El Mercurio
El músico de Rage Against The Machine repasó su carrera en el Teatro Caupolicán, luciendo todos los trucos que lo convirtieron en héroe de la guitarra.
José Vásquez
Anoche, puntual a las 21:00 horas, las luces del Teatro Caupolicán se fueron a negro y por los amplificadores del lugar empezó a sonar “Manifiesto”, de Víctor Jara, generando aplausos en el público que colmó el recinto hasta la tribuna para ver a Tom Morello, el espadachín de Rage Against The Machine (RATM), que en la sintonía contestataria de la banda usó la imagen del “perro matapacos” en la primera media hora del show, al fondo en la pantalla.
Morello apareció en el escenario junto a tres músicos y se despachó de entrada una versión completamente eléctrica de “One Man Revolution”, un tema acústico en su concepción, de su proyecto en solitario The Nightwatchman, que de inmediato levantó al público, una mayoría sub-40 que, receptiva, saltó con “Let's Get The Party Started”, con el guitarrista empezando a liberar de a poco los trucos que lo convirtieron en un héroe de las seis cuerdas.
El músico siguió con “Hold The Line” con un sonido potente, bien calibrado y un público que respondió eufórico al saludo del estadounidense, que repitió con convicción lo mismo que hace años se viralizó en videos, “acá he hecho los mejores conciertos de mi vida, Santiago tiene los mejores fans del jodido mundo”, dijo y prometió que lo que vendría serían canciones de 20 álbumes diferentes, siguiendo con el pasaje más esperado por sus fanáticos: el repaso a RATM y Audioslave, la banda que integró con el fallecido Chris Cornell.
La gente en cancha salta en los primeros acordes de “Bombtrack”, que inicia un medley que como un mash up en vivo, sigue sin parar con los comienzos de “Know Your Enemy”, “Bulls On Parade”, “Guerrilla Radio” y “Sleep Now In The Fire”, un pack poderoso, pero que sin la voz de Zack de la Rocha no alcanzó los movimientos telúricos de 2010, en su recordado debut en Chile en el estadio Bicentenario de La Florida.
El guitarrista desplegó toda su destreza en su instrumento, una demostración de talento en directo que fue celebrada en el Caupolicán. El medley terminó con “Cochise” y luego vino “Like a Stone”, ahora con la imagen de Cornell en la pantalla y una luz iluminando un micrófono vacío, a modo de tributo.
Morello continuó con un cover de “Voodoo Child”, de Jimi Hendrix; “Gossip”, su colaboración con los italianos de Månaeskin y “Lightning Over Mexico”, que grabó con Ana Tijoux y que no lo pudo acompañar anoche porque estaba en España.
Tras eso vino un medley con Prophets Of Rage, la banda que también integraron B-Real de Cypress Hill y Chuck D y DJ Lord, de Public Enemy; otro de RATM, que incluyó “Testify” y “Freedom”, un macizo cover a Bruce Springsteen; “The Ghost Of Tom Joad”, una versión de “Killing In The Name” sin cantante, aunque con la voz atronadora del público y la despedida con “Power To The People”, de John Lennon, como arengazo final de una noche de acomodadas declamaciones.
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