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domingo, mayo 20, 2012
El incipiente mundo del teatro musical en Chile
El Mercurio
Críticos, músicos y productores analizan el panorama, la necesidad de captar nuevos públicos y profesionalizar los montajes.
Maureen Lennon Zaninovic
"Broadway en concierto", "Cabaret", "Piaf", "El Mago de Oz" y próximamente "La novicia rebelde" y "Que cante la vida". Aunque cueste creerlo, estos títulos hoy no sólo se pueden encontrar en el West End de Londres, en Nueva York o en la calle Corrientes de Buenos Aires, sino también en nuestro país.
En un fenómeno muy reciente -para ser exactos en los últimos tres años-, los principales teatros y productores chilenos se están atreviendo con estos títulos y con montajes cada vez más elaborados, aunque aún estemos a años luz de otras grandes capitales del espectáculo.
Francisco de la Maza, alcalde de Las Condes, ha sido testigo de este florecimiento y comenta que -hasta la fecha- su teatro municipal ha acogido seis musicales "cada uno con una asistencia de alrededor de 15 mil espectadores, lo que es un éxito".
Para Marco Espinoza, director general de la obra "Piaf" protagonizada por Annie Murath y que actualmente se exhibe en el Mori Parque Arauco, "más que un boom hoy estamos viendo cómo el teatro chileno se está abriendo a otras poéticas y paradigmas. Hoy es una actividad que forma parte de un proceso de transculturalidad e hibridez, propio de todas las artes, y eso ha permitido que en nuestro país muchos estén interesados en el musical y en el teatro musical", señala.
Un sueño imposible
El productor Enrique Inda es un gran conocedor de este género y artífice de uno los espectáculos más vistos en toda la historia del Teatro Municipal de Santiago: "El hombre de La Mancha". Desde que estrenó en 2009 y contando todas sus temporadas y presentaciones en otros escenarios, este montaje ha convocado a más de 30 mil personas, superando ampliamente el éxito de "Tanguera", que en 2002 vendió 12 mil entradas (nueve funciones).
Tras su estreno, Juan Antonio Muñoz, crítico de ópera de "El Mercurio", escribió que hacía "tiempo que no se veía esta afluencia masiva al Municipal: familias completas, gente que se saca fotos al interior de la sala, niños que van a mirar el foso de la orquesta. Para muchos era la primera vez que estaban ahí. Hay que capitalizar esto ahora, y no abandonar el género".
Y así ocurrió. Esta exitosa alianza entre la productora Inda y Goycoolea y el Teatro Municipal de Santiago sembró las semillas para que volviera a germinar el musical en Chile.
"El tremendo éxito de 'El hombre de La Mancha' desempolvó un género que estaba en el olvido", cuenta Enrique Inda. Y rememora una época de oro en nuestro país, que va desde mediados de los '70 hasta los '80, gracias al empuje del empresario José Aravena, quien logró que se construyera el primer teatro especializado en estos espectáculos: el Casino Las Vegas (hoy Teletón). "Lo asesoró César Martínez, quien había visto muchos musicales en Nueva York y Londres, y así se montaron inolvidables títulos como el propio 'El hombre de La Mancha' con Alicia Quiroga y José María Langlais , 'El violinista en el tejado', 'Amor sin barreras' y 'Calígula'. ¿Qué pasó después? Tras la crisis de los '80 y a raíz de que los negocios de Aravena no anduvieron muy bien, se acabó el género", dice Inda, quien últimamente ha llevado a escena "My Fair Lady" (que en 2010 abrió el Teatro Municipal de Las Condes, un espacio que cuenta con la tecnología y las condiciones técnicas adecuadas para montar este tipo de espectáculos) y "Cabaret". Su próxima apuesta es "La novicia rebelde", que desde el 14 de junio se presentará en el Teatro Nescafé de las Artes.
