El Mercurio
Desde una caminata silente de ocho horas por el puerto hasta la experiencia del sonido que generan distintos materiales. Una treintena de creadores se reúne desde este martes.
IÑIGO DÍAZ
Es el concepto más complejo de explicar, pero también más simple de acceder si se considera su elemento central: el arte sonoro es una combinación de disciplinas creativas en torno al sonido como material de trabajo.
"Está siempre en un punto central, y por eso convoca a públicos con intereses distintos y a artistas que provienen de la plástica, la danza, la fotografía, la performance y la arquitectura", señala Fernando Godoy, director del festival de arte sonoro Tsonami, en Valparaíso.
En su séptima edición, que comienza este martes y finaliza el domingo 8, una treintena de creadores chilenos y extranjeros se encontrarán en un programa que incluye conciertos en salas, intervenciones urbanas, performances experienciales, emisiones radiales, conversatorios, talleres y por primera vez añade cinco residencias creativas, bajo el concepto integral de "Lugar, Escucha y Registro". Los resultados se mostrarán en el cierre.
Entre los artistas extranjeros destacan el estadounidense Derek Holzer, con su taller "SoundBoxes", una factoría de pequeños instrumentos electroacústicos construidos a partir de dispositivos básicos como micrófonos y parlantes. También están el alemán Michael Vorfeld con la performance "Light bulb music", una colección de ampolletas amplificadas para construir una andanada sonora, o la brasileña Vivian Caccuri, quien liderará el jueves 5 la experiencia titulada "El caminar silente".
"Se trata de un recorrido a pie en grupo por el puerto durante ocho horas. Lo que busca es generar una percepción distinta y personal del sonido, porque los caminantes deben hacer un voto de silencio absoluto. Nada quedará grabado como paisaje sonoro; simplemente el recuerdo y la reflexión de los participantes", anticipa Godoy. Caccuri ya realizó una caminata silente en Río de Janeiro y hoy está definiendo el recorrido. Irá por la costanera hasta Playa Ancha y regresará serpenteando por algunos de los 42 cerros del casco antiguo del puerto.
El cierre de Tsonami, en cambio, está en el lado opuesto del silencio. El equipo gestor liderará el sábado 7 en el Parque Cultural de Valparaíso una interpretación de la obra "Rainforest IV", del pionero artista sonoro David Tudor, colaborador fundamental de John Cage.
"Se colgarán desde el techo de la sala unos 20 objetos escultóricos de distintos materiales -metal, plástico, madera-, para crear un ecosistema resonante. El grupo de músicos los bombardeará con ondas para ver qué clase de sonido se obtiene de cada uno. En el fondo es analizar el material como un objeto-parlante. Y el público podrá recorrer este bosque lluvioso", completa Godoy. Toda la información en Tsonami.cl
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