martes, marzo 01, 2011

Margot Loyola: “Los hombres se convertirán en robots”


Musica.cl
Escudriñando entre sus recuerdos, Margot Loyola y Osvaldo Cádiz realizaron una geografía de la cueca nacional en su nuevo libro. Sobre el texto, las tradiciones y los modernismos, conversamos con sus autores.

Ya se sabe que cualquier acto literario en torno a la cueca o zamacueca en Chile es una buena manera de meterse en camisa de once varas. Bien lo sabía Margot Loyola y hasta ahora, a sus 92 años, había mantenido su pluma al margen. Sin embargo, el acervo de experiencias y memorias amenazaban con rebosar el dique.

Para el extenso trabajo llevado a cabo en La Cueca: Danza de la Vida y de la Muerte (Ediciones Universitarias de Valparaíso, 2010), un acabado estudio sobre este baile tradicional a lo largo y ancho del país, la acompañó como coautor por primera vez su compañero de baile y vida Osvaldo Cádiz Valenzuela. A poco de su estreno y prestos a relanzar el disco Otras Voces En Mi Voz (“el último de la Margot y no creo que grabe otro”, dice él) accedieron a desmigajar sus intenciones.

¿Por qué decidieron escribir este libro?

Osvaldo Cádiz: Lo que pasa es que por este largo caminar a lo largo y ancho del país, había muchísimo material en nuestro archivo.
Margot Loyola: Pero mucho más adentro de la cabeza, que no ha salido y es lo que estamos viendo ahora. En este libro viene solamente lo que estaba dentro de nosotros. Lo que está en los cuadernos, en la fotografía, eso lo estamos viendo ahora. Han sido muchos años. Consideramos que era un trabajo demasiado grande para nosotros, que somos primero que nada intérpretes. Fue madurando lentamente. Hasta que un día me dijo mi marido: ‘hoy empezamos a trabajar’. Tenemos todo un equipo detrás. Hemos tenido una música, Cristina Álvarez, profesora de la Universidad de Chile, tenemos gente que trabaja en la guarifaifa (computador), que le llamo yo, porque hay que chilenizar las cosas.
OC: Margot tiene un libro sobre la tonada (La Tonada: Testimonios Para el Futuro), que es el género musical más representativo de Chile. Después vimos que era necesario también hablar sobre esta maravillosa danza que es la cueca. Sabemos que el mundo de la cueca es un macro mundo que puede ser enfocado desde muchos ángulos y que nunca se va a terminar de estudiar. Así que aquí están nuestros testimonios.
ML: En fuente viva, se llama esta manera de trabajar. Ahí en la tierra, con los personajes. Abarcamos los tres estratos, y el señorito nos ha aportado mucho pero el campesino también. Toda la gente de Chile. Por donde íbamos mirábamos, bailábamos, cantábamos, preguntábamos y escribíamos. Así fue saliendo lentamente.
OC: Este libro va con 4 CD’s más un DVD. Hay 147 ejemplos de cuecas, una geografía musical del país. Nos dimos cuenta de la gran diversidad expresiva que tiene la cueca. No hay nadie que baile la cueca igual al otro. Hay rasgos comunes, pero en cada región tiene un acento distinto. Por eso en el DVD mostramos ejemplos de cuecas grabadas en terreno y otras de nuestros alumnos del grupo Palomar, que muestran muchos estilos y variantes. No pretendemos que esto sea lo máximo, sino sólo un aporte. Van a venir muchos más que tendrán que ir aportando sobre la cueca. Lo intersante es que hemos tenido la suerte de estudiar la marinera de niña, en Perú, y la cueca cuyana, en Argentina.
ML: Son iguales. Es impresionante.

Hay un tema que es bastante polémico siempre, que son los orígenes de la cueca. ¿Cómo lo tratan en el libro?

ML: Nos preocupamos, pero no entregamos el origen que nosotros creemos que tiene, porque trabajamos con los elementos principales que tiene cada danza, en su música, en su coreografía. Las coreografías circulares, que son lo primero que tuvo el mundo, aquí están, en la cueca. Se baila dentro de una circunferencia imaginaria, mitad para la mujer y mitad para el hombre. En el siglo XVI ya aparece en el mundo el estudio de la danza de parejas. Nosotros a través de la coreografía y los bajos vamos a culturas agrarias milenarias. (Arrastra los pies), la molienda, por ejemplo. Ahora, cuándo se forma la cueca. Nosotros aquí entregamos una versión, que es la más permanente, y entregamos una imagen que hemos llamado cueca esencial junto a 12 variantes. Las hay de 48, 52 y de 56 compases, que creemos que son las más antiguas.
OC: Es muy interesante estudiar la danza desde el punto de vista antropológico para ver los profundos significados que tiene, la simbología que encierra cada danza. Está muy relacionado con el espacio donde se gesta. La cueca es una danza concéntrica, es decir, bailas en un espacio y tienes que concluir la danza en ese espacio. No puedes moverte como en el tango. Y es una danza en la cual no se habla. Si bailas bolero, por ejemplo, puedes hablarle al oído a tu pareja. En la cueca no, es un lenguaje que se expresa a través del cuerpo, del movimiento del pañuelo, con la mirada, es un todo de comunicación entre el hombre y la mujer. Y ojo que hemos encontrado en algunas partes de Chile, que cuando no hay mujeres se baila entre hombres. Hay algo que nosotros llevamos como chilenos, en nuestro disco duro, que nos identifica con este baile.
ML: Según los antecedentes históricos, según los estudios de Carlos Vega, la cueca llega a Chile desde Perú en 1823.
OC: Y ha permanecido hasta el día de hoy. El pueblo se identifica con esta danza. Va a permanecer. Ahora, cómo se va a bailar en 50 años más, no lo sabemos. La cultura tradicional, las danzas y cantos tradicionales, es un sistema de trasplante, va de un lugar a otro, lo importante es que las comunidades las adopten y las adapten. En toda Latinoamérica se habla castellano, pero tú colocas a hablar a un argentino, a un colombiano, a un peruano, y los puedes identificar porque cada uno tiene un acento distinto. Eso es la tradición. Por ejemplo, nosotros ahora estamos trabajando con la Legua York, que trabajan con lo tradicional de las poblaciones. ¿Y qué son los raperos? Son los juglares actuales, son los cronistas de la época. Esos son los fenómenos que hay que observar.
ML: Nosotros estudiamos lo que cada comunidad reconoce como propio. Son las comunidades las que nos van dando el camino a seguir.

