lunes, noviembre 01, 2010

Gonzalo Cuadra: el príncipe de la música antigua en Chile

 

El Mercurio

Itinerario de un tenor que protagoniza la escena nacional

Ofrece, mínimo, tres conciertos al mes, y ha grabado cuatro discos en el último año. El solista del Estudio MusicAntigua, Syntagma Musicum y del Ensamble Terra Australis, canta también música popular, y su otra pasión es la régie .
Romina de la Sotta Donoso
A punto de cumplir 42 años, es uno de los nombres más presentes en el circuito nacional de la música de cámara. Cada año tiene entre 30 y 40 presentaciones en vivo, ya sea como cantante invitado, o con los tres conjuntos a los que pertenece: Estudio MusicAntigua UC, Syntagma Musicum de la Usach y el Ensamble Terra Australis.
"Soy de los afortunados que pueden vivir de las actividades musicales", dice en su departamento. El febril ruido de Portugal con Alameda se cuela como una sordina, y se funde con la colorida música instrumental que Gonzalo Cuadra está estudiando. "Por cierto que no vivo sólo de la interpretación; de la docencia también. Uno se tiene que multiplicar".
El característico histrionismo que este cantante despliega sobre el escenario, en una conversación de a dos se convierte en una fluidez verbal envolvente. Sus respuestas las conduce con ritmo, a punta de inflexiones y expresividad.
"A veces la gente se confunde; da por sentado que soy contratenor, ya que en la música antigua se utiliza mucho esa tesitura. Pero no, yo soy tenor", aclara, y explica en qué consiste la voz de falsete del contratenor: "Es una capacidad fisiológica que tienen todos los hombres y que algunos la pueden desarrollar con fines artísticos, y otros no. Es como el salto largo, sólo algunos se convierten en atletas".
-Pero ¿alguna vez le interesó hacer carrera como contratenor?
"Canté como contratenor de manera privada, como juego. Pero cuando empecé a dedicarme seriamente al canto, era una época en que la música antigua en Chile aún estaba muy restringida a dos o tres conjuntos pioneros. Hubiera sido un poco arriesgado dedicarse a contratenor porque uno no estaba ni social ni musicalmente preparado como para hacer una carrera en eso. A fines de los 90, el único norte que uno tenía era dedicarse al repertorio de los siglos XIX y XX. Hoy en día, el alcance de la música antigua, en cambio, es impresionante. Hemos formado público y gustos discográficos, hemos ido a festivales, a programas de radio".
"¡Nunca pensé que iba a hacer tanta cosa!"
 
En Gonzalo Cuadra llama la atención su versatilidad. Ha pasado de la música antigua a la popular, e incluso protagonizó la primera ópera rock chilena. "En 'Ícaro' nadie me ubicaba. Me miraban y decían '¿y tú quién eres?'. Fue fantástico aprender desde cero, y además fue un gran éxito de público. Me encanta la música popular, los boleros, el chachachá. Mi papá cantaba en la radio con Vicente Bianchi, y tocaba acordeón. Cuando entré al elenco de la compañía Del Salón al Cabaret me preguntaban dónde había aprendido a cantar boleros. ¡Aprendí de niño! (risas). Pero también he trabajado en música electroacústica, con José Miguel Candela. ¡Yo nunca pensé que iba a hacer tanta cosa! Pero como nunca creí tener una gran voz, eso me ha permitido arriesgarme", confiesa.
 
-¿Eso pensaba en sus inicios?
"Cuando empecé a estudiar, yo era una persona muy entusiasta, pero mi voz era muy particular, y muy poco dotada. Mi voz está por debajo del promedio, por debajo de cualquier estudiante de canto, en cuanto a muchos detalles, como la extensión o el volumen. Claramente, mi voz tenía demasiados problemas".
-¿Y por qué apostó por el canto, entonces?
"Porque soy exagerado por naturaleza; a veces se me desbordan los afectos. Necesitaba cantar, amplificar lo que podía haber dicho hablando. Afortunadamente, mis inquietudes musicales y artísticas están por sobre el promedio y eso obró en mí maravillas, santo es mi Dios. A lo largo de estudio, paciencia y encontrar el repertorio adecuado, he encontrado un nicho para poderme desarrollar a mis anchas. Fue un trabajo largo".
Gonzalo Cuadra, quien dirigió musicalmente por cinco años el Taller de Ópera UC, hoy es profesor en el departamento de Música de la U. Alberto Hurtado. Licenciado en Música en la Universidad de Chile, fue alumno de Nora López, "de quien aprendí aspectos de teatralidad", y de Clara Oyuela -"me enseñó el rigor musical y profesional"-. Destaca también la "experiencia musical que compartí con el maestro Miguel Patrón Marchand. Yo ya me doy por satisfecho desde que empecé a cantar hasta ahora. En ese inicio mi voz no decía mucho, yo pensaba que no iba a poder. Todo lo que ha venido después es un regalo". Su repertorio preferido es el barroco latino: "es muy representativo, teatral".
-¿Qué se necesita para cantar música antigua?
"Agilidad, manejar el vibrato, desinhibirse y tener ansias culturales. La agilidad es una destreza que se puede aprender, con esfuerzo y trabajo, pero también hay gente que de forma innata tiene una capacidad de hacer muchas notas muy rápido, con una precisión de neurocirujano".
-Y los agudos, ¿son determinantes en este repertorio?
"Tener agudos, tener más registro o menos registro, para el mundo de la música barroca no es tema. Ni el volumen ni la extensión (cuán alto o cuán bajo llego) son un tema. Son buenos si se tienen, pero una persona puede tener un registro muy pequeño y ser un gran intérprete de música antigua".
 

1 comentario:

té verde dijo...

Ayer, como en varias otras ocasiones, tuve el privilegio de escucharlo.
Gonzalo en maravilloso.