lunes, junio 05, 2017

Regresa "Las bodas de Fígaro": Una ópera de deseo y libertad

El Mercurio

Después de nueve años de ausencia, la creación mozartiana vuelve, a partir del 14 de junio, al Municipal de Santiago, con régie del francés Pierre Constant y dirección musical de Attilio Cremonesi.  

Maureen Lennon Zaninovic 

Fígaro, un servidor de cámara del duque Almaviva, prepara su boda con su elegida, Susanna, una criada de la duquesa Rosina. Pero el duque también tiene sus ojos puestos en Susanna y, para enredar más la historia, el paje Cherubino provoca cada vez nuevos líos y sorpresas.

Con justa razón se ha señalado que el argumento de "Las bodas de Fígaro", de Mozart, es una intensa confusión, con cambios de ropas y escondites, pequeñas astucias y escenas de celos, engaños y disgustos. Todo para que la boda de Fígaro pueda realizarse.

Con esta ópera, el llamado "genio de Salzburgo" dio comienzo a una muy fructífera colaboración con el poeta italiano Lorenzo da Ponte: una trilogía imprescindible, que incluye a "Don Giovanni" y "Così fan tutte".

Hacia 1781, el compositor se encontraba liberado de sus compromisos con la corte, regida entonces por el Emperador José II, y había adquirido un estatus de músico independiente. A poco de haber estrenado "El rapto en el serrallo", en 1782, Mozart conoció a Da Ponte y le propuso escribir el argumento inspirado en la pieza teatral "Las bodas de Fígaro", de Pierre-Augustin Caron de Beaumarchais (1732-1799). "Las bodas...", a su vez, es la continuación de "El barbero de Sevilla", del dramaturgo francés, y esta última sirvió de inspiración para las célebres óperas homónimas de Giovanni Paisiello, en 1782, y Gioacchino Rossini, en 1816.

La obra original de Beaumarchais está cruzada por la alusión política y social, y en su estreno desató todo tipo de discusiones y polémicas. Lorenzo da Ponte, en cambio, ideó un libreto más blando, privilegiando las situaciones de intriga y comicidad.

"Pero para mí esta es una ópera política", comenta el régisseur francés Pierre Constant, quien a partir del miércoles 14 de junio, en el Municipal de Santiago, presentará "Las bodas de Fígaro", de Mozart. El profesional cuenta con una reconocida experiencia en el mundo teatral europeo y en 1995 estrenó esta producción, junto al prestigioso ensamble barroco Atelier Lyrique de Tourcoing. Un año después, la presentó con gran éxito en París, en el Théatre des Champs-Élysées. El montaje que llegará a Santiago incluye a un equipo creativo de primera línea: la escenografía es del artista franco-argentino Roberto Platé, Emmanuel Peduzzi diseñó el vestuario y Jacques Rouveyrollis está a cargo de la iluminación.

Constant añade que estamos ante una creación sumamente política, porque "asistimos a la pelea entre el pueblo, personificado en Fígaro y Susanna, y el poder feudal del conde. Al final, Fígaro tiene la victoria y en el siglo siguiente (XIX) seremos testigos de cómo la burguesía poco a poco comienza a ascender, frente a la decadencia de la aristocracia. En mi versión, al final, decidí juntar dos mesas del banquete del matrimonio y sobre ellas están todos los personajes, en un símbolo de esta nueva generación que coge el poder. No hay que perder de vista el contexto histórico de Beaumarchais y del propio Mozart. Estamos en los años cercanos a la Revolución Francesa. El compositor de Salzburgo era masón y en esta ópera quiso reflejar sus ideales de libertad, del 'Siglo de las Luces'. 'Las bodas de Fígaro' es una obra de deseo y libertad".

El régisseu r se explaya en su lectura: "A los cantantes les he dicho que lo que tiene que primar en ellos es el deseo: Fígaro desea a Susanna y viceversa. El conde también desea a Susanna y antiguamente deseaba a la condesa Rosina. Bartolo desea a Marcellina, el solitario Basilio desea a Querubino, y Querubino desea a todas las mujeres del castillo, a las viejas y a las jóvenes. Hay que buscar un equilibrio de humor, ironía, apetito, velocidad, gravedad, intensidad y agresividad, pero sin dejar de lado la gracia".

No da respiro

En esta producción, el músico Attilio Cremonesi dirigirá la Orquesta Filarmónica de Santiago. Comenta que ya condujo esta versión de 'Las bodas...' en 2016, en el Teatro del Capitolio de Toulouse: "Mozart no separa la música de los cantantes y eso hace que esta ópera sea tremendamente genial y difícil. Es un viaje lleno de emociones muy rápidas. Acá hay andante , andante molto , larghetto , presto ...Ni la orquesta ni los solistas se pueden relajar. Mozart no da tregua".

PROGRAMARSE:
Municipal de Santiago . Desde el 14 de junio, a las 19:00 horas. Entradas desde $7.000.

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