El Mercurio
A medida que el dinero fluye rápidamente hacia los catálogos, una compañía musical va en dirección contraria, invirtiendo en formas de ayudar a los artistas a distribuir, comercializar y recolectar los derechos de autor por su música.
ANNE STEELE The Wall Street Journal
Downtown Music Holdings, una de las mayores compañías independientes de
administración de derechos y servicios musicales, está dejando atrás el
negocio de posesión de propiedad intelectual.
Esta semana, Downtown vendió una biblioteca de 145 mil derechos de autor
propios de canciones exitosas que fueron grabadas por artistas como Adele,
Aretha Franklin, Beyoncé y Lady Gaga por US$ 400 millones, de acuerdo a
una persona al tanto del tema. La compañía en cambio está centrando su
atención en aquello que asegura que va a ser un negocio más valioso:
servicios para el artista, un término amplio para distribuir, comercializar,
autorizar, financiar música y cobrar los derechos de autor en nombre de los
músicos.
Downtown, con sede en Nueva York, está saliendo del mercado de propiedad
intelectual en un momento en que los inversionistas están pagando altas
sumas por las ventas de catálogos importantes de Bob Dylan, Stevie Nicks y
Neil Young. Su nueva dirección es una apuesta a que la proliferación del
streaming significa que más artistas necesitarán ayuda para sacar su música
y ganar dinero con ella.
Durante la época de los CD y las descargas digitales, firmar con un sello era
fundamentalmente la única forma que tenía un artista para que su música se
distribuyera, se tocara en la radio y tuviera promoción. En un acuerdo
discográfico estándar, el sello por lo general toma posesión de cualquier
música que haya grabado el artista a cambio de un avance y asume el riesgo
de firmar con ese artista. El surgimiento de los servicios de streaming, tales
como Spotify Technologies SA y Apple Music de Apple Inc., ha hecho que sea
más fácil para los artistas dar a conocer su música a su gusto, con o sin la
ayuda de una etiqueta.
Una mayoría de canciones exitosas a nivel global aún son productos del
sistema de los sellos importantes, pero un sinnúmero de artistas menores y
medianos están logrando el éxito —y una carrera— por su cuenta. Muchas
promesas empiezan una carrera como independientes, consiguiendo
acuerdos discográficos más lucrativos una vez que han cobrado impulso en
SoundCloud, Spotify, YouTube o TikTok. Pero incluso en esos acuerdos los
artistas están exigiendo más, como por ejemplo conservar la propiedad sobre
su música, lo que apoya más la propuesta de Downtown.
“La motivación de vender sus derechos al comienzo de su carrera está
pasando de moda”, señaló el fundador y jefe ejecutivo de Downtown, Justin
Kalifowitz. “Si bien es cierto que la cima de la pirámide, el 1% superior de los
creadores, está vendiendo su propiedad intelectual, el tema general del
negocio musical hoy en día es ‘¿cómo poseo y controlo mi música?'”
Los artistas independientes representan la parte de más rápido crecimiento
del negocio de la música grabada. Los ingresos de las etiquetas y artistas
independientes crecieron el 27% en 2020, lo que elevó su participación en el
mercado del streaming en conjunto al 31,5%, de acuerdo al proveedor de
datos de la industria Midia Research. Los artistas que distribuyeron música
sin un sello crecieron 34,1% el año pasado para convertirse en un mercado
de mil millones de dólares por primera vez. Los artistas independientes
lanzaron sellos importantes el año pasado en una proporción de ocho a uno,
según un estudio del execonomista jefe de Spotify Will Page.
Todo eso sugiere una necesidad de prestar servicios a esos artistas, señaló
Kalifowitz. “El capital que entra en la música no se ha centrado en esta
explosión de creatividad y en lo que está haciendo ese volumen de música en
este mundo”.Downtown contrató al banco de comercio Raine Group LLC el año pasado
para que explorara opciones estratégicas, lo que incluye una venta potencial.
Ese proceso ayudó a poner de relieve cómo el negocio de servicios de la
compañía está creciendo más del 30% al año, en comparación con los
rendimientos de cinco puntos porcentuales aproximadamente característicos
de la propiedad intelectual de la música. El negocio es rentable y se prevé
que genere más de US$ 600 millones en ingresos para Downtown este año,
indicó la compañía.
Docenas de compañías, entre ellas Tunecore Inc., Stem Disintermedia Inc.,
Vydia Inc. y Create Music Group Inc., están ayudando a artistas
independientes a distribuir, promover e incluso financiar su trabajo en la forma
de un servicio para el artista. Estos ofrecimientos, los que cobran una tasa o
una parte de los derechos de autor, pero no toman posesión de la música,
pueden ser con tanta o ninguna intervención según los artistas quieran.
Downtown ha traído a varias de esas compañías bajo su alero, y en los
últimos años ha adquirido a los distribuidores CD Baby, Soundrop, FUGA y
DashGo; a las firmas de analítica de datos musicales AdRev y Simbals; y la
plataforma de márketing digital Found.ee. Songtrust, su plataforma de
administración de publicaciones musicales, representa más de tres millones
de canciones y más de 350 mil compositores. En total, Downtown maneja
más de 23 millones de activos musicales en nombre de más de un millón de
artistas y 2.500 clientes empresariales a nivel global.
Asimismo, aún administra la propiedad intelectual de varios artistas
superestrella, como el patrimonio de George Gershwin, John Lennon y Yoko
Ono, Miles Davis, John Prine, Wu-Tang Clan, el productor exitoso Ryan
Tedder y OneRepublic. (Traducido del inglés por “El Mercurio”).
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