La Tercera
El conjunto se embarca hoy hacia Perú para participar en el centenario del santuario inca.
por Mauricio Jürgensen
No es que se hayan vuelto esotéricos con los años o que le estén dando crédito a una supuesta "maldición de Machu Picchu". Pero uno de los recuerdos obligados al interior de Los Jaivas previo a su estelar retorno al santuario inca, ha sido el de "Gato" Alquinta y Gabriel Parra subiendo el Huayna Picchu, esa gran cumbre que domina el mayor tesoro arqueológico del Perú.
En septiembre de 1981, durante su primera visita a las ruinas cercanas a Cusco, los fallecidos músicos fueron los únicos de la banda que decidieron escalar el Huayna Picchu. Por eso hoy la orden es imperativa en el seño del conjunto viñamarino: "Esta vez está estrictamente prohibido subir al Huayna Picchu, por favor no insistir", comenta entre risas Juanita Parra, baterista e hija de Gabriel, a poco de embarcarse junto a los de la "primera generación" -Claudio Parra y Mario Mutis- y los de la "segunda" -Carlos Cabezas González, Francisco Bosco y Ankatu Alquinta- rumbo a Perú para estar en el centenario del descubrimiento de Machu Picchu.
Esa primera visita quedó en la retina por el especial televisivo de Canal 13, que condujo el escritor Mario Vargas Llosa, y por ser el mayor testimonio audiovisual de Alturas de Machu Picchu (1981), el disco que apareció un mes antes, inspirado en versos de Pablo Neruda incluidos en el Canto General. Pero aunque nadie olvida el piano blanco ni los saltos de Gabriel con máscara de diablada, lo cierto ese ni siquiera fue un concierto como tal: "Era todo para la tele y sin público. Hicimos la mímica y tocábamos sobre la música que nos ponían de fondo los que estaban grabando el especial", recuerda Mutis, el único de la vieja guardia que regresó en plan turista a Machu Picchu.
Esta vez, será muy distinto, porque Los Jaivas es el número central del acto que conmemora los 100 años que pasaron desde que el explorador estadounidense Hiram Bingham presentara al mundo este santuario. El programa de un acto al que asistirán autoridades y el todavía Presidente de Perú, Alan García, indica que el conjunto viñamarino tiene 40 minutos para tocar Alturas de Machu Picchu y que su aparición está prevista para el mediodía del jueves. Ahí no habrá "playback" ni "mímica", aclara Juanita Parra, sino más bien un show formal que ha sido practicado de manera intensiva durante las últimas semanas en una sala de ensayo ubicada en calle Salvador.
"Incluso vamos a tocar América Antigua, que la habíamos dejado de lado en las últimas presentaciones", explica la baterista, quien cuenta que será un "familión" el que los acompañará. "Somos 12 personas las del equipo técnico, pero van unas 20 más que nos quieren acompañar". Pero sin duda que el "visitante" más relevante será Eduardo Parra, el tecladista fundador que en 2009 abandonó por problemas de salud. "Su retorno hace que esto sea mucho más especial para nosotros", dice Claudio Parra a poco de viajar de vuelta a las alturas.
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