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En el siglo XXI, el márketing, la estética y la presencia mediática son elementos cada vez más presentes en el panorama de los intérpretes más famosos. A días de la presentación en Chile de la violinista Sarah Chang, destacados críticos analizan este fenómeno y ponen la mirada en los artistas que les llaman la atención, más allá de las campañas comunicacionales.
Maureen Lennon Zaninovic
El mundo de la música clásica ya no es el mismo y las estrellas que hoy dominan el panorama son un reflejo de los tiempos que corren. "Se acabaron las divas con collares, los directores con gesto altivo y los pianistas con frac. Fuera los retratos de compositores alocados, pinturas abstractas, elementos conceptuales e instrumentos solitarios. Es la hora de dar la bienvenida al glamou r ". Son palabras del periodista y crítico español del diario El País Jesús Ruiz Mantilla autor, entre otros títulos, de "Yo Farinelli, el capón" (Aguilar).
Y si en la ópera hace ya un buen tiempo que el prototipo de cantante macizo y no tan agraciado está en retirada; lo mismo se puede aplicar hoy al mundo de los conciertos, donde se ha generado un marketing tremendamente agresivo, que no soslaya el rol del físico de los músicos.
Adolfo Flores, presidente de la Fundación Beethoven, comparte este diagnóstico. "El marketing lo que ha hecho es replicar un actitud que también se vivió en los siglos XVIII y XIX. Por ejemplo, en sus primeras pinturas, Liszt sale retratado como un artista muy apuesto y las imágenes que se conservan de Paganini lo revelan con un encanto casi demoníaco. Si bien hoy estamos viviendo una vuelta al cuidado del físico, no hay que olvidar que ese aspecto también es parte del show ".
Frente a este panorama, Juan Antonio Muñoz, crítico de "El Mercurio", llama a la cautela: "Hay marketing para todo, pero hay que distinguir entre campañas que valen la pena porque hay una calidad que la sustenta, frente a otros casos de músicos que no tienen valor artístico. El problema es que la mayoría de la gente no es capaz de distinguir".
Flores agrega que, con la caída en picada de la industria discográfica, el concierto en vivo ha cobrado un protagonismo incuestionable. "Por lo mismo, los principales sellos se han convertido en productoras de estos recitales, porque saben que lo que sustenta económicamente a la música clásica son las presentaciones en vivo. Por eso hoy, más que nunca, se busca en escena un equilibrio perfecto entre físico y talento".
Jesús Ruiz Mantilla considera que la música clásica ha comenzado a verse como un espectáculo y, como tal, "los instrumentistas se asemejan a verdaderas estrellas de cine o artistas de rock. En este contexto, los nuevos pianistas son como el anverso de sus más circunspectos antecesores como Alfred Brendel o Claudio Arrau, sencillamente alérgicos a la exposición pública".
Pero, como señala el periodista español, no se trata sólo de un potenciar un buen físico, sino también de proyectar una "actitud". "Lejos de aquellos arquetipos fundados en la rareza y el retiro casi espiritual en la búsqueda de la perfección, hoy predominan ejemplos de calle y compromiso. Desde Nigel Kennedy -quien es medio hooligan y prácticamente un rockero del violín- hasta Joshua Bell, que se instaló en el metro de Nueva York a tocar su Stradivarius o el estudiado glamour de las mujeres, el panorama del virtuoso ha cambiado radicalmente", agrega Jesús Ruiz Mantilla. Y consigna como la maestra de todo este fenómeno a la hermosa violinista alemana Anne-Sophie Mutter (1963), que inició "una senda por la que continúan otras más jóvenes como Janine Jansen, Sarah Chang o Hilary Hahn, nacidas a finales de los setenta y principios de los ochenta".
Otro elemento distintivo del nuevo panorama es cómo los sellos clásicos están apostando cada vez más por músicos jóvenes e inmaduros desde un punto de vista artístico. Prácticamente todas las casas discográficas grandes (EMI, Deustche Grammo-phon y Decca) han caído en esta tendencia: fichar a instrumentistas sub 19. La consigna parece ser mientras más jóvenes, mejor. Junto con ello, y en otro ejemplo de los nuevos tiempos que corren, las redes sociales se han constituido en un trampolín fundamental para estos talentos.
José Oplustil, productor de la Radio Beethoven, cree en todo caso, que el fenómeno de los virtuosos jóvenes es antiguo, "basta recordar a Mozart, Mendelssohn y otros. Pero en la actualidad resalta más porque uno puede escuchar e informarse de inmediato sobre ellos gracias a YouTube, las descargas legales o ilegales, facebook y twitter. No es necesario esperar el disco y comprarlo en la tienda". Oplustil agrega que un caso representativo del panorama actual es el fenómeno de la pianista coreana H J Lim (1987) "que comenzó en YouTube y acaba de grabar para EMI casi todas las sonatas de Beethoven. Si bien los críticos no han hablado bien de estos discos, reconocen su impresionante velocidad interpretativa. Hoy el problema es discriminar entre técnica prodigiosa e impecable y musicalidad o virtuosismo al servicio de la música. Y de hecho esta misma discusión se aprecia en foros o comentarios en revistas, a favor y en contra de estos nuevos músicos".
¿Qué pasará con las actuales estrellas? Según el productor de la Radio Beethoven, "hay que esperar un poco, y no hacerle tanto caso al marketing de los sellos, con las fotos bonitas y arregladas o artículos en donde ellos hablan de moda, autos y marcas. Claro que algunos son auspiciados igual que los deportistas". Dentro de esta pléyade de nuevos artistas, Oplustil rescata a la violinista Nicola Benedetti, "que ha tenido una buena recepción, sobre todo en su Inglaterra natal; a la violinista alemana Julia Fischer (1983), la violinista noruega Vilde Frang (1986) y a los franceses Gautier Capuçon ( cello ) y David Fray (piano), ambos nacieron en 1981 y poseen una carrera consolidada e interesante". Mario Córdova, crítico de música de "Las Últimas noticias", aplaude a su vez al pianista chino Lang Lang (1982) que, "más allá del cuidado look y su fuerte presencia mediática, tiene un talento innegable, sobre todo en Liszt. Para mí, es un genio".
Y como la realidad siempre tiene varias caras, Adolfo Flores resalta una consecuencia positiva tras esta verdadera avalancha de músicos jóvenes: la renovación de públicos. "La gracia de estos instrumentistas es que han sabido traducir la música clásica -sin cambiar en absoluto su lenguaje- a la manera de escuchar de nuestro siglo y, en ese sentido, se conectan muy bien con los jóvenes".
Mario Córdova puntualiza que la crisis que ha golpeado fuerte a la industria discográfica -fundamentalmente por la irrupción de internet y la piratería- también ofrece otra consecuencia positiva para escenas como la nuestra: "La buena noticia es que hoy estos artistas jóvenes circulan por todos lados y muchos de ellos ya los hemos escuchado en Chile o vendrán muy pronto".
Gustavo Dudamel
El vertiginoso ascenso del director venezolano Gustavo Dudamel (1981) -a quien vimos actuar el año pasado en nuestro Teatro Municipal- no se puede entender sin el programa educacional que lo lanzó a la fama. Se trata del Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela, conocido simplemente como "El Sistema" y que desde hace más de 40 años impulsa José Antonio Abreu.
A los 16 años fue el propio Abreu quien le pidió que condujera la Orquesta Nacional Infantil y Juvenil de Venezuela y ahí partió todo. Ahora, con 31 años, es el músico joven más comentado del mundo: dirige tres conjuntos de primera línea, además de la Bolívar, la Sinfónica de Gotemburgo y la Filarmónica de Los Angeles (Estados Unidos). "Él representa, como nadie, el futuro de la música. Su compañía Deutsche Grammophon lo sabe y ha puesto toda la maquinaria a su disposición. Dudamel tiene carisma y energía de sobra para explotar", puntualiza el periodista español Jesús Ruiz Mantilla.
Lang Lang: un genio chino
Según el periodista español Jesús Ruiz Mantilla, Tom y Jerry fueron claves en los inicios de Lang Lang (1982), la megaestrella china del piano. "Contaba apenas tres años y sintió el impulso de imitarlos. Le entusiasmó aquella trifulca del ratón y el gato con un sonido de fondo capaz de cambiarle la vida al ritmo de la Rapsodia húngara número 2 de Liszt".
Con 30 años recién cumplidos, actualmente es el pianista vivo más famoso del planeta. Lang Lang convoca a multitudes, y los críticos no cesan de alabar su extensa discografía. Para muchos, aún sigue muy viva su presentación en 2008, para la apertura de los Juegos Olímpicos de Beijing: fue visto en directo por mil millones de personas.
Hay coincidencia de que su influjo es innegable: Lang Lang consiguió que el 90% de sus seguidores tengan menos de 20 años y ha contribuido exponencialmente al milagro de que 40 millones de niños estudien piano en su país.
El tema social es otra de sus preocupaciones y -fundamentalmente- darles un nuevo impulso a los talentos. De hecho, la Unicef lo declaró embajador de buena voluntad, y a sus 26, él mismo lanzó la Lang Lang International Music Foundation en Nueva York. "Hoy es el pianista que está en la 'cresta en la ola'. Es una suerte de artista pop del piano, con un look producido, de chaqueta de cuero y con una mirada un tanto desenfadada. Pero más allá de ello, es insuperable en la Rapsodia húngara número 2 de Liszt , con una energía impresionante. Su interpretación se puede escuchar en YouTube", puntualiza el crítico Mario Córdova.
Sarah Chang y su debut en Chile
De padres coreanos, la violinista estadounidense Sarah Chang (1980) postuló a la Juilliard School of Music con apenas 5 años e ingresó formalmente a los 6. "Tuvo la suerte de estudiar con una profesora maravillosa: Dorothy DeLay, quien formó a otros grandes como Nigel Kennedy y Midori", cuenta Adolfo Flores, presidente de la Fundación Beethoven.