¿Qué opinan sobre ese dinamismo de lo tradicional, sobre los cambios que se ven en la actualidad?

ML: Yo siempre digo que la cultura tradicional es como un gran río formado por tres grandes afluentes: expresiones indígenas dadas por los pueblos originarios, todo lo que llegó de Europa y todo lo que tomamos de los afro descendientes.
OC: Pero esta cultura tradicional también tiene pequeños riachuelos que salen y se pierden y llegan otros que se mezclan. Recordemos lo que pasó con las batucadas, tuvimos un boom de eso, pero yo he estado observando algunas que todavía quedan y están tomando muchos ritmos de cuecas, como Banda Conmoción o Chinchintirapie. Incluso hemos visto artistas callejeros bailando cueca en zancos, y los llevamos al Teatro Municipal. Es interesante porque la gente joven está buscando expresarse con elementos que le son propios.
ML: Cuando yo llegué a la Universidad Católica, me llamaron y me dijeron ‘aquí no queremos nada popular, todo folclórico’. Yo les dije ‘¿y cómo separo?’. ¡No se puede separar! De a poco se han ido convenciendo de que primero hay que mirarse dentro, porque podemos estudiar de nosotros mismos muchas cosas que están con nosotros y que no las conocemos. Tenemos que estudiarnos a nosotros y luego mirar al entorno. Hablan tanto de fusión actualmente los compositores jóvenes. Bueno pero y qué fusión hacen. Hacen cualquier mazamorra en que nada es nada y se pierde Chile.

¿Les parece bien el tratamiento que se le da a lo tradicional en el Festival de Viña?

OC: Es que hay que separar, lo folclórico y lo tradicional no es comercial pero es permanente. Un disco de la Margot Loyola se va a vender en 100 años más. Un disco de la Violeta Parra se va a vender en 100 años más. El folclor siempre va a permanecer. En cambio, la industria comercial pasa.
ML: Es una moda. Viene y se va. No se profundiza en la tierra.
OC: Pero hay artistas que permanecen. Por ejemplo, Juan Luis Guerra es etnomusicólogo y conoce muy bien las raíces para hacer sus creaciones, cosa que no sentí con el grupo que continúa las aguas de él, el grupo Aventura.
ML: Hay muchos compositores nuevos que no se han interesado en aprender.

¿Y a qué atribuyen esa falta de interés?

OC: Yo creo que se está recuperando mucho el tiempo perdido en cierta etapa de nuestra historia en que había excelentes programas radiales y de televisión con música tradicional. Porque a veces se nos dice que el folclor o la música tradicional no le gusta a la juventud. Y yo me pregunto: ¿y cómo saben que no les gusta?
ML: Si no lo conocen. Cuando nacimos las Loyolas teníamos a la prensa, porque en El Mercurio me hacían críticas. Ahora la prensa no se preocupa del folclor. Para nada. Faltan periodistas especializados. Falta gente especializada en la Universidad.
OC: Yo he escuchado todas las canciones de raíz folclórica que se presentaron hasta el momento en el Festival de Viña. Algunas excelentes en contenido y letras. Pero curiosamente la que tiene más raíz, que es la peruana, fue la que obtuvo la peor nota.
ML: Las que tienen más raíz las dejan afuera inmediatamente. Porque no saben, no conocen. Es ignorancia.

¿Este libro viene de algún modo a cambiar eso?

OC: Nosotros no tenemos ninguna cruzada. Margot tiene un dicho: ‘el que quiera beber agua de nuestro molino que se acerque’. Ha habido grandes personas que han hecho grandes trabajos sobre la defensa de lo que somos, como Gabriela Pizarro, que nos dejó con un legado extraordinario. Ahora la gente joven la está recién redescubriendo. Fíjate en todo este boom que ha habido con Violeta, ella no lo tuvo en vida. Años atrás no se hablaba de la cultura mapuche. Ha sido de una labor de hablar en cada lugar al que vamos. Ahí la gente se va entusiasmando.
ML: ¡Si para muchos no había indios aquí en Chile! Pero cómo quisiéramos nosotros pensar como piensan ellos, conocer la naturaleza y tenerle el respeto que se merece, hincarse frente a un árbol que se va a cortar y pedirle perdón. Pero indiscriminadamente cortamos y cortamos preocupados del dinero y nada más. Ese es el pensamiento actual. Es impresionante. Los hombres se convertirán en robots y las máquinas no tendrán almas. Para allá vamos. Pero la tierra se está vengando.

Descarga gratis y legal aquí:
http://margotloyola.ucv.cl/lacueca/

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