El legendario exponente de la Nueva Ola, Buddy Richard, prepara su participación en una nueva versión de La Cumbre, donde recibirá el premio “Orgullo de la Región” y compartirá escenario con Ana Tijoux, Aguaturbia y Los Tres. Acá rememora sus encuentros con Camilo Sesto, su gusto por Paul McCartney y su relación con el grupo de Álvaro Henríquez.
Por Johanna Watson
Conversamos con el músico de 75 años en su casa de Graneros, donde revisamos algunos aspectos del festival que se aproxima y nos enteramos de algunas anécdotas vividas junto al fallecido cantante español.
La Cumbre
-En el cartel de La Cumbre están anunciados Los Tres, ¿te veremos tocar con ellos o con Álvaro?
-Tienen que darse las cosas, de querer cantar “Tu cariño se me va” yo voy a querer toda la vida. Íbamos a actuar en la Yein Fonda pero este año no se hizo. Este verano estaba empezando a volver el Álvaro y yo estaba contratado como jurado del Festival La Serena. Al segundo día llegaron ellos y el Álvaro me mandó a decir que quería cantar, entonces, en el show de ellos cantamos una canción y le di unas flores porque se había mejorado.
-¿Cómo has visto su recuperación?
-Bien, ya está recuperado, se ve de mejor semblante, está cantando igual que siempre. En La Serena le dije: “Nos tenías en ascuas, huevón, pero por suerte te mejoraste”. Ahora me mandó a decir que quería cantar conmigo en La Cumbre, así que ahí vamos a ver. Cuando cantamos “Tu cariño se me va”, a veces hacemos la versión mía y otras la de ellos, pero las dos son buenas. La de ellos es más violenta, es buena, me gusta.
-¿Qué banda te gustaría que hiciera otra versión de un tema tuyo?
-No sé, yo soy un tipo agradecido, aunque fueran los tipos más malos, me gustaría. Yo creo que para un autor, lo mejor es escuchar tus canciones en otros estilos, es entretenido. Pero si pienso en una banda… Los Bunkers me gustan, yo he tocado con ellos, en unas simulaciones de ensayo que eran una tomatera horrible, porque esos son… oye los huevones de Concepción, son bravos para el copete, yo no soy de allá pero también me gusta. Son entretenidos los cabros.
-¿En qué estilos te gustaría escuchar tus canciones?
-Siempre ha habido versiones de canciones mías. He escuchado “Mentira” en salsa, tocada por esas orquestas de Nueva York, la he escuchado en son mariachi también. Yo tenía dos maneras de componer: por ejemplo “Despídete con un beso” es más americana y “Mentira” más italiana, por eso las canciones eran más o menos contundentes, llamaron la atención de los muchachos más jóvenes y las grabaron como en el caso de Los Tres, Los Difuntos Correa y una pila de bandas más que han hecho mis canciones.
-¿Te gustaría una versión trap o reguetón?
-Bienvenida sea, no sé si me va a gustar, pero no soy partidario de borrar estilos ni nada. Si a mí no me gusta, no me gusta nomás. Para mí, el mejor invento de la vida moderna es el control remoto: si no te gusta el huevón, lo apagas o lo cambias y punto.
-¿Y en heavy metal?
-¡Mejor! Claro, eso se acerca más al rock. Ahora, musicalmente -porque he escuchado personalmente- pienso que hacen mucha faramaña con los riffs. Hay bandas buenas como los Rolling Stones que son pesados, a pesar de que lo mío son los Beatles, de todas maneras, son más compositores, más músicos. Me he perdido un sólo concierto de McCartney, llevé a mis músicos, los invité a todos para que aprendan a acompañar.
-Vas a recibir el premio “Orgullo de la Región”, ¿qué significa para ti?
-Siempre los premios son estimulantes. A estas alturas de mi vida -que he hecho una carrera larga- todo lo que sea reconocimiento, no me puedo quejar. Yo tengo lo más popular que son las Antorchas y Gaviotas de Viña, tengo un gallinero allá adentro. El premio al “Orgullo de la Región” que me darán en La Cumbre por supuesto que es muy bien recibido, además soy Hijo Ilustre de Graneros.
