El virtuoso pianista chileno habla de las cinco obras que interpretará mañana en el Municipal de Santiago. También, de su nuevo disco.
Romina de la Sotta Donoso
No solo tiempo ha pasado desde que grabó las 32 Sonatas para piano de Beethoven. En estos 25 años, Alfredo Perl (1965) ha madurado doblemente como músico. Su crecimiento natural como pianista se ha potenciado con su ejercicio como director, especialmente desde que asumió, hace ocho años, la titularidad de la Orquesta de Cámara de Detmold.
"Todo ha cambiado, es cierto, pero uno sigue siendo el mismo. Sí hay aspectos que se van sumando y que tienen que ver con que voy teniendo una mayor claridad en las ideas musicales. El trabajar con orquesta me obliga a tener muy claro qué es lo que quiero, y esa disciplina la adquirí sin querer queriendo", ríe el pianista. "Hoy tengo una mayor claridad frente a la interpretación, y esto se da en forma automática, incluso cuando toco obras nuevas, no solo con el repertorio que conozco mucho, como las Sonatas de Beethoven, por ejemplo".
Mañana, en el recital que marca su retorno al Municipal de Santiago tras cinco años, retomará justamente las Sonatas de Beethoven. Eligió cinco piezas que no ha tocado en los muchos conciertos que ha dado en Chile en los últimos años.
En la primera parte, interpretará las Sonatas N°10, 27 y 31. "Entre ellas hay una relación de tonalidad, se produce una progresión armónica que es muy interesante y también lógica. Esa parte del programa es íntima y extrovertida. En cambio, en la segunda parte tenemos al Beethoven de buen humor y casi heroico", explica.
Se refiere a las Sonatas N° 16 y 26. "La última que tocaré, 'Los Adioses', es explosiva, casi extrovertida", dice. Además, esas dos Sonatas, revela, se han convertido en una "pareja" para él. "Son parejas que se me han armado a lo largo de muchos programas que he hecho con Sonatas de Beethoven. Ni siquiera podría explicar exactamente por qué", apunta.
La próxima semana, Perl vuelve a Alemania, donde vive, para retomar sus actividades como director y profesor en Detmold, y dar recitales, partiendo por Leipzig.
El músico chileno también sigue ampliando su repertorio, como todo intérprete de su nivel: "Estoy preparando la Octava Sonata de Prokofiev, que es nueva para mí, para poder tocarla el segundo semestre".
En el ámbito discográfico, también tiene novedades. Tras haber ganado en 2015 el premio ECHO Klassik por su grabación para MDG de "La Canción de la Tierra" de Mahler, hace unos meses salió al mercado un nuevo CD en el cual Perl volvió a grabar al piano. Lo más interesante es que hace un repertorio que nunca ha hecho: lieder de Mahler.
Junto a la mezzosoprano Gerhild Romberger, grabó las "Canciones de Rückert", las "Canciones de un caminante" y las "Canciones a la muerte de unos niños". Y no solo eso: "Me tomé la libertad de orquestar un poquito; en la última de las Kindertotenlieder incluí elementos de la versión orquestal. Creo que Mahler no se enojaría", ríe.
Respecto de volver a grabar obras para piano solo, lo ve poco probable, por la crisis de las discográficas. "Pero si se presenta la oportunidad, lo haría encantado", cierra.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario