El Mercurio
Las decenas de miles de personas que asistieron ayer al festival de Chicago bailaron al ritmo de la cumbia de la banda chilena.
Laura Gamundi
Chicago A las 13:30 horas, en el mismo escenario donde Los Bunkers se presentaron un día antes, aparece Chico Trujillo, imponiendo su alegría con "La pollera amarilla". El histrionismo de su vocalista, Aldo "El Macha" Asenjo, se convierte en un imán y en pocos minutos el grupo logra sumar más y más público.
Nadie parece sentir las gotas de lluvia que comienzan a caer tímidamente. Y cuando Chico Trujillo está haciendo lo suyo, al público no le queda más remedio que bailar y disfrutar. Así, niños, jóvenes y adultos celebran al ritmo de "No me pregunten cómo es mi muchacha" y "Medallita", con los brazos en alto y las piernas en constante movimiento.
La banda de cumbia repite el gesto de Los Bunkers y Anita Tijoux, haciendo mención a la causa del movimiento estudiantil. "Porque en Chile haya educación gratis y de alta calidad, vacilemos 'El eléctrico'", dice Juan Gronemeyer antes de lucirse tras la batería.
A medida que pasan las horas, sigue llegando gente al parque y se impone un ambiente de fiesta y buena onda. El público es bastante heterogéneo, pero está compuesto mayoritariamente por jóvenes y adolescentes que llegan en grupos, con tenidas que hacen menos pesado el calor del verano.
A pesar de que las entradas para los tres días del festival están agotadas hace semanas y el cálculo de los organizadores estima que 90 mil personas asistirán a cada una de la fechas, ayer la cantidad de gente reunida en el Grand Park era bastante mayor a la del viernes. Tanto así, que a mitad de la tarde el área dispuesta como patio de comida se encuentra repleta.
En cuanto a infraestructura, esta zona no es muy distinta a la del Lollapalooza Chile, pero sí contrasta la variedad de la oferta y la alta calidad de la comida, a precios bastante razonables. Una lata de bebida se vende por dos dólares americanos (unos 900 pesos chilenos), un trozo de pizza vale tres dólares (1.350 pesos chilenos aproximadamente) y un par de tamales cinco dólares (2.250 pesos); todo se paga en efectivo. También se venden bebidas alcohólicas, como cervezas y vino, pero sólo a mayores de 21 años.
En la jornada de ayer, los más esperados eran el rapero Eminem y la banda de rock My Morning Jacket que, según el programa, cerrarían la segunda jornada del Lollapalooza a las 22:00 horas.
Último show
Hoy, los encargados de poner fin a la edición del vigésimo aniversario del festival serán Deadmau5 y Foo Fighters.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario