viernes, febrero 10, 2012

El sabor de la salsa en Chile

 

Wiken

Estilo subterráneo durante casi tres décadas, la salsa chilena vivió un renacimiento cuando Marc Anthony agotó tres shows consecutivos en 2008. Entonces, estrellas salseras comenzaron a visitar el país. Ahora que el cantante neoyorquino regresa a Chile, quisimos saber en qué está el género. Del disco debut de Santiago All Stars, elegido entre los mejores a nivel mundial en 2011, al desembarco de la salsa romántica, en esta degustación de tres sabores.

Por Marcelo Ibáñez Campos

DUROS VERSUS ROMÁNTICOS. 
Sucedió el año recién pasado durante un recital de Frankie Vásquez en el Klub Mangosta, uno de los clubes de salsa más concurridos de Santiago hoy en día, junto al Mi Gente en Recoleta y al histórico Maestra Vida en Bellavista. Frankie, un famoso intérprete portorriqueño de salsa clásica o "dura", como se conoce al sonido setentero tipo Rubén Blades o Willie Colón, recibe una polera del público que dice "No a la salsa monga".

Salsa monga. También conocida como "salsa rosa", "salsa erótica", "de cama", o directamente, "salsa calzón". La forma que usan los fanáticos de la salsa clásica para referirse a la romántica. A esa salsa popular que interpretan músicos como Marc Anthony o Maelo Ruiz, tratando de dejar en claro una especie de jerarquía entre ambas.

Entonces Frankie, un duro de Nueva York que también ha grabado discos románticos, sólo sonrió y aceptó el regalo casi por compromiso.

"Son términos para designar despectivamente a la salsa romántica, donde a veces hay letras muy melosas o casi de culebrón erótico", explica Pablo Dintrans, conductor de Estación Aeropuerto, el programa radial del género que ya lleva once años al aire en radio Universidad de Chile. "El público de la salsa clásica, una que habla de América Latina, del barrio, que realiza retratos sociales y conecta con el realismo mágico, no la respeta".

Músicos latinos que se ganaban la vida tocando en bandas de jazz, y aprovechaban los intermedios para hacer sus "descargas", especies de jamm sessions que dieron origen a la salsa. Trombones hirientes como el ruido de los barrios bajos que la vieron nacer. Letras que retrataban la vida de inmigrantes cubanos y portorriqueños que llegaban a Nueva York; unos huyendo de la revolución, otros aprovechando las ventajas de ser un estado anexado a Estados Unidos. Así nació la salsa, una mezcla de ritmos afrocaribeños como el guaguanco cubano y la bomba y la plena de Puerto Rico con las armonías del jazz, que se convirtió en el sonido de buena parte de N.Y. en los 70. Hasta que llegó la fiebre disco y los álbumes de salsa se dejaron de vender.

"El gran arquitecto de la salsa romántica es Louie Ramírez, un percusionista y vibrafonista de N.Y. Cuando la salsa dura decae, Ramírez empieza a hacer versiones de canciones de Manuel Alejandro y otros hits de pop romántico de la época. Hasta entonces la salsa no había sido capaz de atrapar eso que tenía el bolero: historias de amor y desgarro y un público femenino mucho más amplio", explica Dintrans. "Fue un batatazo. Ahí comenzó una vorágine de versiones salseras de temas románticos, que acercaron la salsa a otros países latinos".

Una vorágine que sigue hasta hoy y que tiene en Marc Anthony a su mejor representante, y que en Chile sigue siendo un estilo en deuda: de la decena de bandas que giran en el circuito salsero, sólo una cultiva la salsa romántica. El estilo más popular entre el público que repleta las salsotecas de jueves a sábado.
"Personalmente no desprecio a la salsa monga, pero varios de los músicos de mi orquesta, sí", dice Jorge Hasbún, percusionista de los pioneros Santiago All Stars. "Sus arreglos son mucho más sencillos, cuesta mucho menos interpretarlos, la verdad. Pero hay temas de la salsa sensual que son maravillosos".

