viernes, julio 08, 2022

Músicos solitarios y las voces que surgieron desde el aislamiento

 El Mercurio


“En solitario” se titula la saga de composiciones que diversos protagonistas del jazz actual crearon como otro testimonio de los tiempos pandémicos y sus restricciones.

IÑIGO DÍAZ


Cada miércoles por la noche Óscar Pizarro se instala en el piano vertical de Naima, el nuevo club de jazz ubicado en el subterráneo de la casona que también es sede de Tromba Pomodoro, en el barrio Santa Isabel. Allí efectúa un número solista y solitario sustentado en el repertorio standard jazzístico de todos los tiempos. En medio de ese ajetreo, Pizarro también está presentando “Sendero alto”, casi ocho minutos de música en la misma lógica del piano solo aunque en otra frecuencia: se trata de una composición propia, destinada a integrar un álbum colectivo del sello Vértigo titulado “En solitario”, del que ya se están conociendo diversas experiencias.


“Este proyecto considera a varios nombres del jazz actual. Surgió en la pandemia, entre esa intensa actividad que hubo durante las cuarentenas, cuando todos subían material a redes y organizaban lives streaming. Pero creo que no se estaba viendo entonces la verdadera identidad de cada uno. ‘En solitario' fue como decir ‘paremos un minuto, mostremos un discurso y una declaración'”, dice el curador del proyecto, Alejandro Sánchez.


De este modo, “En solitario” presenta composiciones creadas especialmente para esta muestra, que estrena una pieza cada tres semanas por vías digitales. En total son 15 nombres y 15 creaciones. Ya están publicadas las obras de Óscar Pizarro, del guitarrista Sebastián del Hoyo, del trombonista Alfredo Tauber, el contrabajista Maximiliano Flynn y el baterista Cristóbal Massis. En especial, estos dos últimos casos llaman la atención: ni el contrabajo ni menos la batería son instrumentos solistas, sino formalmente para el acompañamiento.


“En el encierro aprendí a acompañarme a mí mismo y eso está representado en la música que compuse, con tres baterías que se van superponiendo. Hay una parte solística próxima al jazz libre que contrasta con los otros segmentos de batería y con el canto rítmico de la India konnakol, que también estudié en ese tiempo”, explica Massis sobre “Brindis de invocación”.


“Me tiré un piscinazo con esta composición, que se creó en dos momentos muy vertiginosos. Quise complementar los roles de lo rítmico, lo melódico y lo armónico en una obra. Yo nunca había escrito una música para contrabajo solo, sino algunos arreglos para el ensamble de contrabajos de Sergio Espinosa”, añade, por su lado, Flynn acerca de la dinámica “Humus lombrisol”.


“En solitario” presentará otras obras de músicos como el guitarrista Daniel Miranda, el trompetista Juan Pablo Salvo, el baterista Juan Pablo Jaramillo, el contrabajista Pablo Vidal o el pianista Joaquín Fuentes, una serie que finalizará este semestre en un disco, siempre acompañada por los retratos de los músicos realizados por la diseñadora y pintora Abril Bustamante.

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