El Mercurio
Conocida es la relación y obsesión de Matta por el universo, lo que aparece en sus frases-dichos, biografía y en el despliegue de su pintura surrealista. Este nuevo libro, "Mattascopio", aborda el tema desde la mirada de varios autores y disciplinas diversas.
CECILIA VALDÉS URRUTIA
La cosmovisión de Matta fue uno de sus grandes aportes al arte, desde su estilo surrealista. Su pasión por el universo -presente en sus conversaciones, en su invención de palabras, en sus composiciones pictóricas- era una constante. Varias de sus mejores obras trabajan la multiplicación de espacios en la tela, en las que desarrolla la noción de los grandes transparentes. El mismo Marcel Duchamp, dice en 1946: "Su más importante contribución a la pintura surrealista es el descubrimiento de regiones del espacio desconocidas en el campo del arte".
En una de sus últimas conversaciones con Artes y Letras, Roberto Matta dijo: "Chile es una rosa separada y me identifico con Isla de Pascua. Hay que hacer algo en ese lugar, primitivo, mayor, como mirar de nuevo al cielo. Tenemos que tener un edificio que se relacione con el universo, porque si miras al cielo te viene un curioso orgullo de ser chileno".
Ese interés mattiano por el universo ha tomado un nuevo impulso por estos días en que se realizó un seminario sobre Matta y su relación con la ciencia, enmarcado en un proyecto Conicyt de la historiadora del arte Isabel Cruz y el físico Francisco Claro, junto a un grupo de científicos e historiadores de la Universidad de los Andes. Y en forma pararela, se presentó esta semana el libro "Mattascopio". La obra -un proyecto conjunto entre BTG Pactual Chile y Ediciones Universidad Católica, acogido a la ley de donaciones culturales- trae también un revelador artículo de Isabel Cruz sobre la relación del surrealista con la ciencia. Asimismo, la periodista y editora del libro, Marilú Ortiz de Rosas, tuvo a su cargo un texto introductorio al tema; y escriben Ramuntcho Matta, Raúl Zurita, el director de ALMA, Pierre Cox y los astronómos Ignacio Toledo, Sergio Martin y Antonio Hales.
Gestación: en los 100 años del surrealista
"Este proyecto, nos cuenta la editora del libro Marilú Ortiz de Rozas, tuvo por objetivo poder profundizar en un tema que atraviesa toda su producción en sus pinturas y que alude al universo".
"La idea empezó a gestarse luego de una conversación que tuvimos con Ramuntcho Matta, en el marco de una muestra en la galería AMS Marlborough que él trajo en 2011 y que incluía obras alusivas al universo -agrega-. Ahí me contó de la fecunda amistad entre Matta y Michel Casse, un reconocido astrofísico francés, escritor y poeta... Después de mucho esfuerzo, logré hablar con el físico, quien me contó que se reunía los días sábados con Matta a conversar sobre ciencia. Fue a partir de los años 90. Me dijo que ambos recreaban una astronomía imaginaria, y que lo que realmente les atría era el caos y no el orden cósmico".
Los astros confluyeron en diciembre del año pasado, cuando la directora de XS galería, Ana María Jorquiera y Cecilia Guzmán, de Nexos, le plantearon presentar un proyecto sobre Matta. La periodista cuenta que al primero que pensó en invitar a participar fue a Ramuntcho, "no lo hubiera pensado sin él, pero también al director de ALMA, Pierre Cox, quien prestó valiosas imágenes, otros astrónomos y el poeta Raúl Zurita".
Ramuntcho Matta: una pieza clave
El libro -junto con exhibir imágenes de pinturas de Matta de museos y colecciones privadas- presenta un juego visual a cargo de Ramuntcho Matta, quien contrapone extractos de cuadros de su padre con imágenes vistas por el radiotelescopio ALMA, ubicado a 5.000 metros de altura "y hasta donde subimos productores y auspiciadores a presentar el volumen simbólicamente".
Ramuntcho -gestor cultural, músico y artista visual- no pudo estar allí, aunque fue un gran artífice de este y otros proyectos mattianos. Dio a conocer -al cumplirse 100 años del nacimiento de su padre, en 2011-, el manuscrito de Matta "Notebook", de 1943. Este manuscrito dio pie para el artículo que escribe Isabel Cruz en esta nueva publicación de 2013.