"Esa distinción la hacen sólo en Chile y la hacen los músicos", dice Juan Rivadeneira, vocalista y director de Negrosón, la única banda chilena que cultiva la salsa romántica. "No tiene ningún sentido. En el extranjero eso no existe, los salseros duros tocan con salseros románticos y no hay problemas".

Quizás se deba a los orígenes de la salsa en Chile, un ritmo que llegó en los 80 de la mano -principalmente- de connacionales que volvieron del exilio en países caribeños, cargados de vinilos salseros bajo los brazos. El público más duro hasta hoy. Lo seguro es que actualmente la salsa romántica es el estilo de salsa que se oye y se baila, más masivamente. Prueba de ello es Marc Anthony -que agota entradas cada vez que viene al país- y la silenciosa irrupción de Maelo Ruiz.

"La salsa en Chile siempre fue de un grupo pequeño de melómanos que se dedicaba a estudiarla y que por eso se enfocaban en la salsa dura", dice Juan Rivadeneira. "Ahora se está volviendo más popular gracias a la salsa romántica. Eso hizo Marc Anthony y eso hace Maelo Ruiz, que aunque apenas suena en la radio, ya ha tocado cinco veces en Chile y repletó el Caupolicán. De hecho, llevó el doble de gente que un monstruo de la salsa dura como Willie Colón. En los barrios suena mucho Maelo Ruiz y ni él sabe bien cómo lo logró", dice Rivadeneira, quien con su banda Negrosón ha acompañado al cantante neoyorquino. "En Chile, su salsa se está escuchando al nivel de popularidad de la bachata de Aventura".

LA SALSA CHILENA SALE AL MUNDO.
 Las dos revistas más importantes de salsa a nivel mundial lo dijeron casi al unísono, a finales del año pasado: "Joya y Rareza" es sin duda uno de los mejores lanzamientos de salsa auténtica que hemos oído en el último tiempo. Por ello, rápidamente se alzó hasta la cima de nuestra selecta lista de lo Mejor de 2011. El álbum es el sueño de los bailarines de salsa hecho disco".

Eso escribió Descarga, la revista neoyorkina más importante del género, sobre el disco debut de los Santiago All Stars, banda nacional que este año cumple una década. Y algo similar repitió al otro lado de EE.UU., en Los Angeles, la revista Latin Beat Magazine. "La Rolling Stone del mundo de la salsa", como explica Pablo Dintrans.

"La nota llamó la atención mundialmente porque la revista es muy respetada. No cualquiera sale en ella, mucho menos en su portada", dice Jorge Hasbún, percusionista, productor y fundador de la banda, junto al reconocido trombonista Héctor "Parquímetro" Briceño.

El grupo Santiago All Stars ostenta varios récords. Fue el primer grupo de salsa compuesto íntegramente por músicos chilenos, la única banda nacional en aparecer en la portada de Latin Beat Magazine -en octubre de 2010, cuando se preparaba a grabar su aclamado debut-, una de las primeras en convencer a las salsotecas santiaguinas que tener una banda en vivo era buen negocio, y la única en grabar un disco reconocido a nivel mundial. Y qué disco.

"Nuestros primeros cinco años fue mucho de forjar un circuito, de plantar el bichito en los jóvenes músicos que hoy forman las orquestas chilenas de salsa. Casi todos ellos nos iban a ver tocar a nosotros", dice Jorge Hasbún. "De eso nos sentimos muy orgullosos. Nos sentimos muy complacidos de lo que hay hoy en día, donde cada fin de semana tocan al menos tres bandas de salsa en vivo en Santiago".

"Joya y Rareza" le hace pleno honor a su título. Es una joya que se reconoce a la primera oída gracias a la calidad de sus músicos -todos mayores de 40 años y con una experiencia desbordante-, los arreglos de dos connotados salseros -el productor del disco Ricky González, pianista de Marc Anthony y Willie Colón, además de Ángel Fernández, trompetista y director de la orquesta de Marc Anthony y Ray Barreto- y el trabajo de Jon Fausty, el ingeniero que durante 40 años definió el sonido de la salsa con su trabajo en el histórico sello Fania. Sí, el mismo que grabó a "Pedro Navaja", entre tantos otros.

