La soprano chilena Cristina Gallardo-Domâs anunció el término de su colaboración como asesora de las Semanas Musicales de Frutillar. Gallardo-Domâs estaba trabajando para el aniversario 50 del evento, en 2018, y dijo que quería presentar algo operático en esa instancia. La soprano indicó que la renuncia se debía a diferencias de criterio con la organización y comunicó al directorio su decisión la semana pasada.
La última vez que estuvo sobre un escenario fue en noviembre del año pasado, en Alicante, cuando junto a la prestigiosa Orquesta de Cadaqués presentó un programa enraizado en piezas de compositores españoles. Después de esa noche, vino un último concierto privado en Canarias junto al piano, aunque sin el vértigo que le ha provocado siempre enfrentar a las siluetas del público sobre la tribuna. Desde entonces, la voz de la soprano chilena Cristina Gallardo-Domâs permaneció muda, pero una decisión de último momento -y que además la tiene por Santiago en estos días- acabará prontamente con esta pausa.
En agosto cumplirá 50 años, y aunque sus cercanos le insistían en que volviera a las pistas, la artista optó por tomarse las cosas con calma. “Recién hoy siento que mi voz se ha asentado en un nuevo registro, uno más central y maduro, y que sin duda me ha dado señales de seguridad. Nunca he sentido nervios al cantar, la verdad, prefiero entrenar mucho, ser disciplinada y cuidarme como sé que debo. Por eso, creo que esta nueva vida tendrá otras oportunidades que jamás creí para mí”, afirma.
El martes 21, Gallardo-Domâs retornará a Madrid, España, junto a su familia. Allá reconoce sentirse “como en casa”: su esposo es español y ella tiene doble nacionalidad. También allí, lejos de su tierra, una de las más reconocidas cantantes líricas del país, y cuya voz ha resonado en Nueva York, Berlín, Múnich, Leipzig, Sao Paulo, y otros rincones del planeta, planeó su retorno a los escenarios luego de cinco años sin protagonizar una ópera, y haciendo lo que mejor le sale.
Lo primero ocurrirá en julio próximo, en el Teatro Maggio Fiorentino, en Italia, cuando asista como jurado y artista al Concurso Coral Leonardo Da Vinci. “Allí no solo me tocará presenciar a algunos de los grupos jóvenes más talentosos, sino que además intervendré en el concierto de cierre junto a un coro canadiense que también está invitado”, cuenta. Para la ocasión entonará algunas arias ya conocidas por ella, de Carmen y La Habanera. “Será algo así como mi reencuentro con el escenario y el público. Estoy muy ansiosa de que llegue pronto ese momento”.
Días después volverá a España, esta vez a Sevilla, para encerrarse unas cuantas semanas en el conocido estudio Reserved Sounds, donde grabará dos discos: uno de canto y piano, y otro de canto y guitarra. “El que está más claro, por ahora, es este último. Será una colaboración con el español José María Gallardo del Rey (1961), uno de los guitarristas más talentosos de hoy y quien además compone”, cuenta. “El repertorio será fundamentalmente español y latinoamericano, con obras de García Lorca y otros”, advierte.
Su agenda no se detendrá. A mediados de este año, ofrecerá también un concierto junto al pianista gallego Juan Durán en el Auditorio de Orense, en España, para el que han escogido interpretar un ciclo de canciones inspiradas en poemas de Gabriela Mistral y Federico García Lorca, además de algunas arias de Carmen y Charlotte. Para 2018, en tanto, acaba de ser confirmada para presentarse en el Palau de la Música de Valencia, también junto a Gallardo del Rey. “Me dan ganas de volver a la ópera, pero no quiero tomar decisiones apresuradas. Lo bueno de tener trayectoria, a estas alturas y en este medio, es que la trayectoria se respeta y difícilmente se olvida. La ingratitud y soberbia las mantengo lo más alejadas que puedo”, aclara.
Estrella fugaz en Frutillar
A mediados de enero del año pasado, a pocos días de la muerte de Flora Inostroza, la gestora y ex presidenta de la Corporación Cultural Semanas Musicales de Frutillar, Gallardo-Domâs fue reclutada para hacerse cargo, junto a la misma institución, de contratar cantantes e instrumentistas internacionales para la versión número 50 del certamen, que se celebrará en enero de 2018.
“Como se trataba de un aniversario importante, presenté un proyecto enfocado en el área de extensión: proponía conciertos al aire libre, acciones para estrechar vínculos con sponsors, embajadas y radios extranjeras para hacer transmisiones en vivo. También la conformación de un comité extraordinario, en vista de que las gestiones de la nueva directiva no avanzaban”, cuenta. “Además, me hice cargo de una antigua tarea que era estrenar una ópera propia, y que por poco encargué al Conservatorio de Boston. Menos mal no llegué a hacerlo. Con todo, además de algunos nombres confirmados, las evasivas fueron tantas que me convencí de que no había ningún empeño en dignificar, contra todo lo dicho por ellos mismos, la labor de Flora Inostroza”, agrega.
Gallardo-Domâs responsabiliza a la nueva administración, presidida por la inglesa Harriet Eeles: “El problema, pienso, es que allí hay muchos capitanes y ningún marinero. El desconocimiento de qué hacer y cómo, es total. Cuando Flora estaba viva hacía todo, y el directorio estuvo ahí por años, cruzado de brazos y casi porque era parte del decorado, no por su rol activo”, opina la soprano. “Considerando además que mi cargo era ad honorem, no consideré justo que se me pidiera redactar informes, cartas de compromiso para los artistas ni tampoco hacerme cargo de asuntos de producción que estaban fuera de mi alcance. Eso ocurre porque los viejos estatutos de Semanas Musicales están más que obsoletos, y es una pena, considerando que no solo se trata de uno de los festivales musicales más importantes del país, sino de Latinoamérica”.
Este lunes recién pasado, Gallardo-Domâs difundió un correo electrónico con el que anunció el término de su colaboración, aludiendo a estas diferencias de criterio con la organización: “Comuniqué qué aspectos me parecían positivos y cuáles no, así como mi visión de lo que debería comenzar a efectuarse para el gran aniversario, razonamientos que quedaron plasmados en un extenso informe, así como la urgencia de acciones inmediatas y respuestas a los sponsors, entre otros. Sin embargo, estos no tuvieron acogida (…). Por lo tanto, y sintiendo que no hay cabida para nuevos criterios, decidí poner fin a mis funciones”, se lee en el comunicado.
Su repentina salida reforzó su idea de retornar definitivamente a Madrid, a seguir con sus proyectos. “Me vi envuelta en estos meses en una atmósfera de tanta soberbia, que preferí precipitar lo que ya tenía planeado”, dice. “Allá retomaré mi carrera, me reuniré con mi familia y toda esa escena en la que me quiero desenvolver por ahora. El resto ni siquiera lo he pensado”, agrega.
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