domingo, octubre 21, 2012

Cómo ha evolucionado la radio en sus 90 años de presencia en Chile

El Mercurio


Mañana, la radiofonía local está de cumpleaños, tomando como hito la fundación de Radio Chilena. Hoy, con más de 1.200 estaciones en el país, Javier Miranda y Miguel Davagnino, dos hombres clave en el rubro, comentan las nuevas dimensiones de la radiodifusión.

Macarena Casanova y Diego Rammsy

Aterrizó como un experimento. En Chile, fueron dos ingenieros los que dieron el puntapié inicial a la radiofonía. Ni Enrique Sazié ni Arturo Salazar tenían grandes pretensiones: sólo querían demostrar que podían desarrollar la misma tecnología que las grandes potencias. Pero lograron mucho más que eso. Su esfuerzo dio origen a uno de los medios de comunicación más importantes del siglo XX.

Mañana se cumplen 90 años de la primera transmisión de Radio Chilena, una de las emisoras más longevas e influyentes de la historia local, que cerró sus puertas recién en 2005. Y aunque esta frecuencia ya quedó en el pasado, en la actualidad existen alrededor de 1.266 concesiones de radiodifusión en el país, otorgadas a personas naturales y jurídicas.

"La radio de hoy ya no es lo de antes", sentencia Javier Miranda, uno de los hombres más destacados de la locución, con 50 años de experiencia en el medio. "No se trata de criticar la diversidad, que es muy positiva, sino que ahora todo se hace al lote. Los jóvenes que están en radio no modulan, por ejemplo. Y los temas se tratan a la rápida, sin mucho análisis ni profundización. Hubo un cambio en la forma de hacer radio desde que pasamos de la frecuencia AM a la FM. Eso fue notorio, y me acuerdo de haberlo conversado con Raúl Matas", agrega.

En1962 se produjo la llegada de la frecuencia modulada: desde ahí en adelante, las estaciones se segmentaron en términos musicales y generacionales. Hoy, existen radios para todos los gustos. Los niños tienen el pop en radio Disney, los adolescentes encuentran reggaeton en radio Carolina y los amantes de la música clásica tienen a radio Beethoven.

"Lo más importante que se ha perdido son los recursos para hacer grandes cosas. Con la llegada de la televisión, en la década de los 60, la radio tuvo que ceder algunos de sus rostros, parte de sus guionistas y muchos de sus auspiciadores. Eso fue doloroso", recuerda el locutor radial Miguel Davagnino.

Antes, las radios no sólo eran las destinadas a cubrir la contingencia nacional, sino también servían de ayuda doméstica y de compañía. Además, se encargaban de entretener a la audiencia con pequeños espectáculos montados en sus dependencias. Los radioteatros y los espectáculos musicales con big band dieron al país notables artistas, como la actriz Anita González y el músico Valentín Trujillo. "Hablamos de una época donde era muy importante estimular la imaginación. La radio lograba ese objetivo, por eso la televisión no la pudo destruir", dice Javier Miranda.

Hoy, la radio sigue con una fuerte presencia. "Es un medio instantáneo que nunca va a morir. Si tiembla, la gente prende la radio antes que la televisión. Además, es un medio tremendamente fiel, que no se deshace de sus rostros... Ojalá cumpla muchos años más", sentencia Javier Miranda.


