domingo, octubre 02, 2016

¿Cómo se arma el cartel de artistas de Lollapalooza?

El Mercurio

Un enjambre de músicos que supera los 60 nombres, liderados por Metallica, protagonizará la séptima edición del festival. Pero ¿cuántas bandas en el mundo podrían estar a la cabeza de este tipo de eventos y qué criterios priman a la hora de seleccionarlos?  

José Vásquez 

A mediados de marzo del próximo año, la maquinaria de Lollapalooza desembarcará por séptima vez en el Parque O'Higgins. Los engranajes de la nueva edición del festival tardarán dos semanas en levantar los escenarios por donde, el 1 y 2 de abril, más de 60 artistas desplegarán sus espectáculos ante una masa joven -el promedio del público, según sus organizadores, es de 23 años- que amplificará la fiesta.

Los protagonistas de la nueva cita fueron revelados el miércoles, con un nombre excluyente como Metallica, dentro de una alineación de músicos que se equilibra gracias a sus mismas diferencias. Del punk de vieja escuela de Rancid a la nueva estrella del R&B, The Weeknd. O del rock de inspiración retro de The Strokes al dúo electrónico The Chainsmokers. Como si fuera un lema de la Teletón, Lollapalooza este año firma su cartel con un "Estamos todos", que así se lee consecuente. ¿Pero cómo se diagrama este enjambre de nombres?

Sitio en construcción

En la música, nada termina siendo demasiado matemático. Algunos nombres se persiguen por años y otros se firman en solo unos días. "Por lo general, tratamos de avanzar muy tempranamente, con un año de anticipación, con los headliners y luego avanzamos con el resto del line up , de manera aleatoria", cuenta Sebastián de la Barra, director de booking de Lotus, la productora chilena encargada de Lollapalooza.

"A The Strokes los habíamos buscado desde el primer año, al igual que lo hemos intentado con muchas otras bandas. En un momento dijimos: 'si no los podemos tener juntos, traigámoslos por separado', y así antes vinieron Albert Hammond Jr. y Julian Casablancas. Fue una sorpresa para todos conseguir su participación, lo sentíamos como una deuda muy importante, ya que es la tercera banda que el público más pedía en nuestras encuestas".

Otro nombre que siempre aparece en los primeros lugares de las listas de deseos del público es Radiohead. La banda liderada por Tom Yorke regresó este año a los grandes festivales junto con su último álbum, "A moon shaped pool", por lo que volvieron a ser opción. "Se intentó con ellos, pero lamentablemente su gira mundial y su planificación no coincidió con nuestra fecha", dice De la Barra.
La dinámica para armar un cartel de artistas comienza apenas finaliza la edición de un festival. "Cada año es un borrón y cuenta nueva. Tenemos una comisión de varios socios y amigos de la productora con los cuales empezamos a conversar, pero hay que buscar el consenso siempre con los Lolla de Brasil y Argentina, que si bien son mercados parecidos, también tienen diferencias, lo que transforma en un desafío, a veces, el ponerse de acuerdo. Buscamos vanguardia y estamos atentos a las tendencias", dice el productor.

La primera línea de artistas del evento es la que capta la mayor atención y, aunque la industria musical pareciera no tener márgenes, este ítem, según De la Barra, es un aspecto muy acotado. "Los cabeza de cartel clásicos de los festivales en el planeta no son más de 30. El desafío, entonces, es crear nuevos, de acuerdo al momento que está pasando un artista, como por ejemplo, el caso de ahora con The Weeknd. Nosotros tratamos de leer una tendencia global y traer a los músicos a Chile justo en su momento de mayor popularidad, como antes lo hicimos con Skrillex o Lorde", detalla a modo de línea editorial de la cita. "Hemos podido traer, por primera vez, al país a muchos artistas en su mejor momento, algo que por costos, solo se puede conseguir bajo el concepto de un festival. Por sí solos, quizás nunca lo hubieran hecho".

El lugar en la pirámide

No todos negocian su posición, pero para muchos artistas antes de firmar, es fundamental saber en qué lugar de la parrilla quedarán ubicados. "Con los más grandes, por lo general, hay que negociar horarios y escenarios. A veces es complejo, por los egos, pero en general te pones de acuerdo bastante rápido. Los artistas que vienen están acostumbrados a tocar en festivales en todo el mundo y conocen con qué popularidad cuenta cada uno. Claramente, ya tenemos estructurados los horarios de cada uno, algo que probablemente vamos a liberar antes de fin de año".

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