El Mercurio
Próximos a cumplir 60 años de historia, el conjunto prepara un concierto inédito en su carrera, con el atractivo de un sonido inmersivo y una selección especial de su repertorio.
José Vásquez
Lo de romper esquemas no es nuevo para Quilapayún, figuras capitales dentro del movimiento de la Nueva Canción Chilena, asociados primero al folclor, por sus reconocibles ponchos negros, pero por contrapartida, siempre atentos a la vanguardia. Es por esto que Eduardo Carrasco, director de la banda, llama a no sorprenderse con que ellos vayan a realizar, este 18 de mayo en el Centro Cultural Ceina, un inédito concierto con sonido inmersivo, porque lo del conjunto y la tecnología es una historia ya de larga data.
“Siempre nos ha interesado hacer ese tipo de experimentos”, señala Carrasco, quien recuerda que en 2003 realizaron un show en vivo y en directo, con músicos en Chile y en Europa, gracias a una incipiente versión de una videoconferencia. “Fue un concierto donde algunos miembros de Quilapayún estaban en Francia y otros acá en Santiago, en el auditorio de la Torre Telefónica y, al final, lo que escuchaba la gente era la suma de los dos lugares. Fue muy bonito; de hecho, eso salió en las páginas de Tecnología de ‘El Mercurio'”, recuerda el músico, quien hace 21 años ya visualizaba las posibilidades que iba a ofrecer el futuro.
“Las proyecciones son asombrosas, muy pronto asistiremos a conciertos donde la orquesta estará tocando en Chile, el solista en Japón y otra parte en Nueva York”, declaraba el director del grupo entonces, en agosto de 2003 a este diario y hoy también postula algo similar, antes de su show con este sonido en 360 grados: “Desde el punto de vista puramente musical, es un recurso artístico importante y es probable que después se vuelva más común hacer este tipo de cosas”, señala Carrasco.
La idea surgió luego de que Sergio Stecher le presentara al grupo las posibilidades que ofrecía el sonido inmersivo. “Él, que hace sonido a casi todos los grandes espectáculos que se realizan en Chile, nos mostró su sala donde lo tenía instalado y quedamos en utilizarlo en un concierto cuando tuviéramos un teatro adecuado, porque no se puede hacer en cualquier parte”, destaca el músico sobre la particularidad de esta propuesta, que se caracteriza porque se podrá oír el concierto desde todos los sectores del recinto, es por eso que al show lo titularon: “P´aquí, p´acá, p´allá, payún”.
“Los parlantes no están solo al frente dirigidos al público, como habitualmente se hace en los conciertos. Aquí estarán alrededor de la sala, donde se podrá oír una voz que llega de atrás, otra de adelante, de al lado, todo en un sonido envolvente”, describe Carrasco, que dice que utilizarán esta tecnología, “sin que se transforme en una cosa artificiosa” y “aprovechándola como una especie de instrumento más”, señala. “Será como escuchar nuestra música habitual, pero de otra manera”, explica.
Para Quilapayún, este concierto nació con la idea de hacer un espectáculo “con las canciones más logradas en nuestra historia y no necesariamente las más populares”, plantea el músico que cuenta que hicieron un listado que se cerró en 20 temas, que serán los que interpretarán.
“Una característica nuestra es siempre estar haciendo cosas nuevas, entonces con un repertorio enorme, de unas 400 o 500 canciones, donde se encuentra una gran variedad de estilos, damos cuenta que siempre entendimos al grupo como una especie de taller de creatividad porque siempre hemos estado angustiados con la repetición”, explica Carrasco.
“Nos gusta experimentar, estar atentos a cosas nuevas, por eso el grupo es una cosa difícil de definir en lo musical, porque hemos hecho cuecas, cantatas, música clásica, hasta trap con Pablo Chill-E”, sostiene el director de la banda y reafirma su compromiso de “romper con la monotonía, salir de la repetición y buscar la renovación”, como objetivo invariable del conjunto a lo largo de estos casi 60 años de trayectoria.
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