El Mercurio
Son fiebre de masas y logran convocatorias dignas de una superestrella. Il Volo, Andrea Bocelli y Sarah Brightman llegan este año a Chile para demostrar el arrastre del género.
Diego Rammsy
Cuando Los Tres Tenores surgieron durante la última década del siglo pasado, causaron un revuelo de proporciones. Los españoles Plácido Domingo y José Carreras junto al italiano Luciano Pavarotti se lucían interpretando canciones napolitanas, temas de Broadway y éxitos pop, sin abandonar su hábitat, la ópera, rescatando arias seleccionadas de "Turandot" o de "Rigoletto".
Su irrupción cambió el mercado de la música clásica para siempre, llevándola a nuevos lugares, fenómeno que los más conservadores miraban con desprecio. Los intérpretes líricos se transformaban en superestrellas. "En general se trata de cantantes líricos que entraron en un asunto popular, volviéndose muy exitosos, ganando mucho dinero que seguramente en el ámbito de la ópera no ganarían", explica Rodrigo Del Pozo, cantante y coordinador de esa cátedra en el Instituto de Música de la Universidad Católica.
Y siguiendo la tendencia de los célebres tenores, continuaron surgiendo figuras del mundo lírico que se aventuraban en flexibilizar su repertorio para llegar a las grandes masas. Así apareció el italiano Andrea Bocelli. El músico no vidente explotó en 1999, cuando su disco "Sacred arias" vendió más de cinco millones de copias convirtiéndose en el álbum clásico más vendido de la historia por un solista.
"Bocelli tiene una sensibilidad hacia la música superior a otros artistas con quienes he trabajado", dice Eugene Kohn, el director orquestal norteamericano que acompaña al italiano en la gira que lo trae a Chile por segunda vez el próximo 25 de septiembre al Estadio Nacional.
Kohn trabajó en sus comienzos como pianista acompañante para Maria Callas y Luciano Pavarotti, y tras un período dedicado enteramente a la dirección orquestal sinfónica, se ha dedicado bastante a arreglar y dirigir para voces como Plácido Domingo, y el mismo Bocelli. "Gozo mucho de mi trabajo con los cantantes y me parece que atraen más atención del público y causan más locura en los admiradores. Hay algo de la voz humana que puede motivar una emoción directa de un alma a otra", explica Kohn al teléfono antes de tomar un vuelo a Madrid para trabajar junto a Plácido Domingo por tres días, quien le ha pedido su consejo para testear su voz luego de un resfriado y antes de cumplir con un compromiso operático.
El don del cantante
"Estoy tratando de contestar para mí mismo durante los últimos 40 años qué hace a una persona tener la capacidad de tocar el corazón de un auditor", dice Kohn, que no halla respuesta a la interrogante. "Pero sé una cosa: que los grandes artistas son humildes y que no saben de dónde viene su don, no saben por qué tienen la capacidad de llenar una sala de 10 mil personas", asegura el director.
Según Rodrigo Del Pozo, hay varios factores que influyen en el éxito de los cantantes líricos: "Tras ellos hay todo un equipo publicitario y mediático, es importante. Para sacar a alguien a la fama, no basta con ser bueno, necesitas apoyo".
Y si no fuera por la TV, los tres jóvenes italianos de Il Volo no serían el fenómeno que son hoy. Tras su paso por un show de talentos en Italia formaron el exitoso grupo que promocionará su tercer disco en Santiago en octubre.
Otro caso, que si bien no viene del mundo clásico, es el de la cantante inglesa Sarah Brightman. El crossover realizado por la soprano, del canto popular al repertorio clásico, ha derivado en un estilo más personal con aspiraciones new age, mezclando electrónica, folk y orquestal. La cantante llega a Chile promocionando su disco "Dreamchaser" en noviembre.
La agenda
Il Volo: Martes 29 de octubre a las 21:00 horas en CasaPiedra.
Entradas por
Puntoticket.
Andrea Bocelli: Miércoles 25 de septiembre a las 21:00 horas en el Estadio Nacional. Entradas por
Ticketek.
Sarah Brightman: Martes 19 de noviembre a las 21:00 horas en Movistar Arena. Entradas por Puntoticket.
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