Justamente, bajo el alero de esta última entidad, Chang debutó por primera vez en nuestro país este martes 17 en el Teatro Municipal de Ñuñoa (sólo con invitación) y el miércoles, a las 19:30 horas, en el Teatro Municipal de Las Condes (se pueden comprar adhesiones). Junto a la Youth Orchestra of the Americas (YOA), ejecutará el Concierto para violín de Sibelius: un repertorio que conoce muy bien. De hecho, en 1998 y con apenas 17 años, bajo la prestigiosa EMI Classics, de la cual es artista exclusiva, Chang grabó esta pieza junto a la Orquesta Filarmónica de Berlín, con la dirección de Mariss Jansons.
"Me atrevería a decir que Chang hoy integra la lista de los top ten del violín", agrega Flores sobre esta intérprete que también actuará el 24 de julio, junto a la YOA, en el Teatro del Lago de Frutillar . Será una oportunidad para corroborar en vivo el talento de esta violinista que debutó a los 8 años con la Filarmónica de Nueva York y que, entre otros reconocimientos, en 2006 fue distinguida por la revista Newsweek como una de las 20 mujeres más influyentes de su generación.
Vilde Frang
"Frang es claramente una nueva estrella en el firmamento del violín". Son los elogios que publicó, en 2010, el diario The Guardian a propósito del talento de la violinista noruega Vilde Frang (1986).
El periódico británico consigna que en 1999, con 13 años, debutó con la Filarmónica de Oslo dirigida por Mariss Jansons. El concierto, donde ella interpretó "Fantasía Carmen", de Sarasate, fue un gran éxito y la lanzó a una brillante carrera internacional.
Frang estudió en Oslo y en Hamburgo (Alemania), bajo el alero y el impulso de la gran violinista alemana Anne-Sophie Mutter. Ha tocado con los más prestigiosos directores y orquestas del mundo y es artista exclusiva del sello EMI Class ics , donde ha grabado -entre otras piezas- el concierto para violín de Sibelius.
Nicola Benedetti
"¿Puede convertirse una sala de conciertos en una pasarela?". Es la pregunta que se formulaba recientemente Peter Conrad, en un polémico artículo que publicó para The Observer. Aludía directamente a la bella violinista escocesa Nicola Benedetti (1987), quien últimamente ha tenido una fuerte exposición mediática, tanto por sus dotes artísticas como físicas.
"Yo solía ser tímida, pero el violín me dio una voz", ha comentado en entrevistas la propia Benedetti, quien en 2004 fue distinguida por la BBC como Músico Joven del Año. Hija de padre italiano y de madre británica, su fuerza también se ha visto reflejada en un fuerte espíritu social: es una de las principales promotoras de "Big Noise" (gran ruido), el equivalente escocés al exitoso Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela. En discos, acaba de lanzar bajo Decca "Italia" , un álbum que marca su debut en el repertorio barroco, con obras de Vivaldi y Tartini.
Benjamin Grosvenor
Con apenas 20 años, Benjamin Grosvenor es todo un orgullo para los británicos. ¿La razón? Es el primer pianista de ese país que, en los últimos 60 años, logró ser fichado por la Decca, uno de los sellos clásicos más importantes del mundo. Suma y sigue, porque en 2011, con tan sólo 18 años, se convirtió en el músico más joven encargado de abrir los Proms, el prestigioso festival musical que organiza desde hace más de un siglo la BBC.
Sobre su disco debut con Decca ("Chopin, Liszt, Ravel") , Fiona Maddocks, crítica de The Guardian, escribió elogiosamente que en la interpretación de "Gaspard de la Nuit" de Ravel se muestra "como un fenómeno: modesto, natural y equilibrado. Desborda talento". En una entrevista que concedió a este diario británico en 2011, Grosvenor destacaba el papel de su mamá, Rebecca, en el impulso de su carrera: desde los cinco años ella lo motivó a tocar el piano. Y en un ámbito más personal, revelaba que aún vivía en la casa de sus padres, junto a sus cuatro hermanos menores, y que compartía pieza con uno de ellos, que padece síndrome de Down.
Gautier Capuçon
El músico francés Gautier Capuçon (1981) comenzó a estudiar cello a los 4 años en la Escuela Nacional de Música de Chambéry, su ciudad natal. Luego siguió en París, donde se graduó con honores. Proveniente de una familia muy musical, su hermano es el violinista Renaud Capuçon y su hermana la pianista Aude Capuçon, Gautier ya se ha presentado con las orquestas y directores más renombrados de todo el mundo.
"Capuçon interpreta el cello con el control y el virtuosismo de instrumentista maduro", escribió sobre su talento la prestigiosa revista Gramophone. Artista exclusivo del sello Virgin Classics , en 2010 grabó las Variaciones Rococó de Tchaikovsky y la Sinfonía Concertante de Prokoviev, acompañada por la Orquesta Mariinsky dirigida por Valery Gergiev.
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