La primera transmisión

El experimento inicial de la radiofonía local fue realizado por dos profesores e ingenieros de la Universidad de Chile: Enrique Sazié y Arturo Salazar. Este último habría sido amigo personal de Tomás Alva Edison. El 19 de agosto de 1922 transmitieron desde la Casa Central de la Universidad de Chile hasta un receptor instalado en el edificio del diario "El Mercurio" ante unos 200 testigos. Eso dio pie para que se formara la primera radioemisora del país. El 22 de octubre del mismo año nació Chile Radio Company gracias a un rudimentario equipamiento técnico que consistió de un transmisor de 5 watts fabricado por Sazié y dos antenas, una sobre el edificio Ariztía y otra en el Club de la Unión. Más tarde, en marzo de 1923, la bautizaron como Radio Chilena. El primer hito de la estación fue transmitir el discurso del 21 de mayo del entonces presidente Arturo Alessandri Palma, en 1924, hecho inédito para el país. También en ese año, se emitió un mensaje del Papa Pío XII que provocó tal conmoción en los auditores que incluso algunos se arrodillaron frente a las radios en las tiendas del centro de Santiago. A fines de los años 20, Chile ya contaba con 15 emisoras privadas.


 Programas con historia

"Dr. Mortis"
Sin duda el más famoso radioteatro de terror hecho en la época de oro de la radio chilena y que convivió con otros como "La tercera oreja" y "Lo que cuenta el viento". 25 años tenía Juan Marino cuando en la Radio Ejército de su natal Punta Arenas (1945) comenzó a recrear espeluznantes cuentos de terror con todos los recursos que la radio ponía a su disposición, combinando música escalofriante, efectos de sonido primarios y guiones interpretados por voces con carácter. El programa se mantuvo en el dial por más de 30 años e incluso llegó al teatro y a la TV (Canal 13). El género radioteatro -melodramático, cómico o informativo- llevó a los hogares chilenos a voces recordadas como las de Ana González, Mireya Latorre, Eliana Simpson, Bélgica Castro y Emilio Gaete, entre muchos otros.

"Discomanía"
Radio Minería cobijó uno de los programas musicales más populares de la radiofonía chilena: "Discomanía". Desde 1946, el espacio, primero conducido por Raúl Matas, pionero disc-jockey local, se transmitió en vivo y en directo con la inclusión de música envasada. El éxito fue tal que incluso se divulgó en gran parte de América y obtuvo premios en España, convirtiendo, de paso, a Matas en una estrella internacional. En 1955, Ricardo García tomó la conducción del programa y cobró fama como DJ. Llegó a escribir columnas de música en revistas como Ecran o Ritmo, y luego fundó su propio sello discográfico (Alerce).


"El diario de Cooperativa"
Radio Cooperativa es una de las más longevas del dial nacional: nació hace 77 años en Valparaíso para prestar servicios a una empresa del puerto. Con los años se fue independizando y hoy está consagrada por la calidad de su área informativa. "El diario de Cooperativa", programa matinal que tiene 36 años de trayectoria, es el que le da el sello. "Quedan pocos espacios serios, con credibilidad. 'El diario de Cooperativa' es uno de esos. Los conductores dan espacio a la conversación y el análisis. Al escucharlos, uno se siente como oyendo la frecuencia AM", explica Javier Miranda. El programa, conducido por los periodistas Verónica Franco y Eduardo Hernández, es líder en audiencia desde fines de los 70 hasta nuestros días. Otro de los programas importantes del dial fue "La mañana de Cooperativa", un misceláneo donde varios panelistas opinan sobre contingencia. Hoy se llama "Una nueva mañana" y es conducido por Cecilia Rovaretti e Iván Valenzuela.

"El chacotero sentimental"
En el seno de la emisora Rock & Pop fue donde nació el más reciente de los fenómenos radiales chilenos. En 1996 apareció el programa "El Chacotero Sentimental", conducido por Roberto Artiagoitía, "El Rumpy". Los dramas y bochornos sentimentales y sexuales emitidos, junto al informal estilo de su conductor, transformaron al programa en un éxito radial que incluso llegó al cine con dos entregas: "El chacotero sentimental", 1999, y "Radio Corazón", 2007. "Este programa representa a la radio contemporánea, porque permitió que la audiencia hiciera el programa y eso no se había visto antes", dice Miguel Davagnino. El espacio sigue siendo transmitido en la actualidad por Radio Corazón, de lunes a sábado, entre 14:00 y 16:00 horas.

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