Otros protagonistas
Y si el puntapié inicial lo dio "El hombre de La Mancha", en el camino han nacido otros exitosos proyectos que lentamente -y en una apuesta a largo plazo- conquistan espacios y audiencias. El año pasado, por ejemplo, con el patrocinio de la Municipalidad de Las Condes y su Corporación Cultural, se estrenó "Mariposas", de Javiera Bezanilla.
Otro ejemplo destacado es la empresa cultural Alzares, que acaba de finalizar una exitosa temporada en el Teatro Municipal de Las Condes con su espectáculo "Broadway en concierto" y que en 2011, en este mismo espacio, se aventuró con el elogiado musical chileno: "La Tirana".
Alzares nació de una pasión amateur de un grupo de estudiantes de la Universidad Católica quienes dieron sus primeros pasos, de manera bastante austera, con "Jesucristo Superestrella". En 2008 saltaron al estrellado con una aclamada versión de "Los Miserables".
"Fue un verdadero boom de público que nos obligó a replantearlos y a tomarnos esta pasión de una manera más seria. Hoy ya contamos con cerca de 12 personas que han adherido a nuestro proyecto, todas menores de 30 años", explica Javier Ignacio Rodríguez, director ejecutivo de Alzares.
Y agrega que si bien en su corta existencia se han dejado seducir por Broadway, el sello diferenciador ha sido apostar por lo cultural. "Por eso para nosotros fue tan importante montar 'La Tirana'. De hecho, la etapa creativa de este título duró dos años: investigamos muchísimo tanto para conformar el guión como en el diseño del vestuario".
Otro exitoso protagonista del incipiente panorama de los musicales en nuestro país es DIF espectáculos y comunicaciones, una productora conformada por la reconocida periodista Inés María Cardone, el actor Felipe Ríos y la productora Daniela Riquelme. En 2010 se dieron a conocer con la puesta en escena de "La Pérgola de las Flores" que gracias al apoyo de Mall Plaza fue vista por más de 40 mil personas. También en una alianza con Mall Plaza, este año estrenaron "El mago de Oz": basada en la novela de Frank Baum que a su vez inspiró la popular cinta de 1939, protagonizada por Judy Garland. Hasta fin de mes, este título estará en la cartelera del Teatro Municipal de Las Condes.
"Estamos viviendo un momento maravilloso del musical en Chile. Hay una suerte de boom y lo que más me emociona es constatar cómo, en nuestro caso con 'El mago de Oz', estamos cautivando a familias completas", cuenta Inés María Cardone.
Y desde una arista más amateur , también ha alcanzado notoriedad la Academia de Artes Escénicas de la Universidad de los Andes, que ya ha producido tres montajes a tablero vuelto (cada uno ha sido visto por más de 10 mil espectadores): "La bella y la bestia", "El zorro" y "La tempestad" de Shakespeare. Su próximo título es ''El burgués gentilhombre", una adaptación libre del clásico de Molière que esperan estrenar el 19 de octubre.
"Dentro del mundo amateur aspiramos a ser los mejores", comenta la actriz Ester Rojas, directora general de este proyecto musical. Y en este sueño han logrado convocar a profesionales de prestigio, como el director Eduardo Browne (quien ha participado en todos los montajes) y la actriz Francisca Castillo.
Luces y sombras
Para el crítico de "El Mercurio" Pedro Labra, el musical representa la culminación del teatro-empresa, y como tal requiere, en primer lugar, de un amplio stock de artistas especializados en este estilo, que actúen, bailen y canten con calidad y que además luzcan bien. "Los estrictos castings pueden tomar hasta dos meses antes siquiera de que empiecen los ensayos. Pero todo eso no basta si no hay financistas audaces dispuestos a arriesgar gruesas sumas de dinero en una inversión de rentabilidad incierta, puesto que nadie puede asegurar el éxito del resultado final. De partida, los derechos suelen ser muy caros y en Buenos Aires, los productores dicen que para que un montaje sea negocio, necesita permanecer en cartelera al menos seis meses, y con afluencia sostenida de público, o sea, que llegue a vender un mínimo de 200.000 entradas. Todos esos factores escasean y han sido históricamente exiguos en nuestro medio".
