TALCA.- El destacado músico chileno, Mauricio Rodelés, fue el encargado de dictar la primera clase magistral realizada el jueves 22 de julio, a las 18 bandas y solistas seleccionadas para participar en las Escuelas de Rock que se están desarrollando en el auditorio de la Escuela de Medicina de la Universidad de Talca.
Diario “El Centro” conversó con el músico que se mostró bastante entusiasmado con el hecho de venir a entregar su experiencia musical a los jóvenes maulinos.
Mauricio Rodelés en junio cumplió 57 años y a pesar que el tiempo pasa rápidamente, siente la música más viva que nunca en su vida. “De hecho para mi cumpleaños lo que se escuchó fue música en vivo. Todos los que iban llegando tenían que hacerme un regalo y era cantar un par de canciones sobre un escenario que se instaló en mi casa”, confesó Rodelés.
La clase fue una buena oportunidad para conversar sobre su basta experiencia musical, que partió en época de revoluciones, con canciones que comenzaban citando a grandes autores y principalmente con temas realizados “primero para mí y luego para el resto”, reflexionó el músico.
¿Cómo ha sido la experiencia de dictar clases en las Escuelas de Rock?
“La experiencia de hacer clases en las Escuelas de Rock ha sido una experiencia cien por ciento gratificante puesto que los alumnos son personas que hace poco tiempo están haciendo canciones, es por esto que ellos tienen muchas inquietudes y preguntas que son las mismas que uno se hizo en el comienzo de su carrera. Eso te obliga a refrescarte y pensar ¿qué les digo?, ¿Qué me dije a mí en ese minuto? ó ¿Dónde busqué respuestas?”.
¿Cuál es su impresión de la nueva generación de músicos que está surgiendo?
“Cada generación trae un nuevo mensaje. Se creen y se sienten dueños de la verdad absoluta. A mi no me pasó eso porque me tocó hacer música en una época muy convulsionada, en la revolución y habían muchos exponentes a quién seguir. Hoy no hay nada de eso. Es una sociedad plana por eso los músicos emergentes se sienten dueños de una verdad absoluta”.
¿Muchas bandas y poco talento?
“Hay un gran numero de personas que se están dedicando a la música y a lo mejor no son de mucha calidad, pero en la época de mis inicios también habían varias personas dedicada a la música, tal vez menos que ahora porque era difícil conseguir instrumentos, pero tenían más que decir. La música en Chile no es como en otros pueblos donde la sienten como parte de la vida de la gente”.
¿Las escuelas de rock son una buena instancia para mejorar la calidad musical?
“Afortunadamente tengo un buen recuerdo de mi experiencia. De repente se acercan personas para agradecerme lo que les comenté en la escuela de rock. Un día escuche a alguien decir: ‘gracias a que Rodolés dijo que mis canciones valían callampa me puse hacer otro tipo de música’. Puedo calificar una canción de ‘callampa’ cuando no dice nada y repite los conceptos”.
¿Cuál es el talento que le gustaría dejar a los jóvenes?
“Me gustaría que los músicos de hoy tuvieran la capacidad de escucharse. Vivimos en un país que no acostumbra a saber qué le pasa al otro o cómo es lo que hace el otro. Me impresionó mucho como Pascuala Ilabaca, joven cantautora de Valparaíso, después de su actuación en un recital se sentó junto al público a ver el show de los otros artistas”.
Diario “El Centro” conversó con el músico que se mostró bastante entusiasmado con el hecho de venir a entregar su experiencia musical a los jóvenes maulinos.
Mauricio Rodelés en junio cumplió 57 años y a pesar que el tiempo pasa rápidamente, siente la música más viva que nunca en su vida. “De hecho para mi cumpleaños lo que se escuchó fue música en vivo. Todos los que iban llegando tenían que hacerme un regalo y era cantar un par de canciones sobre un escenario que se instaló en mi casa”, confesó Rodelés.
La clase fue una buena oportunidad para conversar sobre su basta experiencia musical, que partió en época de revoluciones, con canciones que comenzaban citando a grandes autores y principalmente con temas realizados “primero para mí y luego para el resto”, reflexionó el músico.
¿Cómo ha sido la experiencia de dictar clases en las Escuelas de Rock?
“La experiencia de hacer clases en las Escuelas de Rock ha sido una experiencia cien por ciento gratificante puesto que los alumnos son personas que hace poco tiempo están haciendo canciones, es por esto que ellos tienen muchas inquietudes y preguntas que son las mismas que uno se hizo en el comienzo de su carrera. Eso te obliga a refrescarte y pensar ¿qué les digo?, ¿Qué me dije a mí en ese minuto? ó ¿Dónde busqué respuestas?”.
¿Cuál es su impresión de la nueva generación de músicos que está surgiendo?
“Cada generación trae un nuevo mensaje. Se creen y se sienten dueños de la verdad absoluta. A mi no me pasó eso porque me tocó hacer música en una época muy convulsionada, en la revolución y habían muchos exponentes a quién seguir. Hoy no hay nada de eso. Es una sociedad plana por eso los músicos emergentes se sienten dueños de una verdad absoluta”.
¿Muchas bandas y poco talento?
“Hay un gran numero de personas que se están dedicando a la música y a lo mejor no son de mucha calidad, pero en la época de mis inicios también habían varias personas dedicada a la música, tal vez menos que ahora porque era difícil conseguir instrumentos, pero tenían más que decir. La música en Chile no es como en otros pueblos donde la sienten como parte de la vida de la gente”.
¿Las escuelas de rock son una buena instancia para mejorar la calidad musical?
“Afortunadamente tengo un buen recuerdo de mi experiencia. De repente se acercan personas para agradecerme lo que les comenté en la escuela de rock. Un día escuche a alguien decir: ‘gracias a que Rodolés dijo que mis canciones valían callampa me puse hacer otro tipo de música’. Puedo calificar una canción de ‘callampa’ cuando no dice nada y repite los conceptos”.
¿Cuál es el talento que le gustaría dejar a los jóvenes?
“Me gustaría que los músicos de hoy tuvieran la capacidad de escucharse. Vivimos en un país que no acostumbra a saber qué le pasa al otro o cómo es lo que hace el otro. Me impresionó mucho como Pascuala Ilabaca, joven cantautora de Valparaíso, después de su actuación en un recital se sentó junto al público a ver el show de los otros artistas”.
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