El Mercurio
Otros 140 instrumentos , entre violines y teclados, esperan su traslado a las orquestas juveniles.
Macarena Maldonado y Hernán Cisternas
El único piano de estudio de Coyhaique tiene más de 25 años y se traslada constantemente para conciertos y clases. En el centro cultural de Rancagua enseñan a tocar este instrumento con un teclado portátil y en La Florida lo hacen con una clavinova. "Una ciudad pobre como la nuestra no tiene recursos para comprar un piano", señala José Luis Parada, representante de la Orquesta Juvenil de Curanilahue.
Al tanto de esta realidad chilena, el pianista Roberto Bravo contactó a su amigo Arauco Orellana, quien, radicado en Alemania hace 30 años, reúne instrumentos musicales y los envía a nuestro país. Así, con el apoyo del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA), ayer se entregaron "15 pianos verticales, la mayoría alemanes donados por familias e institutos de ese país, a escuelas artísticas vulnerables de Chile", cuenta el mismo Bravo.
Luego de un viaje por tierra de 200 kilómetros y semanas por mar, los instrumentos llegaron al puerto de Valparaíso. El traslado y los costos de internación en Chile corren por cuenta del CNCA. "Durante las próximas semanas, los pianos van a llegar a sus locaciones finales, se van a afinar y, los que lo necesiten, se van a reparar", detalla el ministro de Cultura, Luciano Cruz-Coke.
En total, son quince centros culturales y escuelas artísticas beneficiadas de Arica, Vallenar, Coquimbo, Lota, San Pedro de la Paz, Talca, Puerto Montt, Linares, Santiago y Curanilahue.
La donación se gestó inmediatamente después del terremoto del 27 de febrero del año pasado, cuando la Fundación Roberto Bravo expuso las necesidades de escuelas que perdieron sus instrumentos y salas de estudio. La campaña no sólo recibió pianos, sino también instrumentos, como violines, teclados, clavinovas y tubas. En total, cerca de 140 instrumentos "que llegaron hace cuatro meses a nuestro país, destinados a la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles. Quedó un saldo en Alemania, que el Consejo se interesó en traer (los 15 rendidos ayer)", explica Bravo. Y continúa: "La paradoja es que esos pianos remanentes ya se entregaron. Pero el resto de los instrumentos que viajaron vía Orquestas Juveniles, siguen parados sin ser distribuidos. No tengo idea por qué".
En la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles indican que los instrumentos están guardados en un galpón de Santiago, a la espera de que envíen, desde Alemania, los documentos finales que permiten su traslado al resto del país. Demora en los trámites que ha molestado al pianista. "Le pedí al Consejo de la Cultura que intervenga, porque me parece absurdo que hayan pasado cuatro meses, y aún no se entreguen. Es el colmo", señala Bravo. La respuesta del CNCA fue positiva. "Nos haremos cargo de esos instrumentos para hacerlos llegar y cooperar con la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles. Estamos haciendo lo posible para apurar el proceso y que esos instrumentos lleguen a sus destinatarios".
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