Academia Margot Loyola
Margot Loyola Palacios nunca ha renegado de su pueblo, eso está más que claro; es por ello que no nos asombró hace un par de semanas cuando alzó la voz para defender a los comuneros mapuches que se encontraban en huelga de hambre, debido a turbios enjuiciamientos a través de una “Ley antiterrorista” en tribunales militares; ni menos, al sentir en carne propia el dolor de 33 mineros enterrados a 700 metros de profundidad en una Mina de Copiapó, como también el padecimiento de sus familias por la ingrata ausencia.
Por estos días, afortunadamente ambos pesares han llegado a buen término, sin tener que lamentar valiosa vida humana; no obstante a aquello, necesitábamos saber su esencial impresión acerca de ambas tragedias, como un registro histórico más de la nobleza y grandeza de “La Maestra” más allá de su valiosa obra y de los escenarios…esto fue lo que nos dijo la insigne folclorista:
Buenas tardes Margot, ¿Qué siente en estos momentos al saber que por fin han sido rescatados con vida los 33 mineros de Copiapó?
“¡Uuuf! Estoy muy feliz mijito, muy feliz por ello; después de estar muy angustiada también al saber que llevaban tantos días allá abajo y no podían rescatarlos, por fin descansé”.
¿Tan angustiada estaba maestra?
“Muy angustiada, muy angustiada; en verdad, sufrí junto a ellos y a sus familias, todo ese tiempo con el estomago recogido; claro que también he llorado de alegría al verlos felices y vivitos y coleando”
¿Siguió el rescate por televisión?
“Vi algo pero no todo, impresionante todo eso porque estaba algo agotada, y porque además fue bien larga la cosa”.
Dimos la vuelta al mundo con la noticia, demostrando un equipo de rescate muy eficiente para aquello, ¿no le parece?
“Siento que nos ayudó Dios mijito, él hizo posible todo eso…en verdad, estoy creyendo en los milagros”.
¿Qué les diría, ya en la calma, a sus respectivas familias que sufrieron con usted?
“Les envío un gran abrazo y un inmenso saludo, decirles de corazón que su felicidad también es mi felicidad; que sepan que mi bandera chilena estuvo flameando todo ese tiempo de la angustia en esta casa; sólo hoy la he guardado al saber que estaban todos bien, así es que mi bandera también estuvo sufriendo por ellos…esta fue la hazaña del siglo, ¡qué fuerza esos mineros Dios mío! Un gran abrazo para todos ellos”.
Solución a la huelga de hambre mapuche: “Es un primer paso”
¿Y qué me puede decir acerca de los mapuches que estaban en huelga, decidiendo deponerla luego de llegar a acuerdos con el gobierno de turno?
“Qué bueno que se haya solucionado en parte eso; lo importante de esto es que se ha dado el primer paso, falta harto, pero ya se empezó a caminar poh mijito”.
¿Faltaba voluntad política?
“No sólo con nuestro pueblo mapuche, sino que también se ha estado en deudas con otras etnias que han sufrido en silencio sus dolores; ahí tiene usted a los Aymaras, a los Kollas, a los Kilanantay; o sea, de donde provienen nuestras propias raíces poh mijito”.
"¿Le puedo decir algo?"
…Por supuesto Sra. Margot:
“Fíjese que me emocioné al ver a ese minero enterrado en esa mina, bailándole una cueca a su bandera; ahí sí que tiene valor ese baile, no como cuando lo hacen a menudo por estos días, ¿sabe por qué? Porque esa cueca a la bandera se estaba haciendo desde el mismo corazón de la tierra, como un sentido de pertenencia, de arraigo, no como un simple espectáculo de lucimiento personal; porque ahí, a 700 metros de profundidad, la cueca era pura y verdadera; eso sentimos junto a Osvaldo (Cádiz), mi esposo”. Declara como siempre, a modo de término, con orgullo, con docencia sin par; siempre dejando un mensaje; demostrando su sapiencia y cariño por la patria y los suyos más allá de lo mediático; desde las profundidades del alma de mujer maulina.
Julio Fernando San Martín.
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