Cristina Gallardo-Domâs y Diego Matte revelan sus planes para el aniversario. Ayer se presentó Helmuth Reichel y la Sinfónica.
Romina de la Sotta Desde Frutillar
Las Semanas Musicales de Frutillar siguen hasta el domingo, pero ya existen propuestas concretas para cuando celebre 50 años, en 2018.
"Estoy contenta, el próximo año cantaré en el festival. Colaboraré en lo que se requiera, y con muchas ganas", revela Cristina Gallardo-Domâs, quien está debutando como asesora internacional del festival. La soprano ha asistido, credencial al cuello, a todos los conciertos de este año. "Estoy apretando clavijas para que los 50 años marquen un antes y un después. Ya estoy haciendo gestiones con artistas internacionales, pero debemos actualizar los ritmos. Tiene que haber un cambio de mentalidad para visualizar un norte más allá del día a día", dice.
Detalla que "un sueño imposible para las Semanas Musicales ha sido la realización de una ópera, y estamos viendo cómo hacerlo, aunque sea en versión de concierto, para 2019 y 2020. Mi sueño es traer el montaje que haremos en Valencia este año, en un Campus Lírico del Conservatorio de Boston". También está gestionando transmisiones en directo en radios europeas, y propone hacer conciertos al aire libre y "mejorar la calidad, para que no haya ups and downs ".
Diego Matte, director del CEAC de la U. de Chile, que administra la Orquesta Sinfónica de Chile y el Coro Sinfónico, también ha estado todo el festival. "Tras la muerte de Flora Inostroza quisimos reforzar el papel que hemos tenido por más de 30 años, de coorganizadores del festival, para asegurar su continuidad. Hemos tenido reuniones todo el año, y conversado sobre la necesidad de un comité artístico técnico que establezca criterios de programación", cuenta.
Y revela que ya tienen una propuesta: "Traeremos un director excelente, y un solista nacional y uno internacional, y presentaremos conciertos y sinfonías emblemáticos. No necesitamos un nombre que prestigie a la orquesta o a las Semanas Musicales. Lo más fácil sería traer estrellas y encarecer las entradas, pero nuestra vocación es darle acceso a un contenido artístico de excelencia a un público amplio. Por eso también estamos viendo la posibilidad de agregar una cuarta función para la comunidad de Frutillar".
Anoche, el público repletó el Teatro del Lago para ver a la Sinfónica en el debut de Helmuth Reichel (33), el único chileno que ha sido finalista del Concurso Besançon. Tras el Andante de Alfonso Leng, y la primera ovación de la noche, tocaron "Danzas Polovtsianas" de Borodin, y la Quinta Sinfonía de Tchaikovsky, que se interpretó en los tempi de la partitura, y no ralentizada. "Así aflora su carácter inexorable", explicó Reichel a "El Mercurio".
Hoy, en cambio, habrá jazz. La Sinfónica retorna mañana con su "Festival Strauss", y el domingo con el Coro Sinfónico y la Novena de Beethoven.
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