Paolo Bortolameolli (40), Helmuth Reichel Silva (39) y Luis Toro Araya (27) son notables ejemplos de una brillante nueva generación de conductores nacionales que hoy destaca en importantes escenarios internacionales y con orquestas de trayectoria. Hablan de sus ambiciosos proyectos, de sus sueños y del futuro de la dirección en nuestro país.
Maureen Lennon Zaninovic
Helmuth Reichel Silva y la ópera
Radicado en Alemania desde 2002, Helmuth Reichel Silva (39) es otra de las batutas jóvenes con mayor proyección internacional. Director titular de la Orquesta de la Universidad de Dresde, es el único artista chileno que ha logrado ser finalista en el prestigioso Concurso Besançon y, hasta antes de la pandemia, protagonizó una intensa agenda de presentaciones en Europa y Asia.
“Él ya se ha consolidado como una importante presencia dentro del contexto orquestal nacional. Su liderazgo y su alto compromiso por el desarrollo musical en el país lo han llevado a desarrollar paralelamente una labor pedagógica, en la cual hemos trabajado en forma conjunta, tanto en Chile como en Suiza. Admiro mucho su capacidad de exponer problemáticas de la dirección en un idioma lúcido y transparente, haciéndolo muy querido en la comunidad estudiantil”, señala a “Artes y Letras” Rodolfo Fischer, director musical de la Orquesta de Cámara de Valdivia y quien además imparte clases de dirección orquestal en Basel (Suiza)
Por estos días Reichel Silva se encuentra en Frutillar. En el Teatro del Lago conducirá el 9 y 10 de diciembre una versión reducida de la ópera “Pinocchio”, de la compositora Gloria Bruni.
“Esta es la primera ópera con producción completa que dirijo en Chile”, adelanta a través de un contacto telefónico desde la ciudad lacustre. Agrega que en lo musical estamos “ante una obra con muchos contrastes. Tiene segmentos que son, en el sentido positivo de la palabra, muy sencillos, pero en los momentos más conflictivos de la historia, la música se expande hasta llegar a la atonalidad y politonalidad. Se produce una intensidad armónica muy compleja”, manifiesta. Helmuth Reichel Silva continúa con su reflexión y dice que desde una mirada estilística, “es difícil clasificar a esta ópera. Hay una música que a veces roza la pureza infantil, pero también contiene otros aspectos que evidentemente son más modernos”.
Sobre sus influencias, confiesa su admiración hacia el letón Mariss Jansons (1943-2019), “quien fue director de la Orquesta de la Radio de Baviera. De hecho tuve la suerte de poder estar presente en muchos de sus ensayos con la orquesta. Fue una gran escuela para mí. Si tuviera que escoger uno, sería él. Pero al final uno va aprendiendo de muchos”, afirma.
Para lo que viene para el 2023, Helmuth Reichel Silva adelanta que retomará con más presencia sus compromisos con la Orquesta de la Universidad de Dresde y que quedaron inconclusos por la pandemia. “Ahora estamos abordando nuevo repertorio y las temporadas. Ese es un trabajo que me implica bastante dedicación, pero siempre hay espacio para otras orquestas alemanas. Estoy, además, en conversaciones para poder volver a Chile y, en 2024, ojalá dirigir en el Municipal de Santiago”.
También seguirá impartiendo clases en línea para un diplomado de dirección orquestal en la Universidad Alberto Hurtado. “Lo que falta en nuestro país es un buen programa de pregrado. Poder estudiar la carrera completa, como sí ocurre en Europa. Se está haciendo mucho, pero lo ideal sería contar con un programa de ocho semestres y para ello necesitamos buenos docentes en todas las ramas y con amor por la pedagogía”, concluye Helmuth Reichel Silva.
