El Mercurio
El guitarrista asegura que con sus ex compañeros "hubo una fractura". El 8 de marzo tocará con su padre canciones de su abuela Violeta.
FELIPE RODRÍGUEZ
Ángel Parra, hijo de la monumental Violeta, mira a su primogénito del mismo nombre y se muestra encantado de su emancipación de Los Tres. "Era necesario que se liberara y siguiera otras aventuras. Tiene mucho por dar", dice. Parra hijo asiente y ríe. Está gozando de su nuevo estatus: hace unas semanas fue elegido por sus pares el mejor guitarrista chileno en una revista y prepara un disco a dúo con Manuel García para mediados de año. Sobre Los Tres comenta: "Tenía un agotamiento enorme de repetir un repertorio que iba a la segura. Los artistas se van renovando a medida que sacan discos, pero nunca más tocamos las canciones de los dos últimos -"Hágalo Usted Mismo" (2006) y "Coliumo" (2011)-. Nos fuimos yendo para atrás y eso es medio triste".
El guitarrista no quiere hablar mal de su quiebre con la banda, pero da algunas pistas. "Defendí mucho las canciones de Álvaro Henríquez y tuve que aguantar cosas que no me parecían. Él hacía todo y tuve que quedarme callado. Estaba atragantado. Cuando nos separamos, hubo una fractura, pero sin agresividad. Los Tres son parte del pasado, pero quiero que les vaya bien", ratifica. Después de la separación, no ha hablado con ellos. "Y creo que no hablaremos por un largo tiempo", recalca.
Ángel Parra hijo está en otra: recuperar y difundir la herencia artística de su mágica abuela. Por estos días, prepara un show especial. Una tocata para el 8 de marzo junto a su padre para recrear las canciones de Violeta Parra. Ambos aseguran -y demuestran- no cargar con el peso de su legado. Más bien, lo que buscan con el espectáculo que harán en el Nescafé de las Artes es valorizar el canto y las ideas de una mujer irrepetible. "Sentimos la energía de la gente cuando cantamos sus canciones. A Violeta hay que estudiarla y difundirla", afirma Ángel Parra padre.
El hijo de Violeta, uno de los autores más prolíficos de la escena nacional en los 60, asegura que compartir tardes con su madre, tíos y figuras de la talla de Rolando Alarcón y Víctor Jara fue una bendición. "Era una época donde no había Fondart ni medios que te ayudaran. Era todo muy primario y, aún así, hicimos música. Mi mamá siempre decía 'revienta la guitarra, haz zapatear el piano. Haz lo propio'", señala. Parra hijo complementa: "No tienes que escuchar tantos discos de Elvis. Escucha a Lucho Gatica, Víctor Jara o Violeta Parra y te darás cuenta de que la música puede ser igualmente innovadora".
-¿Qué significa para ustedes tocar juntos?
Parra hijo: "Debuté con mi papá a los 14 años en Alemania y ahora siento que somos un complemento. Cuando estaba en México, yo creía saber mucho y mi papá me dijo 'tienes que tocar cuecas, porque son tus raíces'".
Parra padre: "Eso fue lo que me enseñaron a mí. Yo crecí viendo a mi mamá, a mis tíos en fiestas familiares tocar y aprendí. Tuve suerte de estar con ellos. Y eso busco transmitir a los demás: la identidad chilena".
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