Juntos son el dúo más fecundo del país, pero mañana martes actuarán por separado. Orellana apostará por el repertorio latinoamericano y nacional en el Municipal de Santiago, y Orlandini recorrerá cien años de música chilena en el GAM.
Romina de la Sotta Donoso
Latinoamérica y Chile: Romilio Orellana retorna al Municipal
Las últimas dos veces que hubo una guitarra solista invitada en el Municipal de Santiago, fue Romilio Orellana (1970). En 2008 abordó el "Concierto de Aranjuez" (Rodrigo), y en 2004, el Concierto de Giuliani. El premiado y destacado intérprete, profesor en las universidades Mayor y de Chile, retorna mañana martes al Municipal, esta vez a la Sala Claudio Arrau, dentro del 1er Ciclo de Guitarra Clásica del teatro (19:30 horas, $6 mil).
"Es fantástico volver al teatro y representar de alguna manera al movimiento guitarrístico chileno", comenta. Y cuenta que en su programa quiere "dar cuenta de la tradición latinoamericana, de los grandes exponentes del repertorio para guitarra y también de lo que está sucediendo hoy en Chile, que es muy importante".
De los pilares latinoamericanos, eligió "La Catedral", de Manuel Ponce; "Julia Florida", de Agustín Barrios Mangoré, e "Invierno porteño" y "Primavera porteña", de Astor Piazzolla. "Son todas obras fundamentales del repertorio", asegura.
Las contrapondrá a piezas escritas en los últimos 15 años en Chile: "Tenemos compositores como Juan Antonio Sánchez, Javier Contreras y Javier Farías, que hoy día se conocen en todo el mundo, y que sin duda van a ser parte de nuestro patrimonio histórico". Eligió a dos de ellos para su recital. De Juan Antonio Sánchez, presentará "Tonada por despedida" y su arreglo de "La partida" (Víctor Jara), y de Javier Contreras, "Laberintos y vorágines", más sus arreglos de "Maldigo del alto cielo" y "La jardinera" (Violeta Parra).
"Existe un sentimiento que tenemos los latinoamericanos, y del que la guitarra es el vehículo nacional. Esta expresión es muy refinada en todos estos compositores y tiene un vínculo profundo con nuestros pueblos", asegura Orellana, y agradece al Municipal por haberse abierto a la guitarra con este ciclo de conciertos: "Esto motiva aun más a una serie de talentos chilenos que están dándonos prestigio en todo el mundo".
A su juicio, la longevidad del dúo que conforma con Luis Orlandini se debe al concepto que tienen del rol del músico: "Uno tiene que tocar para las personas, y por eso hemos ido a lugares tan remotos como Codpa, y a decenas de colegios, para mostrarles música con la cual se pueden sentir identificados, y demostrarles que la creación chilena está viva y tiene algo que decirles. Y a ese concepto se suma una verdadera amistad. Es una lástima que coincidamos, porque me hubiera gustado ir al concierto de Luis".
Obras chilenas de ayer y de hoy, con Luis Orlandini, en el GAM
Luis Orlandini (1964), el primer guitarrista chileno que ganó un premio internacional -en Múnich, 1989-, profesor en la Universidad de Chile y en la Católica, ya ha estrenado unas 100 obras nacionales. "El haberme relacionado tan fuertemente con la composición chilena y sus creadores siempre ha sido para mí un cable a tierra, es sentir que mi acción es parte de una actualidad y de un lugar geográfico del cual soy parte. Para mí los compositores representan el sentir, el espíritu e incluso parte de nuestra historia, porque en su música ellos representan, en forma sutil, una cierta identidad", comenta.
Ese repertorio es el que abordará mañana martes , en la temporada de la UC (GAM, 19:30 horas, gratis, con repetición a las 13 horas del jueves en el Auditorio Luksic, Campus San Joaquín UC).
"Pretendo mostrar dos miradas de la música chilena asociada a la guitarra", anuncia. Abrirá con su propia transcripción de Tres Tonadas de carácter popular chileno, N° {+s} 4, 5 y 6, obra escrita por Pedro Humberto Allende hace casi un siglo, como un guiño a este compositor que le dedicó a Andrés Segovia "Adagio" (1928), pieza para guitarra que después se perdió. "También tocaré 'Sugerencias de Chile' (1940) de Jorge Urrutia Blondel, que podría considerarse la obra iniciadora de la escritura para guitarra clásica en Chile", agrega. El programa continúa con "Fantasía" (1974), de Carlos Botto, y "Rapsodia" (1995), de Juan Lémann, dos obras que el propio Orlandini estrenó.
La segunda parte del programa es una mirada reciente a la guitarra, con piezas de Mario Mora, Aliocha Solovera, Jorge Pepi y Pablo Aranda. Las dos últimas son estrenos mundiales.
"La guitarra es parte de nuestra cultura nacional, es un instrumento emblemático y muy respetado. El público lo aprecia y lo valora, y también los compositores, lo que para mí es fundamental", agrega. Por esas razones fue que Orlandini le propuso a Frédéric Chambert, director del Municipal de Santiago, que se realizara en ese escenario, el Ciclo de Guitarra Clásica, que debutó en abril. "El espaldarazo de Chambert representa la consolidación de la guitarra clásica en Chile. Ya estamos planificando la versión de 2018", comenta.
"Que hayamos coincidido de fecha con Romilio Orellana es una pena, por no poder escuchar a mi colega. Pero también es una fortaleza de la guitarra: tenemos público y tenemos salas, y eso es maravilloso", dice Orlandini.
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