Paolo Bortolameolli atrapado por Gustav Mahler
Hace unos días Paolo Bortolameolli (40) vivió un imborrable estreno en la Ópera de París. El exbecado estrella de la Corporación Amigos del Municipal y de la Fundación Ibáñez Atkinson aún saborea su paso por uno de los legendarios coliseos líricos del mundo.
“Increíble. Fue un gran debut no solo en la Ópera de París, sino que también en ‘Tosca', de Puccini. Fueron 11 funciones y con un elenco impresionante; entre otros, Joseph Calleja como Mario Cavaradossi y Saioa Hernández como Floria Tosca”, cuenta el músico chileno que también es director asociado de la Orquesta Filarmónica de Los Angeles (LA Phil), en Estados Unidos, principal director invitado de la Orquesta Filarmónica de Santiago y batuta titular de la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil, esta última conjunto estrella de la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles (FOJI) que lidera Miguel Farías.
Añade que lo que más le impresionó es que el edificio de La Bastilla tiene una capacidad de 2.745 butacas y “todas las funciones estaban llenas. ¡Fue emocionante ver tanta gente!”, dice instalado en un palco del histórico escenario de Agustinas.
Bortolameolli está de regreso en Chile porque de aquí a mediados de enero desplegará una agenda de actividades impresionante. Desde este martes y hasta el 11 de diciembre, en el Municipal de Santiago dirigirá a la Filarmónica en la Segunda Sinfonía “Resurrección” de Mahler y el 13 de enero, en el Teatro Caupolicán, junto a la Sinfónica Nacional Juvenil y con un inédito contingente de músicos invitados, protagonizará un hito en la historia musical con el estreno en Chile de la Octava Sinfonía de Mahler.
Este año, además, en un llamado de último minuto, el 7 de septiembre realizó un reemplazo y tuvo su debut en la Philarmonie de Berlín dirigiendo a la Orquesta de la Deutsche Oper de Berlín justamente con la Sinfonía “Resurrección” del compositor de Bohemia.
“¡Una locura! El director original se contagió con covid-19 y, a través de mi agente, me contactaron para ver si podía asumir este relevo. Además sabían que iba a dirigir a fin de año esta obra en Chile. En ese momento estaba en París y todo se dio para que pudiera aterrizar y en tiempo récord ensayé y dirigí a la orquesta y al coro. Fue una función bellísima y a teatro lleno también”, rememora. Añade que fue un sueño “debutar en este olimpo de la llamada música clásica. Un lugar muy místico y especial y con Mahler. Aún no me lo puedo creer”. El director comenta que el 2022 fue un año plagado de hitos; entre otros, por primera vez dirigió a la San Francisco Symphony y pisó el Gran Teatre del Liceu de Barcelona con ‘La flauta mágica” de Mozart, en una serie de funciones que alternó con la súper estrella de la dirección venezolana Gustavo Dudamel. “Estuve siete semanas en Barcelona y quedé enamorado de ese teatro. Me encantó. Quedó la sensación de que se hizo un muy buen trabajo y ojalá pueda volver en el futuro”, confiesa este artista exclusivo de la agencia Fidelo Arts, que también representa a Dudamel y al célebre conductor finés Esa-Pekka Salonen.
Siguiendo con otros importantes desafíos internacionales como director asociado de La Phil, adelanta que está pronto a cerrar un ciclo en la Costa Oeste de Estados Unidos. “En mayo concluye mi última temporada en este cargo. Fue una muy buena experiencia, pero mi carrera despegó en lo internacional y hoy las semanas que puedo dedicar a la Filarmónica de Los Angeles se reducen a proyectos específicos. Gustavo Dudamel ha sido una persona fundamental en mi carrera. Estoy en un momento más bien agridulce y lleno de nostalgia porque mi paso por esta agrupación fue inolvidable, pero es el momento de tomar vuelo propio. Todos los que han pasado por mi cargo, eso sí, mantienen una relación de por vida con esta institución”, manifiesta.
