El Mercurio
Kenny Barron, un clásico del jazz. Billy Cobham, un irreverente de la música que trasciende estilos y tendencias. Entrevistamos a dos leyendas vivas que se presentarán en el primer Festival Internacional de Jazz de Vitacura, para ver qué los une y qué los separa.
Camila Sáez.
Kenny Barron el clásico
Su música es elegante, sensible. La prensa le ha puesto nombres como "paradigma del pianista lírico" y "maestro del jazz acústico contemporáneo", y no es al azar: Kenny Barron, uno de los platos fuertes del primer Festival Internacional de Jazz de Vitacura -que se desarrollará entre el 14 y el 16 de marzo- es quizás uno de los más grandes representantes del jazz tradicional con todas sus letras. A sus 70 años domina muy bien la tradición, y a la vez sigue estando vigente en la escena del jazz actual, siendo un referente aún para las nuevas generaciones.
De niño estudió piano clásico, desde los 10 a los 16 años. "Quizás de ahí viene mi estilo lírico, pero también de mis influencias musicales, Tommy Flanagan y Hank Jones, músicos muy, muy líricos", dice Kenny Barron al teléfono desde Nueva York.
"Para mí, la emoción es probablemente más importante que la técnica. Tú puedes escuchar música que viene de la cabeza, música muy técnica, y te hace decir wow. Pero si escuchas música que te conecta a otro nivel, entonces sientes algo. Y eso es el objetivo de la música. Hacerte sentir".
Su mentor: Dizzy Gillespie. Su salto a la fama fue a muy corta edad tocando con este destacado trompetista, uno de los próceres del jazz, que encabezó la primera generación de bebop. Kenny integró la banda de Dizzy Gillespie a los 19 y trabajó con él por cuatro años. Recuerda que algunas noches, mientras tocaban en clubes, Dizzy lo sacaba del piano: "Si al llegar al último set no había mucha gente, Dizzy me quitaba el piano. Él se sentaba y tocaba el último set, o un par de canciones del último set, en el piano. Y yo me quedaba ahí, mirando y escuchando. Él sabía mucho de piano, mucho de acordes, armonía y esas cosas. Para mí fue como ir al colegio, aprendí mucho".
Vigencia en la escena actual: Kenny Barron ha pasado desde los vinilos hasta la época digital y ha tenido que reinventarse a los cambios de la industria. Su estrategia ha sido tocar con nuevos talentos jóvenes: "Como profesor, tengo la oportunidad de conocer y escuchar a veces a excelentes músicos, muy, muy jóvenes. Me encanta usarlos cada vez que puedo. Ellos traen una actitud más fresca".
A lo largo de los años, Kenny ha tratado de reinventarse dándole otros matices a su música, pues dice que intenta incorporar lo que escucha a sus propias composiciones: "Me gusta la música africana, brasileña, asiática, japonesa, música clásica y trato de incorporar todo eso a mi música, sonidos nuevos, lo más que pueda. Escucho de todo... ¡menos hip hop!".
Lo que conoce de Chile: Es su primera vez en el país, y está ansioso por recorrer Santiago y sus clubes de jazz. Tiene grandes expectativas con los músicos chilenos, porque conoce el trabajo de aquellos jazzistas criollos que están dando de qué hablar en Nueva York: "Conozco muy bien a Claudia Acuña, una excelente cantante, y he tenido la suerte de conocer también a Melissa Aldana, que me sorprendió mucho".
Cómo viene su show:
Kenny Barron subirá al escenario del festival de jazz, el sábado 15, con un trío compuesto por el bajista Kiyoshi Kitagawa y el estadounidense Terrian Guilly. Con ellos tocará standards de jazz que tienen preparados, pero también composiciones originales. Adelanta que no tiene algo minuciosamente preparado, ya que para él la improvisación es muy importante. "Somos un poco espontáneos. La verdad es que no me gusta ensayar mucho", se ríe.
Billy Cobham el Rupturista
Mezclando estilos y ritmos, la prensa lo ha llamado "el paradigma de la fusión". Y es que por su trayectoria, Billy Cobham es quizás el baterista más grande de fusión de esta época, ya que fue uno de los primeros que probaron la fusión del jazz con otros tipos de música. Traspasó estilos, yendo donde otros bateristas no se atrevieron, escapándose de los parámetros musicales dictados por un estilo en particular y lanzándose a mezclas de estilos sin precedentes. Él es el responsable de la fusión del jazz y del rock en la batería.
Su música tiene influencias del jazz, del funk y del rock, pero a él no le gustan las etiquetas: "No sé cómo llamar mi música; mucho menos cómo clasificarla", dice Cobham, quien fue uno de los fundadores de la legendaria Mahavishnu Orchestra en los '70, la banda precursora en ocupar tiempos irregulares en la música, y que influyó a toda una generación de músicos chilenos en interesarse por alcanzar nuevos horizontes musicales.
Su mentor: Miles Davis. Billy Cobham tuvo la suerte de ser discípulo del mítico trompetista Miles Davis, quien es quizás el jazzista más famoso del mundo, y para Cobham fue su mejor escuela: "Trabajar con Miles fue el equivalente a estudiar en una escuela de educación superior. Él enseñaba a través del ejemplo. En lugar de dar direcciones verbalmente, me hacía escoger las notas precisas, en el momento preciso de tocarlas", recuerda.
Lo que conoce de Chile: Vino a principios de 1990 con sus músicos Jeff Berlinand y "T" Lavitz. También vino en 2005 y tocó con Christian Gálvez, Lautaro Quevedo y Andrés Pérez. "En esa ocasión me pareció que los músicos chilenos estaban muy interesados en conectarse musicalmente conmigo y, por supuesto, yo también aprendí mucho de sus intervenciones musicales", dice Billy Cobham. En el festival vuelve a compartir escenario con Christian Gálvez, quien se presenta dos días antes.
Cobham viene a Chile especialmente entre una gira por Europa y EE.UU, en una visita express que durará tres días. "Me interesa especialmente Chile, porque es una región tradicionalmente rica en música", dice, y agrega que tiene muy buenos recuerdos jazzísticos en Chile. Es por eso que está ansioso de venir y escuchar nuevas bandas: "Recuerdo que esa vez que fui a Chile en 2005 llegué justo antes de subirme al escenario, y después de tocar me llevaron a un pequeño club de jazz. Como estaba todavía con el horario cambiado, tenía sueño y empecé a cabecear mientras se presentaban las bandas, hasta que llegó él: un guitarrista muy bueno, que me recordó a Jim Hall. Desperté de inmediato y tuve que subir y tocar con él. No recuerdo su cara ni su nombre, pero me impresionó mucho", recuerda Billy.
Cómo viene su show: Para su presentación en el Festival Internacional de Jazz de Vitacura, el domingo 16, prepara un show con su proyecto Spectrum, que este 2014 cumple 40 años de trayectoria, y en el que han colaborado músicos de la formación original de la Mahavishnu Orchestra. "La influencia de la Mahavishnu Orchestra siempre estará ahí, como parte de la plataforma musical sobre la que se proyecta mi música. Aunque no habrá música propiamente de la M.O. en el show", adelanta Billy Cobham.
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