"Sinfonía para estudiantes" es un concierto diseñado para que estos aprendan a través de ejercicios lúdicos y participativos.
Romina de la Sotta Donoso
"Me gustó mucho todo lo que tocaron, especialmente el solo de piano", dice Sebastián Valdebenito Pettet (17), alumno de 4° medio del Colegio Polivalente Bahía Darwin, en La Granja. "Lo que más me interesó es que no es fue algo tan formal ni tan serio, sino didáctico y entretenido. Mientras escuchaba, me puse a pensar cómo se hará para venir a un concierto, porque quiero volver", agrega.
Él es uno de los estudiantes que participaron en el debut de "Sinfonía para estudiantes", la nueva fórmula educativa de la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile, que fue diseñada por la pedagoga Carmen Lavanchy, fundadora de Mazapán.
El programa fue creado para estudiantes desde 1° básico a 4° medio, y justamente esa fue la audiencia que reunió en las primeras tres funciones que dieron, en mayo. Asistieron 1.200 menores de colegios y liceos de comunas tan diversas como Recoleta, Las Condes, San José de Maipo, Vitacura y El Bosque.
"Nos asociamos con Carmen Lavanchy para generar una metodología que nos permita proyectar nuestro trabajo educativo", destaca Diego Matte, director del Centro de Extensión Artística y Cultural (CEAC) de la U. de Chile. "Queremos generar experiencias significativas para los niños. Enfrentarse a una orquesta y a este tipo de música es parte de la formación emocional, intelectual y espiritual de cualquiera", agrega.
El nuevo formato ilustra conceptos clave como ritmo, melodía y timbre, a través de varios ejercicios lúdicos y participativos. La batuta está a cargo de Francisco Núñez, titular de la Sinfónica U. de La Serena, quien interpreta a un director cascarrabias que intenta enrielar a músicos algo desordenados. "Quiero devolverles a los músicos de la orquesta su papel de creadores de magia", comenta Lavanchy. Ella es quien capacita a los profesores para que preparen a sus alumnos antes del concierto.
Francisco Núñez, además de dirigir, trabajó con Lavanchy en el guión. "Enseñar no es nada fácil, pero los niños, cuando están en estado lúdico, son muy abiertos a aprender", dice Núñez. "Muchos dijeron que había sido muy corto, pero duró una hora. No se aburrieron, porque había mucha interacción y todo era muy dinámico", agrega.
Por ejemplo, para visibilizar cómo la música genera expectativas, se toca un redoble de tambores y el tema del filme "Tiburón", antes de llegar al célebre inicio de la Sinfonía N° 5 de Beethoven. Y para demostrar que la música clásica tiene raíces folclóricas, la Sinfónica toca "El Salón México", de Copland. Durante la primera parte, hay graciosas intervenciones de mariachis "encubiertos" entre los violines. "Lo que más me gustó fue que los mariachis interrumpieran", ríe Juan José Peña (7), alumno de violín en la U. Mayor.
El próximo miércoles, jueves y viernes habrá nuevas funciones; los colegios deben inscribirse en el correo maria.guallar@uchile.cl. Se pide una colaboración simbólica, pero los establecimientos vulnerables son becados. Además, el próximo semestre debutará el programa "La música te visita", en el cual los instrumentistas de la orquesta van a los colegios. Y en paralelo, están trabajando en una web para escolares.
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