El Mercurio
Este sábado 7, a las 20:00 horas, Alejandra Urrutia dirigirá a 90 músicos y cerca de 150 coristas que interpretarán en el Centro Cultural Estación Mapocho la cantata “Carmina Burana”, del compositor alemán Carl Orff.
Esteban David Contardo
“Por favor, le voy a pedir a los bronces acentos y mucha claridad al inicio de la nota, como campanas. Y al coro, mucho texto, siempre, por favor”.
Alejandra Urrutia se posiciona frente a sus músicos y coristas y da comienzo a uno de los últimos ensayos de “Carmina Burana”, de Carl Orff, antes del “Gran concierto por la hermandad'' que se realizará este sábado 7 de enero a las 20:00 horas en el Centro Cultural Estación Mapocho.
La directora titular de la Orquesta de Cámara del Municipal de Santiago será la encargada de dirigir nuevamente la que será la cuarta versión de un evento musical que ella ideó como un gesto a quienes han llegado a vivir a nuestro país.
“Este concierto nace de una idea de proyecto que se inició en junio del 2018 a propósito de lo que estaba ocurriendo con la inmigración en nuestro país. Entonces sentí que era importante hacer un gesto con ellos”, señala Urrutia.
Desde su primera edición en 2019, se ha invitado a participar, gratuitamente, a diversos músicos extranjeros que están viviendo en Chile, junto con abrir convocatorias para que el coro sea compuesto por ciudadanos, personas que no necesariamente son músicos profesionales que se inscriben para participar y pasar por el proceso de selección. Este año, en el escenario, estará dispuesta una orquesta de 90 músicos y un coro, dirigido por Paula Elgueta, de alrededor de 150 cantantes, en el que se encuentran 30 niños y tres solistas.
Celebración de la vida
“Las obras anteriores que habíamos hecho eran mucho más elevadas, que nos hablan de la hermandad, de la fraternidad; composiciones que nos invitan a hacernos preguntas profundas de por qué estamos aquí, a reflexionar sobre gente que partió. Este año volvemos con una celebración a la vida”, dice Alejandra Urrutia.
En 2019 fue la “Novena Sinfonía”, de Beethoven. A comienzos del 2020, la “Sinfonía Resurrección”, de Mahler. En 2022, y tras un año de suspensión por la pandemia, el concierto regresó con “Un réquiem alemán”, de Johannes Brahms, y en la edición de este año la directora escogió “Carmina Burana”, compuesta por el alemán Carl Orff.
Esta cantata escénica fue creada por Orff en la primera mitad del siglo XX utilizando los “Carmina Burana”, un ciclo de poemas medievales anónimos encontrados en la abadía de Benediktbeuern, en Baviera, Alemania. Se trata de una poesía lírica escrita en latín que retrata el placer por lo terrenal, el amor, la bebida y el goce por la naturaleza.
Para Moisés Mendoza, cantante profesional y quien será uno de los solistas en este concierto, la composición de Orff “es una obra del pueblo, lo más alejado de la academia. En cierto sentido, es muy terrenal, no solo en los textos en su origen, sino en la sonoridad que tiene, muy folclórica, parecida a las obras de Stravinsky”.
En este sentido, Pedro Moya, chelista y quien participará por segunda vez en el “Gran concierto por la hermandad”, señala que esta obra “tiene un significado especial si lo tomamos como contexto pospandemia. Representa un renacer bueno, sacudirse la modorra de estos dos años que estuvimos parados”.
Si bien el ingreso a esta actividad es gratuito, la organización creó una campaña denominada “luca por nuca”, con la cual esperan que el público que asista pueda colaborar con mil pesos para solventar los costos de la iniciativa.
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