Los Jaivas ofrecen un emotivo show en un accidentado Lollapalooza

El Mercurio


La banda chilena fue parte del grupo de artistas que alcanzaron a presentarse ayer en Chicago antes de que la jornada fuera interrumpida por amenaza de tormenta.  

Laura Gamundi

Chicago.- Después de mediodía y bajo un cielo soleado y con pocas nubes, Los Jaivas inauguraron el escenario Bud Light, el mismo en el que una noche antes se presentó Black Sabbath, leyenda inglesa del heavy metal. Justo a la hora programada, Juanita Parra entró al escenario, y su presencia le sacó una expresión de asombro a un estadounidense curioso, que se acercó a conocer a esa banda que en Sudamérica es leyenda viva y que el próximo año celebra su aniversario número 50.

Después entró el resto del grupo y juntos empezaron a llamar al público con su música, cual flautista de Hamelin. A lo largo de "Tarka y ocarina", el tema elegido para partir, Los Jaivas mostraron zampoñas, una trutruca y otros instrumentos de viento que parecieron asombrar al público. Habían pasado 10 minutos y los chilenos todavía no decían la primera palabra; su poderío instrumental hablaba por ellos.

Entre el público, que bailaba y vitoreaba bajo un intenso sol, se veían banderas de Chile, Perú y México. A lo largo de los 45 minutos que duró el show, "se produjo esa comunión con el público, con varios países latinoamericanos presentes", dijo Mario Mutis después de bajar del escenario con una sonrisa, y agregó: "y también con algunos gringos que estaban ahí, cantando y bailando con nosotros".

Uno de los momentos más emotivos fue cuando el público arengó con pasión un ceacheí, haciendo especial énfasis en el "¡Viva Chile!", gesto que dejó a los músicos visiblemente emocionados.

Si bien el repertorio incluyó dos grandes clásicos como "Mambo de Machaguay" y "Todos Juntos" (reservados para el cierre), Eduardo Parra explicó: "Hicimos un programa pensando justamente en los elementos que podían servirnos de comunicación. Hicimos varios temas instrumentales priorizando la parte musical más que la parte literaria".

Un par de horas después de la actuación de Los Jaivas, el festival tuvo que ser temporalmente suspendido. Fue ese temprano horario que en un principio pareció una dificultad, el que hizo posible que Los Jaivas concretaran su paso por Chicago y mostraran, a través de su música, algunas de las cosas más hermosas de Chile.