Iñigo Díaz
En el último rincón del escenario del club Thelonious se ubican para tocar cada noche los contrabajistas. Desde esa posición secundaria suenan las pulsaciones del contrabajo y los aplausos se los lleva el solista. "Es un instrumento al que no se le da bola, pero debiera ser lo contrario. Todos los músicos deben escuchar el contrabajo porque da la nota de la armonía y además marca el ritmo básico. Y eso corre para una orquesta sinfónica, de tango o de jazz", dice el profesor Roberto Lecaros.
Sobre esos fundamentos, los chilenos Marco Reyes (38) y Marcelo Córdova (37) completaron sus estudios en Europa, pero han dado un paso extra al regresar a Chile: lideran conjuntos y componen. Hoy, no sólo los pianistas o los saxofonistas de jazz escriben con soltura para conjuntos de diversa geometría. También los contrabajistas.
"Eso no es tan común a lo largo de la historia. Yo compongo cosas simples, sin entramados armónicos ni basados en ritmos complejos. Prefiero lo melódico", comenta Marco Reyes, hijo de un histórico contrabajista clásico chileno, José Miguel Reyes, y hermano menor del primer contrabajo de la Sinfónica. Estudió en Viena y en Rotterdam el nexo entre la música clásica y el jazz a través del solismo de su instrumento.
"Cuando llegué a Chile en 2008 no conocía a nadie. Me fui a jamear (improvisar) al Club de Jazz y descubrí que aquí se toca visceralmente. Era lo que a mí me faltaba". Su cuarteto toca el sábado en Thelonious sus piezas "Chichi", "Ya" y "Untitulado".
"No creo que el contrabajo tenga que conducir un grupo a partir de solos vistosos. Es más bien un trabajo de ensamble. Esta música tiene que ver con el conjunto. Por eso me metí mucho en los tríos de Bill Evans, estudiando a todos sus contrabajistas", dice Marcelo Córdova, quien era bajista eléctrico en Viña del Mar y en París comenzó desde cero en la técnica clásica.
Su trío en Chile explora este camino, y sus composiciones "Lost waltz", "Jazzy siete" o "El derecho de Víctor", podrán proceder desde sus cuatro cuerdas pero desembocan en un cuerpo completo a tres instrumentos.
¿Y quiénes son sus referentes en Chile, y fuera? "El históricoAdolfo Flores y Marc Johnson", responde Córdova. Reyes agrega: "Mi padre, José Miguel Reyes, y Larry Grenadier, que es pura paz interior".
La ruta de un Lecaros"El contrabajo es fundamental, por eso se lo enseñé a mis hermanos y a mi hijo Roberto Carlos", cuenta Roberto Lecaros. "Es un contrabajista-líder silencioso", dice el saxofonista Andrés Pérez sobre Roberto hijo, con quien toca en el grupo Contracuarteto, y agrega: "Es un hombre reservado y melancólico, y sus composiciones llevan esa emoción". "'Ocaso de un amor', ésa es la más bella de las suyas", opina su padre Roberto.
El otro bajo continuoFELIPE CHACÓN (41)
Uno de los contrabajistas mejor evaluados del jazz straight ahead . Desde 2003 prueba con tríos sin piano.RENÉ SANDOVAL (43)
Radicado en Suecia desde 1986, es un real embajador jazzístico. Su primer disco se llama "Action / reaction".RODRIGO ÁLVAREZ (32)
El penquista presentó en marzo su primer disco, con composiciones para quinteto con saxo y vibráfono: "Creciente".RODRIGO GALARCE (35)
El penquista presentó en marzo su primer disco, con composiciones para quinteto con saxo y vibráfono: "Creciente".RODRIGO GALARCE (35)
Es el contrabajista del Ensamble Quintessence y por su gestión el conjunto llegó a tocar en el Teatro Municipal.
http://diario.elmercurio.com/2010/07/28/actividad_cultural/actividad_cultural/noticias/0542B8F5-DEE4-42F1-8C49-6CC9ACDED540.htm?id={0542B8F5-DEE4-42F1-8C49-6CC9ACDED540}
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