A 40 años de su muerte La influencia del guitarrista en el rock chileno
Su electrizante y revolucionario sonido no llegó a las radios chilenas, sino que viajó en formato de disco de mano en mano entre los "coléricos", la generación rebelde de la época. A 40 años de su muerte, músicos chilenos recuerdan cómo lo conocieron -algunos en persona- y cómo los impactó.
Evelyn Erlij
"Fue un 18 de septiembre. Estábamos tocando en las fondas de La Reina, en un cerro, donde creo que el mismo día un camión que estaba arriba se soltó y empezó a atropellar y matar gente. En esa época me acuerdo que fue que Jimi Hendrix murió", recuerda 40 años después el músico chileno Carlos Corales, llamado "el primer héroe de la guitarra eléctrica local" y creador del grupo de rock, psicodelia y blues Aguaturbia. La noticia lo impactó como a cualquier seguidor de Hendrix alrededor del mundo, pero en particular porque en esos días él era uno de los principales discípulos de su revolución sonora en Chile.
Casi un año antes, en 1969, Corales había sido espectador de uno de sus legendarios shows en el Madison Square Garden de Nueva York. "Lo vi en las últimas, era la época en que tocaba con la Band of Gypsies. Estaba muy reventado, porque no fue una actuación buena. Tocó lo que quiso, no le hizo caso a la banda, estaba mal. Musicalmente no vi nada, se escuchaba un despelote. Pero era Jimi Hendrix. Era ver en vivo a un artista que admiraba", cuenta el músico.
El impacto del sonido de la guitarra y la puesta en escena de Hendrix en Aguaturbia serían esenciales. "Para mí, después de él no hay nadie más ni en el blues ni el rock ni en el estilo que sea", dictamina Denise, la cantante de Aguaturbia, en un tono de voz que revela la admiración y la desbordante pasión que siente por el guitarrista. "Transmitía su alma a través de su instrumento. Ninguno de los que aparecieron tras él logró eso, porque todos tenían un manejo de escenario consciente. Él tenía esa cosa inconsciente, animal, de hacer lo que se le viniera en ganas y además transmitirlo, hacer que la gente lo sintiera. Su proyección de emoción era mágica". Y no lo dice sólo con conocimiento de frontwoman , sino también como profesora de interpretación de la Universidad de Chile.
Aguaturbia, sin embargo, nunca grabó en estudio alguna de sus canciones como sí lo hicieron, entre otros, Pat Henry y los Diablos Azules con "Hey Joe" y el grupo chileno de rock Escombros con "Stone free", aunque este cover no es la única ni la más notable conexión entre esta banda y el músico nacido en Seattle. Su bajista, José Rosenblüt, vivió por azar un encuentro con el propio Hendrix durante un viaje a Estados Unidos, justo antes de la formación de su banda en Chile.
Fue en enero de 1968, en un vuelo local casi vacío entre Nueva York y San Francisco. "Venía un gallo con unas pieles encima, y motudo, y lleno de gente al lado", recuerda el músico en el libro "Prueba de sonido" del periodista David Ponce. Venían junto a él también el bajista Noel Redding y el baterista Mitch Mitchell, los otros dos miembros del trío de Hendrix.
"Conversé más con Noel Redding, hablamos de qué equipos tenían ellos. Le decía que acá en Chile conectábamos los instrumentos hasta a la radio de la casa y él se reía. Yo no tenía idea de la existencia de ellos, incluso cuando hablamos", reconoce Rosenblüt al otro lado del teléfono. Durante el vuelo, Hendrix no sólo se entretuvo filmando el viaje con una cámara. También pasó el rato debajo de unas frazadas de avión junto a una mujer que lo acompañaba. Un rockstar en la tierra y en las alturas.
Aterrizaje en Chile
Rosenblüt recuerda haber escuchado por primera vez discos de Hendrix en ese viaje. Por entonces, el guitarrista no era conocido a gran escala en Chile. "Los Beatles coparon todo desde el año 62. Los grupos de ese tiempo siempre eran de cuatro integrantes. Tríos no había, el de Hendrix fue el primero que vimos. Eso fue muy atractivo. Era un rock muy fuerte", afirma el ex bajista de Escombros, donde sólo se cantaba en inglés.
En las radios, saturadas de Raphael y Nino Bravo, no había cabida para Hendrix, según Carlos Corales. Cuenta que su música se difundió en el medio musical chileno de finales de los años 60 de mano en mano, gracias a los préstamos de discos que hacían quienes tenían los medios para viajar y comprar material en Estados Unidos e Inglaterra.
"Cuando hacíamos festivales de rock se juntaba gente de diferentes estratos sociales y siempre llegaba alguien con un disco. En esa época no se podían copiar, tenían que prestártelo. Lo ponías una y otra vez hasta que sacabas la canción", cuenta el guitarrista, quien aprendió a tocar de oído todos los discos de Hendrix que se editaron.
El músico Wladimir Groppas también pertenece a esa generación. Hoy académico de la Escuela Moderna de Música y guitarrista de jazz y rock con grupos como Mandrácula y Arena Movediza desde fines de los años 70, era un quinceañero en 1969 cuando se filmó "Woodstock". Para él y para muchos chilenos, esa película fue el primer contacto con el sonido de Hendrix. "Me impactó de tal forma que determiné que iba a ser guitarrista", revela. La cinta se estrenó en Chile poco tiempo después de la muerte de Hendrix.
Pelos escarmenados
José Rosenblüt no fue el único chileno afortunado en conocer en persona al proclamado -según las revistas Rolling Stone y Time- mejor guitarrista de todos los tiempos. Sergio del Río, la guitarra del grupo Los Jockers, impulsores en hacer sonar el rock de los Rolling Stones en Chile, también tiene una historia para contar: en 1969, junto a Alan Ferreira, cantante de la banda, consiguieron trabajo en Estados Unidos como asistentes de Hendrix.
"Lo conocimos, le dijimos que éramos de Chile y le cargamos equipos en una gira de tres fechas", ha contado el músico chileno, quien tiene como evidencia una auténtica fotografía enmarcada donde figura al lado del rockstar. Quienes lo recuerdan en esa época, afirman que Del Río era una "copia desaforada" de Hendrix y que incluso rompía guitarras y tocaba con los dientes como él.
"Nos influenciábamos por el look de Hendrix. Éramos una mezcla de él y Santana. Nos amarrábamos un pañuelo en el brazo y usábamos patas de elefante, que en esa época se llevaban de color naranja. Incluso una vez nos escarmenamos y nos sacamos unas fotos", recuerda Carlos Corales.
La influencia sobre músicos posteriores es otro signo de la importancia de Hendrix a escala local, con grupos chilenos como Sol y Medianoche, Tumulto y Arena Movediza. Wladimir Groppas recuerda que a pesar de que existían por entonces muchos guitarristas notables, Hendrix tenía otro valor. "Había escuchado a Tommy Iomi en Black Sabbath, a Eric Clapton con los Cream. Con Jimmy Page en Led Zeppelin quedé para adentro. Pero con Jimi Hendrix no escuchabas sólo a un guitarrista. Notabas que estabas delante de un fenómeno".
http://diario.elmercurio.com/2010/07/25/artes_y_letras/_portada/noticias/18BFE7D2-F5DE-4C3E-B9EB-5908F03E9C36.htm?id={18BFE7D2-F5DE-4C3E-B9EB-5908F03E9C36}
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