Inaugurado en 1911, cerca de la Plaza Waddington, fue un epicentro ciudadano hasta que dejó de funcionar en 1974. Desde hace dos años ni siquiera es la bodega en que se había convertido.
IÑIGO DÍAZ
"Gracias a la desinteresada actitud del señor Eduardo Wegener, propietario del Teatro Odeón de Playa Ancha, pudo llevarse a cabo la semana pasada el beneficio que este empresario ofrecía con el objeto de allegar fondos para la transformación del Paseo 21 de Mayo, que actualmente presenta pocas comodidades, debidas a su estrechez". Un pequeño recorte de prensa local daba cuenta hace un siglo de las actividades de este espacio de Valparaíso.
En la fotografía se puede apreciar al público que colmó esa noche la sala y los palcos, con capacidad para 250 aposentadurías: distinguidas señoras y caballeros bien vestidos. El propio Wegener aparece en imágenes frente y dentro del teatro, con un tupido bigote al estilo liberal: peinado en puntas hacia arriba.
Casi no existen registros sobre el Teatro Odeón en los diarios, original del arquitecto Camilo Proto, según consta en documentos municipales. La Unión notifica su inauguración en 1911, pero El Mercurio de Valparaíso tarda dos años más en ponerlo en su agenda y llamarlo "el cinema de moda de Playa Ancha".
"Fue el primer teatro en construirse en los cerros del puerto. Actualmente solo quedan el Odeón y el Mauri. Los grandes teatros se emplazaban en el plan y este fue todo un hito arquitectónico, porque además se construyó con materiales sólidos, que le han permitido soportar los terremotos. Es un teatro muy representativo de la época", dice el arquitecto Gustavo Leiva.
Emplazado en calle Patricio Lynch, muy cerca de la Plaza Waddington en el cerro Playa Ancha, el Teatro Odeón es hoy otro símbolo de ese brillo porteño que comenzó a opacarse con la construcción del Canal de Panamá y el subsiguiente olvido de Valparaíso como el "puerto más cercano a Europa". Sin uso y sin cuidador desde hace dos años, una agrupación de vecinos ha puesto la mira en su recuperación como eje ciudadano.
Actualmente tiene la categoría municipal de inmueble de conservación histórica, "lo que nos asegura que no puede ser demolido para construir allí un edificio, sino que debe mantener sus giros: el cultural o el comercial", advierte Leiva.
"Hemos tenido acercamientos con la corredora de propiedades, pero no con su dueño. El teatro pertenece a la inmobiliaria Cadel y está a la venta en unos $200 millones. Nuestro plan es reunir ese monto a través de la Ley de Donaciones Culturales y luego comenzar su rehabilitación estructural y reacondicionamiento. Pero el proceso completo, con la ejecución de un nuevo diseño arquitectónico, puede tomar seis años", señala Rodrigo Márquez, de la organización Al Rescate del Teatro Odeón.
Es una treintena de personas, algunas de ellas testigos de su último uso como sala de cine. Cuando dejó de ser escenario para obras de teatro y funciones de operetas, zarzuelas y conciertos populares, tomó el giro de sala de cine. Primero mudo, con acompañamiento de piano; luego sonoro y finalmente como espacio para exhibición de concurridas seriales de matiné, como "Las increíbles aventuras de Flash Gordon".
Vestigios de una época
En 1974 cerró definitivamente como espacio cultural, al igual que el Teatro Iris, a pocos metros de allí, que tuvo un peor desenlace: fue demolido para la construcción de un edificio. El Odeón pasó a ser un estacionamiento de autos, taller mecánico y bodega de materiales de construcción.
Sus cinco puertas que daban a la calle desaparecieron, al igual que el foyer , los palcos, las butacas y las magníficas ventanas cuadradas del segundo piso del edificio, cuya nave central -hoy un amplio vacío- tiene 330 m {+2} y una altura mayor de 12 metros y medio. Solo conserva ciertos vestigios de época: su escudo en el proscenio, gárgolas y ménsulas en las esquinas superiores.
"El teatro es parte del patrimonio de Playa Ancha, que tiene mucha riqueza arquitectónica hasta el día de hoy, como podemos ver en la avenida Gran Bretaña. Playa Ancha era un cerro aislado, pero se formó en una mezcla de pescadores, la orden dominica que se instaló allí en 1860 y los inmigrantes extranjeros que llegaron después del terremoto de 1906. El Teatro Odeón nació en un contexto de vida social muy diversa y entonces fue una representación de esa mixtura tan característica de Valparaíso", cierra el historiador y académico de la U. de Playa Ancha Claudio Páez.
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