Sin uso de su sala desde 2005, el teatro de madera de 1889 solo abre para visitas. La próxima semana se inicia el saneamiento de daños por termitas en el 30% de sus áreas.
IÑIGO DÍAZ
Ha sido una historia de contratiempos la del Teatro Municipal de Iquique, desde que cerró sus puertas, en 2005. Incluso antes, cuando había perdido su función original de espacio para espectáculos ciudadanos. "Llegó a ser escenario para boxeo y cine erótico", recuerda el arquitecto Patricio Gross, quien en 2008 realizó los primeros diagnósticos del estado del edificio, contratado por la municipalidad.
La siguiente administración municipal entrampó la restauración, reviviendo discusiones que ya estaban cerradas. El proyecto quedó en suspensión. A eso debe sumarse la licitación del Ministerio de Obras Públicas (MOP), que en 2015 fue declarada desierta.
Después de una serie de anuncios de inicio del proyecto, realizados en distintos momentos, la próxima semana comienzan los primeros trabajos en el edificio construido en 1889, completamente en pino oregón. "Está muy influenciado por los teatros centroeuropeos del siglo XIX y con una enorme similitud con los vieneses", dice Gross.
Son obras preliminares, que consisten en la desinfección de las estructuras de madera contra la acción de xilófagos (termitas), además de un inventario de los elementos arquitectónicos. "Esta fase durará cinco meses, y es fundamental para que luego se ejecuten los trabajos de restauración, que, dependiendo de la licitación, comenzarían el segundo trimestre de 2018", adelanta Claudia Silva, directora de Arquitectura del MOP.
El grueso de la restauración de los 3.700 m2 del edificio tiene costos del orden de los $5.200 millones y podría tomar dos años, por lo que el teatro completaría 15 años cerrado. Desde 2005 se encuentra sin uso su estupenda sala de 784 butacas, con dos niveles de palcos, cúpula, lámpara central, "e incluso, algunas butacas históricas que serán reubicadas en los palcos principales", dice Gross, cuyo estudio será guía de la restauración.
"Nosotros pensábamos que el teatro estaría muy dañado, pero el estudio que encargamos nos indica que alrededor del 30 por ciento de sus áreas han sido atacadas por termitas. Eso es una buena noticia, dentro de la situación", dice Silva. La empresa especializada española Kalam, que también se encuentra realizando trabajos en el Palacio Pereira, está encargada del saneamiento de las maderas, aplicando productos de alta tecnología para controlar los daños.
La restauración que se iniciaría en 2018, si la licitación sigue su curso, considera el mejoramiento de las condiciones acústicas, mobiliario, áreas públicas, caja escénica y foyer , además de incorporar elementos modernos como un ascensor.
"Es importante que los iquiqueños recuperen uno de sus mayores emblemas y que perdure como escenario de primer nivel. Estamos comprometidos con lograr que este histórico recinto abra sus puertas con el mismo esplendor que tenía durante la era del salitre", dice el ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga.
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