Enrique Inda comparte plenamente esta posición. A su juicio, uno de los principales factores que han afectado un mayor despegue de este tipo de propuestas ha sido la falta de escenarios dedicados de manera exclusiva a este género: "Nos encantaría volver el Teatro Municipal de Santiago, que sí tiene la altura necesaria para montar títulos de mayor envergadura como 'El fantasma de la ópera' o 'Los miserables', pero no es posible ya que tiene casi toda su programación copada con su temporada lírica".
Andrés Rodríguez, director del Municipal de Santiago, confirma este diagnóstico: "El musical es tremendamente atractivo y de hecho me ha tocado ver puestas alucinantes como la versión de 'La novicia rebelde' que el régisseur español Emilio Sagi presentó en el Teatro Châtelet de París; pero hacerlo bien requiere, además de dinero y tiempo, dedicar la sala principal de manera exclusiva a la preparación de estas obras y no tenemos espacio".
Renovar audiencias
El director de orquesta Eduardo Browne, quien ha participado en "El hombre de La Mancha", "My Fair Lady", "Cabaret" y próximamente en "La novicia rebelde" -además de todas las producciones de la Universidad de los Andes- cree que el tema del público es clave:
'"El hombre de La Mancha' fue un éxito rotundo: más de 30 mil personas que nunca antes habían pisado el Teatro Municipal. Una experiencia entusiasmante, pero lo triste fue que aún, amparados con ese récord , no alcanzamos a llegar al 0,1% de la población de Santiago. Todavía está pendiente el tema de la masificación de la cultura. El musical es un arte que, bien hecho, puede nutrir el alma de los espectadores", concluye Browne.
Javier Ignacio Rodríguez de Alzares tiene una mirada mucho más crítica del público: "Chile no está preparado para tener temporadas como Broadway. Aún no hay mercado y el nivel con el que se está presentando el musical no se condice con los precios de las entradas, muchas veces de valores internacionales".
Enrique Inda considera que "la comedia musical, en todo el mundo, es el género que más convoca audiencias. En Chile el público aún es escaso, pero piano piano, irá creciendo".
Javier Ignacio Rodríguez también detecta otra de las falencias de este incipiente panorama. A su juicio, el talento está, sólo falta una mayor maduración de las disciplinas: la danza, el canto y el teatro. "Hay que ser realistas porque algunos productores ya han comenzado a vender slogans de que somos los mejores del mundo y no es así. Si queremos llegar al nivel de Broadway hay que invertir".
El compositor Sebastián Errázuriz ("Viento blanco"), quien es director musical de la Universidad San Sebastián, se considera un apasionado por este género. A su juicio, hoy "hay productores que lo están abordando de manera muy seria, como Felipe Ríos y Enrique Inda y se están generando propuestas culturales muy interesantes, como la de Alzares. También valoro que la soprano Verónica Villarroel esté asesorando vocalmente algunas producciones y el trabajo que ha venido desarrollando ProJazz. Lo que falta, a mi juicio, es que la batuta aún la tiene la gente de teatro, que siempre prioriza la actuación, por sobre lo vocal. Y en la otra cara de la moneda, hoy tenemos a muy buenos cantantes líricos incursionando en esto, pero con un desempeño actoral bastante precario".
Pedro Labra puntualiza: "La explosión de estrenos en estos dos años ha demostrado que hay talento interpretativo, pero no siempre al nivel de excelencia que exige el género: buenos actores que puedan cantar y bailar de manera óptima. Eso debe perfeccionarse. Además recién empiezan a especializarse algunos directores con buen conocimiento de los recursos del teatro y de la música, capaces de liderar producciones como éstas, de gran envergadura y complejidad. Estamos en esa etapa. Un florecimiento inesperado del género que está buscando afianzarse".
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