El conjunto liderado por Rodrigo Díaz rescatará hoy Sonatas da Chiesa del Barroco italiano y otras obras litúrgicas descubiertas en Cusco y en las Misiones de Chiquitos. Al volver a Santiago grabarán un nuevo CD.
Romina de la Sotta Donoso
En la fértil escena de la música antigua en Chile, Les Carillons se distingue por dos motivos.
Uno: cuán particulares son sus instrumentos. Jaime Carter tiene su propio órgano positivo; Raúl Orellana es el violinista barroco más destacado del país; Franco Bonino es el único especialista nacional en fagot barroco y bajón; Luciano Taulis es uno de los violagambistas más destacados del medio, y el premiado tiorbista Rodrigo Díaz es también director del conjunto.
Dos: sus aportes en el rescate de repertorio tienen peso específico. Su trabajo con el musicólogo Piotr Nawrot dio como resultado el reestreno de varias obras perdidas por siglos, en el Festival de Chiquitos, y lo mismo cuando recuperaron la música inédita de la Catedral de Santiago, en una colaboración con el musicólogo Alejandro Vera.
Les Carillons ahora viajaron a Ecuador, para dar dos conciertos en el XVI Festival de Música Sacra de Quito; ayer, en la iglesia de Santa Bárbara y hoy, en la Capilla del Museo de la Ciudad. "Es un honor volver a participar en este festival; vinimos en 2005, cuando estaba partiendo, y ahora ya está bien grande; hay 11 conjuntos internacionales y 12 nacionales", dice Rodrigo Díaz. Cuenta que presentarán un programa distinto del resto de la oferta del festival: "Generalmente, la música sacra se asocia a canto o coro, pero nosotros haremos música instrumental. Elegimos un programa de Sonatas da Chiesa, es decir, música que acompañaba la liturgia".
Con la sola excepción de una Sonata a trío de Vivaldi, que harán al cierre, todas las piezas elegidas eran música de iglesia. Interpretarán una Toccata Arpeggiatta para tiorba sola de Kapsberger -quien trabajó en la Capilla papal de Roma-, y una Toccata para órgano solo, de Zipoli; obras de Marcello y Castello, y anónimos del Cusco.
"También tocaremos sonatas de las Misiones Chiquitanas, que fueron rescatadas y editadas por Nawrot, que también es música litúrgica. Las partituras generalmente llegaban desde Europa y los propios indígenas las copiaban, a veces en versiones más simples", agrega. En Ecuador presentarán dos obras con "mano americana": una Sonata de Sammartini y una Sonata Contrafacta atribuida a Corelli.
Para el viaje cuentan con apoyo del Fondo de la Música, igual que para su próximo proyecto: en mayo grabarán su sexto CD. "Es un rescate de la música italiana desde el Seicento hasta mediados del siglo XVIII. Y no solo europea, sino que también música de estilo italiano que se encontró en América, que hay gran cantidad", apunta Díaz. Registrarán solamente obras instrumentales y el disco estará disponible en el primer semestre.
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