El Mercurio
La guitarrista Sheryl Bailey, la clarinetista Anat Cohen y el saxofonista Caleb Wheeler Curtis comandan el programa del 12 y 13 de enero en el Parque Inés de Suárez, que desplaza al histórico Parque de las Esculturas.
IÑIGO DÍAZ
A esta altura están convertidos en virtuales palcos preferenciales para presenciar espectáculos en el Parque Inés de Suárez, en calle Antonio Varas y Vasconia. Los balcones de los edificios que lindan con el recinto por el lado oriente se pueblan de espectadores durante cada concierto allí.
Y es uno de los atributos con que este parque vino a sustituir ya definitivamente al Parque de las Esculturas, el lugar donde se inició la mística y la masividad del Festival Internacional de Jazz de Providencia, que en los años 90 era nada más que un pequeño encuentro familiar denominado Música junto al Río.
Después de tres años de suspensiones por el estallido e impedimentos sanitarios, en su vigésima edición la cita regresa a sus programas con músicos extranjeros en el cartel, el 12 y 13 de enero. “¿Perdió terreno el festival durante este tiempo tan difícil? En absoluto, porque el jazz no es una competencia, sino una apreciación. A pesar de que tuvimos versiones mucho más pequeñas, la gente siempre llenó el espacio”, comenta desde Estados Unidos el curador del festival, Roberto Barahona.
El programa ya está confirmado con dos conciertos gratuitos cada noche, donde habrá proyectos extranjeros y nacionales. El jueves 12 estará el Sexteto Concepción Jazz, formado por figuras penquistas, que además son profesores de la Big Band Concepción, que dirige el saxofonista alto Ignacio González.
“Durante la pandemia tomé clases telemáticas con Chris Byars, un saxofonista y arreglador neoyorquino muy destacado. Nuestra música se basa en arreglos suyos para la combinación instrumental del sexteto sin piano y con un frente de cuatro instrumentos melódicos: saxo alto, saxo tenor, trombón y guitarra, que actúa como cuarto viento”, explica González.
La noche inaugural se cierra con el cuarteto de la guitarrista Sheryl Bailey, que en rigor es un trío más uno. Y ese “uno” es nada menos que Anat Cohen, una de las figuras del momento. “El valor del festival está en la posibilidad de escuchar en directo a músicos de Nueva York o de Europa, que casi no hay opción de acceder en Chile. O de conocer proyectos nuevos como el Sexteto Concepción Jazz. Concepción es una de las cunas del jazz chileno”, dice Roberto Barahona.
El viernes 13, en tanto, se presenta el trío que forman el pianista argentino Leo Genovese, el contrabajista Rodrigo Espinoza y el baterista Gabriel Puentes, un conjunto afiatado que experimenta desde la improvisación y cuenta con el álbum “Siete flores negras” (2018). El cierre estará a cargo del cuarteto del saxofonista de Brooklyn Caleb Wheeler Curtis.
Un nuevo escenario
“Esos balcones que funcionan como palcos son una de las ventajas para la apreciación de la música. El Parque Inés de Suárez tiene capacidad para siete mil personas y la disposición del espacio permite que se vea el espectáculo mucho mejor que en el Parque de las Esculturas, donde se podían distribuir pocas sillas frente al escenario. Ese espacio es más bien un museo al aire libre”, explica Jorge Andrés González, director de la Fundación Cultural de Providencia.
En ese anterior espacio se daba el contraste entre la audiencia al norte del río y la del sur, que se ubicaba en aposentadurías improvisadas, la mayoría de las veces ocupando el espacio público. Para los conciertos en el nuevo parque, que comenzó a utilizarse decisivamente en 2020 con la visita de Melissa Aldana (en 2021 se canceló y en 2022 hubo dos noches solo con músicos chilenos), no será necesario retirar invitaciones, pues la ocupación del aforo será por orden de llegada. Y la música se termina, sí o sí, a las 23:00 horas, para respetar el entorno residencial.
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