El Mercurio
Ambas han diseñado el arte de discos recientes, pero además comparten una experiencia mayor, a la que llegaron por caminos distintos: realizar trabajos gráficos en medio de conciertos de jazz.
IÑIGO DÍAZ
No más de 90 segundos pasaron entre que Eduardo Pavez fotografió al trío de jazz en el escenario del club Thelonious hasta que la ilustradora Francisca Meneses (25) inició una intervención gráfica en una tableta sobre esas imágenes, transmitida en una pantalla de gran formato instalada allí.
El ejercicio se repitió en reiteradas ocasiones, de modo que la ilustradora conocida con el seudónimo de Frannerd completó una colección de trabajos a trazo libre e improvisado.
"Al principio tenía planeado realizar un imagen por cada tema que el grupo Novas Trío tocara en directo. Pero me di cuenta de que iba a una velocidad mucho mayor, y que eso estaba funcionando. El público estaba escuchando tocar a los jazzistas, pero también miraba los dibujos en la pantalla", dice Francisca, quien ha sido publicada en Ediciones B, y para este año tiene agendada la edición del libro "El niño que quería ser gato", con Galería Plop!
Su estilo en el dibujo es identitario: cabezas de gato, conejo y oso, tipografía manuscrita y globos de parlamento de cómic. Es reconocible a primera vista también en el arte del disco "Borderfall", del mismo grupo formado por el guitarrista Jeff Miles, el vibrafonista Carlos Vera Larrucea y el baterista Rodrigo Recabarren.
"Cuando me llamaron para hacer el arte, me dijeron haz lo que quieras. Yo he estado haciendo ilustraciones infantiles, y no quería caer en lo típico de un disco de jazz, una trompeta o una taza de café. Salió este oso moderno, medio estrella, que usa anteojos y es todo un hipster", cuenta.
La improvisación gráfica en paralelo a los conciertos de jazz también es un territorio conocido para Sol Díaz (27), quien el año pasado salió de gira por el sur hasta Tierra del Fuego con el grupo del guitarrista Raimundo Santander, conocido como La Orquesta del Viento. Juntos han dado una treintena de conciertos que combinan jazz e ilustraciones espontáneas, hechas a mano alzada, con lápiz digital sobre una tableta, y proyectadas en data show .
"No queríamos hacer las típicas visuales de un concierto. Salió la idea del dibujo improvisado, que se tenía que hacer obligatoriamente en el tiempo que durara la música. Lo que más me importa es que cada canción termine con un dibujo diferente. Eso me hacía trabajar rápido y cerrar las ilustraciones. Después de un año haciéndolo, ya estoy en buena forma, pero al comienzo salían unos dibujos horribles", recuerda la autora del cómic "Bicharracas" e ilustradora de los discos de "Catorce" y "La orquesta del viento", de Raimundo Santander.
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