-Paloma Mami también recibirá ese premio, ¿qué te parece?
-Me alegro mucho que Paloma Mami, que es una artista que ha emergido y la ido muy bien, sobre todo en el exterior, reciba ese premio, va a ser un buen incentivo para que siga prosperando en su carrera.
-¿Cómo te sientes al estar tan vigente? Eres uno de los números fuertes en La Cumbre 2019.
-Es un halago que me hayan cotizado para este evento, aunque está más cargado al rock -yo soy rockero viejo-. Pero mi forma de cantar y de componer es más de un baladista romántico, aunque tengo por ahí unos arranques de rock n roll. Me habían llamado hace un par de años y no había podido, pero ahora que lo vamos a hacer, espero que me vaya bien.
-¿Te consideras un ícono pop?
-No entiendo mucho los términos y los apellidos. De repente a alguien que es folclorista le dicen “este huevón es rockero” y yo digo “no po, si el rock n roll es Elvis, Bill Halley” pero te dicen “es que tiene la actitud rock”. Yo no sé cuál será esa huevá.
Camilo
-Tuviste la oportunidad de conocer a Camilo Sesto, ¿cómo fue?
-La primera vez fue en Chile, en un estelar de Gonzalo Beltrán, me acuerdo que estaba Piñera, pero era Senador. Se le ocurrió a la producción que los cantantes se presentaran con sus hijos. Invitaron a Dyango con su hijo Marcos Yunas que hoy es cantante, a Camilo con su niñito, y a mí con la Cata, que es la menor de mi primer matrimonio. Participamos y todo el cuento, pero esa vez casi no lo vi.
-Y la segunda vez, ¿tuviste algún acercamiento?
-Te voy a contar una anécdota de Camilo. El Pato Escobar es un empresario que siempre ha trabajado con una especie de Nueva Ola pero internacional: Manolo Galván, Manolo Otero, Leo Dan, Palito Ortega. En ese momento Camilo Sesto estaba a otro nivel, Sandro estaba un poquito más arriba y yo estaba ahí, pisándoles los talones en países como Ecuador y Colombia. Una vez el Pato armó una gira con Leo Dan de Argentina, conmigo de Chile y Camilo Sesto de España. No te explico como se llenaban las plazas de toros. A veces no había para qué llevarnos a los tres, era demasiado, entonces, nos presentábamos en Riobamba Camilo y yo. Después, en La Catunga, Camilo y Leo Dan, después en la plaza de toros de Quito los tres huevones. Reventábamos todo.
-¿Pudiste compartir con él en esa gira?
-Estábamos los tres hospedados en el hotel Intercontinental de Quito. El empresario que estaba organizando la gira, me dijo “vamos a saludar a Camilo” que estaba en su pieza. Cuando estábamos con él, me dice “cómo está tu hija, la pequeña que cantó contigo” y ahí me acordé del programa donde habíamos participado. Camilo me dijo “tu hija cantó y bailó muy bien con su vestido rojo”. Ni yo me acordaba como andaba vestida, se ve que tenía muy buena memoria.
Después nos veíamos en algún aeropuerto o en la plaza de Riobamba, que eran plazas de toros.
-¿Qué opinión tienes de su trabajo?
-Camilo Sesto es uno de los compositores que más me ha gustado, y no es porque se haya muerto. Hizo muy buenos temas. Cantaba muy bien además, el tipo tenía buena facha, tenía los ojitos azules y toda esa cuestión, después se echó a perder la cara, empezó a envejecer y a lo mejor fue muy pretencioso, se hizo muchas operaciones.
Pero en lo musical hizo cosas muy importantes y difíciles, como la opereta de Jesucristo. Él la presentó en Viña, hizo su show primero y después metió lo otro, estuvo como tres horas arriba del escenario y para mí fue mucho, al único que se lo perdono es a Paul McCartney.
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