Una verdadera locura
En lo inmediato, Paolo Bortolameolli habla de su próximo compromiso en el Municipal: la Sinfonía “Resurrección” y que, según explica, está basada en textos del poeta Friedrich Gottlieb Klopstock con los que se encontró Mahler y se sirvió de ellos para dar forma al clímax de su obra. Considera que estamos “ante una composición extraordinaria. Siempre he dicho que es una de las piezas que te cambia la vida cuando la escuchas en vivo. Escucharla es impactante, pero escucharla en vivo es sobrecogedor. Es muy emotiva y al mismo tiempo muy teatral”. El principal director invitado de la Orquesta Filarmónica de Santiago continúa con su relato y destaca que el compositor nacido en 1860 no alcanzó a escribir una ópera, pero dirigió varios títulos líricos. “Ahí uno puede entender esa cercanía cotidiana con este mundo, con esa teatralidad y que puso de manera abstracta o literal en sus sinfonías. Todo el tiempo está contando una historia”, explica. Dice que su primer movimiento es una marcha fúnebre, el segundo es más sutil, “y luego el tercero, cuarto y quinto movimientos se pueden analizar como toda una concatenación que incluye el miedo a morir, el enfrentarse al llamado de Dios y, finalmente, el alma se desvanece y aparece la voz del coro que dice ‘levántate nuevamente que todo lo que has hecho ha valido la pena'. Se abre el cielo. Es una sinfonía muy profunda y bella”, declara. Para Bortoloameolli, por lo demás, abordar esta pieza es muy significativo porque desde 2019, con la Séptima Sinfonía de Mahler (Gala “El Mercurio”) que no se presentaba en el Teatro Municipal de Santiago. “Son muchos años de ausencia”, expresa.
A lo largo de su carrera, este músico chileno ha abordado con elogiosas críticas la creación de este compositor de Bohemia; entre otras, dirigió “La Canción de la Tierra”, junto a la Fundación Teatro a Mil. “Mi obsesión con Mahler tiene que ver con que es un artista muy completo en muchos sentidos. Protagonizó un momento bisagra muy especial no solo en la evolución de la música, sino también de la cultura y de la civilización. Se nota que fue el último eslabón de una tradición muy larga. Enamorado de la tradición, pero siempre desde el colapso, de la nostalgia rota. Musicalmente es muy rico. ¡Fascinante!”.
El 13 de enero, en el Teatro Caupolicán, dirigirá la Octava Sinfonía (también conocida como la Sinfonía de los mil). Sin duda estamos ante “palabras mayores” y como señala esta elogiada batuta, “el motivo real que nos impulsó con Miguel Farías, director ejecutivo de la FOJI, a emprender esta locura es que estamos convencidos de que es la obra más importante para celebrar los 30 años de una de las obras musicales más importantes de Chile: la Sinfónica Nacional Juvenil. Hoy podemos escalar el ‘Everest' de la música clásica y para ello tendremos a la conformación actual de este conjunto estrella más invitados, es decir, a numerosos músicos que pasaron por sus filas. Entre instrumentistas y coros, estamos hablando de 600 personas en escena”. Para él es un privilegio abordar “un himno permanente al amor y a la trascendencia de lo femenino. De hecho se la ha llegado a comparar con la Novena de Beethoven, por su canto a la humanidad”. Paolo Bortolameolli concluye que no “es solo un concierto. Es una celebración, una experiencia. Un triunfo de los talentos nacionales”.
Brillantes logros de Toro Araya
“Si Bortolameolli ya está alcanzando su consagración internacional, Luis Toro Araya, radicado en Zúrich, lo sigue a pasos agigantados: en 2021 y en menos de 20 días, fue finalista del premio para jóvenes directores Herbert von Karajan y uno de los ganadores del concurso internacional de dirección de Rotterdam”.
Son palabras de Gonzalo Saavedra, crítico de música de “El Mercurio”, a propósito de esta prometedora batuta (San Vicente de Tagua Tagua, 1995) que en mayo tuvo su debut al frente de la Orquesta de Cámara de Chile.
