto río, tanto verbo americano que se agradece poderlas oír este 2009.
Hay una entrevista realizada por Radio Nederland, la caul se puede escuchar on line. ver aqui
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