El Mercurio
Mike Patton, Freddie Mercury y James Brown son algunos de los artistas que han cruzado el umbral a lo clásico, con dispares resultados.
Andrés Panes
La inminente colaboración de Mike Patton con Ennio Morricone durante el concierto que darán juntos en Chile el 24 de noviembre basa su atractivo en el contraste entre ambos músicos. El líder de Faith No More, aunque se ha desviado en varias ocasiones de las sonoridades duras, siempre será visto como un vigoroso rockero, y por eso es tan llamativo que se una al prestigioso compositor y director de orquesta italiano, cuyo material versionó a bordo del proyecto Mondo Cane.
Freddie Mercury, otro vocalista elogiado por sus cualidades operáticas, también sentía una poderosa atracción por saber qué había más allá de su nave madre. Soñaba grabar con una cantante de ópera, y en 1988 concretó el anhelo editando el disco "Barcelona" a dúo con Montserrat Caballé. Fue su último lanzamiento en vida, aunque la prensa lo consideró en su momento demasiado clásico para los fanáticos de Queen y muy simplista para los seguidores de la soprano.
Igual de insatisfactorias han sido las colaboraciones de Los Tres Tenores con figuras del pop. Combinados, los artistas que grabaron o cantaron en vivo con Plácido Domingo, José Carreras y Luciano Pavarotti superan la treintena. Charles Aznavour, Dionne Warwick y Tony Bennet figuran en una lista de aliados célebres que nunca pudieron dar en el tono adecuado. Anfitriones e invitados basaron sus participaciones en la misma fórmula: resaltar el contraste de estilos. En algunos casos, con el de James Brown con Domingo ("It's a man's man's man's world") como ejemplo icónico, la mezcla podía resultar desastrosa.
Lo mejor de aquel ramillete, por su búsqueda de consenso, es el single que dejó Passengers, el supergrupo de U2 con Brian Eno, junto al fallecido Pavarotti. La canción, llamada "Miss Sarajevo", es la favorita de Bono. Fuera de su zona de confort, los implicados sortearon el desafío autoimpuesto con resultados disparejos, pero de mayor valía que una simple contraposición. He ahí la diferencia entre "S&M", el registro en vivo en el que la Orquesta Sinfónica de San Francisco se convierte en empleada de Metallica, y verdaderos intentos de saltar al otro lado.
A esa segunda categoría pertenecen el "Concerto for group and orchestra" manejado por Malcolm Arnold y escrito por Jon Lord, de Deep Purple. También la obra conceptual basada en "Viaje al centro de la tierra", de Julio Verne, que firmó Rick Wakeman, de Yes, acompañado por la Orquesta Sinfónica de Londres y el Coro de Cámara de Inglaterra. O "Radio rewrite", flamante composición del pionero minimalista Steve Reich basada en dos canciones de Radiohead, un grupo cuyo guitarrista, Jonny Greenwood, ha grabado bandas sonoras con los geniales Krzysztof Penderecki y Pierre Boulez.
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