El Mercurio
Los músicos Alexandros Jusakos e Yvanka Milosevic han rescatado 30 pianos en perfecto estado en Polonia, para donarlos a lo largo de Chile. "Instalar un piano es el primer paso para llevar actividad musical a las localidades apartadas", dicen.
ROMINA DE LA SOTTA DONOSO
El pianista Alexandros Jusakos (1972) y la violinista Yvanka Milosevic (1985) están radicados hace cuatro años en Polonia. Ambos estudian en la Universidad Chopin de Varsovia. Él, hace un doctorado, y ella, un magíster.
Sin embargo, estos dos músicos chilenos vienen bien seguido al país. En cada viaje, visitan pequeñas escuelas o bibliotecas de localidades como Canela o Río Bueno. Llegan con un piano, dan un concierto educacional y uno de gala para la comunidad, y se despiden.
El piano se queda allí y se convierte en la primera pieza de la infraestructura cultural que tanto anhelan esas localidades.
"En Chile se ha avanzado mucho con la formación de orquestas juveniles; en muchos lugares ya hay incluso cultura de adquirir violines y cellos . Pero sigue habiendo un déficit muy grande de pianos. A diferencia de los instrumentos orquestales, la práctica del piano es muy solitaria. Y, además, los escasos instrumentos usados que hay disponibles son todos antiguos. Restaurarlos sale más caro que el valor del piano", comenta Jusakos. Y agrega: "El primer paso para llevar actividad musical a regiones, especialmente a los lugares apartados, es instalar un piano".
Por eso, desarrollaron el proyecto "Pianos para Chile". "Con nuestros propios medios, compramos instrumentos verticales usados en Polonia, donde hay un piano en cada casa. Cuando juntamos 15, los metemos en un container y los mandamos a Chile. Ingresan como una donación que le hacemos al Rotary Club de Valparaíso, y después se van distribuyendo", explica Jusakos.
Eligen instrumentos verticales de los años 80 y 90, de calidad y en perfecto estado. Financian la cruzada haciendo dos conciertos de estreno de cada instrumento en la localidad a la que se destinan.
Cuando llegó su primer embarque, en julio del año pasado, dieron 25 conciertos en un mes. Desde entonces, han distribuido pianos desde Canela hasta Calbuco, incluyendo Isla de Pascua.
"Me impresionó mucho Canela, un pueblo que queda cerca de Illapel y Salamanca, y que tiene hartas carencias de todo tipo. Pero también tienen un par de profesores de música y un gestor cultural muy entusiastas. Lo dejamos el año pasado, y este año ya tienen un ciclo de conciertos", revela.
"Siempre les pedimos a las instituciones que reciben los pianos que privilegien la posibilidad de que los jóvenes talentos locales hagan ahí sus conciertos y que los apoyen para que den clases ahí mismo. Y está resultando: en Calbuco, por ejemplo, algunos alumnos de la profesora Ximena Cabello, de la Universidad Austral, ya están dando clases".
Este jueves, llevarán un piano al Teatro Alhambra de Taltal -con conciertos a las 12:00 y a las 20:00 horas-, y en septiembre y octubre será el turno de Pelarco y Mejillones. "Ya hemos entregado 20, y nos quedan 10 más para el resto del año. Cuando se acaben vamos a conseguir más, porque falta mucho por hacer. Ojalá logremos traer 100 o 150 pianos a Chile", agrega Alexandros Jusakos.
YA RECIBIERON SUS PROPIOS PIANOS
* Calbuco, Puerto Montt, Puerto Varas, Río Bueno, Panguipulli, Valdivia, Temuco, Rancagua, Quintero, Casablanca, Santo Domingo, Isla de Pascua, Limache, Providencia, Los Vilos y Canela.
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