El libro lleva un texto de Ramuntcho, que reúne fragmentos de "transmisiones relativas a una cierta idea que Matta tenía del universo", a veces, muy cotidianas, pero decidoras.
Revelaciones de "Notebook"
El escrito de Isabel Cruz sobre el manuscrito de 1943 -"Notebook"- sobresale por su rigurosidad y aporte. La historiadora del arte reconoce a Artes y Letras que "denota, por parte de Matta, una comprensión de la ciencia muy amplia y bastante vivenciada por él. No es una comprensión libresca. Se nota que se empapó de ello y lo expresa aquí de manera sintética, gráfica, en un discurso antigramático y, a la vez, metafísico".
El mencionado manuscrito había sido publicado, en 2011, en una edición muy cuidadosa realizada en Italia, por la galerista Ana Maria Stagno, bajo la supervisión de Ratmuncho, expertos italianos y franceses, manteniendo las formas y materialidades del cuaderno.
Isabel Cruz afirma que en este, Matta "testimonia las nuevas nociones sobre tiempo y espacio postuladas por la física y la geometría". Esas nociones científicas que impulsaban su espíritu y los efectos incorporados a su obra, ya venían de sus tiempos de alumno de arquitectura en la UC, de sus ejercicios en matemática y geometría euclidiana, afirma.
Hay en Matta "un abierto giro cósmico en torno a la revolución de la física contemporánea. Él dice que su vida 'va de la tierra a las estrellas'. Y un dibujo de una figura con ocho brazos, generado por la unión de puntos de un modelo, traduce visualmente su idea del lenguaje abstracto de las matemáticas como instrumento de exploración y expresión", escribe la historiadora.
El artículo destaca la modificación esencial en la manera de entender el comportamiento del cosmos que implicó la ecuación sobre la equivalencia entre masa y energía (E=mc2), formulada por Einstein. "Dos términos que Matta cita reiteradamente en el manuscrito de 1943. Para él, la ecuación se transforma en una apertura a las posibilidades de unificar experiencias y atreverse a indagar nuevas temáticas", precisa la investigadora.
Y para ir más allá de la mirada, Matta recurre a un dispositivo, el "Matta-scope". "Ello lo lleva a encontrar vida más allá de galaxias. Es el instrumento para comparar los resultados y analogías más lejos de lo que se puede imaginar, 'después de haber perforado el último círculo allí donde la órbita palpita cual una flor', dice el pintor. Esa idea la representa a través de un dibujo que aborda una conjunción de trayectorias orbitales y figuras pentagonales", reseña Cruz.
Matta no concibe el espacio sin geometría sensible. Habla "de la herida de un punto tocando una línea". Y advierte "una insaciable necesidad de artistas conocedores de la geometría".
ALMA, astrónomos, poetas y arte
Por su parte, el presidente de ALMA, Pierre Cox (el último en entregar su texto, ya que llegó hace poco a Chile) imagina lo que podría haber sucedido con Matta, si en su época hubieran existido los observatorios y radiotelescopios de hoy. Su escrito entrega también una mirada de la obra mattiana, con una sensibilidad singular que le da el provenir de una familia de artistas y pintores.
Algo similar desarrollan los astrónomos Ignacio Toledo, Sergio Martin y Antonio Hales, quienes escriben sus propias impresiones y reflexiones sobre Matta y el universo.
Otro invitado a escribir, el poeta Raúl Zurita, recuerda un encuentro con el pintor a principios de los años 90, en Tarquinia, cuando lo visitó para "restituirle su pasaporte". Ahí Matta realizó un juego de palabras entre el espacio y sus obsesiones surrealistas, como ocurría durante sus encuentros con escritores, artistas, coleccionistas y políticos. El poeta escribe sobre la obra de Matta: "Poco a poco van emergiendo planos, puntos de fuga que se transforman en volúmenes y luego en poblaciones de figuras (...) que flotan recortándose contra espacios que parecen engendrarse unos a otros, superponiéndose y transparentándose igual que gigantescos vidrios"...
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