El disco también es una rareza no sólo por ese nivel de colaboradores, que se completa con las voces de cantantes salseros clásicos como Frankie Vásquez y Jimmy Sabater, todos contactos logrados por Hasbún en congresos y shows de salsa en Nueva York, Los Angeles, Miami y Puerto Rico, a los que asistió como fan. "Grabaron para darnos una mano, los honorarios fueron prácticamente de amistad", aclara. El disco es también una rareza por sus estupendas versiones de temas como "Baño de mar a medianoche" y "Si me vas a abandonar". Dos elegantes temas que hacen que Cecilia y Buddy Richard, respectivamente, suenen como crooners tropicales de toda la vida. Joyas tan extrañas como saber que gracias a este disco, y sobre todo al temazo "Sabroso Guaguanco", la banda suena en los primeros lugares de radios salseras de Texas, L. A., Suiza, España, Alemania, Francia y Colombia.

"Es un buen momento. Y aunque la banda nunca se ha puesto metas muy específicas, pienso que con la respuesta que ha tenido el disco y la red de contactos que he ido generando durante todos estos años de melómano, el siguiente paso sería realizar una gira internacional", dice Hasbún. "Ya hay conversaciones para ir a varios países de Europa, Puerto Rico y Colombia. Lo veo bastante posible".

LO QUE VIENE: NEGROSÓN.
Es viernes por la noche, y las mesas de Mi Gente -un amplio club de salsa frente al Cementerio General- están repletas por un público formado, en su mayoría, por universitarios y profesionales jóvenes. Pero la pista de baile sigue vacía, a la espera que el animador dé paso al show de la Negrosón.

Cuando la Negrosón comienza a sonar, al instante uno comprende por qué sus bronces han tocado con bandas como Américo y sus percusionistas han acompañado a otros como La Noche. La banda suena muy bien. Y la pista se repleta de parejas que no volverán a sus mesas durante una hora. El tiempo en que la banda interpretará, uno tras otro y sin pausa, clásicos de salsa dura, cumbia, merengue y, sobre todo, salsa romántica. Porque lo de la Negrosón es la "salsa monga". Pero por sobre todo, lo suyo es la versatilidad.
"En Santiago hay muchas orquestas de salsa dura. Y esa salsa nos gusta harto, pero su público es muy limitado. Esta orquesta se formó para tocar lo que la gente quiere escuchar, lo que más disfruta. Y a la gente le gusta la variedad, que es lo que sucede en las salsotecas donde se mezcla todo", dice como declaración de principios Juan Rivadeneira, fundador, director, vocalista y compositor de la banda.

Es esa variedad estilística la que esperan plasmar en "A mi Gente", su disco debut que lanzarán este año. "A mí me gustan todos los estilos. Yo quiero que la gente lo pase bien, enfocarme en lo que nadie hace en Chile por prejuicio: la salsa romántica. Si hacemos un par de salsas duras en el disco, es para demostrarles a los que nos catalogan de "salsa monga" -por ser la banda que acompaña a Maelo Ruiz cada vez que viene al país- que podemos hacerlo muy bien. Si la salsa se va a popularizar definitivamente en Chile, va a ser gracias a la salsa romántica. El resto son tonteras".

3 CLÁSICOS DE SALSA ROMÁNTICA
1. Lalo Rodríguez con "Devórame otra vez". Un clásico que seguro ya escuchó.
2. "Todo se derrumbó" y "Estar enamorado", cantados por el salsero Ray De la Paz. Dos versiones que dieron origen a la salsa romántica.
3. "Hasta que te conocí" y "Vivir lo nuestro", de Marc Anthony. Dos éxitos que provocan chillidos de decibeles peligrosos.

 

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