Rodolfo Fischer rememora que conoció a Toro Araya cuando aún era violinista en la Orquesta Sinfónica de Chile. “Me convenció inmediatamente como una presencia absolutamente natural en el podio, lo cual fue compartido con mi colega Johannes Schlaefli, su actual profesor en Zúrich. Hoy en día, ha pasado muchas de las vallas más complejas”.
Agrega que lo que más admira de él “es su foco y madurez musical, la cual no deja espacio a los aspectos más efímeros de la carrera, en una época en donde la capacidad de autopromoción pareciera estar un tanto sobrevalorada”.
Lo cierto es que su año ha estado pleno de logros. A inicios de junio concluyó la primera edición del certamen internacional Conducting Competition Rotterdam (Holanda) y Luis Toro Araya se impuso en dos categorías: ganó la Mejor Dirección de Ópera y el Premio del Público. Junto con ello —tras superar un proceso en el que participaron 108 aspirantes de todo el mundo—, este discípulo del concertino de la Sinfónica Alberto Dourthé, obtuvo el puesto de director asistente de la Orquesta Nacional de España. Suma y sigue porque estará en Los Angeles (California) en febrero y marzo del 2023, como parte del exclusivo programa Dudamel Fellows, del que también formó parte Paolo Bortolameolli. “Voy a tener que asistir a Gustavo Dudamel y a Zubin Mehta en la Tercera Sinfonía de Mahler y con LA Phil voy a tocar la suite ‘El pájaro de fuego' de Stravinsky. Es un honor haber sido seleccionado por Gustavo, uno de los directores más icónicos de nuestro tiempo. Él fue la primera batuta latinoamericana que rompió barreras”, revela a través de un contacto por Zoom desde Madrid, donde hoy conducirá la Orquesta Nacional de España en una selección de “Romeo y Julieta” de Prokófiev.
Al preguntarle por su balance del 2022, este músico de 27 años comenta que ha “sido una verdadera montaña rusa de emociones, con muchos viajes y experiencias diferentes. Estoy tranquilo y tomándome con calma todo lo que me está pasando. Los desafíos siguen apareciendo”, advierte este conductor que tiene su residencia en Suiza, aunque se traslada de manera regular hacia España. De hecho, hace un mes tuvo su debut en la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias. “Hubo una muy bonita conexión y sus integrantes aún recuerdan con gran cariño a quien fuera su director titular Maximiano Valdés”, expresa Luis Toro Araya, quien el 20 y 21 de octubre de 2023 tendrá su estreno en el Teatro Municipal de Santiago. Con la Filarmónica conducirá, entre otras piezas, la Obertura “Genoveva” de Schumann y la Sexta Sinfonía de Tchaikovsky.
“Este escenario sin duda es una las instituciones culturales más prestigiosas del país y la Filarmónica de Santiago es una orquesta que admiro y en especial cuando volvió a dirigirla el maestro Juan Pablo Izquierdo. Es un honor estar en esta temporada y con un repertorio que me acomoda mucho”, dice este profesional que cuenta con dos agencias que representan su ascendente carrera: Ibermúsica (España, Portugal y Latinoamérica) y Askonas Holt (resto del mundo).
Con la Orquesta Nacional de España también tiene compromisos relevantes para el 2023, que incluyen la asistencia del director titular de este conjunto, David Afkham, en la Séptima y la Octava de Mahler. “Es difícil incluirme en un catálogo, pero en los últimos años, por un tema de sonido y por lenguaje, siento más afinidad con compositores como Wagner, Mahler, Bruckner y Haydn. Además de música chilena del siglo XX y muchísima otra música que no se conoce tanto y que es más expresionista”.
Concluye que “la ópera también está en mis proyectos. El género lírico es una de mis grandes pasiones”, cierra Toro Araya.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario