La asociación cultural La Casa de Todos reseña unos 40 títulos de la última década.
IÑIGO DÍAZ
Cada vez más activo y presente con compositores, músicos y auditores, grabaciones, sellos discográficos, escenarios, festivales regionales e investigaciones, el jazz avanza en un camino paralelo al de la música masiva. Y sobre todo en la última década ese crecimiento ha sido exponencial, como lo constatan los investigadores de La Casa de Todos.
Esta asociación cultural está presentando el "Catálogo discos de jazz chileno", con el que busca apoyar y promover la actividad artística. "En este caso se trata de una música que ha sido vista como elitista. Nosotros queremos desmitificar esa idea y promover su procedencia, que cuenta con un fuerte carácter social y una mirada política", señala Day Osorio, directora de La Casa de Todos.
Unos mil ejemplares del catálogo se distribuirán gratuitamente en centros culturales de la Región Metropolitana y otras ciudades del país, además de espacios vinculados a la actividad como el Instituto Projazz, el club Thelonious, Chilepianos, Manik, y en una serie de disquerías y librerías.
La curatoría ha puesto la mirada en publicaciones de discos de la última década, que se detecta como el período de mayor movimiento de producción. Son 38 discos escogidos, que están descritos a través de reseñas, carátulas y contactos con los músicos. "Queremos que el usuario tenga la posibilidad de una vía directa con los músicos", dice Osorio.
El disco más antiguo de la serie es "Darse el gusto" (1999), del cantante Rodrigo González, pero sobre todo da cuenta de la autogestión de los últimos años, con trabajos de los saxofonistas Cristián Gallardo, Nelson Laplagne y Jonathan Gatica, los pianistas Rodrigo Ratier, Carmen Paz González y Carmen Aguilera, o una larga partida de guitarristas encabezados por Jorge Díaz. "Podrían haber sido 100 o más, pero nos concentramos principalmente en trabajos que tienen el elemento chileno como identidad principal", cierra Osorio.
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