El Mercurio
La nonagenaria Casa Maroto , perteneciente al Mall Plaza Egaña, se encuentra culminando su restauración. El espacio musical y el restorán comenzarían a funcionar el 15 de noviembre.
IÑIGO DÍAZ
No fueron tranquilas las noches para Edgardo Cucho Cruz, presidente en curso del Club de Jazz al momento en que el terremoto de 2010 sacudió la casa de avenida Macul, su sede desde 1979. "No dormía bien. Muchas veces llegué a pensar: 'Durante mi presidencia se acabó el club'", dice. Más allá de la pérdida de la casona histórica de Ñuñoa, demolida para la construcción de otra torre, los directivos recuerdan tranquilos ese angustioso período de itinerancias musicales e incertidumbres.
Esto porque el Club de Jazz se reinstaló en la comuna de La Reina, justo en el límite con Ñuñoa, a pasos de Plaza Egaña, a partir del convenio que suscribió con Mall Plaza Egaña, que le entregó el espacio de la Casa Maroto en un contrato de arriendo por tres años renovables. La casona fue edificada en 1920 y habitada por la familia Maroto. Más tarde llegó a ser de la Cruz Roja, y hoy tiene categoría de Inmueble de Conservación Histórica.
La vistosa cruz que lucía en su frontis por avenida Ossa fue borrada, "debido a que ya no funcionará como edificio sanitario. Pero todos los vecinos saben que era 'la casa de la Cruz Roja' y así la siguen reconociendo", dicen en Mall Plaza. La reja original fue retirada; en cambio, diez palmeras de su jardín original permanecen hoy frente a la casa de tres pisos y 300 m {+2} de planta.
Los trabajos de recuperación se encuentran actualmente en su última etapa y corresponden al vaciado de la antigua albañilería de la casa y la instalación de seis pilares de hormigón armado y vigas de acero, que le permitirán sostener toda la edificación y abrir el espacio del primer piso. Allí se instalarán el escenario móvil, el auditorio para 150 personas, una sala de conciertos de cámara para 50 personas con un piano de cola, el bar y la cocina de La Fabbrica, operación gastronómica que estará a cargo del francés Jerome Reynes.
Los costos de la recuperación de la Casa Maroto ascienden a $460 millones, e incluyen la habilitación de sus catorce habitaciones y la implementación de servicios. El 15 de noviembre tanto el Club de Jazz como La Fabbrica entrarán en funciones. Habrá conciertos de hora de almuerzo de lunes a domingo, mientras el fin de semana tendrán presentaciones de atardecer, y cada viernes y sábado una activa programación, como en los tiempos de Ñuñoa, con tres conciertos y una jam . "Mall Plaza quería tener un espacio cultural a toda costa y ellos nos llamaron cuando se supo que habíamos perdido la casa de Ñuñoa. Finalmente, fue mejor que ocurrieran las cosas como ocurrieron. Queremos celebrar los 70 años del club allí, pero sabemos que nuestro primer año de celebración será el 71", completa Cruz.
Setenta años no es nada
La fecha que el club marca como aniversario es el 23 de octubre. "En 1943, los primeros fundadores escribieron una carta pidiendo el espacio (en el segundo piso de Santo Domingo 1081), para reunirse a tocar y escuchar discos, con la gestión del clarinetista René Eyheralde", dice Edgardo Cruz.
Los socios esperan presentar un amplio programa de celebraciones para sus conciertos conmemorativos tanto en el Centro Cultural de La Reina -el primer lugar que lo recibió en su itinerancia-, como en la Casa Maroto. "Tocarán los históricos grupos, la Retaguardia Jazz Band y los Santiago Stompers, pero también los conjuntos nuevos, como Quintessence. Y nuestro invitado especial será Lucho Córdova, el único fundador del club que tenemos hoy", agrega.
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